Disclaimer:Los personajes son de la gran y única Stephenie Meyer, creadora de un mundo de fantasía único llamado Crepúsculo. Solo la historia le pertenece a mi loca cabecita y a sus descerebradas ideas. Está prohibida toda reproducción de la historia sin mi consentimiento en una red social u otra página web.


Summary: Si la vida solo te da dolor, agonía y sufrimiento. Si te sacan cruelmente todo lo que más deseas. No tienes nada… ¿Luchas o no? ¿Te animas a seguir o simplemente te rindes?


Prólogo

"El mundo puede ser perfecto, el destino puede ser compresivo, la vida una maravilla... solo cuando ellos así lo desean. El destino, el mundo y la vida viven a su antojo, destruyendo o armando vidas… pero por más crueles que sean, todo tiene un propósito. "Nada es para siempre" – seria la frase perfecta para esta historia; llena de dolor, agonía y sufrimiento a causa del cruel trío del destino, el mundo y la vida."

- ¡Isabella! – gritó Reneé llamando a su pequeña hija de tan solo unos cortos 5 años - ¡Deja los libros en su lugar! ¡Tenemos que volver a casa!

Reneé Swan era muy divertida y cálida, pero muy estricta cuando la situación lo requiere. Era una gran madre y esposa, dispuesta a dar todo, incluso lo que no tiene, por las personas que más ama. Callada y compresiva, amaba y confiaba en cada persona del pequeño pueblecillo de Forks. Dueña de unos ojos azules como el mar y un cabello dorado, estaba casada con el Jefe de Policía Charlie Swan.

- Ya voy, mami – contestó la pequeña Isabella cerrando el enorme libro que había escogido para leer aquella mañana. Puede que solo haya leído la introducción de aquel libro, pero terca como una mula, se negaría a dejarlo hasta completarlo.

Dueña de unos ojos marrones como chocolates y un cabello del mismo misterioso color, Isabella Marie Swan era la única hija del Jefe Swan y Reneé. Podía ser pequeña, pero Isabella tenía el conocimiento mucho más avanzado que cualquier otro niño de su edad. Mejillas levemente sonrojadas y un poco tímida, era perspicaz e intuitiva, difícil de relacionarse con gente que no conoce y cariñosa con los que sí.

- Gracias por los libros, Srta. Cullen – agradeció Isabella a la gentil bibliotecaria, Esme Cullen. Era madre y esposa de la misma edad que su madre, trabajaba en la biblioteca mientras su amable esposo estaba como enfermero en el hospital local.

- No me lo agradezcas, Isabella – contesto Esme poniéndose a la altura de la pequeña lectora – Los libros se hicieron para leerse, no para que se llenen de polvo en los estantes. Gracias a ti, pequeña, los libros se sienten muy cómodos en esta vieja biblioteca, o si no estaría tan aburridos…

- ¿Los libros pueden aburrirse, Tía Esme? – curiosidad a Isabella no le faltaba. Le interesaban cosas que a los demás niños les podría parecer aburrido, pero que a ella le parecían cosas muy interesantes.

- Si… y muchooo – respondió divertida la dueña del cabello color caramelo.

Isabella agradeció de nuevo que le dejase leer los libros y se despidió de Esme con un sincero abrazo y un beso en la mejilla. Luego fue corriendo a los brazos de su madre, quien la esperaba en la entrada con una de sus cálidas sonrisas maternales.

- Hoy aprendí muchas nuevas palabras – contaba Isabella a su madre camino a casa, que no quedaba lejos de la tranquila y silenciosa biblioteca que tanto amaba ella.

- ¿En serio no quieres ir a la escuela aun, mi cielo? Eres muy inteligente y seguro te divertirás yendo al Kínder.

- No mami, hay muchos niños y estaría muy alejada de ti.

- En el Kínder de la Srta. Cope no hay tantos niños, Isabella. Además siempre voy a estar contigo, no me voy a ir, ¿ok?

- No

- Eres testaruda igual a tu padre…

Era un día frio y nublado en el pequeño Forks, las nubes más negras y grandes amenazaban en el horizonte, en cualquier momento empezaría a llover o incluso a nevar. Toda la familia Swan amaba la nieve, no solo Isabella, Charlie había crecido en Alaska, una ciudad en donde siempre cae nieve, y Reneé, aunque había pasado toda su vida en Arizona, se mudo al estado de Washington con sus padres solo para ver nevar. ¿La nieve pude significar tanto para una familia? Si, para esta familia tan unida… Si.

