El elfo oscuro que perdió un dedo
Thor siempre creció más rápido que los demás niños. Era como si su cuerpo supiera que Thor había nacido para ser un guerrero. Su estatura venció rápidamente a la estatura promedio, su voz se puso grave, sus músculos fueron tomando forma, sus rasgos pasaron de ser los de un niños travieso a los de un joven apuesto en un abrir y cerrar de ojos, su piel adquirió el tono perfecto de dorado.
A Thor a sus 16 primaveras ya se le hacía común los comentarios de "pareces todo un hombre", "¿de verdad esa es tu edad?", "¡Que rápido has crecido!, "eres muy alto", "pero mira esos músculos", quizás esa fuera una de las razones para que su ego estuviera tan elevado.
Sin embargo Thor se empezó a fijar que mientras el crecía en todo lo físico, Loki solo crecía con él en estatura. Los rasgos de su hermano se seguían manteniendo infantiles, no parecía sacar musculo a lo mínimo solo lograba endurecer su cuerpo, su voz no cambiaba mucho, todo seguía igual. En el fondo Thor agradecía que fuera así, no se imaginaba a Loki como los guerreros asgardianos o como el mismo, le gustaba la imagen infantil de Loki, le gustaba que su apariencia no fuera igual que la mayoría de los asgardianos, era como si aún necesitase que lo protegiera.
Desgraciadamente todo eso cambio cuando Loki cumplió sus 15 primaveras.
El joven príncipe cambio las infantiles facciones por rasgos más definidos. La nariz antes pequeña ahora perfilada, los pómulos altos que le deban cierto aire de elegancia, el cuello largo, las largas pestañas negras, el cabello fino que se había estado dejando crecer, las diminutas pecas que se le asomaban por el labio superior que podrían pasar perfectamente desapercibidas, seguía siendo esbelto pero ahora la mayoría de sus músculos poseían cierta dureza. Aunque el tono cremoso y pálido de su piel no cambiaba, tampoco cambiaban mucho sus ojos, pero ahora parecían resaltar más.
Esos malditos ojos. Thor podría jurar y dar un discurso de porque los ojos de Loki eran los más hermosos de los 9 reinos. Lo peor es que le darían la razón.
Eran almendrados y sin duda de un verde único. Un tono esmeralda que parecía imitar al oscuro collar que Frigga llevaba en variadas ocasiones.
Thor se lamentaría silenciosamente no haber sido el único que se dio cuenta del cambio, vaya que lo lamentaría.
El rubio no percibió el notable crecimiento inmediatamente sino hasta que fue muy tarde.
Era una fiesta por el reciente tratado de Jotunheim y Asgard. Por fin los gigantes de hielo abrirían su comercio con el reino dorado otra vez.
Lo más raro de todo es que ningún gigante de hielo vino a celebrar, en su lugar si vinieron invitados importantes de todos los demás reinos. Al parecer todos necesitaban una excusa para salir de fiesta.
Thor se encontraba con Fandral apostando quien se lograría llevar primero a la cama a una elfa de luz que estaba de muy buen ver. En ese momento fue cuando llegaron los elfos oscuros.
No es que fuera raro ver a los elfos oscuros en Asgard. Lo raro era verlos en el mismo lugar que los elfos de luz. Fandral y Thor comenzaron a sentir la tensión en el ambiente cuando vieron que los elfos oscuros de disponían a ocupar una mesa cerca de los elfos de luz.
Lo peor de todo, pensaba Thor, era que aquellas razas elficas no eran muy diferentes. Bien, era cierto que los elfos de luz tendían a ser más pacíficos mientras el comportamiento salvaje de las tribus de los elfos oscuros era conocido por todos los reinos, y era verdad que la piel azulada y los cabellos negros o marrones de los elfos oscuros contrastaban notablemente con los cabellos claros y la piel blanca de los elfos de luz, pero eso era todo. Tenían el mismo idioma, las mismas orejas, casi la misma historia, Thor no entendía porque tanta enemistad, así que decidió intervenir.
Les hizo una seña a los elfos oscuros para que se sentaran en su mesa. Los elfos accedieron.
Eran tres. 2 llevaban coleta y el más alto una trenza adornada con joyas, tenían un porte orgulloso y eran bastante altos. Poseían vestimentas de alta cuna y capas con el símbolo de una luna, Thor creyó haber visto el símbolo de luna anteriormente, pero no sabía dónde, pudo adivinar por sus movimientos y los cuchillos que parecían bastantes usados en sus cinturones que eran guerreros natos. Además parecían tener su misma edad.
