Hoy se cumplen 20 años desde que él me había dejado sola, en mitad del bosque tirada como una perra, ya no duele como antes, ya no sufro como antes ni mucho lo amo como antes, es más, creo que si me enterara de que se murió me daría lo mismo, pero solo lo creo. Estaba en mi habitación recordando como hace mucho tiempo no lo hacía y es que ahora puedo hacerlo ya que el agujero se había cerrado por completo. Ahora en mi pecho solo había un corazón frio como piedra que no latía y sobre la piel de mi pecho un collar, que como colgante tenía el escudo de mi familia, los Vulturis, por cierto mi nombre es Isabella Marie Vulturis Swan.
Sí, Vulturis, después de que Edward me dejó estuve cuatro meses sufriendo, llorando su partida, tenía pesadillas y sentía que en cualquier momento el dolor me mataba. Sentía que estaba dando vueltas en un remolino que no tenía final, cada día se me venían a la mente los felices momentos que viví a su lado y me odiaba por eso, sentía la necesidad de culpar a alguien, de odiar a alguien por lo que me estaba pasando y me di cuenta de que el único ser que se merecía mi odio era Edward pero no podía odiarlo, ni siquiera podía sentir rencor por él y es que lo amaba más que a la vida misma, él era todo para mí y se fue sin mirar atrás.
Un día decidí que ya no podía seguir así, veía como mi padre sufría, como mis amigos sonreían y yo si siquiera poder recordar lo que era la felicidad, Jake quería verme, me buscaba pero yo lo rechazaba, mi madre había venido a buscarme pero tampoco quise irme de Forks, en el fondo aún tenía esperanzas de que un día lo volvería a ver; pero ya basta, basta de sufrir por alguien que ni siquiera me quería, basta de derramar lágrimas por un amor fantasma, basta de hacer sufrir a la gente que vale la pena y basta de tener falsas esperanzas, me iba a vengar como fuera pero lo iba a hacer, sentía como la liberación llegaba a mí y como el odio iba creciendo en mi interior, jamás pensé llegar a sentirlo pero es que nadie tiene derecho a destruirte como él lo hizo conmigo. Me puse a pensar en algo que él odiara, que él nunca habría querido y entonces lo supe, tenía que buscar la forma de convertirme en Vampiro.
Él nunca quiso que me transformara, nunca quizo "arriesgar mi alma" aunque al momento de dejarme la haya destrozado por completo asi que no estoy muy segura de que mi alma le importe. Me puse a pensar en cómo encontrar un vampiro, analicé varias formas, cada una de ellas más ridícula que la anterior, entonces me acordé de ellos, los que no tenían ningún respeto por la vida humana pero si por las leyes, me acordé de lo Vulturis.
Como hablar con ellos, como acercarme a ellos sin que me quisieran matar y como viajar a Italia dejando todo atrás eran las preguntas más frecuentes que se me venían a la cabeza. Dejar a Charlie era lo que más dolía, ya que amigos no me quedaban asi que no puedes sufrir por algo que no tienes, porque ya no está, hay que dejarlo pasar, se me ocurrió desaparecer asi nada mas pero Charlie no se lo merecía, después de todo lo que hizo por mi durante estos meses, definitivamente no se lo merecía. Pero un día llego eso que estaba esperando, sé que es un pensamiento totalmente egoísta pero es que con Charlie muerto ya nada me amarraba a Forks, nada.
Charlie murió, si, Victoria lo mató, había ido de pescas con Billy, llevaba horas afuera y ya me estaba empezando a preocupar, hasta que sonó el teléfono y Jake me dijo que había muerto, que un chupasangre lo había matado, me dolió, lo llore pero no podía quedarme a ver el funeral, sabía que si me quedaba y veía como ponían a mi padre tres metros bajo tierra volvería a sufrir como antes lo hacía porque ahora si me había quedado sola, por Renee no me preocupaba, ella siempre me dijo que en algún momento tenía que volar, además era feliz con Phil. Y asi tome todos los ahorros que tenía y que guardaba para la universidad y me fui a Italia.
Sabía que los Vulturis vivían en Volterra, asi que allá me dirigí, cuando llegue quede deslumbrada por la belleza de la ciudad, en realidad era hermosa, asi que busque un hotel para quedarme y allí vivir por un tiempo, que deseaba fuera corto, no estaba en mis planes transformarme después de los 19 años y para eso faltaban 7 meses.
Ya instalada en Volterra me puse a averiguar que se sabía de ellos, alguna historia, alguna leyenda, algo que me ayudara, Todas las noches bajaba al bar y allí preguntaba pero cada vez que lo hacia la gente se estremecía al escuchar su nombre, les tenían miedo y nadie hablaba de ellos, no era para menos después de todo no eran muy amigables, llevaba dos semanas tratando de que alguien me dijera algo pero nada hasta que una noche volví como todas las anteriores al bar, allí vi a una viejecita que parecía simpática, me acerque a ella y le pregunte acerca de los Vulturis, como todos los demás se estremeció al escucharme mencionarlos pero aun asi después de un largo silencio se decidió a hablar, me conto la leyenda de como san marcos los había expulsado de la ciudad pero que aun asi se dice que hoy en día siguen ahí, me conto que vivían en la torre del reloj. Era una torre abandonada en medio de la ciudad, ya la había visto en uno de mis tantos paseos por las calles de Volterra, le agradecí a la señora por la información y me fui a dormir, decidida a encontrarme con ellos al otro día.
