Entre ángeles y demonios.

Capítulo I: El encuentro.

Si te dicen la palabra demonio, ¿qué es lo primero que imaginas?... ¿un ser rojo con pezuñas en vez de patas?, ¿algún monstruo horrible e iracundo?, ¿tal vez una criatura con cuernos ardiendo en un sitio lleno de fuego y tortura? Pues no, no somos eso en realidad, quiero decir, ¿a quién diantres le encantaría estar en un lugar extremadamente caluroso toda la eternidad? Solo un tonto crearía su sitio personal de esa manera y nosotros no éramos unos tontos. ¿Quién soy yo? Bueno, ciertamente soy una excepción a la regla, uno de esos bichos raros que nacen cada que se rompe una norma o algo así, mi nombre es Li Syaoran, un ser mitad humano, mitad demonio, que pertenece al Clan Li, una vasta descendencia de criaturas que habitan la tierra desde hace muchos milenios atrás. No se preocupen, no viajo con un trinchete picándole las costillas a los incautos por la calle, se nos ha hecho injusticia desde que la memoria colectiva humana existe, tachándonos de los responsables de sus propios males y pésimas decisiones, cuando en realidad solo somos vigilantes… Observadores que hacen cumplir el equilibrio natural de la existencia, porque para que haya luz se necesita la oscuridad, sino jamás podrías apreciar la diferencia.

"Sabía que estarías aquí, Xiao Lang" dijo una voz potente detrás de mí ", no sé cómo pasas tanto tiempo en este sitio…".

Inmediatamente reconocí a la dueña de esas palabras, me paré instantáneamente adoptando una posición de respeto para saludar; era nada más y nada menos que Yelan Li, lideresa del Clan Li y mi madre. La vi observar el sitio con claro desdén en su expresión arrugando su nariz ,pero yo la comprendía porque había en el ambiente un fuerte olor a cigarro y alcohol, además sabía que odiaba que pasara mis días en ese destartalado bar, sin embargo era el único lugar donde lograba concentrarme.

"Ha llegado la hora, Xiao Lang" comentó con tono solemne "tienes una gran responsabilidad sobre tus hombros".

Parpadeé perplejo.

"No entiendo, madre" dije.

"El Clan al fin te toma en cuenta para una importante misión".

Como les decía, yo soy una excepción, resulta que mi madre rompió las reglas enamorándose de un humano y yo soy producto de ese affair; en consecuencia el Clan no me toma muy enserio ya que me consideran algo indigno o inferior a ellos; aunque eso me tiene sin cuidado, mis hermanas y mi madre son lo único que me importa. Sí, los demonios también tenemos lazos afectivos fuertes, en este submundo la familia tiene una gran relevancia.

"¿Cuál es esa misión?" pregunté con curiosidad.

"Los oráculos lo han predicho, el equilibrio está por romperse debido a un humano" reveló ". Tiene o tendrá un objeto importante que no puede caer en manos inadecuadas".

Básicamente este mundo tiene cuatro especies principales: demonios, ángeles, espíritus y humanos, ¡ah! Y también está esa rara pero interesante variante de humanos con poderes sobrenaturales. Nosotros y nuestra contra parte los ángeles coexistimos en un sistema que funciona correctamente mientras ninguno atente en contra del equilibrio; los espíritus pueden ser un dolor de cabeza o simples manifestaciones paranormales asustando ingenuos, pero no se les molesta mientras no alteren la balanza.

"¿Quiere que haga algo con ese humano?".

"Sí, necesito… necesito que la protejas" admitió.

La miré incrédulo, ese escenario era uno que nunca me hubiese imaginado ni en mis sueños más locos, está de más decir que aunque nuestra existencia sea dialécticamente necesaria, intentamos no interferir más allá de lo que nuestro deber exige.

"Madre, pero eso que me pide" objeté "está contra todo lo que me ha enseñado. Es más sencillo que le robe ese objeto o…"

"Sé perfectamente que te estoy pidiendo algo poco común hijo," señaló "pero esto es más grande que nuestra normativa, cuando ese objeto esté a la vista lo traerás ante mí y veremos qué hacer con él".

Discutir con mi madre era algo completamente innecesario e improductivo, ese don materno de ganar porque ella lo dice era una conocida ley universal.

"¿Qué recibiré yo a cambio, madre?" inquirí.

Grave error, la mirada fulminante de mi madre era capaz de hacer flaquear hasta el más rudo de los hombres, ¡Dirigía un clan de demonios! por su puesto que esos ojos que se tornaban completamente negros cuando se molestaba lucían aterradores.

"Con mi agradecimiento debería ser suficiente, Xiao Lang, tenemos honor" dijo tajante "pero, esta vez te haré una gran oferta, si cumples tendrás algo que has ambicionado desde hace mucho tiempo..."

Se quitó su collar y me lo mostró, yo sabía lo que era perfectamente, cualquier en el Clan Li era consciente de el gran valor de ese objeto. Lo convirtió en espada frente a mis maravillados ojos, esa arma tenía un poder incalculable y podía volverte alguien sumamente peligroso. Yo no podría accesar a eso aunque quisiera por mi condición de híbrido, pero el deseo de poseerla me sedujo al instante.

