Está en una nueva historiaaaaaaaa. Me han pasado muchas cosas con esta historia, me he esforzado bastante, espero sea de su agrado
Los personajes de naruto no me pertenecen.
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POR FUERA DE HIERRO, POR DENTRO DE VIDRIO
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¿Has pensado en cortarte alguna vez? ¿En tomar una navaja y hacer un corte? ¿En sentir la sangre correr por tu piel? ¿No? Supongo que no. Déjame te cuento, nosotros sí pero eso tú ya lo sabes, por eso te la pasas hablando mal de nosotros, juzgando sin saber, porque crees saber pero no lo haces. Frecuentemente te preguntas porque lo hacemos, ¿Qué son tan estúpidos de lastimarse ellos mismos? No es por ser descortés, ni mal educado, pero a ti que te importa, en que te afecta, nunca pedimos que lo comprendan, porque no podrían hacerlo, solo no opines al respecto, tus insultos afectan más de lo que crees, tus gritos, tus palabras cortan más profundo que las navajas. Tal vez hemos sufrido tanto dolor que esto simplemente ya no nos hace nada, pero tú que puedes saber, no lo has vivido, pero como dije antes, te encanta hablar sin saber.
¿Has pensado en el suicidio? Imagino que no, quien pensaría en acabar con el regalo más grande, quien pensaría con acabar con el derecho que se nos dio de vivir. Que dirías si te digo que nosotros sí, que en algún momento hemos pensado en hacer algo tan simple como presionar un poco más fuerte la navaja, en tomar un bote de pastillas, o aventarnos sobre el camino de algún carro o tren. ¿Has pensado en no volver a sentir el aire golpear tu rostro? ¿En no sentir más como entra el aire a tus pulmones? ¿En no volver a ver la luz del sol, o volver a apreciar el brillo artificial de la luna? ¿La salida fácil? Yo no le veo nada de fácil a esa decisión, no quiero morir, simplemente quiero que todo esto se acaba y he llegado a pensar que esta es la única forma. Tal vez solo somos idiotas que deberían seguir luchando, o quizás debamos poner un punto final, es nuestro tiempo de decidir, tiempo de vivir o morir, y tal vez la respuesta no esté tan lejos como creíamos.
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Esta es nuestra historia, la mía, la típica chica rara a la que todos molestaban, la historia de la chica popular que simplemente se rompió en algún momento, la del chico rudo, el que todos creían que tenía todo en la vida y la de aquel joven de encantadora sonrisa que lloraba todas las noches. La historia de todos ellos, la historia que tal vez puede ser tuya o quizás es la historia del tipo que se sienta junto a ti. No lo sabemos, en realidad no entiendo el motivo por el cual la contamos, quizás sea para sacar un poco de los demonios que nos atormentan y poder seguir adelante o quizás es para que entiendas los motivos de cada uno de nosotros. La mayoría de nosotros no tomo buenas decisiones, no se refugió en las personas ni en los actos correctos. No es justo jugar, quizás en eso se centre todo esto. Yo conocí a alguien que me dijo "nadie sabe el fondo de la olla más que la cuchara", esta vez queremos que conozcan el fondo, para que comprendan el actuar de la cuchara.
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Una, dos, tres, cuatro y así consecutivamente caían las gotas color escarlata sobre el lavamanos color blanco manchando la superficie. Una pequeña mano derecha sostenía la navaja con un temblor apenas perceptible, al otro lado, la herida, producida por el objeto antes mencionado, dejaba un camino de sangre alrededor de su muñeca escurriéndose entre sus dedos. La respiración agitada, lágrimas en sus ojos y la cara baja. Escucho pasos afuera de la habitación.
¿Te tardaras mucho?- escucho que preguntaban
No contesto, metió la mano bajo el chorro de agua de la llave y guardo el objeto punzo cortante en su mochila, se secó las manos y bajo las mangas de la holgada chamarra que llevaba puesta. Inhalo, exhalo y abrió la puerta.
¿Qué sucede?- dijo en un susurro
Llegaras tarde al colegio- le contesto una chica más pequeña
Lo se Hanabi- y empezó a caminar rumbo a la puerta
¿Qué te sucede?- grito la menor, ella no volteo a verla- ¿Qué te pasa? ¿Por qué eres así? ¿Te cortas? ¿Qué demonios estás haciendo?
