Era un soleado día en el gremio Fairy Tail. Como todos los días, Mirajane servía tras la barra del bar, Lucy charlaba animadamente con Erza, Juvia y Levy sobre su libro, Cana y Elfman hacían una competición para ver quién bebía más (que por supuesto, iba ganando Cana) y Natsu y Gray peleaban por todo el gremio.
-¡BASTA YAAAA!- gritó Erza cansada mientras corría hacia los magos de hielo y fuego y de un golpe los mandaba a volar por los aires, haciendo que se estrellaran contra el tablón de las misiones.
-¡AYE!- gritó Natsu levantándose y haciendo un saludo militar a Erza. Gray simplemente se levantó y colocó el tablón en su sitio, ya que con el golpe lo habían movido.
-Hey, chicos- dijo el maestro Makarov entrando nervioso al gremio. Todo el gremio puso su atención en el viejo, que parecía muy alterado. Llevaba el pelo revuelto y los ojos desorbitados.
-¿Qué pasa, maestro?- Mirajane fue la primera en hablar, preocupada.
-¿Alguien ha visto una botella con un líquido de color azul claro?- preguntó Makarov mientras miraba como loco encima y debajo de las mesas, tras la barra, en la bufanda de Natsu y hasta en el pelo de Gray.
-Yo no he visto nada- dijo Lucy. Natsu dijo que él tampoco, y Erza lo imitó.
-¡AYE! ¡Yo si la he visto!- gritó Happy con una gran sonrisa.
-¡¿DÓNDE?- el grito del maestro se escuchó hasta en Groenlandia. En menos de un segundo se encontraba frente a Happy, zarandeándolo como si la botellita fuera a caer de él.
-¡A- aye! ¡La ti-tiene Luxus!- dijo un muy mareado Happy.- Antes lo v-vi con una b-botella.
El maestro lo soltó rápidamente dejándolo caer al suelo, y se giró hacia la mesa donde estaba su nieto. Luxus lo miraba sonriente, con la botellita entre sus manos… vacía.
-¡! ¡¿QUÉ HAS HECHO?- gritó el maestro mientras su tamaño aumentaba hasta casi romper el techo del gremio. Todos los miraron entre asustados y extrañados. ¿Qué era ese líquido que era tan importante para el maestro?
-No quería que esta fuera otra tarde aburrida en el gremio así que...- dijo Luxus sin dejar de sonreír.-
-Dime que no has hecho lo que creo que has hecho- casi suplicó el maestro, pero Luxus solo sonrió más.
-Te oí hablar de lo que podía hacer este líquido, así que lo metí en las bebidas de todos. Vamos a pasar una tarde muy entretenida- Luxus rió, y un escalofrío recorrió la columna vertebral de todas y cada una de las personas del gremio.
-¿A todos? No había tanto- dijo su abuelo mientras de un manotazo le quitaba la botella, que era bastante pequeña.
-Solo les puse a los que hubo suficiente poción. Al resto no pude- dijo Luxus.
-¿PERO QUÉ ES ESA POCIÓN?- Erza no aguantó más. El maestro se giró para enfrentar cara a cara a todo el gremio. Todos lo miraban confundidos.
-Esta poción es… una poción rejuvenecedora- dijo Makarov en el preciso instante en el que un haz de luz salía de los cuerpos de algunos miembros de Fairy Tail.
-Esto va a ser muy divertido- dijo Luxus mientras soltaba una enorme carcajada.
-¡¿PERO QUÉ…?- gritó Erza mientras la luz la envolvía completamente. Segundos después, en su lugar se encontraba una niña pequeña, con el mismo pelo pelirrojo más corto y vestida con un vestido azul claro.
Cerca de ella estaban Natsu y Gray, quienes se miraban con los ojos como platos el uno al otro.
-¡ERES UN CRIO!- gritó Natsu señalando con el dedo al mago de hielo.
-¡Y TU!- se defendió Gray.
-¡AHHHHHHHHHHHHHH!- Lucy se puso a llorar como la niña pequeña en la que se había convertido.
-¡YO QUIERO VOLVER A SER COMO ANTES!- gritó Gajeel cruzándose de brazos, enfurruñado y poniendo morritos. Se veía muy gracioso, pero eso no era lo que importaba, ¡eran niños!
-¿Cuándo vamos a volver a la normalidad?- preguntó Erza enfadada, aunque no parecía tan amenazadora como sería si estuviera en su forma normal. Solo parecía una niña enfurruñada.
-Luxus, ¿cuánta poción has puesto en cada bebida?- preguntó Makarov.
-No sé, unas gotas- dijo Luxus algo confuso, pero sin borrar esa maldita sonrisa.
-¡LUXUUUUUUUUUUUUUUUUS!- gritó Natsu mientras corría hacia él dispuesto a atacarlo, pero Luxus lo paró con una sola mano, agarrándole la cabeza.
-¡BUAAAAAAAAAAAAAA!- Levy se fue al rincón donde estaba Lucy agachada a llorar con ella.
-Mira que mono es…- dijo Cana mientras le tiraba a Gray de la mejilla. Gray se soltó rápidamente y fue a atacar a Luxus, que al igual que con Natsu lo paró con una mano.
-Juvia piensa que esto va a ser divertido- dijo la niña/Juvia mientras se sentaba encima de la mesa.
Todo Fairy Tail era un caos. Natsu intentaba matar a Luxus, quien lo tenía agarrado y no le permitía acercarse. Cana había tomado en brazos a un Gray que intentaba escaparse por todos los medios, pero no lo conseguía, y ahora le cantaba una canción de cuna. Erza y Mirajane peleaban por todo el gremio, destruyendo todo a su paso. Lucy y Levy lloraban en una esquina mientras Macao intentaba consolarlas, sin éxito. Juvia simplemente pintaba la mesa con unos rotuladores que había sacado de quien sabe dónde. Gajeel seguía en su posición, de brazos cruzados y de morros, como un niño caprichoso. Todos los niños parecían tener entre 6 y 10 años.
-¡BASTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!- gritó el maestro mientras su tamaño aumentaba considerablemente. Todo el mundo calló y lo miró.
-¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Los ocho niños lloraban, asustados por el grito del maestro.
-¿POR QUÉ ESTOY LLORANDO? ¡BUAAAAAA!- dijo Erza mientras las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos.
-¡YO NO QUIERO LLORAR!- gritó Natsu, a quien también le caían las lágrimas.
-¡PERO SI NO ESTOY TRISTE!- Mirajane lloraba abrazada de Erza, si a eso se le puede llamar abrazo, pues la tenía cogida del cuello. Hacía unos segundos que había estado intentando ahorcarla.
-Después de todo ahora solo sois niños, y os comportáis como tal- dijo el maestro, arrepentido de haber gritado así.
-¿Cuándo tiempo va a durar esto?- preguntó Erza mientras se secaba las lágrimas. El maestro lo pensó durante varios segundos que se hicieron interminables, pero finalmente contestó.
-El efecto puede durar algunas horas, pero después volveréis a ser como antes.
-¡LUXUUS! ¡YA VERÁS CUANDO VUELVA A SER EL DE ANTES!- volvió a gritar Natsu mientras intentaba pegarle con sus ahora más pequeños puños.
-¡Suéltame!- se quejó Gray, pero Cana no deshizo su agarre. Lo tenía sentado sobre sus rodillas y lo mecía con suavidad, ignorando los gritos y pataleos del niño.
-¡Tengo hambre!- dijo Natsu dejando de intentar matar a Luxus de golpe.
-Yo también- dijo Erza soltando el pelo de Mirajane, mientras el ruido de su estómago vacío casi hacia retumbar las paredes del gremio.
-¡Lucy! ¿Y ahora como vas a escribir tu libro?- dijo Levy repentinamente alarmada. Lucy se dio cuenta de que era verdad, ahora no podría hacer nada. Aunque solo fuera por unas horas, tenía planeado pasar la tarde escribiendo y terminar el capítulo por el que iba.
-¡Ahora tendré que esperar más para leer tu novela!- se quejó Levy.
-¡Yo también quiero leerla!- saltó Gray desde los brazos de Cana, quien no lo soltaba a pesar de la lluvia de cubitos que le había caído (literalmente).
-¡Yo lo que quiero es comer!- se quejó Natsu.
-Juvia quiere que Gray juegue con ella a las casitas- dijo Juvia apareciendo frente a Gray con unas muñecas sacadas de a saber dónde.
-Vale, vamos… ¿¡PERO QUE ESTOY DICIENDO! ¡SI NO QUIERO JUGAR!- gritó asustado Gray.
-Pues si quieres jugamos a los coches- dijo Juvia sacando un coche y una moto teledirigidos. Gray se quedó embobado mirándolas.
-¡Vale!- Cana lo soltó y se fue a jugar con Juvia, mientras que Gajeel discutía con Natsu.
-¡ESO ES MENTIRA!- gritó Gajeel con una voz infantil que no le pegaba nada.
-¡ES VERDAD! ¡EL FUEGO SABE MUCHO MEJOR QUE EL HIERRO!- repitió Natsu enfadado.
-¡NO! ¡EL HIERRO ES MEJOR! ¡MUCHO MEJOR, FLAMITA!- gritó Gajeel.
-¡CALLAOS LOS DOS!- gritó Erza, pero ahora con su vocecita infantil no intimidaba tanto y no le hicieron caso.
-¡EL FUEGO ES MIL VECES MEJOR, QUEMA! ¡EL HIERRO NO VALE NADA!
-¡REPITE ESO!
-¡HEY, CALLAOS YA!
Al ver que no le hacían caso, se acercó y los mandó a volar a los dos. Fueron a aterrizar a la punta en la que Levy jugaba con Lucy a hacer palmas.
-Don Federico perdió su ojo para… ¡AHHHH!- gritaron las niñas cuando Natsu y Gajeel cayeron sobre ellas.
-¿Quién perdió su ojo?- preguntó Natsu alarmado, mirando por todas partes del suelo para no pisarlo.
-¡Nadie ha perdido su ojo, idiota!- gritó Lucy enfadada haciendo un puchero, y a Natsu le pareció que se veía muy mona así.- ¡Es solo una canción!
-¿Una canción? Enséñamela- pidió Natsu.
-Yo también quiero jugar- dijo Gajeel, y los cuatro empezaron a jugar a las palmas.
¡PUM!
El coche teledirigido que iba conduciendo Juvia se estrelló contra una mesa, causando que de alguna manera que nadie entendió saliera fuego. El coche quedó calcinado en medio segundo.
-¡M-mi co-coche!- tartamudeó Juvia mientras el labio inferior le temblaba a causa de aguantar las lágrimas.
-Tranquila, te compraremos otro- dijo Macao rápidamente, intentando evitar que Juvia se pusiera a llorar.
-Yo no quiero otro… ¡quiero mi coche! ¡BUAAAAAAAAAAAA!- demasiado tarde.
-¿Jugamos a otra cosa?- dijo Gray apareciendo detrás de ella.
-¡Vale! ¡A las casitas!- gritó Juvia emocionada dejando de llorar al instante, y consiguiendo que a Macao le saliera una gotita en la cabeza. Sacó unas tazas, cubiertos y un mantel de… ¿de dónde sacará esta chica las cosas?
-Yo no quiero jugar a las casitas- dijo Gray enfurruñado y cruzándose de brazos, pero Juvia hizo un puchero que lo convenció.
-… para casarse con un piojo- cantaban Lucy y Levy mientras Natsu interrumpía a cada instante.
-¿Perdió un ojo para casarse con un piojo? Ese tal Don Federico era muy tonto…- interrumpió Natsu por decimoquinta vez.
-Natsu… ¡es solo una canción!- gritó Lucy con su vocecita infantil.
-¡Vale, vale! Pero es una canción muy tonta…- añadió el mago de fuego.
-… el piojo perdió su colita, para casarse con una pepsicolita- siguió cantando Lucy.
-¿Casarse con una pepsicola? ¿Eso no es una bebida?- se extrañó Natsu.- ¿Quién iba a querer casarse con una bebida?
-¡Ahh! ¡Contigo no se puede jugar!- se enfadó Lucy. Salió corriendo de allí con Levy cogida de la mano, casi arrastrándola.
-Se ha enfadado contiiigo, se ha enfadado contiiigo- canturreó Gajeel riéndose de Natsu.
-¡Cállate, don !- dijo Natsu de un tirón. Acto seguido, se fue a sentarse junto al maestro, que lo miraba todo con los ojos como platos.
