Hola a todos, he vuelto :) He creado esta historia porque se me ocurrió un día. Por el momento estoy en proceso de hacer "Konoha Royal Dance Academy" pero es que cada vez que empiezo...no me sale como continuar T.T aunque tengo ideas en mi cabeza. Prometo escribir pronto.

Bueno, aquí va un fic nuevo que no sé como de largo será. Seguramente, dos o tres capítulos. No sé.

Aclaración: Los personajes de Naruto no me pertenecen son de Masashi Kishimonto, pero el fic es mío. MÍO.

Parejas: Mi amado SasuSaku, NaruHina, SaIno algo de NejiTen, ShikaTema y un poco de SuiKa.

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¡DISFRUTEN! ;D


Capítulo 1: "Un tiempo después"

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Despacho de la Hokage

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- Aquí tiene el informe de la misión AMBU, Tsunade – informó un hombre cubierto por su máscara habitual ninja.

Tsunade, levantó una ceja mientras recogía lentamente la carpeta que le ofrecía.

- ¿Y por qué me lo traes tú Kakashi? – pregunté con pausa la Hokage, leyendo la hoja de la misión. - ¿Dónde están los dueños de la misión?

- En el hospital, tenían que curar las heridas de la misión.

- ¿Son graves?

- No, por suerte no.

Se creó un silencio en la sala tan solo lleno por las respiraciones de ambos. Kakashi esperaba a que Tsunade le diera alguna orden, pero por el momento lo único que hacía era leer el informe tranquilamente.

- Ya veo – murmuró Tsunade acabando de leer. – Muy bien Kakashi, muchas gracias por traer el informe pero la próxima vez diles a los vagos de tus alumnos que vengan ellos, aunque sea más tarde.

- Ya no son mis alumnos – rectificó Kakashi con una mirada triste.

- Con más razón para que no les prestes atención – protestó la rubia apoyándose en sus manos bajo el mentón. – Ahora son AMBU y tú deberías estar pendiente de otras cosas, ellos ya han crecido Kakashi – le miró durante un segundo, soltando un suspiro. – Puedes retirarte.

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Hospital de Konoha

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- ¡Ay! ¡Eso duele dattebayo! – se quejó un rubio apretando su brazo. - ¡Sakura-chan!

- Eso te pasa por no haberte quitado ese kunai a tiempo, baka – le replicó Sakura. – Si lo hubieras hecho, tu brazo no estaría infectado.

- Gomen, Sakura-chan – se disculpó Naruto. – Pero es culpa de Sai-baka por no avisar de la trampa.

- ¿Ahora tengo que ser yo tu niñera, pene pequeño?

- ¿¡Qué me has llamado baka!? – gritó Naruto poniéndose de pie, haciendo que Sakura chasqueara la lengua. - ¡Repítelo si te atreves imbécil!

- ¡Sai, Naruto! ¡YA! – enfureció la medic-nin. – Si queréis discutir lo hacéis en la calle o en vuestra casa pero en mi consulta ni una. ¿ESTÁ CLARO?

- Sí, Sakura-chan.

- Perdón feita.

Sakura soltó un suspiro intentando relajarse. Volvió a la tarea del brazo de Naruto, preguntándose porqué, de entre todos los médicos la tocó a ella ser la encargada del equipo AMBU de sus ex compañeros de equipo. Sí, ex compañeros puesto que desde hacía casi un año ellos habían decidido seguir el camino AMBU y ella había preferido seguir sus estudios como médico y jonin, cosa de la que no se arrepentía.

Posó sus ojos en Naruto quien estaba mirando mal a Sai, había cambiado mucho. Se le notaba más madura, era más alto y mucho más musculoso que antes pero seguía igual de inmadura e infantil que siempre. Bueno, quizá menos infantil puesto que el Héroe de la Cuarta Guerra Ninja a sus casi diecinueve años tenía una relación seria desde hace dos años con la heredera del Clan Hyuga, Hinata.

Claro que no era el único que había pegado un gran cambio, Sai había crecido mucho físicamente y, sobre todo, emocionalmente. El chico frío, sin apenas sentimientos y lleno de sus famosas sonrisas había desarrollado sentimientos amorosos por Ino, tanto que iban a hacer un año de novios.

- Sai es tu turno – le llamó Sakura. – Siéntate por favor.

- ¿Me puedo ir ya Sakura-chan?

- No, aún tengo que vendarte el brazo – explicó la Haruno. Los tres miraron a la puerta que se acaba de abrir mostrando a un joven de igual edad que los presentes. – Muchas gracias Sasuke.

