Mi nombre es Sonic Speed. Soy un Príncipe de Gran Bretaña. Tengo 22 años y actualmente estoy comprometido con una princesa de Francia llamada Amelie Rose.
Es una eriza muy hermosa, con púas rosas cortas llegandole al hombro. Se supone que en su país es obligatorio en toda realeza mantener el cabello recogido. Pero, para ella cuando se logra escapar de ello se lo suelta. Claro, en nuestras culturas y costumbres tenemos que mantener un perfil perfecto. Pero en lo que me concierne a mí, estoy de acuerdo que podamos ser libres de todo protocolo al menos de vez en cuando. Por eso no he declarado indignación hacia ella.
Al parecer tiene una familia muy difícil con costumbres más estrictos que los nuestros donde la perfección es lo único que se conoce. Vaya que admiro a esta princesa. No es como las otras y algo en ella es distinto que me hace enamorarme más cada vez que la veo en una que otra reunión real.
- Buenas noches.- Escuché mientras se ponía a mi lado de pie.-¿Me permitiría sentarme con usted Príncipe Speed?
- Por favor Amy, no es necesario que uses ese protocolo cuando estemos solos completamente.- Acepté con una seña de mano.
- Pero, Sonic. Sabes que aunque estemos solos no nos podemos dar ese tipo de lujos. Me llamo Amelie Rose. Soy princesa y mi deber es cumplir con los protocolos que se hacen.- Negó. Pero acaba de decirme Sonic.
- Amy, vamos. Te he visto soltarte el cabello cientos de veces cuando entras a tu habitación.- Le recordé a lo que ella simplemente se sonrojó.
- Esta bien. Sólo espero que no sea fraude esto.- Pronunció.- ¿Sabes?, Me he preguntado, si volviesemos a nacer, en otra vida. ¿Seríamos capaces de salvarnos de esto? De hacer matrimonios forzados por compromiso al bienestar propio de cada país. Es decir. Sé que somos mejores amigos Sonic, pero aun así esto no es amor. Deberíamos ser libres para elegir con quien queremos vivir. Aunque bueno, yo te amo a ti.- Confesó.
No era de sorprenderme, bueno sí. No me lo esperaba mucho. Pero desde el fondo esperaba que ella me amase también.
- Amy yo...
Antes de poder continuar pude divisar de lejos algo que brillaba como un láser rojo. Detrás de unos arbustos se lograba ver algo de metal que brillaba con la luz de la luna. Podía ver perfectamente una figura de un rifle. Hacia donde la luz se dirigía era hacia... Amelie... No.
- ¿Sí?- Preguntó al ver que no respondía. Pero ya no había tiempo.
Sonó el disparo de una vez. Logré aventar a Amelie hacia a un lado de la banca tirándola al pasto. Maldición. Estoy sangrando demasiado y mi corazón poco a poco se dificulta más en poder bombear impidiendome la tarea de respirar bien... Ni siquiera sentí cuando choque contra el pavimento de la banca en la que estaba sentado.
Sólo pude ver de reojo como Amelie gritaba horrorizada mi nombre un par de veces mientras poco a poco perdía el conocimiento.
Lo siento Amelie, no pude decirte que también correspondía a tus sentimientos. No sabrás entonces que te amo también.
Lo siento tanto. Adiós.
Amelie...
Continuara.-
Bueno esta es una historia algo distinta, pero conforme pasen los capítulos van a ir descubriendo fragmentos del principio. Si esta tiene exito(Que espero que sí) pienso publicarla en la vida real. Así que me importaría mucho saber sus opiniones Se los agradecería mucho.
Con amor, Rose~3
