La pesadilla de Taiga

Resumen: Kagami tiene la peor de las pesadillas, lo que acarrea a que ame aun más a su esposo.

Convocatoria del grupo Aokaga de face

Marzo de drabble

Categoría: KNB

Personajes: Aomine Daiki, Kagami Taiga.

Géneros: Humor, Romance.

Advertencias: Mpreg

Clasificación: NC-17

Completo: Sí

Capítulos: 1

Disclaimers: Los personajes de este fic no me pertenecen.

Se sentía hinchado, cansado, quejumbroso y somnoliento. Le dolían los pies, su espalda estaba casi partida y no podía respirar con facilidad. Las últimas noches habían sido terribles, por que el peso extra en su vientre lo incomodaba en cada maldita posición que tomaba.

-Taiga, deja de moverte –le dijo su esposo acostado a un lado. Le dieron ganas de golpearlos, el muy desgraciado dormía plácidamente mientras su hijo no lo dejaba en paz.

-Estoy incomodo, Daiki –dijo con ironía.

-Pero mañana tengo que trabajar, así que debo dormir, recuerda que si no trabajo no comemos.

Taiga sintió que la sangre le hervía. ¿Cómo se le ocurría al idiota de Daiki decir algo así?

Se levantó para tomar un vaso de agua, quizás así se calmaba él y su bebé, pero no pudo hacer más que ponerse de pie cuando la primera contracción lo atacó. Se dobló sobre sí mismo y dio un pequeño grito.

-Aomine, me duele.

-¿Estas con dolores? ¿Va a nacer?

-¡Date prisa y deja de preguntar estupideces!

Aomine se puso de pie rápidamente y corrió a ayudar a su pareja.

Kagami sentía que se estaba muriendo, los dolores eran demasiado, estaba partiéndose por la mitad, no era capaz ni siquiera de caminar.

Aomine le ayudó a ponerse de pie, pero Kagami no podía ponerse derecho, Daiki decidió entonces tomarlo en brazos y casi correr con él al auto para llevarlo al hospital.

-Apúrate, por favor –dijo el pelirrojo agónico en el asiento trasero mientras Daiki encendía el motor.

-Aguanta, ya vamos en camino –dijo nervioso.

-No aguanto, me duele –estaba bañado en sudor, cada vez las contracciones eran más fuertes.

Aomine llegó en menos de seis minutos al lugar, había llamado a su médico desde el auto para que lo estuvieran esperando.

Cuando llegó por fin un grupo de enfermeras le ayudo a poner a Taiga en la camilla y llevarlo a la sala de operaciones.

-Vamos, Kagami-san, queda poco –dijo su medico ubicado entre sus piernas-. El canal está completamente dilatado, tu bebé ya viene.

-¡Me duele!

-¡Taiga!

El pelirrojo abrió los ojos y se vio en su habitación, cubierto en transpiración con un preocupado Aomine a su lado que lo miraba algo asustado.

-¿Qué pasó? –dijo agotado-¿Ya nació el bebé?

-No, aun no…

-Pero estaba con contracciones –dijo palpándose el vientre viéndolo plano.

-¿Qué te buscas, idiota? –preguntó el moreno cruzándose de brazos.

-¿Y el bebé? –la pregunta no era para nadie más que para sí mismo.

-Está aquí, bastardo –dijo el moreno apuntando su abultado vientre.

-¿Me quitaste a mi bebé? –preguntó divertido, dándose cuenta que todo no era más que un sueño-. Lo siento, creo que tuve una pesadilla.

-Sí, de eso me di cuenta –dijo acostándose nuevamente y apoyando la cabeza en el pecho su esposo.

-Lamento cuando te grito, no es mi intención.

-Lo sé…

-No, no lo sabes. De verdad, nunca te haré sentir mal –dijo levantando la cara de Daiki para besarlo-. No sabes cuánto te amo y lo feliz que estoy por el bebé.

-Lo sé, tonto… ahora duerme, mañana tienes que trabajar.

-Tomaré el día libre –dijo acomodándose más-. Te queda poco y no quiero que te levantes, así que mañana haré todo y te consentiré.

-Bueno… por fin aprendiste a tratarme por lo que valgo –dijo divertido el moreno.

-Eso y más –dijo dejando un nuevo beso en la boca de quien más amaba.

Fin

.