¿Nunca te has puesto a pensar las consecuencias que conlleva enamorarse de la persona indebida? En esta vida hay miles de cosas que pueden ser evitadas pero de la misma manera que existen las cosas que pueden ser evitas, existen otras que jamás podrán ser echadas a un lado por el simple hecho de que ella ya estaban pautadas desde un inicio, y pues con esta introducción, comienza la historia.
Sin poder evitarlo me enamore de ti, es el nombre de esta mini historia, que cuenta como una chica se enamora irremediablemente de alguien a quien bajo los ojos de la sociedad era un 'error' y antes su propia familia era un completo 'pecado'. Sin embargo, al saber las consecuencias de eso, se arriesgo a entregarlo todo con el miedo de salir herida, finalmente, dándose cuenta que el amor de ella era correspondido aun mucho mas con fervor.
Capítulo I: Ya nos conocíamos.
El sonido fresco y tranquilo del viento chocar con pequeños cascabeles y a su vez con las cortinas meciéndolas a su mismo ritmo provocaba una limpia y nostálgica mañana de primavera, el olor a tierra fresca inundaba la habitación dándole aun un aire de infinita paz.
Bajo los suaves e ilesos movimientos de las cortinas en tonos pasteles apareció un rostro de impecables rasgos y sin duda alguna, sumamente hermoso, sus ojos de un color verde transparente con abundantes pestañas, tristes y vacios observo el horizonte, aquel seria el ultimo día que estuviera en aquella habitación que tantos recuerdos tenia, luego de unos dos minutos donde no despego su mirada del paisaje sonó la puerta detrás. Tras de un leve 'adelante' ésta se abrió.
–Ya es hora– se escucho, tras parpadear lentamente la persona dueña de los ojos verdes giro su cabeza.
–Sí, me estaba despidiendo– resoplo con una pequeña y leve sonrisa, atravesó el marco y llego a su cama tomando un gran peluche blanco con orejas cosas de piernas y brazos largos, relleno de felpa– Mi pequeño Toad no se acostumbrara.
–Todo en la vida pasa por algo, Sakura– musito con calma una mujer de altura normal y cabello castaño, Sakura, ese es el nombre de la joven con el peluche en las manos, tez increíblemente hermosa, ojos verdes cristalinos, un cabello único y extraño color rosa.
–Lo sé, te extrañare mucho– le dijo tras aparecerse a su lado y darle un abrazo que fue correspondido por la mujer castaña– y extrañare Kioto.
–Yo también te extrañare, ya que niñas pelirosa no se encuentran a la vuelta de la esquina– Sakura sonrió y le dio un beso en la mejilla– estaremos siempre en contacto mi niña, no debes preocuparte por eso ¿sí?– obtuvo como respuesta un asentimiento con la cabeza, después de ello la pelirosa comenzó a marcharse detrás la mujer. Al salir de la preciosa casa la esperaba un auto negro de vidrios totalmente polarizados.
– ¡Gambatte Sakura-chan! – le dijo abrazándola fuertemente
–Gracias Kazumi-san, hasta pronto– se despidió de todos aquello uniformados que se encontraban con el dorso inclinado despidiéndose de la absoluta dueña de aquella casa. Sin más se adentro al auto e instante este comenzó a andar, Sakura dio un último vistazo a su casa con una leve sonrisa nostálgica.
Nuevamente, después de hace cuarenta y cinco días por fin estaba entrado por la puerta que tantas veces había estrellado con molestia e ira, su negra y seria mirada se poso dentro de la casa, viendo cada detalle recordando que todo se encontraba perfectamente situado como siempre lo había estado. Delante de él con postura despreocupada y mirada negra parecida más no igual, su hermano.
— ¡Bienvenido, Hermano! —comenzó a acercarse al dueño de los posos negros con los brazos extendidos, recibiendo una brutal 'dejada de lado' por su querido hermano menor.
—hm, ¿Dónde esta mamá? —Posó su hermosa mirada interrogante a su hermano mayor, quien camino hacia la amplia sala sentándose en el sofá frente al televisor pantalla plana.
—Por lo que se, tenemos invitados—hizo una pausa, y se llevo una de sus manos hacia su nuca masajeándola— Mamá le dijo a Fubuki que tenía una sorpresa para ambos y que necesitaba hablar con nosotros, no tengo idea que pueda ser— vi la cara de su pelinegro hermano antes que formulara su pregunta, este sin embargo, no se inmuto ante el hecho, simplemente tomo su bolso en mano su subió por las grandes escaleras que estaban a la derecha.