-Amigos míos, ya deben saber quién soy pero aun así creo que esto amerita una presentación. Mi nombre es Thor, hijo de Odín, y mi leal amigo a mi lado es Fandral.
La respuesta no tardó en llegar del elfo más alto
-Es un placer conoceros, Thor. Mi nombre es Eru, hijo del señor de las tierras bajas de Svartalfheim, mis buenos amigos son Isildur y Finwe. Los tres pertenecemos al Clan Luna.
Los tres elfos tomaron asiento en el lado izquierdo de la mesa, frente a Fandral y Thor.
A medida que el tiempo iba pasando y la hidromiel fluía en la mesa, la conversación se hizo más amena, los elfos le confesaron que vinieron porque querían conocer la ciudad dorada, de la que siempre escuchaban, también Eru les revelo que su amigo Finwe estaba más interesado en la apariencia de las diosas de Asgard y su legendaria belleza, Isildur dijo que la verdad era que su amigo quería saber cómo esas diosas eran en la cama. Finwe no lo negó.
Fandral se sintió en su elemento.
-Nuestras mujeres, y diosas, mis amigos, son verdaderas bellezas como ya deben haber notado hay más de una decena de ellas en esta fiesta, los bardos han escrito canciones sobre ellas, se han hechos esculturas, pinturas, y muchas más cosas. Sin embargo solo unas pocas valen la pena para una buena noche, la verdad sea dicha, solo sirven para calentar el lecho.
Eru lo miro confundido.
-¿Por qué dices eso?
-Es verdad que son exquisitamente hermosas, pero la mayoría son bastantes anticuadas en la cama, son del tipo que exigen y no dan. Además muchas tienden a mirar en menos las artes del amor, ¿No es así, Thor?
Thor le sonrió a Fandral en mutuo apoyo.
-Lamentablemente es la verdad, hay alguna excepción pero la mayoría de nuestras diosas son así. Creo que es mejor contemplarlas de lejos. Idunn y Forseti son bastantes molestas antes de dejarse hacer, pero son aceptables, pero son unas de las pocas así. Yo me quedo con las mujeres asgardianas, las diosas que se queden para sus esposos y para los bardos.
Finwe suspiro decepcionado.
-Es una lástima, venía con bastantes expectativas. En Svartalfheim las elfas son bastantes…conocedoras del arte del amor, si saben a lo que me refiero.
Thor y Fandral le miraron expectantes, habían escuchado bastante de los habitantes de Svartalfheim y su comportamiento liberal.
Thor se atrevió a poner el tema.
-Se dice que su reino es bastante libre a la hora del amor.
Isildur rio.
-Dilo como quieras, Thor, no hay porque usar formalidades. Las elfas oscuras son buenas en el sexo, la verdad es que somos bastantes promiscuos. Digamos que el placer carnal es importante en nuestra cultura.
Eru miro burlón al dios del trueno
-Incluso cuando una pareja de elfos oscuros está casada al hombre se le permite tener hasta 4 concubinas, a las mujeres se les permite solo dos hombres además de su esposo por ley.
Fandral estaba claramente sorprendido. ¡Por que no sucedía aquello es Asgard!, Thor en cambio pensaba como sería tener que compartir a tu pareja. No creía que debía ser muy placentero.
Finwe viendo la sorpresa de los dioses se aventuró a hacer otra pregunta.
-Ya me hago una idea de cómo son sus diosas en la cama, ¿pero…. que hay sobre sus dioses?
Thor tenía la mente en blanco. Fandral sonrió pícaro y respondió por él. En este aspecto sí que tenía más experiencia que Thor.
-Depende queridísimos amigos, tienen que aclararme que es lo que buscan, con gusto les informare, aunque no soy un experto en esta área se mas que mi buen amigo quien solo habrá probado aquellos distintos placeres una o dos veces. ¿Prefieren algún dios en lo alto o prefieren que se mantenga abajo?
Finwe y Eru sonrieron abiertamente. Sus ojos brillaban juguetones.
Finwe fue quien respondió.
-Al parecer Thor se parece a Isildur, mi amigo aun no encuentra alguien que lo haga explorar el otro lado. Eru y yo preferimos alguien que se mantenga abajo, somos bastantes orgullosos en ese aspecto.
Isildur hizo un gesto de desacuerdo.
-La única razón por la que no me aventuro con algún hombre es porque no he visto alguna belleza masculina que me atraiga, Tú y Eru no tienen sus estándares muy altos.
