Siendo casi la media noche, tenían la certeza que tanto su papá como su mamá estaban durmiendo. Habían tenido un cumpleaños maravilloso, habían asistido sus primos, amigos, tíos e inclusive los abuelos. Aunque esa no es la razón principal por la cual estaban despiertos a estas horas. En cierto momento sus tíos mencionaron algo de sus padres que les intrigó...

"¿Iguales a sus padres? No gracias, prefiero que sigan siendo tan lindos y tiernos como hasta ahora, van por buen camino."

"Pienso lo mismo. Ahora están calmados, pero cuando eran jóvenes eran muy..."

Ya no escucharon más, su mamá había evitado que su tío siguiera hablando, solo pudieron escucharle lloriquear mientras le pedía que le perdonara.

Esa frase incompleta por parte de su tío era la razón por la cual se encontraban despiertos, "...cuando eran jóvenes eran muy..." ¿muy... qué?

Hace unos días habían oído a un niño decir que si le pedías un deseo a la luna justo a media noche, está te la cumpliría. No creían realmente en ello, pero tampoco consideraban que perdían algo intentándolo.

—¿Estás listo?

—Sí.

La ventana en su habitación les quedaba un poco alta, así que pusieron unas sillas al pie de esta, abrieron la ventana, se arrodillaron en ellas y juntaron sus manos a modo rezo.

—Luna, por favor déjanos conocer de jóvenes tanto a mamá como a papá.

Unos segundos después cerraron la ventana y pusieron las sillas en sus lugares. No podían hacer más que esperar a que funcionara y que sus padres decidan contarles sobre ellos, no esperaban nada más allá de ello con ese deseo. Se fueron a dormir luego de darse las buenas noches.

—

—

Estaban en vacaciones de primavera, la generación del milagro decidió pasarla juntos. Supo por Kuroko, que desde la copa de invierno, y lo que todos consideraban su reconciliación, el grupo de locos estaba en contacto con mayor frecuencia. Tal vez por eso decidieron pasar juntos estas vacaciones, para recuperar el tiempo perdido.

Kise se mudó temporalmente con Aomine, así como Murasakibara se estaba quedando en la casa de Midorima; Tatsuya se estaba quedando con él, había seguido a Murasakibara hasta Tokyo porque según él no quería perderse la diversión, estaba seguro que había llegado solo por puro aburrimiento. La idea de que pueda haber diversión con el grupo de locos que tenía Kuroko por amigos, le era muy lejana a la realidad que sentía cuando se los encontraba.

—Taiga, ¿a dónde habías dicho que se había ido Kuroko?

—Fue con sus padres a visitar a unos familiares. ¿Cuándo te cansarás de preguntarme lo mismo? –En los dos días que había estado con él, y que Kuroko no estuvo, Tatsuya no dejaba de hacer preguntas como: "¿A dónde fue?" "¿Cuando vuelve?" "¿Ya va a volver?" Era su hermano, lo quería y todo, pero ganas no le faltaban para echarlo de su departamento.

—Estoy aburrido.

—No es mi culpa. Me torturas día, tarde y noche con las mismas preguntas, eso no hará que Kuroko vuelva antes. Son las 6 y tanto de la mañana Tatsuya, solo quería ir y volver rápido de la tienda. –Se había despertado de hambre, pero no había mucho en su refrigeradora así que decidió ir a la tienda, no calculó que su hermano le seguiría como patito a mamá pata y menos aún que después de las compras comenzaría con la tortura otra vez...

—Es que sin Kuroko por aquí, el grupo de locos no se reúnen. – "¿Admites que están locos?" —Por eso es aburrido. –"¡No me ignores!" Tatsuya se comenzó a reír, lo estaba haciendo a propósito, aunque dejó de hacerlo cuando sintió que algo chocaba contra sus piernas. —¿Se encuentran bien?

Al escuchar a Tatsuya preguntar eso, supo que ya no le estaba hablando a él. Cuando volteó vio a dos pequeños en ¿pijama? pidiéndole disculpas a su hermano, por haber chocado con él. La sorpresa que se llevaron fue cuando los niños se pararon recto de nuevo, quedaron mudos...

—¡Ah! ¡Tío Taiga! ¡Himuro-san! –El semi-grito sincronizado del pequeño par los sacó de su estupor. *Espera... ¿tío...Taiga?* fue la única reacción, mental, de Kagami.

—¿Nos conocen? –Tatsuya fue el que preguntó lo que, pensaba, se estaban cuestionado los dos mentalmente.

