DISCLAIMER: Todos los personales pertenecen a JK Rowling, Warner y vaya a saber uno a quien mas....Nada de esto es mio! Solo la idea y las ganas de escribir!!

AVISO: Comenzamos suavecito, pero se desarrollaran escenas de violencia, sexo explicito y Slash! Homofobicos, putitanos y pacifistas...abstenerse.

CAPITULO I:

Un nuevo año comienza en Hogwarts. Un año mas que diferente a los demas. Demasiados cambios en el mundo mágico, como para no mencionarlos. Voldemort ha sido finalmente derrotado por Harry Potter, el niño que vivió, en una ardua y casi interminable lucha. Un duelo sangriento, producto de una guerra inútil y sin sentido, como todas las guerras. Sólo que esta vez, el bando de la luz fue el ganador.
Dumbledore abandonó su puesto de Director del colegio mas prestigioso del mundo mágico. Nadi se esperaba algo así del anciano. Argumentó que su etapa ya había finalizado, y que era hora de dejar que ls cosas siguieran su rumbo. Los que lo conocen, saben que, una vez que el Dark Lord desapareció, el gran mago perdió el rumbo de su vida. Ya no tenía objetivos claros como antes, por eso decidió alejarse de todos y vivir sus últimos años junto a lo poco que quedó de su familia.
La nueva reestructuración del Colegio no fue fácil, y luego de mucho discutir, Minnerva McGonagall fue nombrada Directora, siendo la primer mujer en ocupar el cargo. Severus Snape, pasó a ser Sub-Director, para alegría de unos pocos y tormento de muchos. El mayor problema de la nueva Directora, fue el de siempre...el Profesor de Defensa contra las Artes Oscuras.
A pesar de tener casi la mitad de la comunidad mágica en contra, nombró para el puesto, a Remus Lupin, un licántropo miembro de la Orden del Fenix. Los otros problemas a solucionar habían sido: el nuevo profesor de Transformaciones y, por supuesto, el Jefe de Casa de Gryffindor. Bien, hizo lo que mejor le pareció y otorgó ambos puestos a un viejo Gryffindor desocupado, Sirius Black.
Durante la guerra, Harry Potter logró atrapar a Peter Pettigrew, demostrando así la inocencia de su adorado padrino. La noticia fue recibida con incredulidad en la comundidad mágica del mundo entero, ya que Black era probablemente el asesino mas temido despues de Lord Voldemort. Pero poco a poco, los ánimos se fueron calmando y la mayoría de las personas que se lo encontraban por la calle o en alguna misión, le ofrecían sus más sinceras disculpas por haberlo considerado culpable durante tantos años.
Volviendo a Harry Potter, se encuentra en este momento en su mesa de Gryffindor, esperando la Selección de los ingresantes, el discurso de la nueva Directora y el Banquete de Inicio de Curso. Se siente melancólico, es su último año en el colegio y algunos de sus viejos compañeros ya no se encuentran allí, a causa de los deatheaters.
Los alumnos de primer año forman una fila frente al taburete que Snape coloca, mientras sostiene el Sombrero Seleciconador en sus manos. La cara de disgusto del Profesor de Pociones es evidente. No le gusta estar haciendo ese trabajo, pero lo que mas le disgusta es compartir ese y quien sabe cuantos años mas, con Remus Lupin y Sirius Black. Harry se siente observado por el hombre, le dedica una de sus mas burlonas sonrisas, y continúa su conversación con Hermione.
Además del fin de la guerra, muchas otras cosas han cambiado, entre ellas, los chicos y chicas...ya no son niños, y se ve a simple vista. Harry Potter ha crecido varios centímentros y, a causa de sus entrenamientos para enfrentar al Lord, ha desarrollado una buena musculatura, aunque no demasiado prominente.
Ron Weasley es el joven mas alto del Colegio. Su cabello sigue tan rojo como el fuego y sus pícaron ojos celestes brillan mas que nunca, sobre todo cuando está creca de Hermione, su amor. La chica sabelotodo, si bien sigue siendolo, tambien es notorio que ya es una mujer. Su cuerpo se ha desarrolado completamente y su figura es envidiable, con curvas increíblemente perfectas.
