Naruto © Masashi Kishimoto
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Con todo su amor
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Muchos no logran comprender la actitud que tiene Boruto con su padre, él sabe que su padre no es malo después de todo; solo que se enfada demasiado con él por sus acciones tontas, a veces porque Naruto no pasa tiempo con su esposa y con sus hijos como se esperaba debido a su puesto de séptimo Hokage, puede que Boruto llegue a comprenderlo porque se estaba acostumbrando, pero… Odiaba principalmente esto… Y esto es difícil de acostumbrarse.
—Boruto…—la voz de su amable madre lo llamaba, por lo tanto, el Uzumaki se acercó a su mamá.
— ¿Sí mamá?
— ¿Me puedes hacer un favor?—le preguntó Hinata, mientras envolvía delicadamente el bento con un trapo para que pueda ser fácilmente transportado—. Es de suma importancia Boruto, y yo creo que puedas hacerlo.
— ¡Claro que sí-ttebasa! Dime que es mamá—dijo feliz Boruto, le encantaba ayudar a su mamá—. Confía en mí-ttebasa.
— ¿Le puedes dar el almuerzo a papá?—habló feliz la mujer mientras le daba el bento en sus manos—. Tu padre debe de tener mucha hambre por tanto trabajo que tiene, por favor hijo, ¿se lo darás a tu papá?
Boruto frunció el ceño, viendo el bento que le hizo su mamá con mucho esfuerzo y amor a Naruto. Suspiro pesadamente, no estaba muy seguro que papá recibiría su almuerzo por «todo» el trabajo que tiene. Encoge los brazos, no quería decepcionar a su mamá, su mamá no tiene la culpa que su padre sea un completo idiota y mal agradecido. Bien, sea rechazado o no, se lo daría y no le importaba para nada como fuera su reacción… Todo por su mamá.
—Está bien mamá, se lo daré—Boruto tuvo que evitar decir «idiota» a su padre, porque Hinata se molestaría con él por insultar a Naruto, aunque sea cierto, después se pondría triste Hinata y Boruto se sentirá mal—. Pero… Mamá, ¿estás segura que se lo comerá-ttebasa? Ya sabes cómo es él-ttebasa.
—Es cierto Boruto-chan, sin embargo…—entonces colocó sus manos en sus hombros y le sonrió con ternura—… Quiero intentarlo, hazlo por mí Boruto-chan.
—…—por unos segundos infló sus mejillas el pequeño Uzumaki, seguía dudando pero cuando se trata un favor para su mamá, él no decía «no»—… Está bien mamá—luego alzó sus comisuras—, se lo daré.
—Gracias Boruto.
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Boruto corrió hacia la oficina de Naruto, teniendo cuidado que el bento no se esparciera por todo el traste, porque si no lo hacía, los esfuerzos de su mamá serían en vano y Boruto no quería eso. Su mamá se pondría triste y mucho menos quería eso. El Uzumaki llegó a la oficina de papá, cuando quería tocar la puerta esta se abrió y vio a Naruto sonriente al encontrarse con su hijo mayor.
— ¿Qué pasa Boruto?—preguntó sin ningún tono de preocupación, ya sabía que se trataba de su visita—. ¿Algo ocurre-ttebayo?
—Toma…—extendió su brazo con el bento—. Mamá me envió para darte tu almuerzo.
—Vaya…—Naruto sonríe triste, al parecer Boruto llegó un poco tarde; coloca su mano derecha en la cabeza de su hijo y mueve su cabello rubio—. Lo siento mucho Boruto, pero tengo una reunión muy importante y me están esperando.
—Pero… Mamá…
—Lo sé hijo, sin embargo no puedo comérmelo ahora. Espero que llegues a comprenderme.
—Naruto…—una tercera voz surgió en las espaldas de Naruto, el séptimo Hokage volteó atrás y vio a su viejo amigo y su mano derecha, Nara Shikamaru—. Tenemos que irnos, el señor feudal nos está esperando.
—Sí—asiste Naruto y camina a los pasillos que dirigen la salida de la torre junto con Shikamaru—. Boruto, dile a tu madre que también me perdone-ttebayo.
Boruto se molesta y ve el bento de su mamá. Cierra los ojos y alcanza a escuchar los pasos de Naruto irse. Lo sabía desde un principio, sabía que no se lo comería.
—Idiota…
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—Vaya, entonces no se lo comió…—dijo Hinata un poco triste, suspiró cansadamente y volvió a sonreír—… Gracias Boruto-chan por todo.
—Lo siento mucho mamá—murmuró con pena y tristeza. Boruto dirigió su mirada al suelo, odiaba ese sentimiento, ese sentimiento que aplastaba su corazón. No le agradaba para nada, para él es molestoso y estúpido—. En serio, lo siento-ttebasa.
—No te preocupes Boruto-chan, no es tu culpa. Papá es un hombre muy ocupado, eso es todo—hizo una pausa y una gran idea le surgió en su cabeza la Hyuga—. ¿Qué te parece si comemos juntos?
—Me parece bien…—dijo no muy seguro el rubio.
—Entonces llama a tu hermana para que comamos juntos—le guiñó el ojo y se dirigió a la cocina.
Hinata creyó que Boruto no lo había visto, pero el niño vio los rastros de tristeza en el rostro de Hinata al enterarse que su esposo no se comió el almuerzo que ella preparó. Eso hizo enojar más a Boruto, su madre no merecía esto, su papá es completo idiota. Boruto apretó los puños hasta que sus nudillos de pusieron blancos, era lo que más odiaba de su padre… El rechazo de cada almuerzo que su mamá le preparaba a su papá con todo su amor.
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