Thor salió de su trance y comenzó a reír por lo dicho, Fandral se le unió en la risa, y unos segundos después toda la mesa reía.
La puerta de la entrada al salón sonó estruendosamente. Fandral vio pasar una figura cerca de ellos.
Era un joven hombre de largos cabellos rubios y piel bronceada.
-Aquel que se dirige a la mesa central y que acaba de entrar es el dios Freyr. Es bastante bueno en ambos lados por lo que he oído.
Thor dejo escapar un sonido de sorpresa.
-¡No puede ser!, siempre creí que Freyr era de una línea recta-dijo Thor en un susurro-. Es muy orgulloso como para tener sexo con otro hombre.
Fandral le dio un suave golpe en el hombro.
-Eres un inocente Thor, ¿Qué imagen les daremos a nuestros nuevos amigos? Los dioses, a diferencia de las diosas, son más liberales, aunque la mayoría prefiera la compañía femenina, hay un número notable que se aventura por ambos sectores.
Finwe dio un pequeño silbido en aprobación.
-Ese tal Freyr no está nada mal, aunque no es mucho de mi tipo, podría aventurarme, ¿algún otro dios del que valga la pena conocer algo?
Fandral iba a responder pero Eru lo interrumpió.
-Freyr parece bastante atractivo, es la digna apariencia de un dios, pero me gustaría que me mostraras a alguno que lograra llamar la atención de nuestro amigo Isildur, al parecer el dios Freyr no ha logrado capturarlo.
Isildur sonrió con arrogancia.
-Freyr era llamativo, como lo son la mayoría de los dioses y diosas asgardianas, pero le falta algo…creo que mis gustos son más exóticos, quizás Asgard no tenga un dios así.
Thor trataba de buscar en su mente algún dios que presentarle a Isildur pero no se le ocurría ninguno que pudiera llamar su atención, primero que nada le costaba ver a alguien superior en belleza a Freyr, Thor tenía predilección a las mujeres pero belleza era belleza al fin y al cabo, incluso él podía entenderlo.
Fandral pareció encontrar la respuesta, sus ojos se iluminaron, y una gran sonrisa se le extendió en toda la cara, pero, raramente, luego su rostro palideció y prefirió cerrar la boca. Los elfos oscuros y Thor lo notaron.
Thor estaba a punto de preguntarle que sucedía pero las puertas del salón se abrieron, y toda la gente empezó a murmuras. El dios del trueno alzo la mirada y pudo distinguir a sus padres entrando.
Los reyes se dirigieron a la mesa de honor ubicada en el centro de todo el amplio salón de Asgard. Thor se fijó que Loki no iba con ello, ¿adónde estaría?
Isildur lo saco de sus cavilaciones cuando pregunto a Fandral la misma pregunta que el no alcanzo a formularle anteriormente.
-¿lograste pensar en un dios superior a Freyr en apariencia, Fandral?
Fandral desvió la mirada de los elfos y se concentró en sus manos que jugueteaban con el gran vaso de hidromiel. Thor se dio cuenta de que estaba nervioso.
-La verdad es que Freyr no tiene superior en apariencia, quizás tenga iguales pero no superiores. A lo mejor es tu destino, amigo, el vivir probando solo el placer de las bellas mujeres.
Thor se dio cuenta de que su amigo mentía, cuando lo miro tocarse el cabello tres veces. Al parecer los elfos también habían notado que Fandral ocultaba algo. O a alguien.
Eru lo miro con una sonrisa traviesa, ¿estaba escondiendo a alguien?
-No te preocupes, Fandral. Prometemos no quitarte mucho a ese dios.
Fandral dio una mirada sorprendida, luego intento hablar pero las palabras se le juntaron demasiado rápido, al final dio un suspiro y respondió.
-No es mi amante, es solo que no creo que sea bueno que se acerquen a él. Es demasiado joven.
Thor no tenía idea de quien hablaba. Estaba tratando de hilar pensamientos, porque en el fondo tenía el presentimiento de que sabía la respuesta, cuando la puerta del salón se volvió a abrir.
Thor no reacciono al ruido mientras seguía pensando en el asunto de Fandral. Se dio cuenta de que alguien se acercaba a la mesa cuando los murmullos comenzaron a oírse muy cerca de ellos.
Era Loki.
….. Y todo se aclaró.
Joder, mierda, debo ser el más grande idiota en los 9 reinos. Era Loki el que Fandral ocultaba.
