¡Hiya, minna:D Bueno, pues aquí les dejo este fic, que espero sea de su agrado ¡Disfrútenlo!

¿Quién no ama a Artemis Fowl?

Capítulo 1:

Artemis Fowl, en sus 16 cortos pero intensivos años de vida, había aprendido algo muy bien: hay gente exageradamente imbécil. Loqueros, profesores, meseras… pensó que ya lo había visto todo hasta que, para cursar su etapa preparatoria, sus padres habían decidido inscribirlo al exclusivo colegio mixto St. Helen, donde solo iban los retoños de las mejores familias irlandesas. Sí, las instalaciones eran aceptables, los profesores no eran del todo estúpidos (excepto cuando, por supuesto, se les ocurría interrogar a Artemis, cosa que sucedía cada vez menos) y el laboratorio de cómputo no tan patético; pero, lamentablemente, el dinero no garantiza todo, y el heredero de la dinastía Fowl venía a descubrirlo amargamente. Como ejemplo infalible de que Dios las hace y ellas se juntan, ahora tenía a todo un molesto club de fans, que gustaba de cotorrear a su alrededor cuando intentaba estudiar en la biblioteca y de graznar chillones "¡Hola, Artemis!", por los pasillos, seguidos de risitas que ya le parecían el anuncio del holocausto. ¿Es tan difícil que un genio del crimen tenga un poco de paz a su alrededor? La falta de costumbre a este mar de hormonas, por estar siempre en un colegio de chicos (dando por sentado que a ninguno se le doblara la manita… xD) y el abierto desprecio que esto causaba en los muchachos que se creían los "playboys" estaba frustrando como pocas cosas lo habían logrado el brillante cerebro de Artemis Fowl II. Y para como, ya no podía codearse tanto como él le hubiese gustado con otras mentes distinguidas del delito porque, con sus dos padres en casa ahora, Mayordomo envejecido y Juliet en Estados Unidos, no podía darse sus escapadas cada que él quisiera. ¿Podía acaso la mala racha aumentar? Artemis no tenía idea, pero sí, sí podía.

Si había una persona sobre la Tierra, o más bien debajo de ella, que lo supiera, esa era la capitana Holly Canija. Estaba acostumbrada a ver casos realmente raros cuando ayudaba a Remo con el papeleo; pero el ataque al cerebro de un agente de la PES por una manada de gusanos apestosos se quedaba muy corto en comparación de lo que tenía adelante. Holly había visto seres mágicos con un grado mayúsculo de aire en el cráneo (después de todo, había estado en la rebelión de los goblins, los trolls eran algo de todos los días y Grub Kelp seguía en la PES) pero nada la hubiera preparado para la solicitud que aquella noche llegó a las oficinas. La leyó y la releyó suficientes veces como para convencerse de que no era una broma y para asquearse durante el resto de la noche. El caso era el siguiente:

La señorita Aurora Oberón, perteneciente a las niñas mimadas de Refugio y (para colmo) amiga íntima de Lily Fronda, estaba metiendo una solicitud para hacer un viaje de recreo a la superficie fuera de las áreas turísticas convencionales. No había pedido Tara, ni Disneyland París; ni siquiera alguna exótica lanzadera en el Caribe; de hecho, se había atrevido a pedir… "el destino". Solicitaba una lanzadera turística a Dublín, Irlanda; y no solo eso, sino que además pedía permiso para visitar, con los escudos protectores, la mansión Fowl.

-¿Puedes creer esto?- le dijo una indignada Holly a Potrillo, arrojándole el micro-floppy con la solicitud- Para entretener al resto de sus amiguitas cabezas huecas, piden el destino más vetado de toda Europa; y cuando les digamos que no, van a ir con papi a armar la bronca- gruñó, y luego suspiró. Volteó a ver al centauro, que la miraba sonriendo desatar su ira - quita esa cara idiota y dime, ¿ya la mandaste llamar?

-Se fue hace un minuto. Lástima que no estuvieras, Holly; te hubiera encantado- Potrillo soltó una risa caballuna- se nota por qué es amiga de la cabo Fronda.

-Y que lo digas…- Holly tomó asiento frente al centauro, frotándose las sienes con los dedos, un gesto que había aprendido del comandante Remo. Seguramente era cosa de esa condenada pseudo-Barbie que semejante solicitud hubiera llegado tan lejos- ¿Y bien? ¿Por qué lo pidieron?

-Velo tu misma- le contestó Potrillo, alcanzándole el bote de basura de reciclaje. Holly sacó los botones conmemorativos, las bandas y algunos volantes, unos digitales y otros de papel muy fino. La elfina abrió la boca con estupefacción, sin poder pronunciar palabra durante varios minutos.

-No te creo- fue lo único que alcanzó a decir en voz baja

-Pues créelo- afirmó Potrillo, meneando la cabeza- más que presentar motivos de viaje, parecía que querían unirme al club. Sobre todo la que se declara (y muy orgullosa, por cierto) presidenta: tu amiguísima Aurora- la capitana soltó un bufido.

-¿Ya le pasaste la solicitud al comandante?- la sonrisa de Potrillo disminuyó un poco.

-No, ¿estás loca? Le daría un ataque al ver semejante paparruchada- luego el jefe en tecnología bajó un poco la vista y juntó las puntas de sus dedos índices varias veces- así que esperaba que… bueno…

-Que la lleve yo- suspiró Holly, no sabiendo si reprochar al centauro por dejarle la bronca a ella o darle la razón en querer evitar semejante explosión de Remo- Muy bien, pony cobarde. Pero- señaló hacia toda aquella publicidad, tomando apenas un volante de papel para mostrársela al jefe- deshazte de todo eso, por favor, si es que le tienes algún aprecio a mi salud mental.

-Uh… yo que creí que te gustaría traerte una de estas al trabajo todos los días…- alzó una de las bandas, donde se leía el logo del nuevo club; pero cesó la burla al notar la mirada asesina de la capitana.

Cuando la puerta se cerró tras Holly, Potrillo arrojó todas aquellas cosas para reciclaje. Tanto en volantes como en todo lo demás podía leerse: "Club de Fans de Artemis Fowl: Sede Refugio"

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xD Holas a todos! Bien pues este es mi primer fic de esta saga tan genial creada por Colfer-sensei. ¡Espero les haya gustado:P Aguardo sus comentarios, y ojalá la historia les intrigue lo bastante como para continuarla ¡Matta ne!