—Sea Bienvenido, joven Sasuke— dijo una mujer haciendo una reverencia, en sus manos había una cesta, al parecer de ropa.
—Fubuki—Fue lo que dijo el pelinegro, Sasuke. Entro a lo que ahora es su habitación e inspecciono todo para estar seguro que todo se encontraba en perfecto estado tal cual él lo dejo, pues efectivamente, todo estaba en su lugar y tras haber dejado su bolso cerca de la cama su mirada se poso en el espectacular objeto que se encontraba a un lado de la gigante ventana panorámica, un piano de cola negro. Al acercarse paso una de sus manos por la cubierta del objeto, a lo que su mente se lleno de recuerdos.
— ¡oh, Ototo extrañabas tanto estar aquí! — bromeó el pelinegro entrando a la habitación, mientras que Sasuke volteaba a mirarlo con su tipa expresión de '¿Qué demonios haces aquí?' Provocando que Itachi riera un poco— ¡vamos vamos, tenias tiempo sin verme! ¿Cómo te fue a ya en Alemania?
—hmp, sal de mi habitación Itachi— ordeno autoritario.
— ¡bueno el viaje se te acento pesado, luego hablo contigo! ¡Siéntate cómodo Ototo! — le dijo a un amable con una sonrisa de medio lado para luego salir igualmente como entro a la habitación, ahora el estaba completamente cansado un viaje de horas era agotador, lo único que quería era descansar y sin reparo a nada se lanzo a la cama sin quitarse los zapatos o algo que le pudiera molestar.
Ya el sol estaba escondiéndose, pues el cielo daba unos tonos naranjas, rosas, y azules, las nubes ya veteadas de los colores que ya se tornaba el cielo, cuando la puerta se abrió abruptamente, dejando ver una cabellera rubia alborotada de ojos azules como el mismísimo océano, se lanzo a la cama sin importarle nada, no dejándole tiempo de reaccionar a un soñoliento pelinegro.
— ¡teme, no sabes cuánto te extrañe en estos años! — grito efusivo mientras lo abrazaba, Sasuke lo odio en ese instante.
— ¡muévete y deja de moquearme! — lo empujo, y aunque inútilmente no funciono el pelinegro lo miro con irritación.
—Después de tanto tiempo sin vernos, así es como me tratas— dijo al borde del suicidio Naruto, el nombre del rubio de ojos azules. — ¡no puedo con tanto, teme!
—No seas tan marica y suéltame— dijo, pero antes de que sucediera se hizo presente un flash y luego se escucho unas risas, en la puerta con una cámara digital riendo se encontraba Itachi, a su lado, una mujer de cabello negro, la madre Uchiha.
—Mi querido Sasuke-chan— soltó la mujer con cariño extendiendo sus manos al pelinegro que comenzaba a levantarse para ir a los brazos de su amorosa madre—te extrañe mucho, pequeño— abrazo a su pequeño Sasuke con infinita dulzura, él correspondió, Itachi y Naruto rieron como maniáticos ante la imagen.
— ¡oh, cariño pero si estas mucho mas grande! —Exclamo la mujer sorprendida pero aun entusiasmada— ¡estas altísimo! — si pues era una cabeza y media más alta que la mujer, luego de que ella limpiara algunas lagrimas que amenazaban por salir de la felicidad, se separo un poco— ¡bueno bueno pequeños! Sasuke-chan debes bajar hay invitados esperándote, y bueno esperando a una persona especial.
Tras mirarla confundidos, los tres, salieron dejando solo a Sasuke para que se cambiara y bajara a recibir a sus invitados, y aunque no tuviera ningún tipo de ánimo ya que aun estaba cansado debería igualmente bajar, su madre le había dicho que estaban esperando una persona en especial, pues, el no estaba esperando a nadie ya si apenas estaba llegando al país nuevamente sería algo extraño, pues toda duda se borro de su mente al recordar que su hermano le había dicho que había una sorpresa, sin más se metió al baño para salir a recibir 'sus' invitados.
Bajo su mirada, y una pequeña brisa se escabulló por su cuerpo haciendo que se abrazara a ella misma mientras bajaba por las escaleras dándose cuenta que ya había oscurecido, una vez que había bajado las escaleras del avión se adentro por un pasillo algo oscuro con unas que otras señalizaciones de seguridad, cuando la luz inundo sus ojos notó que había mucha gente, lo único que pudo hacer es dedicarse a caminar y ver a ambos lados, como si buscara a alguien.
Alejado y apartado se encontraba un hombre de traje negro, viendo desde su lugar a todas las personas que se encontraban saliendo del pasillo, si no calculaba mal ya el avión había llegado pero aun no encontraba 'eso' que le había dicho su señora, pero antes de que pudiera pensar otra cosa paso una característica cabellera rosa por su frente, ¿perdida y confundida? Pues efectivamente sí.
—Señorita Sakura— ella, ante el llamado volteo bruscamente y miro al hombre— venga conmigo. Después de dudarlo, el de traje le ofreció la mano y ella no supo más que tomar su mano— no se asuste, mi señora me ha dicho que tendría que buscarla.
—eh, de acuerdo— fue lo único que dijo, y tras un silencio casi sepulcral entre ambos donde solo se escuchaba los murmureos y sonidos de todas las personas dentro del aeropuerto, una vez fuera del lugar se encontraba estacionado, delante de la puerta trasera estaba un chico de traje negro, este al ver la pelirosa y a su compañero abrió la puerta, a lo que Sakura entro sin más, notando que el hombre anterior que la había llamado había metido su maleta en la baúl del auto para luego montarse en la parte de a delante igual que el chico que abrió la puerta, y tras segundos después el auto emprendió su camino.
La música era suave para todos aquellos oídos que se encontraba en la celebración de bienvenida al menor de los Uchihas, personas brindando por aquí, otras deseándole el éxito a Sasuke a cada que pasaba por los lugares saludando a su manera a dichas personas. Notó que su madre estaba con el teléfono en la oreja mientras sonreía alegremente, al instante ella devolvió su mirada a Sasuke, quien fue derribado por un torbellino rubio.
— ¡teme! — Llamó, Sasuke ni se inmuto— en todos estos años lejos de aquí de Japón, déjame aclararte tantas cosas, una de ella y creo que la más importante ¡estoy saliendo con Hinata Hyuga!— vociferó con gran júbilo y emoción, sin embargo el pelinegro se mantuvo con su rosto estoico que tanto lo caracterizaba.
—Me habías escrito un email como diez veces — el rubio sonrió, y le dio varias palmaditas en el hombro a Sasuke.
—exacto. — Dijo, — ¡Ven vayamos a donde están las chicas! — al decirlo arrastro a Sasuke con él. Al mismo tiempo que ambos se acercaban a la sala principal, su madre Mikoto Uchiha se paro al frente de todos y a su lado Itachi Uchiha.
—Hoy estamos reunidos para darle una grata bienvenida a mi hijo Sasuke que llega de Alemania tras haber terminado sus estudios de especialización, ¡bienvenido hijo! — dijo, luego todos le siguieron, cuando todos volvieron hacer silencio ella volvió a hablar— ahora bien, es una bienvenida doble,.. Tal vez no la recuerden pero ustedes saben quién es, ella estuvo desde pequeña aquí en Tokio pero por cuestiones se tuvo que ir, pero nuevamente la tenemos aquí, con ustedes mi hermosa casi hija, Sakura Haruno—
Confundida y algo sorprendida, la pelirosa entro por la puerta seguida del mismo hombre de traje, seguido de eso se escucharon unos aplausos, Mikoto abrazo a la pelirosa y esta correspondió sonriendo, los presentes solo pudieron observarla, Naruto fue uno de los que se coloco al frente de ella sorprendido.
—tu... ¿eres Sakura-chan? — la chica pestaño varias veces su mente se lleno de recuerdos cuando era muy pequeña, para luego asentir con la cabeza algo tímida— ¡tu cabello rosa es inconfundible Sakura-chan! —Naruto salto a ella abrazándola con mucha fuerza, Sakura después de unos segundos respondió quedamente.
Sasuke la miro fijamente, como analizándola u observándola, sabia quien era ella, y la conocía, sin embargo tenia años sin verla, la conocía desde hace muchos años pero ella se había ido a Kioto por sus padres y luego no supo de ella hasta que, hace más de dos meses que sus padres murieron en un accidente, Sasuke en esos momentos se encontraba en Alemania y se le era imposible venir. Reconoció que estaba cambiada, claro, su tamaño ya no era comparado al de una niña de cinco, seis años, al instante su mirada se encontró exactamente con la de ella, tras haberla visto sonreír ante él, se acerco a Sakura.
—Sasuke... —Saludo, y extendió su mano a él quien la recibió luego de unos segundos. — ¿llegaste hoy no?
