Disclaimer: Percy Jackson y su mundo es propiedad de Rick Riordan.
Este fic participa del "Calendario de desafíos" del foro El Monte Olimpo.
El silencio ocupaba la cabaña de Afrodita. Solo habían dos ocupantes en ella en ese momento. Una joven pareja compuesta por un muchacho afroamericano alto y musculoso, y una chica de cabello negro más pequeña y delgada que él. Ambos estaban tumbados sobre la cama de la chica, besándose.
—Charlie —murmuró Silena, separándose un poco de su novio—. ¿Crees que... crees que ganaremos la guerra?
—Sí —asintió Charlie sin dudarlo ni un segundo.
Silena se quedó un poco sorprendida de que el hijo de Hefesto respondiese tan rápido sin pensarlo siquiera.
—¿Tanto confías en los dioses? —le preguntó con un susurro.
Charlie miró hacía afuera por una de las ventanas, mordiéndose el labio inferior antes de responder:
—En ellos no. En... en quien verdad confió es en Percy —susurró Charlie con la mirada perdida—. No sé porque, pero creo que con Percy podemos ganar esta guerra.
Silena se quedó en silencio, asimilando las palabras de su novio. Percy Jackson. El chico que, a todas luces, parecía el indicado para acabar con Cronos. La culpabilidad le llenó por dentro. Ella estaba traicionando, no solo a Charlie ni a Percy, si no también a todo el Campamento Mestizo.
Sin mediar palabra, Silena se inclinó sobre su novio y empezó a besarlo de nuevo. Pero, al contrario que antes, estos besos estaban cargados de pasión y lujuria. Casi sin darse cuenta, las camisetas de ambos cayeron al suelo.
Charlie rozó con una de sus grandes manos uno de los pechos de Silena, arrancando un suspiro de placer por parte de la chica. La mano se dirigió hacía atrás para buscar el cierre del sujetador...
—Espero no estar interrumpiendo algo.
Ambos se sobresaltaron, separándose rápidamente. De pie, enfrente del umbral, se hallaba un centauro que los observaba con una mezcla de diversión y regaño.
—¡Quirón! —exclamó Silena, tapándose con las sábanas el torso. Charlie, torpemente, empezó a ponerse su camiseta.
—Creo que será mejor que regreses con tu cabaña Beckendorf —sugirió Quirón, dando a entender que no quería réplica.
El hijo de Hefesto asintió murmurando una vaga respuesta y salió de la cabaña 10, dejando a solas a la hija de Afrodita y al centauro.
—Creo que a partir de ahora habrá una nueva norma. Dos campistas de distintas cabañas no podrán permanecer a solas en una misma cabaña —dijo Quirón—. ¿Te parece bien, Silena?
—Muy bien —respondió Silena sonrojada.
Quirón sonrió y se marchó. Después de que se quedase sola, Silena enterró su cabeza en la almohada soltando un resoplido. Acababa de idear una nueva norma para el Campamento Mestizo.
Hola gente.
Según Percy Quirón impuso como norma que dos campistas de distintos padres divinos no podían permanecer a solas en una cabaña gracias a Beckendorf y a Silena. Así que esta es mi versión de lo que debió de suceder.
Espero que os haya gustado.
Se despide,
Grytherin18-Friki.