"Además exigiré que tengas un rango importante dentro del Clan" ofreció ", cuando les hayas demostrado toda tu capacidad".

Me imaginaba a todos esos idiotas que me consideraban un bueno para nada siguiendo mis órdenes. Todo eso me tentó poderosamente, bueno ella era una demonio, por naturaleza experta en persuadir.

"Trato hecho madre" acepté.

"Por supuesto sabes que esto será hasta que traigas ese objeto ante mí, ella no necesita saber nada más" explicó ", solo que la protegerás como acordé con su madre".

"Está bien, ¿cuándo tengo que irme?" pregunté.

La sonrisa que dibujó mi madre en el rostro me hizo retroceder un poco.

"Ya mismo Xiao Lang" reveló ", en el sitio que aparecerás encontrarás ayuda, así que no te preocupes".

"Pero..."

Me tocó el hombro rápidamente, en un abrir y cerrar de ojos me econtraba parado en medio de una multitud de gente bailando al ritmo de música electrónica. Miré alredor un poco cegado por las luces de aquel club nocturno con decoración minimalista, caminando hacia la barra con la firme intención de pedir algo cuando una mano se posó en mi hombro.

"¡Al fin llegas!" me dijo un hombre con voz fuerte "Bienvenido a Japón, señor Li".

Lo obsevé con detenimiento, aunque sus ojos eran azules para los demás, yo fui capaz de distinguir la negrura completa que tenían los demonios y que los humanos normales no percibían. Vestía un traje elegante completamente negro y usaba lentes que le daban una apariencia bastante sofisticada.

"Eriol Hiraguizawa" se presentó dándome la mano ", sígueme".

Ese enigmático personaje me llevó por entre la multitud de hombres y mujeres eufóricos bailando, este era el sitio perfecto para un demonio porque los humanos solían dejarse llevar por sus emociones bajo la influencia del alcohol. Lo noté cuando un hombre hablaba con una mujer al oido sentados en una de las mesas, mientras bebían él emanaba una aura oscura constante que era algo que encendía las alarmas en un demonio, se trataba de la indicación clara que estaba a punto de caer en la tentación de sus deseos profundos. Mi trabajo era provocarlo, murmurarle cosas, alentarlo a que hiciera eso que tanto quería hacer, pero jamás obligarlo, el humano siempre tenía la última palabra sobre si cometía ese acto o no; pero esto no terminaba ahí, también tenía la facultad de decidir algunas veces cómo iba a pagar él eso que estaba cometiendo para que aprendiera de su error. Cuando vi que se guardó discretamente una sortija en el bolsillo de su chaqueta comprendí cual iba a ser su falta

¿Se dan cuenta por qué odian a los demonios? Imaginen a sus padres, uno los consciente siempre mientras que el otro los regaña para que aprendan a no hacer mal, y como todo, terminan amando al consentidor y detestando al que les enseñaba una lección.

Dejé de ponerle atención cuando llegamos a una sitio privado de ese club, compuesto por una mesa circular en el centro y un sillon amplio dispuesto con la forma de la pared, también había cortinas casi transparentes que daban un poco de privacidad sin perderte la acción que sucedía abajo. Otro hombre joven estaba sentado mirando con curiosidad a todos los que bailaban, cuando me vio me saludó alegremente.

"Él es Yamazaki" dijo Hiraguizawa ", el demonio más mentiroso que existe".

La presentación hizo que Yamazaki riera.

"No es verdad" objetó ", solo tengo muchas historias curiosas que compartirte, por ejemplo sabías que..."

"Será en otro momento" interrumpió Hiraguizawa ", Li tiene algo importante que hacer".

Me indicó que me sentara y así lo hice, al tiempo que me ofrecía un cigarrillo.

"¿Tú sabes a quien debo proteger?" inquirí.

Asintió mientras sonreía, señalando con la mano a una parte exacta del club nocturno. Un grupo de mujeres bailaba animadamente con excesivo entusiasmo, acaparando inmediatamente la atención de varios de los hombres presentes. Eran lindas pero ciertamente había una que destacaba del resto, con cabello castaño corto y unos vívidos y muy llamativos ojos color verde esmeralda, su aura era terriblemente atractiva porque despedía una potente pero pura energía.

"Sakura Kinomoto" comentó Hiraguizawa ", es ella a la que debes proteger Li".

"Es linda" admití sin pensarlo mucho.

"Mucho" apoyó Eriol ", creo que tu madre te ha explicado que tendrá un futuro bastante interesante, es por eso que pronto se volverá muy popular en nuestro mundo".

"Entiendo".

"Debes ser cuidadoso y ganarte su confianza" explicó ", tienes que estar a su lado lo más que puedas, de todas formas nosotros te estaremos apoyando".

No confiaba mucho en ese par, ciertamente yo no soy alguien que se fía de las personas con facilidad así que me andaría con cuidado. Iba a seguir preguntando cuando me di cuenta que se dirigió a la barra sola.

"Esa es una gran oportunidad para acercarte" alentó Hiraguizawa.

