Así Fue

Sonó el timbre del departamento. Era tarde, me resultaba extraño que alguien viniese a estas horas hasta aquí, era un lugar bastante alejado del centro de la ciudad, no es como que alguien estuviera de pasada.

Enfundada en mis pijamas camine lento a hasta la puerta, tome el picaporte y la abrí. Rápidamente unos brazos me rodearon, estaba confusa. Pero luego sentí su aroma, el inconfundible aroma de la mujer de la cual he estado enamorada prácticamente toda mi vida.

-Shizuru- susurre calmadamente.

-Me engaño Natsuki- dijo entre lágrimas.

-Pasa- ordene con suavidad en mi voz.

Cerré la puerta y la guie hasta mi habitación, nos sentamos en mi cama y espere a que ella hablara, no la forzaría a nada, ella hablaría cuando estuviese lista.

La conozco mejor que nadie, sabia que esto iba a pasar, ese tipo no se la merecía, ella es demasiado para Reito. Ese patán era pura apariencia, sabia que no la iba a valorar como yo lo hago ni mucho menos amarla ni la mitad de lo que yo lo hago.

-¿Hay algo malo conmigo Natsuki? ¿Por qué me hizo eso? ¿Me merezco esto?- pregunto entre sollozos, aunque mas calmada.

-Creeme Shizuru que no hay nadie que sea mas perfecta que tu, si el no lo supo ver es porque es un estúpido ciego- dije con un deje de furia en las palabras.

-Dijo que fue solo un error, que el me ama. Pero no le creo, se que miente.-dijo con tristeza en su voz.

-El no se merece tu amor ni tu tiempo Shiz, vales mucho mas que el.-abrazándola fuerte por la espalda. Siempre teníamos la misma posición, ella se recostaba en mi pecho y yo la abrazaba por la espalda, era como nuestro ritual.

-Nadie en este mundo me ama, nadie nunca se enamoraría de mi.- cada palabra suya repercutía dolorosamente en mi corazón, yo la amaba con todo lo que era, nunca existió nada mas allá de ella para mi.

-Eso no es cierto Shizuru, yo te amo- dije quedamente en su oído mientras la seguía abrazando.

-Lo se, nadie nunca me ha tratado como tu Natsuki. –dijo girándose para quedar frente a frente- Contigo siempre me siento segura, se que nunca me lastimaras- y se quedo mirando mis ojos.

¿Qué haces cuando tienes a la persona a la que mas amas entre tus brazos, a milímetros de tu rostro? Cuando sientes su respiración en tus labios, el latido de su corazón en tus brazos mientras la rodeas protectoramente, su mirada en la tuya penetrando hasta lo mas profundo de tu alma, ¿Qué es lo que haces?

No se lo que harías tu, pero yo tome una decisión. Sin prisas acerque mis labios a los suyos y la bese con ternura y amor. Un amor con el que nunca la habían besado. Ella correspondió mi beso y lo continuamos hasta que tuvimos que separarnos por la falta de oxigeno.

Y así fue como inicio nuestra historia de amor, un amor tan intenso que no pierde fuerza, no se desgasta con el tiempo. Un amor de esos que la gente anhela, de esos que a todos nos gustaría vivir. Un amor por el que harías, dejarías y cambiarias cualquier cosa. Un amor con el que puedes vivir y por el que darías tu vida.