La tarde y noche de aquel día había pasado entre risas y juegos en la casa de los Swan. El Jefe Swan había vuelto de su trabajo mucho antes por falta de actividad y no se había separado de su hija y su esposa desde esa tarde. Momentos de recuerdos no faltaron, aunque no nevó como la mayoría de la gente en el pueblo esperaba… Las manecillas del reloj se movían con rapidez, amenazantes de que un nuevo día había dado fin.

- Buenas noches mi querida Bella – se despidió Charlie utilizando el apodo que había inventado para su pequeña hija – Mañana será otro día genial.

- Chau papi – respondió Bella con una voz apenas audible por el cansancio que padecía, había jugado toda la tarde y había quedado extremadamente exhausta.

- Que duermas bien mi querida niña – le susurró en su oído Reneé a su hija, quien ya se estaba a punto de dormir – Te extrañaremos en nuestros sueños.

Si bien no era un adiós para siempre, ni siquiera era demasiado el lapso de tiempo en que ya no la vería, Reneé no era buena con las despedidas. Le costaba despedirse de alguien a quien amaba; todos los días, cuando Charlie iba a trabajar, lo abrazaba como si por alguna terrible jugada del destino, no lo volviera a ver.

-Mami… - susurró la pequeña - ¿Es cierto lo que me dijiste esta mañana?

-¿Qué cosa, cariño?

- Lo de estar siempre juntas, que siempre estaríamos juntas… - contestó insegura.

- Claro que sí, mi cielo. Estaremos todos juntos en tu pequeño corazoncito, ¿sí?

- No van a entrar.

- Te prometo que si – rió – Y para asegurártelo, te daré algo muy especial.

Reneé se saco el pequeño collar de plata que tenía en el cuello, observándolo detenidamente para luego sonreír y enseñárselo a Isabella, quien miraba extrañada la acción de su madre.

- Esto, cariño – señalo el collar – Te probara que siempre estaremos juntos. Tu papá, tú y yo.

La niña de ojos de chocolate agarró el pequeño dije de corazón que tenía el collar y lo abrió despacio, a la atenta mirada de sus padres. En el momento en que abrió el pequeño corazón, una dulce sinfonía se extendió por toda la habitación, tan suave y simple que hasta el viento podría llevarlas sin problemas. Dentro del corazón se imponía una pequeña fotografía…"Demasiado pequeña..." – según Isabella. La foto era de la familia Swan, el 13 de septiembre… minutos después de que haya nacido la pequeña Isabella Marie Swan, dueña de ojos marrones como el chocolate, piel pálida como Blancanieves y mejillas sonrojadas como el tenue color rosado de las flores en invierno. Reneé, quien sostenía a su pequeña en sus brazos, desprendía alegría por todos lados, con una sonrisa enorme y la alegría impuesta en sus ojos azules. Charlie, firme pero alegre al lado de su esposa y su hija, también se hallaba extremadamente feliz… su niña era tan hermosa como su razón para existir.

- Es hermoso, mami – fue lo único que pudo decir Bella antes de bostezar.

- Ok, la Bella Durmiente tiene que descansar de nuevo – contestó a la vez en que ponía el collar alrededor del cuello de Bella y la acostaba dulcemente en su camita recién adquirida.

- Te quiero mami – susurró Bella antes de sumirse en los brazos de Morfeo.

- Yo también te amo, mi angelito – con estas palabras y con un sincero beso en la frente. Reneé cumpliría su promesa, una promesa que sostenía que siempre se quedaría al lado de su hija… si importar nada.

Una promesa que se selló con un sencillo collar con un dije en forma de corazón y una hermosa sinfonía…aquella llamada

Claro de Luna…


¡Sorpresaa!

Hola personas que creían que dejaba FanFiction! ¡He aqui mi nueva historia...! Ok, no actualize mis otras historias... lo admito! Pero es que tenia esta historia en mi cabeza que me decia..."Publicame, escribeme...!" Y no me dejaba pensar en las demas! Así que, aviso que esta historia es muy egoista xD ¿Vieron que es diferente a las demas? Si, ya que la narradora oficial de la historia soy yo! La historia la narro yo señores!

Efectivamente, la historia lleva el nombre de Claro de Luna, por la sinfonia compuesta por Bethoven y por Debussy. Una hermosa composicion... me llegó hasta el corazon :'3

La historia, esta compuesta por 2 categorias: Romance & Tragedia. Muuchaaa tragedia y llanto.

Subiré el primer capitulo cuando por lo menos tenga 5 reviews... no quiero subir una historia que nadie leera.

Las quiero!

Ojala les guste!

#Marii

PD: De ahora en mas responderé los review! Asi sus dudas, quejas, etc... solo pregunten C: