AMOR EN MEDIO DE LA NADA
CAPITULO UNO
"¿Dónde estoy?" me pregunte, no era una pregunta ridícula, en realidad no sabía dónde estaba y mucho menos como había llegado a ese lugar. El aire era tan puro y fresco, había una arboleda inmensa, se podían escuchar los sonidos de los animales, me había pasado toda la madrugada caminando sin un destino al cual llegar.
Lo cierto era que me había escapado de mi casa en Moscú, tome el vuelo más próximo y ese era hacia Japón, llegue a la ciudad por desgracia se me había olvidado que mis padres eran amigos de los padres de Runo, una vieja amiga mía, y ahora también tenía que escapar de ahí.
Justamente ahora son alrededor de las 7:00am, creo que estoy afueras de la ciudad, en medio de la nada, estoy exhausta, muerta de hambre y… apesto. Intente descansar, pero era casi imposible, olía mi hedor, que esperaban después de llegar hace mas de 12 horas y deambular y correr sin rumbo, aparte que estamos en mitad del verano con un sol intenso y ridículamente llevaba suéter, que idiota verdad. Fue al fin cuando escuché el canto de los ángeles, bueno en realidad se escuchaba el chocar del agua una contra otra.
Camine un poco entre los arbustos, ¡ahí estaba! Una cascada descendiendo en un tranquilo rio; observe mi pequeña mochila y trasculque, había llevado un cambio de ropa, shampoo, jabón, dinero, una tarjeta de crédito (cortesía de mi abuelo, aunque era solo para emergencias), cepillo de dientes, pasta, entre otras cosas de uso personal.
Decidí que me bañaría en ese lugar, después de todo quien me vería en medio de la nada. Me quite el pantalón, la blusa y el resto de la ropa; metí mi cuerpo desnudo, era relajante estar así y me empecé a "bañar" de un lado de la cascada. Escuche de pronto que una parte de la cascada chocaba antes de lo debido, no pensé y fui a ver el problema.
-Dios!- grite fuertemente, después de eso todo se puso negro
Desperté a un lado de la cascada, cubierta por lo que aparentemente era mi toalla rosada, pero aun estaba desnuda, de inmediato recordé lo que pasó aunque borrosamente. Había ido a ver que ocurría cuando vi una figura masculina desnuda sentada como meditando mientras el agua chocaba contra su cuerpo, me había sorprendido y apenado tanto por ver a un chico desnudo además de que yo también estaba desnuda y una ola rubor me atrapo y me desmalle. Era cierto o solo había sido una ilusión de mi cerebro presionado por las hormonas?; hacia mucho que no tenia novio, desde los once años y había sido un estúpido juego con mi amigo Anubias que el tenia en ese momento quince, ahora tiene veintidós y se va a casar con Sellon otra de mis amigas que tiene veinte, yo apenas tengo dieciocho , volviendo a el asunto, bueno como decirlo después de él ningún chico me había emocionado, tal vez extrañaba los besos (aunque solo había tenido tres con él) nunca he tenido sexo (obviamente porque me desmaye al ver la anatomía masculina), aunque era cierto que las hormonas me estaban pidiendo que mi cuerpo fuera acariciado, besado… bueno ustedes me entienden.
Me vestí con una blusa estraple y un short, y empecé a caminar en busca de algo, pero ¿en busca de qué?...
Llegue al fin a un enorme árbol y me senté ahí, después de haber estado ahí sentada pensando en lo antes ocurrido me levante, estaba a punto de caminar hacia el sur cuando voltee de repente y la vi entre los arboles… Era una pequeña casa al estilo del antiguo Japón, muy hermosa, "tal vez allá alguien ahí que me pueda ayudar a esconderme por unos días" pensé y camine.
-Hola!- grite desde afuera. Nadie contesto
La puerta no estaba trancada ni nada por lo parecido, "tal vez sea una casa abandonada, pero su aspecto tan limpio…", aun así decidí entrar
-Hola!- volví a decir, pero aun así no había respuesta
Examine la casa pero unas fotografías en una mesita junto a una copa me llamaron la atención, al parecer eran de mujeres, iba a tomarlas cuando…
-Quien eres y que haces aquí?- gritaron
-AHHHHH!- grite con todas mis fuerzas y caí al suelo. Vi borrosamente que era un muchacho de unos veinte años y rápidamente me pare e hice una pequeña reverencia –L-lo siento, yo… yo no quería entrar así… es que nadie me contestaba y… y la puerta estaba… estaba…- dije muy apenada por mi comportamiento
-Está bien, déjalo así oye creo que tu… ah si eres tú!- dijo y me dejo algo sorprendida y confundida -Que bueno que ya despertaste, Y ya estas mejor?
"Acaso lo de hace rato… el… el…" alce la mirada y lo primero que vi fue ese mirar de unos intensos ojos ambarinos que me dejo impactada, ese cabello negro y piel morena clara, era un ser hermoso y me sonroje mucho
-E-estoy bien- dije temblorosamente – a caso tu… tú eras el chico que vi… que vi…- dije a punto de desmoronarme
-Sí y te desmayaste- me contesto
-lo siento, lo siento- dije muy avergonzada
-No tienes porque disculparte, yo también te vi… te vi así- dijo sonrojado cosa que note y mi rubor aumento mas
-Y que hacías sola por acá- dijo mas serio, su rostro serio era frio
-Yo… estoy perdida
-Y porque viniste a un lugar que no concias
-Hui de mi casa- solté amargo
-a ya veo, y donde te quedas te puedo llevar si quieres- dijo con su perfil serio
-Pues ese es el problema acabo de llegar, camine sin rumbo y yo… yo no tengo…-
-Hmp, ya veo si quieres puedes quedarte aquí
-pero no afectaría a tu familia- dije y se quedo congelado, en ese instante supe que dije algo nada conveniente
-Aquí solo vivo yo, te quedas o no?- me dijo duro
-Está bien- me había asustado ese chico
Me llevo a una habitación y me dejo ahí, toda mi vestimenta ya la había utilizado y necesitaba más ropa pero no quería molestar a ese chico…
-rayos, no le pregunte su nombre!-dije
-Por cierto mi nombre es Shun Kazami- dijo el parándose en el marco de la puerta
-Ah… yo soy, yo me llamo Alice Gehabich- me había tomado desprevenida
-Bueno Alice, puedes deambular en toda la casa, excepto mi cuarto y el estudio
-Está bien- dije, entendía eso del cuarto pero porque no quería que fuese al estudio?, aun así debía obedecerle era casa de el
-No te muevas- dijo
-porque?
-Tienes un grillo en el hombro- estas palabras me pusieron muy nerviosa y me quede rígida con los ojos muy abiertos (odio a los insectos), el se acerco a mí y lo atrapo con sus manos y lo dejo en la ventana –apoco te asustas de un pequeño animalillo?- dijo posando su tibia mano en mi hombro desnudo cosa que me dejo pasmada y con un leve rubor, ese contacto entre nuestras pieles desato algo en mí, pero… quite su mano de mi hombro
-Preferiría que no me tocaras- dije con un tono enfadadizo al parecer lo deje desconcertado
-Está bien- volvió su tono frio…
Desperté con los rayos del sol en mi cara, me levante y tendí la cama.
-Me hace falta ropa- dije cruzándome de brazos. Tome el efectivo, aun no era conveniente usar la tarjeta, y me dirigí a la puerta y la atravesé estaba a punto de aminar, pero había un problema, ¿Dónde queda la ciudad?"