De nuevo, no contesto, se quedó ahí, en el marco de la puerta, sosteniendo con fuerza la perilla
Contesta maldita sea- la pequeña estaba llorando, levanto la vista y dio un paso fuera de la casa
¡Hinata¡- grito la de cabello chocolate
No sucede nada Hanabi, llevamos vidas diferentes desde hace mucho tiempo, no, no me corto, pero tampoco quiero que entiendas mi actitud porque yo sé que no podrías, es una realidad que no te corresponde- suspiro y giro un poco el rostro- papá vendrá por ti a las 12, dejara a mamá, en ese momento te tienes que ir, no quiero que digas ni recuerdes absolutamente nada de tu estadía en esta casa, y Hanabi cuídate mucho pequeña
Cerró la puerta, dejando a una pequeña de ojos perla llorando en el piso de la habitación.
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¿Qué había hecho él? Absolutamente nada, se había quedado callado, como siempre, aguantando lo gritos, los insultos, las comparaciones, pero de nuevo eso no era suficiente para él, para Fugaku Uchiha nada de lo que él hacía era suficiente. Era su hijo menor, la deshonra según él, siempre había sacado los mejores promedios, era el más destacado, nunca recibía quejas de él, educado, comprensible, todo un atleta, llamaba la atención en todo lo que hacía, nunca pedía de más, de hecho siempre intentaba no pedir nada. Pero para su padre nada de eso era suficiente, siempre opacado por la luz de Itachi, su hermano mayor, siempre bajo su sombra.
Y ahí estaba de nuevo, sentado frente a la vieja lapida descuidada, no había flores, ni un elaborado nicho sobre la tumba, simplemente un pedazo de cemento con un libro en su centro. Estaba ahí, como todos los días después de una pelea, contándole sus desgracias a los restos que descansaban debajo de la tierra, era tonto, pero para él era lo suficiente para seguir adelante.
Sabes, a veces pienso que no necesito nada más, y después me doy cuenta que me hace falta todo lo que en verdad importa, y me da mucho miedo darme cuenta, que teniendo todo no tengo nada y entonces comprendo lo solo que me encuentro- suspiro con resignación mientras se ponía de pie- no sabes cuanta falta me haces mamá
Se colgó la mochila al hombro, y se permitió derramar una lágrima antes de irse, acaricio la esquina de la tumba y se empezó a alejar del lugar, su figura perdiéndose entre los árboles y los nichos de aquel cementerio. Porque ahí junto a los restos de Mikoto Uchiha era el único lugar donde sabía que pertenecía.
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Caminaba en silencio, con los auriculares puestos pero sin escuchar nada, con la capucha puesta y las manos en los bolsillos de la sudadera, abriéndose paso entre los estudiantes que apenas y la volteaban a ver, paso junto a un grupo de chicas, escuchando el gritillo que pego una cuando su hombro roso su brazo, que estúpidas eran, los comentarios se empezaron a escuchar. ¿Qué no entiende que nadie la quiere aquí? ¿Por qué no se larga? Todo sería más fácil si dejara de ser tan extraña, ¿Extraña? Por dios la chica es más oscura que nada, a mí me contaron que ella habla con fantasmas, nadie sabe dónde vive, es extraña, lo mejor es estar como siempre, esperemos que en algún momento se largue. Y se alejó por completo de los cuchicheos, apretó la correa de la mochila mientras veía el imponente edificio frente a ella.
Que la tortura comience- susurro mientras una lagrima corría por su mejilla.
Entró al edificio y se perdió entre los pasillos de la escuela, sola, oscura, y triste como siempre había estado. Sin hacerle falta a nadie.
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Es una historia nueva, es bastante oscura y voy a tocar algunos temitas un poco fuertes, por eso está en M.
En verdad espero que les guste, me he tomado mucho tiempo en pensar bien todo y debo admitir que tenía un poco de pánico en publicarla. Si se pasan a mi perfil verán que tengo una historia de años sin terminar, esto pensando en cómo seguirla, la verdad me siento muy mal por no continuarla, eso no pasara con esta, en verdad quiero que esta historia quede bien y terminada :D
Espero sus reviews, cualquier comentario o duda puede ser aclarado y tomare todo lo que me digan en cuenta
En verdad espero que les guste :D