-Maestro, tengo hambre- dijo él, pero el maestro ni se movió.- ¿Viejo? ¡Eh, abuelo! ¿Qué te pasa?
-Creo que está en shock- dijo Elfman pasándole la mano por delante de los ojos, pero no se movía.
-¡E-E… ESTAMOS PERDIDOOOOOOOS!- gritó el maestro llevándose las manos a la cabeza y dejando sordos a todos.
-Tampoco es para tan…- fue a decir Cana, pero en ese mismo momento Natsu y Gajeel empezaron a pelear por todo el gremio, llevándose varias mesas consigo, ya que sus poderes no habían cambiado a pesar de ser más pequeños. Una de las mesas cayó cerca de Lucy y Levy, que de nuevo empezaron a llorar como locas. Juvia y Gray, que hasta ahora habían estado jugando a las casitas, pintaban la pared con rotuladores. Erza y Mirajane peleaban por ver quién podía comer más galletas de chocolate de las que habían escondidas tras la barra.
-¡¿CÓMO QUE NO ES PARA TANTO?- gritó el maestro casi arrancándose los pocos pelos que le quedaban.
-¡No pintéis la pared!- gritó Droy. Gray y Juvia soltaron los rotuladores al instante y se giraron hacia él.- ¡Eh, no…!- intentó decir Droy al ver como se les aguaban los ojos, pero era demasiado tarde.
-¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
-¡DROY! ¡MIRA LO QUE HAS HECHO!- gritó Cana mientras iba hacia los dos niños para calmarlos.
-JAJAJA ¡QUÉ LLORONES!- gritó Natsu mientras se doblaba de la risa. A su lado, Gajeel también se reía con todas sus ganas.
-¡NO SOMOS… BUAAAAAAAAA… LLORONES!- intentó decir Juvia.- ¡YO NO QUIERO LLORAR!
-A nosotros también nos ha pasado antes- dijo la pequeña Lucy.- No queríamos llorar pero llorábamos, era raro. Y no podíamos parar.
-Es un efecto de la poción- dijo Makarov, que ahora parecía más tranquilo, seguramente por la enorme tila que se había apresurado a darle Jet.- Si fuerais niños en esa situación habríais llorado, por eso la poción hace que esos casos lloréis sin poder parar.
-Tengo hambre- dijo esta vez Gray, dejando de llorar.
-Yo llevo diciéndolo un buen rato, y nadie me hace caso. Y como Mirajane no está para ponernos algo de beber, nos vamos a morir de sed- se quejó Natsu.
-¡Oye! ¡Que si que estoy!- dijo Mirajane enfadada.
-¿Me pones un zumo?- preguntó Natsu.
-¡NO!- le gritó Mirajane con una sonrisa perversa.
-¡Pero me voy a morir de sed!- se volvió a quejar Natsu, pero entonces notó una mano suave coger la suya. Miró y vio que era Lucy, que lo cogió de la mano y lo condujo a la barra.
-¡Cógete algo tú! ¡Es muy fácil!- dijo Lucy soltándole la mano al llegar. Ya se disponía a irse cuando Natsu de pronto la cogió en brazos.
-Ya he cogido algo- dijo contento Salamander.
-¡Bájame!- protestó Lucy, pero Natsu la cargaba en la espalda y no estaba dispuesto a soltarla.
-Oh… que monos- dijeron Erza y Mirajane al mismo tiempo, antes de mirarse con sorpresa y posteriormente, odio.
-¡No me repitas!- dijo Erza enfadada.
-¡Lo he dicho yo primero, copiona!- gritó Mirajane.
-¡Voy a fregar el suelo contigo!
-¡Aunque quisieras no sabrías fregarlo, inútil!
-¡Ahora verás!
La guerra empezó.
-Creo que voy a jubilarme- suspiró el maestro mientras más mesas salían volando y el gremio volvía a sumirse en un profundo caos.
Hola a todos! :D
Esto es lo primero que escribo de Fairy Tail, así que por favor no seáis muy malos conmigo xD
La historia va a tener dos capítulos (este y otro más). El siguiente y último lo subiré mañana.
Espero que os haya gustado, si es así dejad reviews, y si no, también ^^ Los reviews son buenos para el alma!
Adios! ^^
.:Laila Yagami:.