¿Cómo no se percató de que su hermano era el dios que Fandral no quería nombrar?, Thor se sintió verdaderamente estúpido. Después de todo, ¿quién podía asemejar una belleza tan distinta como la de Loki? ¿Qué dios es más bello que Loki en Asgard?
El travieso dios se dirigió con paso sereno hasta su hermano.
-Hermano, madre me dijo que debía pasar algo de tiempo contigo, no le gusta que ande según sus palabras "maquinando con los políticos de otros reinos". Así pues, he venido a hacerte compañía obligadamente.
Mierda, mierda, mierda. ¿Por qué Loki aparecía justo en este momento?
Los elfos oscuros se miraron mutuamente y sonrieron, como si el mismo pensamiento fuera compartido entre ellos tres.
Eru se levantó de su asiento e hizo una reverencia a Loki como era costumbre cuando se presentaba alguien a la realeza de Asgard. Thor le hubiera perdonado ese gesto si no fuera porque al presentarse ante él y Fandral no se inclinó.
-Supongo que es el príncipe y el hijo menor del rey Odín, es un gusto conocerlo, príncipe Loki. Mi nombre es Eru, y a mi izquierda está mi buen amigo Isildur y a mi derecha mi leal amigo Finwe.
Loki se fijó en los bordados de oro de los cuchillos y las capas negras con el símbolo de una luna. Nobles de las tierras bajas de Svartalfheim, del clan luna, eso era una sorpresa. Al parecer su hermano debía estar hablando con uno de los herederos de gran parte del reino elfo. Quizás podría ser una charla interesante.
Loki sonrió de la manera que le solía funcionar cuando quería parecer amable y Fandral rodo los ojos en blanco.
-El gusto es mío, por Asgard no se suelen ver muchos elfos oscuros del clan luna, así que no conozco mucho de ustedes, siempre es bueno conocer gente nueva.
Los tres elfos sonrieron aún más si era posible.
Thor estaba comenzando a sentirse incomodo, ¿era posible que intentaran algo, sabiendo que Loki era su hermano pequeño?
No deberían siquiera pensarlo.
Fandral empezó a sentir a Thor tensarse. Espero que los elfos oscuros no sean idiotas, por su propio bien.
Loki se sentó al lado derecho de Thor frente a Isildur.
-Bueno, lamento haber interrumpido su conversación, ¿de que hablaban?
Finwe le dio una mirada cínica a Fandral mientras le sonreía a Loki.
-Bueno, príncipe, estábamos hablando de la belleza de Asgard, hay reliquias bastantes hermosas aquí, han logrado superar nuestras expectativas. Nos gustaría tener alguna reliquia parecida en nuestro reino como las que tienen aquí.
Fandral mordió su labio y miro nervioso a su amigo. No hagas nada idiota, Thor.
El primogénito de Odín apoyo ambas manos en la mesa y frunció el ceño.
La voz de Thor salió tan tranquila y calculada, que Loki supo que había algo que no estaba entendiendo.
-Nuestros amigos, Loki. Son aficionados a los tesoros, y al parecer se creen con el derecho de mirar y tomar lo que quieran- Thor alzo levemente la voz-. Pero se les olvida que hay tesoros y reliquias que no se deben ver. Podrían salir muy lastimados si cogen el tesoro equivocado.
Fandral supo que todo estaba perdido cuando Isildur le dio esa mirada a Loki, bastardo imbécil, ¿acaso no le temía a los truenos?, el espadachín dio gracias a Odín que Loki no notara la mirada del elfo oscuro, como si el solo momento no fuera incomodo por sí solo. Segundos después Fandral se percató que Loki no se había dado cuenta de la mirada, que prácticamente fue un desnudo visual directo, porque estaba observando a Thor.
Más específicamente, Loki, estaba observando la expresión de Thor. Definitivamente me están ocultando algo, o si no ¿porque Thor tiene esa expresión?
El dios del trueno apretó tan fuerte la mandíbula, que el sonido de sus dientes llego hasta Fandral.
Isildur no se inmuto, parecía actuar como si el dios del trueno le estuviera sonriendo espléndidamente en vez de la intensa y furiosa mirada que Thor le lanzaba. Así que tenemos a un hermano sobreprotector.
-Príncipe, al parecer ha llegado en un mal momento. La verdad es que tenemos un desacuerdo con su hermano, por lo visto a Thor no le gusta compartir las riquezas de Asgard, a pesar de que eso podría ser favorable para su reino.