Suspiré, caminando con paso decidido hacia su dirección, ignorando olímpicamente a todas esas chicas que me veían con ciertas intenciones. Me puse a su lado y saqué un cigarrillo, mientras buscaba falsamente un encendedor.

"¿No tienes fuego?" le pregunté como si nada.

Ella me sonrió, mientras le pedía al barman un encendedor y me lo daba.

"Gracias" le guiñé el ojo ", me siento con la necesidad de invitarte un trago".

"No es necesario" dijo ", es un placer ayudar".

"¿Qué hace una chica como tú aqui sola?"

"Estoy con mis amigas" confesó mientras señalaba al grupo de chicas de antes.

El barman le entregó algunos tragos para que los llevara a su mesa.

"Déjame ayudarte con eso" me apresuré a agarrarlos ", te puedes perder en el camino" bromeé.

Se rio de mi comentario, permitiéndome acompañarla a su lugar. Esa chica era muy ingenua y eso significaba algo bueno y un problema a la vez, porque sería fácil ganarse su confianza pero también se metería en dificultades constantemente. Sus amigas se acercaron a nosotros y les entregué su bebida, tomamos asiento juntos mientras ellas seguían bailando.

"¿Cómo te llamas?" pregunté.

"Sakura Kinomoto" contestó un poco avergonzada "¿y tú?".

"Li Syaoran" respondí, mientras acomodaba uno de sus cabellos detrás de la oreja ", tienes un lindo nombre".

"Gracias" aceptó sonrojada ", no suenas como alguien de aquí, ¿de dónde eres?".

"De Hong Kong, vine a Japón por negocios"

"¿A qué te dedicas?"

"A la seguridad privada" mentí.

"Chico rudo" comentó divertida.

"No te imaginas" dije con un tono que llevaba varias implicaciones.

Noté como una de sus amigas grababa a la distancia con su celular, haciéndole señal de aprobación con los pulgares, fingí no verla pero me pareció divertido. De repente Sakura se me acercó, murmurandome en el oído.

"Tal vez debamos ir a un sitio más privado" sugirió.

El giro que tomó la situación me desconcertó bastante, de pronto era una chica inocente y después hacía proposiciones un poco subidas de tono. Bueno, mi madre jamás me dijo sobre no divertirme un poco y ella era muy atractiva así que la seguí, mientras me llevaba de la mano a un pasillo alejado que parecía de esos de servicio.

Se acercó a mí lentamente, sus intenciones eran claras y yo no podía negarme a tan tentadora oferta. De pronto sentí algo metálico presionado contra mi cuello.

"¡¿Quién eres tú?!" demandó visiblemente molesta "¡¿Crees que no me doy cuenta de que no eres humano?!".

Mis ojos se abrieron de par en par, me había tomado completamente desprevenido su nueva actitud. Ahora era capaz de sentir su presencia de una manera distinta a la de antes, entonces caí en cuenta que ella no era una humana normal, porque sostenía un extraño báculo de manera amenazante contra mí.

"Tranquila" le dije en tono suave ", soy tu aliado".

"¡No me mientas!" atajó "¡He visto a los de tu clase!".

"Si que me sorprendes" admití " y yo que te creía una ingenua, vaya que resultaste más interesante".

"¿Qué quieres de mí?" preguntó.

"He venido a protegerte, soy tu guardián".

Ella rio sarcásticamente.

"Si claro, ustedes les encanta proteger humanos".

"Tú no eres una humano normal querida" le dije ", me manda Yelan Li".

Algo de lo que le dije hizo que retrocediera y bajara su báculo lentamente. Su expresión delataba que estaba meditando algo en su mente, como si no entendiera la situación.

"Esa mujer..." comenzó " Era amiga de mi madre, pero no entiendo porque me quiere proteger".

"Yo soy su hijo" le sonreí ", así que estás en buenas manos".

"Claro" dijo irónicamente ", en las manos de un demonio que se dejó engañar fácilmente".

"Linda también tengo necesidades" guiñé mi ojo ", además una presa tan fácil no la rechazaría nadie".

"¡Cállate!" exigió volviendo a su posición hostil.

Noté algo por encima de su hombro, justo al final del corredor.

"Cariño podría discutir toda la noche, pero no tengo tiempo" dije ", en verdad estás en peligro y soy el único que puede ayudarte"

Cuando terminé de decir eso apunté mi dedo hacía el lugar que había visto, ella se volvió lentamente a mirar qué llamaba mi atención. Una criatura negra y amorfa se acercaba lentamente a nosotros, era uno de esos espíritus que les encantaba robar vitalidad a los humanos desprevenidos.

"Esto definitivamente se pondrá interesante" admití.

Abrí la palma de mi mano derecha, dejando que una flama de fuego azul ardiera para la sorpresa de la chica.

"Tendrás que confiar en mí, Sakura Kinomoto".


¡Hola!

Sé que en mi fic anterior prometí descansar algunas semanas pero la verdad es que no pude =P, esta idea se me vino a la mente y no me ha dejado en paz, así que espero lo disfruten tanto como yo lo hice cuando lo escribí. ¡Espero leer sus opiniones!

Silverwomen