Ginny Weasley está rozando la perfección de su amiga, sólo que aún conserva algunas características de niñez en su rostro. Algo que, todos sospechan, nunca se disipará. Neville Longbottom resultó mas inteligente de lo que todos creían. Luego de que su abuela confiese que le había aplicado un hechizo para que no recuerde la tortura de sus padres (que fue llevada a cabo frente a el), restauraron por completo el error de la señora, y luchó fervientemente en la guerra, codo a codo con Harry Potter. Por supuesto, su popularidad aumentó desde entonces y recibe tantas cartas de admiradoras como el heroe de la comunidad mágica.
La Selección comienza y los murmullos aumentan. Entre todos los niños de primer año hay una figura que sobresale. Una adolescente, de mas o menos 17 años, de incomparable belleza. Facciones delicadas y aristocráticas, ojos azules, cabello dorado, que cae completamente peinado hasta el final de su espalda, curvas delicadas, contextura pequeña, la altura justa para no ser ni alta ni petiza y no sobrepasar a su novio o marido. Su rostro....imperturbable. Consciente de que todas las miradas estaban puestas en ella, solo levantó la abeza en señal de orgullo y esperó a ser llamada por el Profesor Snape. -Avery, Lizeth. –dijo el profesor sin entusiasmo.
La joven se deslizó hacia el taburete como si flotara, con una gracia sólo comparable con la de Draco Malfoy. Se sentó como si fuera un trono y se colocó el sombrero en la cabeza, mirando al frente y sin esbozar una pequeña clave de su personalidad. El sombrero pareció debatir durante bastante tiempo, lo que no era muy común. Luego de 15 minutos de estudiar su mente, gritó algo que muy pocos imaginaban.
Gryffindor. Esa extraña muchacha iría a Gryffindor. No se sabía si estaba alegre, triste, desilusionada, enojada, o que. Porque así como se sentó en el taburete, se puso de pie y caminó a la mesa de la casa que le había tocado. Se sentó en un espacio junto a Parvati Patil, frente a Lavender Brown, creca del "trío de oro", como solía ser el apodo de Harry y sus dos inseparables amigos. -Hola. –dijo Lavender sonrinedo y extendiendole su mano a la nueva rubia- Mi nombre es Lavender Brown. Cuántos años tienes? -Eh...-la rubia parecía perdida, enfocó su mirada en la Mesa de Slytherin y algo desde allí hizo que su rostro se tense por unos segundos. Ignoró la mano que le era ofrecida y, con un aire de superioridad se puso de pie, para dirigirse a la punta de la mesa, donde no había mas que pequeños estudiantes de primer año, que estaban tan entusiasmados mirando los fantasmas, que no se iban a percatar de su presencia. -Quien se cree que es? –dijo en tono compungido la ingorada. -No lo se, pero que se muera. –apoyó Parvati -Ya no tendrá posibilidad de llevarse bien con nosotras. -No sean tan duras –dijo Hermione en tono conciliador –Tal vez....er...sólo este abrumada por empezar en un nuevo colegio y.... -Oh Hermione! Por favor! –Ron desechó su idea –No escuchaste su apellido? Avery...hija de deatheaters, que esperas? Que sea una niña buena?
Antes de que Hermione pudiese contestar, la Directora del Colegio comenzó su discurso. Como todos los años, informó las reglas generales, dispuso los horarios de las pruebas de Quidditch, nombró a los nuevos profesores y luego les recalcó que la alumna nueva venía de intercambio de Durmstrang, para finalizar sus estudios en Inglaterra y que esperaba, la hagan sentir como en su casa. A lo que Lizeth Avery respondió con una inclinación de su cabeza hacia la Directora.