—En la mañana— respondió, luego de haber soltado la mano de Sakura.
— ¡bienvenido a Japón! —le sonrió para abrazarlo, Sasuke correspondió el abrazo de la manera más extraña..., pues el pelinegro no era muy afectuoso que digamos, para él era solo suficiente para su madre porque para lo demás, era ridículo. Al abrazarla fuerte, su mente se lleno de imágenes pasadas donde una pelirosa muy pequeña era protagonista, tardo unos segundos pisar realidad separándose de ella, ni brusca ni violentamente, tenía claro que si reaccionaba así podría pensar cosas que no son.
Se levanto de sofá donde esta, al ver la escena, por supuesto ella recordaba, se cerco a ambos con una mirada hipócrita.
— ¡oh, Sakura! —Saludo muy cínica la chica de cabello rubio posesionándose a un lado de Sasuke— ¿no te acuerdas de mí? — Pregunto, al ver que la pelirosa no la reconocía— oh vamos, éramos las mejores amigas, ¿ya? ¡Ino Yamanaka! — Claro cómo olvidarlo, su disque amiga de la infancia, Ino, la rubia de ojos azules con gran simpatía que podía llegar a ser su arma mortal para personas que se interponen en su camino.
—Ah, Ino— divago un poco— hola.
La rubia la miro como si esperar otra reacción por parte de la pelirosa, pero nada, algo que la descoloco e intento sonreír y apartar su molestia, esa reacción no la espero de ella, la chica tímida y estúpida, se equivoco y eso le molestaba en lo absoluto.
—Bueno, creo que sobro— dijo, Sasuke ni se inmuto del hecho de que Ino estuviera ahí, ya que le daba igual si estuviera allí o allá simplemente le importaba poco, la respuesta de Sakura fue un movimiento de hombros leve y sin llegar a ser grosero, la rubia fingió una sonrisa que no le quedo nada bien y luego se retiro maldiciendo mentalmente a la chica que se encontraba sonriendo a sus espaldas.
—ok, bueno Sasuke me iré— dijo aun con la sonrisa y sin esperar respuesta se marcho, Sasuke solo se quedo allí con un leve deseo que la chica de ojos verdes se quedara por otro pequeño tiempo, pero nuevamente descarto ese pensamiento dándose la vuelta al lado contrario que había tomado Sakura.
Y pues la celebración no tardo mucho en terminar, y quedaron los habitantes de la casa reunidos en la sala con una que otra moza de servicio, la pelirosa yacía durmiendo en una de las habitaciones de arriba, ya que no había descansado de su viaje, abajo una amena conversación se escuchaba en la familia Uchiha y Naruto Uzumaki que obviamente se quedaría a dormir. Mikoto Uchiha dio una orden a las mozas y estas salieron de la sala.
— ¿Qué es lo que has dicho madre? —pregunto casi inconsciente, Itachi volteo los ojos y Naruto aplaudió efusivamente mientras tarareaba.
—lo que has oído, Sakura a partir de ahora será parte de nuestra familia—reafirmo nuevamente animada.
—sí, imagine que era eso cuando la vi entrar por esa puerta— dijo Itachi con una sonrisa de medio lado. — ¡bueno, esto es una buena noticia! ¿Verdad Sasuke? — Itachi junto a Naruto rieron donde Sasuke solo los fundió con la mirada.
—espero que la traten bien, ahora su situación no es muy estable pero quiero que ella este conmigo, quiero que lo entiendan—explico su madre seria, Itachi y Naruto asintieron con la cabeza. — Sasuke, es contigo también.
—Mamá no te preocupes por Sasuke, el sabe cómo es que debe tratar a Sakura— eso sí que era tener doble sentido, el pelinegro poso su mirada de 'si vuelves abrir la boca juro que te corto la lengua' que provoco a Itachi una leve risita, al igual que Naruto, a ambos le gustaba joderle la vida a Sasuke Uchiha.
—Eso espero—ordeno seria, y luego sonrió dulcemente— bueno niños, yo descansare ¡buenas noches! — le dio un beso a los tres y se perdió por las escaleras, luego de un silencio sepulcral, Ambos; Itachi y Naruto miraron fijamente a Sasuke.
— ¿Qué? —
—Ni creas que no lo vi— se burlo, — abrasaste a Sakura-chan— lo acuso con la mirada, y Sasuke bufo y se giro.
—sí, y ¿Qué? —respondió sin importancia, Naruto miro a Itachi moviendo las cejas de arriba abajo.
— ¿no sentiste nada? —insistió el rubio. Y Sasuke volteo a verlo.
— ¿Por qué debería sentir algo? Dobe— contrarrestó el pelinegro.
—basta, esta conversación no tiene sentido Naruto—hizo una pausa y sonrió— Sasuke ya no quiere que Sakura sea su amor verdadero— en ese instante Sasuke frunció el entrecejo y maldijo a Itachi, pensando que tenia y merecía todo el derecho de asesinarlo en ese momento, Naruto rio como demente y luego comenzó a caminar subiendo las escaleras. Eso si había sido un golpe a Sasuke, así que el marcador ahora estaba Itachi 1, Sasuke 0.
Llego a su habitación y maldijo unas dos veces quitándose la camisa y luego tirándose a la cama para dormir, ¿por quién lo tomaban? ¿Por el niño de siete años? No sabían nada acerca de él, poso su mirada al techo y frunció el entrecejo, aquello era pasado y simple juegos de niños, ahora el tenia ya veinte y dos años, y no tenia esos tipos de pensamientos ahora. En sus labios se formo una media sonrisa de arrogancia, y finalmente durmiéndose.
A la mañana siguiente, cierta pelirosa se despertaba perezosamente, vio su alrededor aun sin acostumbrarse, una habitación sin duda hermosa, que ahora era de ella bueno, que siempre ha sido de ella, antes el gran peluche que tenía en sus manos sonrió pero mucho más que ello, vio que a su lado, en la mesita de noche había una fotografía, algo que hizo que su sonrisa aumentara. Luego vio a la ventana y sin duda algo en su corazón toco, su sonrisa pasó a ser nostálgica completamente y antes de que pudiera pensar algo más, la puerta se abrió violentamente.
—¿Naruto? — involuntariamente fue su pregunta, enarco una ceja, pues efectivamente el rubio estaba allí viéndola con una gran sonrisa dibujada en su rostro.
— ¡buenos días, Sakura-chan! —saludo, y fue directo a su cama— ¿Cómo has dormido? ¿Bien?
—Considerando que un rubio entro como torbellino por mi nueva habitación... eh, no— Naruto bajo el rostro destrozado, y Sakura sonrió alegre.
—Sakura-chan que mala, yo quería ser el primero en verte—dijo.
—Es muy raro que tú te hayas levantado a esta hora—reprocho la pelirosa, y al instante entro Mikoto por la puerta sonriendo.
— ¡buenos días Sakura-chan! — Saludo animadamente— ¿Cómo pasaste la noche? ¡Espero que bien!
—Muy bien gracias— sonrió correspondiendo a la mujer de cabello negro mientras que el rubio se levanto de la cama.
—Bueno el desayuno ya está servido, cuando quieras puedes bajar ¿sí? — Propuso la mujer, y ya no se escucho mas y Naruto bajo rápidamente sin decir nada, su hambre era mortal.
—Sí, enseguida bajo—dijo, y se levanto a lo que la mamá Uchiha asintió con la cabeza y luego se retiro.
Una vez lista bajo a desayunar encontrándose con Sasuke Uchiha en la mesa del comedor, por supuesto, también a Itachi, a Naruto y obviamente a Mikoto sentados en la mesa, el desayuno comenzó en total silencio hasta que Itachi lanzo una mirada sospechosa a Naruto, este tras mirar hacia la derecha -Sasuke-, frente Izquierdo -Sakura- sonrió macabramente.
—y bueno pues... Sakura-chan ¿Cómo fue el viaje? — pregunto rompiendo el silencio, Mikoto e Itachi voltearon a verla interesados en su respuesta, y aunque Sasuke también estaba interesado no volteo.
—eh,.. ¿Agotador? —alzo una ceja, sin saber que decir exactamente, y aunque si, su viaje fue agotador no había más nada que contar más que eso.
— ¡oh vamos Sakura-chan! Es más fácil hablar con el teme—instantáneamente la pelirosa subió su cabeza a ver a Sasuke, quien se encontraba concentrado comiendo, su mirada fija y desinteresada, lo recordó exactamente como antes, absorto de la realidad…. Así era Sasuke, y aunque había cambiado en cuanto a su apariencia, era mucho más alto de lo que pensó que era, sus rasgos eran totalmente de un hombre bastante maduro a pensar de tan solo tener veinte y tres años, su cuerpo ya no era el de un niño ya se había desarrollado lo suficiente como para atraer la atención de mujeres ya crecidas, sin duda alguna era hermoso y ella estaba muy consciente de eso.