El chico la miró entregándole las vendas que la pelirrosa le había pedido ir a buscar. Soltando su palabra favorita "Hn" y apoyándose en la pared a esperar ser revisado.

Y como no, el Uchiha tampoco se había quedado atrás con respecto a sus compañeros. Estaba más alto y musculoso que antes, con el pelo un poco más largo que le hacía más guapo si es que era posible. Sasuke regresó a la aldea tras el final de la Cuarta Guerra Ninja, aunque fue condenado a seis meses de prisión y otros cinco meses sin misiones realizando servicio comunitario, el Uchiha consiguió ser AMBU a la misma edad que Naruto y Sai.

- Bien, esto ya está Sai – anunció Sakura alejándose del susodicho, mostrando una sonrisa relajada. – Por suerte no tenías nada grave. Ya puedes irte – dijo acercándose a Naruto.

- Gracias Sakura-san, hasta pronto – se despidió Sai dando un beso en la mejilla de la chica. – Adiós inmaduro y bastardo.

- ¿¡A quién llamas inmaduro, estúpido!? ¡Te cerraré la boca de un puñetazo! – Naruto se intentaba levantar para darle a Sai. – Marica.

- Micropene.

- Nenaza.

- Infantil.

- ¡Te vas a enterar! – gritó Naruto.

- Hmp, dobe compórtate como un adulto si es que puedes.

- ¡¿TÚ TAMBIÉN QUIERES RECIBIR TEME?!

- ¡Naruto! ¡Si no dejas de moverte no podré terminar! – le regañó Sakura. – Sai, fuere de mi consulta ¡AHORA! – se acercó a la puerta echando al pelinegro a empujones y luego la cerró con fuerza mirando a Naruto. - ¿¡Es qué nunca va a llegar el día en que dejéis de pelearos y de insultaros!? ¡EH! – expuso acercándose lentamente hacia él, sintiendo como todo le empezaba a dar vueltas. – Por una vez, UNA VEZ, os pido que no hagáis nada cuando estoy...

- ¡SAKURA-CHAN!

Naruto se avecinó para coger a una inconsciente Sakura, pero como siempre Sasuke fue más rápido. El Uzumaki se acercó hacia ella con cara de preocupación, intercambiando una mirada con Sasuke que agarró más fuerte a la chica y la llevaron a la camilla.

- Aa, ¿qué ha pasado? – preguntó Sakura al ver que estaba siendo apoyada en su camilla de las consultas.

- Te desmayaste – informó Sasuke con voz grave.

- ¿En serio? – preguntó sorprendida. – Vaya, siento mucho haberos hecho preocupar chicos – se disculpó sentándose ante la atenta mirada de los hombres.

- ¿Seguro que estás bien Sakura-chan? ¿No quieres que avisemos a nadie? – preguntó el Uzumaki.

- Estoy bien Naruto, gracias – aceptó gustosamente el vaso de agua que su rubio mejor amigo ofrecía. – Debió de ser una bajada de tensión, últimamente no he dormido mucho.

- ¡Debes cuidarte más dattebayo! – regañó Naruto con una sonrisa.

Sakura mostró una sonrisa poniéndose otra vez de pie poco a poco ante la atenta y seria mirada de su ex compañero Sasuke. La Haruno consiguió terminar con el brazo de Naruto ante las quejas de éste para que no hiciera esfuerzos.

- ¡Muchas gracias Sakura-chan! – agradeció dándola un fuerte abrazo.

- Na-Naruto.

- Usuratonkachi no la dejas respirar – gruñó el último Uchiha con algo de impaciencia.

- ¿Eh? Ah, gomen Sakura-chan – pidió Naruto rascándose la cabeza. – Me voy que tengo que ver a Hinata-chan. Nos vemos Sakura-chan.

- Saluda a Hinata de mi parte, Naruto – pidió la chica emanando chakra verde de sus manos contra el brazo de Sasuke.

- ¡Claro! Adiós teme.

- Hmp, dobe.

Sakura soltó un suspiro mientras seguía con su tarea, ante la mirada de Sasuke. No hacían faltas palabras puesto que el silencio resultaba agradable para los dos.

- Bien, ya está todo – declaró la chica sonriendo. – Gracias al cielo no tienes heridas graves y yo no tengo que trabajar tanto.

Sakura se sentó en la silla de su escritorio, anotando datos en un cuaderno. Sasuke la miraba todo sus movimientos, notando como ella parecía cansada, mareada, preocupada. Se situó delante del escritorio de la chica y espero a que ella le hiciera caso.

- ¿Ocurre algo Sasuke? – inquirió levantando la mirada del papel y dejando de escribir.

- ¿De verdad crees que me voy a creer esa estúpida escuda de que estás cansada? – inquirió con voz grave.