Finalizado el banquete, Hermione, la Prefecta de Gryffindor se puso de pie, guiando a los estudiantes a la Sala Común. Como estaba sentada en la punta, Lizeth fue la primera del grupo, caminando detrás de la chica y sus dos inseparables amigos. Pero al salir del Gran Salón, un tirón en su brazo derecho hizo que se aparte de los demás. -Que demonios hiciste? Por que el estúpido sombrero te mandó a Gryffindor? CONTESTA! -Er....no lo se....juro que yo no.... -MIRAME A LOS OJOS CUANDO ME HABLAS!
La presión en su brazo se hizo mas fuerte, haciendo que suelte un pequeño grito de dolor. Sus ojos aún eran inexpresivos, pero su rostro estaba contorsionado, sentía la varita de el muchacho en su cuello, a punto de lanzar un maleficio. -DEJALA MALFOY! –gritó Harry, provocándo el silencio absoluto en el pasillo, recibiendo toda la atención de los estudiantes. -No te metas en lo que no te importa, Cabeza Rajada. –respondió Malfoy arrogantemente y arrastrando las palabras. -Me importa, porque no tienes derecho a tratar así a nadie, menos a una Gryffindor. Sueltala! -No te metas Potter –repitió Malfoy –Es MI prometida, no la tuya. Yo le hablo como quiero, la trato como quiero y no veo que se este quejando! -Sea lo que sea no puedes..... -Dejalo Potter –habló Lizeth por primera vez –Draco tiene razón. Esto no te incumbe. -Pero... -Ya la escuchaste, Potter –escupió Malfoy y luego se dirigió a su novia –Vete. Mañana hablaremos despues de desayunar. -Como prefieras.
Lizeth Avery se unió a los demás compañeros de su casa para continuar el camino a la Sala Común. Un muchacho se paró a su lado, mirandola con pena, comprendiendo lo que sentía. -Estás bien? –preguntó tentativamente, luego de haber entrado a la Sala Comun, Neville Longbottom. Ella sólo asintió. –Mi nombre es Neville. No deberías dejar que te trate así. Nadie tiene derecho a tratar de esa forma a una mujer, y menos a su prometida. –Ella sólo se encogió de hombros. –No vas a hablarme? –Negación. –Por que? Es por Malfoy? Es un idiota engreído y... -Escúchame bien, porque no voy a repetirlo. –dijo Lizeth con el tono mas frío que encontró en su repertorio –Y comunícaselo a los miembros de esta casa. No voy a hablar con ninguno de ustedes. No se por que el Somrero me mandó aquí cuando debería estar en Slytherin. No se por que todo el mundo se empeña en hacerme ver como una desvalida. Draco Malfoy es mi prometido y no voy a permitir que hablen mal de el en mi presencia. Entendido? Dejenme tranquila y no tendrán problemas. De lo contrario, atengase a las consecuencias.
Dicho esto, la rubia dio media vuelta y entró al dormitorio que Hermione le indicó era el suyo. Para su desgracia, lo compartía con la Prefecta y esas dos chicas parlanchinas que habían intentado hablarle durante el banquete. Luego de acomodar sus cosas, cuando estaba a punto de acostarse, una lechuza negra, tan negra que se confundía con la misma noche, golpeó con el pico la ventana.
Lizeth se puso de pie y tomó la carta. Desplegó el pergamino. Lo leyó, impasible, como si no dijera nada, pero sus ojos se cerraron al terminar, y así se mantuvieron por un buen rato, hasta que alguien la sacó de sus pensamientos. -Está todo bien? –preguntó Hermione. -NO! CLARO QUE NO ESTA TODO BIEN! NADA ESTA BIEN! NO TENDRIA QUE ESTAR AQUÍ! POR QUE NO PUDE QUEDAR EN SLYTHERIN? TENGO QUE ESTAR RODEADA DE GENTE QUE NO HACE MAS QUE MOLESTAR CON PREGUNTAS ESTUPIDAS Y SIN SENTIDO!! ESTOY BIEN!!! YA DEJEN DE MOLESTARME!!

Si les gusta y quieres que la continue....ya saben...dejen reviews!