Sus pensamientos fueron rotos cuando exactamente ese par de ojos oscuros que tantos recuerdos le traían la miro directo a sus verdes, grandes y expresivos ojos, sin poderlo evitar su corazón se acelero, luego de unos segundos que parecían eternidad Sakura pestaño un par de veces y luego desvió su mirada, lo sabía, no podía. Sasuke volteo a centrar su mirada en cualquier otra cosa que no sea la pelirosa a diagonal suyo, era incomodo totalmente.
Algo que no paso desapercibido por Itachi y Naruto, que tenían el plan macabro de acabar con Sasuke, pues sonrieron ante el hecho, o si que sería divertido arruinar la vida de Sasuke Uchiha alías -míster nadie puede conmigo porque soy perfecto-
—Bueno Sakura— Hablo Itachi con las malas intenciones— para mi es más que perfecto que te quedes con nosotros y Sasuke está de acuerdo con eso, ¿verdad ototo? — Sasuke giro su cabeza para verlo, sin duda Itachi ya está en su lista negra.
—A mi me da mucha felicidad que mi querida Sakura esté con nosotros— la mujer unió sus manos al frente de su rostro, como si estuviera iluminada— Yo, siempre quise tener una hija y gracias a Dios ahora la tengo—
—Si ella es nuestra hermanita Sasuke, y hay que cuidarla—rio Itachi y Naruto, Sasuke respiro hondo, Maldito Itachi. Sakura solo asintió con la cabeza algo apenada, sabía lo irónico que había sido Itachi y sabía perfectamente a que se refería con ello.
— Se que soy tu tía, y te conozco desde que estabas en el vientre de tu madre, te he tomado mucho cariño, desde un principio has sido como mi hija— dijo, algo conmovida y todos guardaron silencio, se dieron cuenta que Sakura iba hablar.
—Yo también le tengo mucho cariño a usted, es mi tía, mi segunda mamá, por eso le agradezco que me haya traído aquí, a mi segunda casa— sonrió, su cabeza se lleno de algunos recuerdos y Mikoto respondió su gesto.
—Yo estoy mucho mas agradecida, mi niña—dijo con dulzura, y después de inhalar y exhalar con mucho ánimo— el lunes comienzas nuevamente clases, ¿medicina es lo que quieres no? — Sakura la miro sorprendida y de reflejo llevo su mano para tapar su boca.
—Yo... ¿enserio?— Mikoto afirmo con la cabeza— ¡muchísimas gracias! — Itachi, Naruto sonrieron, inclusive Sasuke que aunque fue muy leve y pequeña lo hizo, sonrió por la pelirosa…. Todos en la mesa estaban conscientes de lo que pasaba, es por eso que se sentían feliz de que ella pudiera sonreír de felicidad o alegría.
—hable con la directora, ella me dijo que si podía aceptarte y mas con tus excelentes calificaciones no lo dudo ni un segundo—hizo una pausa— Kazumi me envió todos tus papeles antes de que los Haruno se enteraran, tuve que hacerlo antes de que ellos tomaran decisiones que pueden perjudicarte a ti— Sakura asintió con entendimiento— por ahora esperaré que llegue Fugaku para que me ayude, así que tú no debes preocuparte que yo resuelvo todo que ahora estás conmigo y los Haruno no pueden hacerte daño.
—Madre, pero... ¿los Haruno no tienen la tutela de Sakura? — intervino en la conversación Itachi, ya que había terminado de comer.
—Sinceramente sí, pero su madre se movió lo suficientemente rápido como para tener el apoyo legal de tener a Sakura sentada en mi mesa sin que ningún tonto Haruno quiera quitármela—hizo una pausa mientras tomaba un poco de jugo— sonrió con victoria alzando su mentón, provocando que rieran— Bueno jovencitos, hoy es sábado así que como soy la madre más hermosa y dulce de todas las madres, pueden hacer lo que quieran, eso sí los quiero aquí a la hora de cenas ¿quedo claro? — todos correspondieron, y ella sonrió complacida.
Cuando terminaron de comer, todos se levantaron de la mesa, Sasuke fue el primero en marcharse… A su habitación, sin decir ni una palabra, luego Itachi quien fue mucho más amable que su hermano y finalmente Naruto que le propuso a Sakura salir, y esta después de unos minutos de vacilación, respondió un cariñoso 'si'.
Sin poder evitarlo me enamore de ti, comienza de esta forma.
