Valer la pena
Disclamer: Ni Hetalia ni LatínHetalia me pertenecen.
Un gol.
Solo eso fue decisivo aquella vez. Uruguay había perdido aquel partido en la copa América pero había dejado el alma en la cancha.
Observo a Martín mientras este celebraba hecho una piña con el equipo y suspiro. Al menos había valido la pena.
Esa noche, tras celebrar el triunfo, el menor lo busco y fue entonces que unas pocas palabras antes de un caricia muda en el rostro lo hicieron olvidar (un poco) las veces que Hernández lo había picado antes y durante el encuentro.
–Lo hiciste bien, Seba –había pronunciado el rioplatense con franqueza y respeto.
Después nada importo más que ser uno solo.
Y Uruguay sonrió mientras se repetía internamente a la par que se hundía en el ya más que familiar calor del de orbes verdes que todo el esfuerzo y los sacrificios (pasados o próximos) que hiciera con él o por él habían valido la pena.