- No es cuestión de que te lo crees – defendió con el ceño fruncido. – Es la verdad, no he dormido bien estos días.

- Si te encuentras tan cansada como dices, te hubieras ido a casa que a Tsunade no creo que le importe que su mejor alumna descansa un poco.

- Es poco profesional faltar al trabajo por tener sueño.

- También es poco profesional, siendo médico, no dormir bien – le replicó cruzándose de brazos. Ella le miró con la boca ligeramente abierta. - ¿Qué es lo que pasa?

Sakura seguía con aquella postura, intentando calmarse y ordenar las ideas. Soltó un suspiro mientras seguí escribiendo.

- Ya te he dicho que simplemente estoy cansada – habló con voz calmada. – Eso nos pasa a todos, siendo o no médicos.

- Tsk, puede que con el idiota de Naruto esto te funcione pero sabes que conmigo no es lo mismo – gruñó Sasuke apoyándose en el escritorio, intentando intimarla. - ¿Qué ganas con esto?

- ¿Y tú? – preguntó harta de la situación. Lo que le faltaba, que un maldito Uchiha se metiera en su vida cuando ha estado años sin preocuparse por ella. - ¿Se puede saber a que mierda viene ese repentino interés por mi salud? ¡¿Eh?! – se levantó de la silla. - ¡LO QUE ME PASE O DEJE DE PASAR NO TE IMPORTA UCHIHA! ¡NO ERES QUIÉN PARA METERTE EN MI VIDA! – gritó acercándose a él, quien seguía igual de neutral pero con la mandíbula apretada. – Has estado años, AÑOS, sin interesarte por mi salud y ¿ahora repentinamente te muestras preocupado? ¡Que buen amigo eres querido Sasuke! – dijo irónicamente abriendo la puerta.- ¡LARGO DE MI OFICINA YA UCHIHA!

- Cálmate Sakura – dijo seriamente a pesar de sentirse algo dolido por las palabras de la chica. – Tenemos que hablar.

- ¡YO NO TENGO NADA QUE HABLAR CONTIGO! ¡LÁRGATE!

Sasuke miró a la chica y tras chasquear la lengua salió con la mirada seria y cargada de enfado.

- Aún tenemos un tema pendiente y tú lo sabes muy bien – dijo antes de salir por la puerta. – No intentes evitarlo.

Sakura cerró de un portazo, recargándose en ella y deslizándose hasta el suelo. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas.

- Eres estúpida Sakura – se susurró a si misma. Miró el reloj mientras se limpiaba las lágrimas. – Será mejor no hacer esperar a Ino.

Se levantó, recogió sus cosas y salió hacia la recepción de su planta, donde atendía una mujer de unos 26 años llamada Misaki. Tenía el pelo negro, corto y rizado, la piel morena y repleta de lunares por causa del sol y los ojos grises azulados.

- Buenas tardes Sakura-sama – saludó alegremente la mujer. - ¿Ya se va?

- Hola Misaki-san – dijo con una sonrisa. – Sí, mi turno termina hoy más pronto – explicó entregándole unos informes. – Este es para archivarle, y la carpeta para la Hokage-sama – informó. - ¿Cómo va tu embarazo? ¿Alguna molestia?

- Por el momento muy bien – respondió posando las manos en su vientre de cinco meses. – Ya sabe que mi Rei-kun no me deja casi hacer muchas cosas, está muy obsesionado con lo de protegerme y cuidarme.

- Entonces me alegro mucho de ello – expresó con una sonrisa. – Ya sabes que en tres días sabrás el sexo del bebé. Me tengo que ir, hasta mañana Misaki-san.

- Que pase buena tarde, Sakura-sama.

Avanzó por las calles de Konoha hasta llegar a su casa. Sakura vivía en un apartamento muy acogedor con dos habitaciones, una su habitación con baño propio y otra de invitados; un salón-comedor, una pequeña cocina y un baño que normalmente era para invitados. Su casa estaba cerca de la de Ino y eso la venía muy bien cuando necesitaba algo.

Entró en su casa y decidió darse una ducha antes de que Ino e Hinata vinieran a cenar a su casa. Se vistió con un pantalón corto vaquero, una camiseta blanca de finos tirantes y con escote en V y unas sandalias a juego. Se ató el pelo todavía húmedo en una coleta alta, ahora tenía el pelo a la altura de pecho.

- ¡Voy! – gritó al oír el timbre de su casa.

- ¡Frentuda! – gritó Ino abrazando a la chica. – Te he echado de menos.

- Ino, nos vimos ayer por la mañana – replicó intentando respirar por culpa del abrazo de su mejor amiga. – Me alegro de verte pero necesito aire, cerda.