Loki se sintió confundido. ¿Estarán hablando de mjolnir?, normalmente le gustaría llevarle la contraria a Thor pero el tema en si le era desconocido, se estaba empezado a sentir incomodo, sentía que todas las miradas recaían en el pero nadie le decía algo directamente. Por lo que podía deducir habían dos opciones, estaban hablando sobre alguna reliquia importante para Thor o estaban usando doble sentido. ¿Pero doble sentido aplicado a qué?
Eru noto la confusión de Loki. Es joven, pero no tanto como lo hizo parecer Fandral, y aun no se da cuenta de que hablamos, o es muy inocente o no tiene tanta experiencia como su hermano, o quizás ambas. Eso lo hacía…más tentador.
Quizás debía aprovechar esa confusión.
-Veras, príncipe Loki, en Svartalfheim cuando una joya es muy hermosa se suele aprovechar al máximo en todos sus sentidos. Si los elfos oscuros encuentran una mina de oro, aprovecharan ese oro al máximo. ¿Lo comprende?
Loki se sintió ofendido, claro que comprendía algo tan básico. Había cumplido su quince primavera hace poco pero aun así no era un niño. Y si embargo…algo no calza.
-Por supuesto que comprendo, si hay algo a lo que se le pueda sacar provecho deberían hacerlo, ¿no es así, Thor?
Thor miraba a su hermano enojado. Debería apoyarme.
-Hay ciertas cosas que no están hechas para eso, Loki. Ellos están hablando de un tesoro de Asgard, no de Svartalfheim. No les pertenece, ni siquiera a los asgardianos les pertenece ese tesoro. Además no hay ningún provecho que se pueda sacar de él.
Fandral quería correr, el ambiente de amistad con los elfos oscuros estaba ya pisoteado. Podría haber sido interesantes amigos. Sim embargo es espadachín tuvo que admitir que los elfos oscuros estaban cruzando la línea, una cosa es hablar de diosas asgardianas, por las que no guardaba un cariño significativo, pero otra muy diferente es hablar del hermano de Thor, su príncipe.
Loki ya se había hartado, muchas preguntas, pocas respuestas. Fue suficiente.
-Mis disculpas, pero no entiendo de que están hablando. Si un tesoro no tiene dueño, como dices Thor, entonces no es un tesoro, y a menos que sea muy importante para Asgard, se le debería sacar provecho. Que lo tomen si lo quieren.
Los elfos oscuros se miraron victoriosos.
Thor y Fandral enrojecieron, y por las misma razones. Aunque Thor estaba más enrojecido por la rabia y el espadachín por la vergüenza.
Fandral sintió que si ya el conflicto iba a terminar con la cara de alguien destrozada, ahora habrían huesos rotos, mínimo.
Además como se te ocurre decir eso Loki, se había ofrecido, indirectamente e inconscientemente, a los elfos oscuros. Como si Thor ya no estuviera lo suficientemente enojado.
Finwe miro a Loki y respondió alegremente
-Eso haremos.
Apenas las palabras fueron dichas, Fandral agarro a Thor del brazo fuertemente para evitar que este se parara y fuera a darle una golpiza a los elfos. El dios del trueno solo gruño mientras trataba de quitarse la mano, llego a mostrarle los dientes a su amigo. Maldito, salvaje. ¿Por qué siempre salgo lastimado yo en sus peleas?
Isildur pareció aún más feliz de lo que estaba luego del intento de ir a golpearlos de Thor. En Svartalfheim las peleas eran algo diario, siempre era bueno algo de entrenamiento.
-Tranquilo, dios del trueno, nosotros somos los que deberían estar enojados, recuerda que tu amigo nos ha ocultado información. Pensar que no quería revelar tal tesoro, cuando aquel es tan digno de admirarse.
Eru lo secundo. Parecía que el hidromiel había empezado a hacer efecto. El elfo más alto tenía la cara levemente enrojecida.
-Tienes razón, querido amigo.-El elfo le dio una mirada lenta a Loki, que este percibió incomodo- Creo que nunca en toda mi joven vida he visto unas esmeraldas tan hermosas.
Finwe asistió al comentario de su amigo.
-¿y qué opinas, Isildur?, ¿no te gustaría viajar a esos terrenos desconocidos esta noche?
El ambiente en torno a la mesa había bajado notablemente. Thor miraba indignado y furioso a los elfos oscuros. Sus puños estaban fuertemente cerrados. Fandral también estaba comenzando a enfadarse, esos elfos estaban pasándose con sus insinuaciones. Y Loki simplemente estaba procesando la información adquirida.
