Rating: K+
Pairing: N/A
Disclaimer: Los personajes son propiedad de Riichiro Inagaki & Yusuke Murata, yo sólo los tomé prestados en mi historia. Ageha es propiedad de MUCC.
Advertencias: N/A
Notas: El drabble está inspirado en la canción Ageha (Mariposa Negra) de MUCC. No llegó a ser un songfic, simplemente la letra trajo a mi mente esta escena. La pueden escuchar aquí: /watch?v=z_m5UqW3zr4
es muy buena, y la letra me encanta uwu
Ageha.
"¿Pueden tus ojos ver este nuevo mundo?
El cielo es tan limpio y azul, es deslumbrante
Aprendí que uno puede ser fuerte
Sólo con proteger lo que es preciado para uno
Así que me consagraré a tu cielo."
Habían sido muchas las ocasiones en que Gen había pasado por alto el orgullo de Hiruma. Y fueron varias las maneras en las que consiguió evadir la furia del diablo. Con miradas indiferentes, respuestas cortantes y demás demostraciones de desinterés, Musashi dejaba en claro que no le temía más a Yoichi de lo que le temía a cualquier otra persona. Había logrado fracturar el capullo que protegía a la mariposa negra.
El pateador era la única persona capaz de jugar con el demonio en igualdad de condiciones frente al tablero, respondiendo sin vacilar a cada una de las jugadas de Hiruma.
Y tal vez, el haberle dado tanta libertad desde un principio, había sido su error.
Se detuvo el tiempo. Interponiéndose en sus planes y alterando sus cálculos. Ahogando la pequeña semilla de confianza que había llegado a enterrarse en el mariscal, impidiéndole dar frutos.
Las probabilidades de obtener la victoria con un equipo de tres integrantes ya eran bajas, desalentadoras para cualquier otra persona, sacar adelante un equipo con solamente dos miembros se acercaba peligrosamente a lo imposible.
Sin embargo, se encargaría de demostrarle personalmente que no puedes vencer al diablo sólo con darle la espalda. Los Devil Bats crecerían, se volverían un equipo fuerte, y el pateador se vería obligado a regresar, porque por más que lo evitara, el deseo de volver a pisar el campo de juego se había convertido en un monstruo dentro de su mente, que poco a poco devoraba su voluntad.
Entonces todo volvería a la normalidad.
Llevaría a cabo sus planes como si nada hubiera ocurrido, y la sonrisa demoniaca regresaría al rostro de Hiruma, más sincera y orgullosa.
Gracias por leer ~