- Perdona, Sakura – dijo separándose y entrando en la casa. – ¡Ah! Hinata me llamó para decirme que llegaría en diez o quince minutos porque estaba con Naruto.

- Podemos ir haciendo la cena – sugirió Sakura avanzando hacia la cocina. – Pon la mesa y saca las bebidas mientras yo hago el pavo con verduras.

Sakura comenzó partiendo verdura como zanahorias, pimientos, tomates y cebolla, metiendo todas en la sartén para cocinarlas un poco. Después hizo unos filetes de pavo y puso las verduras encima con un poco de salsa.

- Huele bien, frentuda – manifestó Ino viendo los platos.

- Tú también puedes cocinar si miras en un libro de cocina.

- Créeme que a mí se me quema hasta el agua - ambas oyeron el timbre del apartamento. -Voy yo, tú deja los platos en la mesa.

- ¡SAKURA-CHAN!

Sakura miró con gesto interrogante a Naruto, ¿qué se supone que hace aquí? Dirigió una mirada a Hinata, quien sonreía tímidamente.

- A parte de llegar tarde, traes a Naruto – resopló Ino cruzándose de brazos.

- Gomenasai chicas – se disculpó apenada la pobre Hinata. – Pero es que se iba a ir a cenar con él cuando me acordé de que tenía cena con vosotras – la Hyuga dirigió una mirada a Sakura. – Espero que no te moleste, Sakura-chan.

- No pasa nada Hinata, está bien.

- Para recompensar el retraso – habló Hinata. – Hemos comprado unos pastelitos.

- ¿Pas-pastelitos? – preguntó Ino con gula. - ¡Eres la mejor Hinata!

- Podéis ir sentándoos en la mesa, ahora traigo la cena– informó Sakura entrando en la cocina. – Ah, necesito que alguien lleve las bebidas a la mesa.

- Yo voy Sakura-chan.

Hinata e Ino se sentaron en la mesa a hablar de la cita de la tímida Hyuga. Naruto abrió la nevera de Sakura sacando cuatro refrescos mientras observaba a la que era como su hermana, su pequeña Sakura-chan. Mostró una tierna sonrisa, ¿cuándo había cambiado tanto?

Entonces recordó una de las cosas por las que estaba aquí, aparte de por la buena comida que su ex compañera de equipo le ofrecía.

- Sakura-chan – la llamó haciendo que ella dejara de servir los filetes en los platos. – Tenemos que hablar, dattebayo.

- Dime.

- ¿Qué pasó hace un mes en la fiesta del teme entre? – preguntó el Uzumaki cruzándose de brazos mirando seriamente a Sakura.

- ¿A qué viene esto ahora? Fue hace un mes, Naruto – dijo Sakura soltando un suspiro de cansancio.

- He estado tres semanas de misión fuera, Sakura-chan y no he tenido oportunidad de hablar contigo.

- Hacemos una cosa, cenamos y luego prometo contarte todo, ¿vale? – propuso la chica cogiendo los platos con comida. – ¡Ino! Ven a ayudarme.

- De acuerdo – aceptó saliendo de la cocina.

Se sentaron en la mesa para cenar, hablando de la misión de Naruto, de lo que habían hecho cada uno en esas semanas, de todo un poco. Sakura escuchaba a Ino que narraba su última misión junto con Chouji que acabó en desastre, Ino llena de batido de fresa y Chouji con hambre.

De repente se sintió más débil de normal, el estómago le daba vueltas y al ver la comida, una náusea se avecinó a su boca. Se levantó rápidamente ante la extraña mirada de sus amigos quienes se imitaron su acción hasta el baño.

- Sakura-chan, ¿estás bien? – preguntó Hinata desde el marco de la puerta.

- Ne, frentuda sabemos que tu comida es mala pero no hasta el punto de vomitarla – se burló Ino acercándose a Sakura, vio como ésta se ponía más pálida mientras cerraba los ojos. Ino la miró preocupada y se arrodilló a su lado. - ¿Qué te ocurre Sakura? Estás muy pálida.

- Sakura-chan – llamó Naruto acercándose con Hinata dentro del baño.

- Estoy embarazada – murmuró en voz baja, con la mirada perdida y al borde de las lágrimas.

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La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas ~ Aristóteles

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¡Hola! ¿Qué os pareció? Espero que os haya gustado, a mí me encanta. A los seguidores de KRDA, prometo seguir escribiendo y actualizarlo lo antes posible, de verdad.

Bueno, dejen sus reviews que pronto tendréis una continuación.

¡GRACIAS POR LEERME! :D

Un saludo, Shendy.