Thor alzo la voz.
-Vosotros no volveréis a Asgard a menos que quieran sentir la ira del trueno. Les estoy dando una oportunidad de irse y disculparse inmediatamente- Sentenció con voz grave y la mirada gélida-. Una sola palabra más y se arrepentirán.
Isildur sonrió con sorna observando la ira de aquellos dos rubios. No iba a hacer caso a la advertencia del dios asgardiano. A ellos nunca se les negaba nada.
Thor comenzó a sentir como la sangre fluía rápidamente por su cuerpo. Sus puños comenzaron a hormiguear, su mandíbula se apretó más si era posible, y la ira se hizo presencia como un manto rojo en su cara.
-Me encantaría, Finwe, de hecho te puedo asegurar que en esta noche cuando me sumerja en el tesoro me agradecerá el haberlo toma…
Y Finwe no termino la frase debido al repentino golpe del dios del trueno, se escuchó el ruido de la mandíbula rota. Sus compañeros se pusieron de pie y sacaron los cuchillos sujetos a sus cinturas.
Los guardias de Asgard notaron la conmoción y se dirigieron a la mesa. Thor les dio una mirada para que se quedaran quietos. Lo hicieron.
-Vamos a arreglar esto afuera, no arruinaremos la fiesta para los demás- el dios del trueno señalo a Loki- Fandral, llévatelo.
Loki estuvo a punto de reclamar y exigir una explicación para el giro de acontecimientos pero antes de que pudiera abrir la boca, Fandral lo sostuvo fuertemente de un brazo y lo llevo hacia la mesa de los reyes.
Los elfos oscuros eligieron el enfrentamiento afuera con el joven dios en vez de enfrentarse a los guardias de Asgard, no querían que sus padres se enteraran que habían armado un alboroto en el palacio del reino dorado.
Muy pronto lamentarían su elección.
…
-Fandral, ¿Por qué estoy oyendo truenos?- dijo el pelinegro en un tono curioso- creo que debes explicarme qué clase de asunto ha pasado en esa mesa.
El rubio rio nervioso. No era muy buena idea que Loki se enterara, no veía de qué manera agradable se tomaría el dios el que hayan hablado de acostarse con él unos desconocidos elfos oscuros. Además no creía que a Thor le agradara la idea de que su pequeño hermano fuera "corrompido" e insultado de esa manera.
Sip, mejor dejarlo en el olvido.
-Loki, creo que es mejor que lo olvides. No era nada importante.
Loki frunció el ceño.
-Thor ha convocado a la tormenta, Fandral. La maldita tormenta que usa en las batallas- el menor hizo alzo las cejas en un gesto sarcástico-. ¿Y tú pretendes que me trague que no es nada importante?, deberías decirme la verdad. Ya he entendido que no se referían a un tesoro, sino a una persona. Y por lo visto es alguien que conocemos. Dame el nombre y explica todas esas raras alegorías.
Al espadachín se le paso por alto la lengua de plata del menor. Tiene merecido el apodo.
Lo siento Thor, aunque quizás llegues a agradecerme esto.
-Estaban hablando de una de las amantes favorita de tu hermano, Loki. Thor no quería compartirla- Fandral sonrió prepotente-. Al parecer prefiere que ella solo tenga sexo con él.
Loki se sonrojo levemente pero aun así el tenue rosa se hizo notable por lo pálido de su piel. No estaba acostumbrado a escuchar tan directamente de su hermano en ese sentido.
Vaya, si puede ser tierno cuando quiere. No puedo culpar mucho a Thor por enojarse con los elfos oscuros.
Loki estaba seguro que Fandral estaba mintiendo, pero la vergüenza lo detuvo de increparlo más, eso y el sonido de los pasos de los guardias corriendo de un lado a otro.
Loki se concentró en escuchar los murmullos.
-Hay dos elfos oscuros en graves condiciones e inconscientes, dicen que hay uno consciente pero al parecer el príncipe Thor le cortó uno de sus dedos, eran nobles del clan luna.
Y esa fue una noche memorable en Asgard. Una noche que dejaría secuelas con el clan luna, a 1 un elfo sin el dedo índice, a un Fandral preocupado, a un Loki confundido, y a un dios del trueno furioso.
Pero lo más importante de esa noche fue que hizo cimentar las bases de lo que pronto ayudaría a Fandral descubrir un extraño amor naciendo, un muy extraño amor que desataría las que serían muchas historias futuras en Asgard.