—...Puede que aún seamos niños Himuro-san, pero tenemos buena memoria.

—Podemos reconocerlos, aunque se vean un poco más jóvenes...

Uno completó la frase del otro sin problemas. Ambos entendieron que no les gusto la duda ante su memoria, pero no sabían a que se referían con lo de verse más jóvenes... no recordaban haberse visto ¿viejos? en ningún momento.

—

—Bakagami... ¿Sabes que es domingo, verdad? ¿Que son las 7:15 am y que debería estar aun durmiendo, no? ¡No me vuelvas a llamar tan temprano para estupideces!

—Me colgó... –Dijo adolorido, no porque le hubieran colgado la llamada sino porque no había visto venir ese grito... no le dio tiempo de alejar el celular del oído.

—No me sorprende. Taiga, como se te ocurre decirle: "Tengo dos pequeños problemas aquí que deben ver, llama a tu grupo de locos y vengan a mi departamento"...yo también te habría colgado. –Ahora que lo escuchaba de Tatsuya... tenía sentido hasta el grito que había recibido, él también habría colgado si le llamaban a esas horas a decir algo así.

—Bueno si, tienes razón. Por cierto, ¿ya les diste la ropa que fuiste a comprar?

—Sí, ya se las di. ¿Y el desayuno?

—Ya casi está. ¿Cómo podría decirle entonces? Piensa en algo, tú también estás metido en este problema. –Tras el plan fallido, de hacer que la generación de locos vaya a su departamento con esa llamada, se quedó sin ideas.

—No se me ocurre nada. Además, ahora que me haces acordar, cuando salí a comprar recibí una llamada de parte de Alex y me dijo: "Toma el vuelo del mediodía, te necesitó aquí cuanto antes." y me colgó. –Kagami había quedado con la boca abierta, no quería escuchar lo siguiente que, estaba seguro, iba a decirle Tatsuya. —Así que, buena suerte hermano. –Y ahí estaba, planeaba dejarlo solo con el problema encima... "¡Tat...!"

—Tío Taiga, Himuro-san ya terminamos. –Entraron corriendo a la cocina, e interrumpiendo lo que sería un grito de reclamo por parte de Kagami, el pequeño par de niños con el que se habían encontrado en la calle.

—Oh, les queda perfecto. Sabía que era una buena elección.

—Así que un par en conjunto... Bueno el desayuno también está listo, deben tener hambre, vayamos a la sala. –El pequeño par asintió con la cabeza a la vez que decían "¡Yey, comida del tío Taiga!" e iban a la sala. —Ayúdame con esos platos, Tatsuya. –Solo suspiró, no terminaba de entender cómo es que los niños les conocían... y menos aún de asimilar el que le llamasen tío Taiga...

Ya en la sala, se encontraban comiendo en silencio. Tanto Kagami y Tatsuya estaban muy sorprendidos, los pequeños no eran ruidosos a la hora de comer y eran ordenados, de hecho no derramaban nada en la mesa e incluso tomaban los palillos ¿elegantemente? Eran más ordenados de lo que deberían ser ellos al ser los mayores...

*Ahora entiendo menos, ¿porque me llaman tío?*

—¿Y si le mandamos una foto? O mejor aún, un vídeo. –Le tomó su tiempo entender de que hablaba Tatsuya.

—¿De quién y a quién? –Uno de los pequeños les preguntó, al parecer si podían hablar aún si estaban en pleno desayuno.

—De ustedes a Aomine. –Fue una respuesta automática de Kagami, realmente no pensó en la posibilidad de que los niños podían no conocer a Aomine, de hecho no pensó cuando contestó.

—¿Al tío Daiki? –Estos niños no dejaban de sorprenderlos, no solo contestaron perfectamente sincronizados, sino que también sabían a quién se referían.

—¿Lo conocen? –La mirada que recibió fue la misma que cuando les preguntó si los conocían a ellos. —Ok. Ok. Lo siento, no vuelvo a preguntar lo mismo. ¿Nos dejarían mandarle un vídeo de ustedes? No nos cree que están aquí... —Les estaba mintiendo descaradamente, Aomine ni si quiera sabía de ellos.

Después de verse mutuamente, respondieron y asintieron a la vez con un "Está bien", para seguir comiendo.

Kagami suspiró, ahora si era un lío de dudas. No solo a él, sino que también conocían y llamaban tío a Aomine; a parte de haber accedido fácilmente a que le enviaran un vídeo de ellos... *Por favor que alguien me diga que esto es una pesadilla...* Ya estaba cansado de no entender tantas cosas.