Capítulo 1

Las noches en Ooo solían ser muy tranquilas, había excepciones, en los que salían algunos altercados, en donde Finn y Jake tenían que hacer función de su papel de héroes, sin embargo, y por lo general, Finn siempre pasaba una tranquila y placida noche.

Ya había pasado la etapa en la cual creía y le horrorizaban los cuentos de terror y maldiciones que le contaba Jake, busco una explicación más razonable, tampoco encontró posible que un mago se hubiera metido a su casa, la dulce princesa se había encargado de ponerle unas muy buenas barreras contra ellos, los gusanos ya no se habían vuelto a ver en ese lugar, desde aquella vez que se encargaron de rey de los gusanos, tampoco era posible que se tratara de Jake, como tantas noches, él se había ido a pasarla con Arcoíris, y Bmo, ¿dónde carajos le dijo que iría?, ¡Maldición!. Se le habían acabado las opciones.

Todo lo que podía hacer, era escuchar, escuchar como las gotas de lluvia caían sobre el techo,escuchar como algún relámpago hacía eco al caer a la lejanía, y sobre todo, escuchar lo agitada que estaba su respiración.

Comenzó a desesperarse, ni con toda la fuerza de voluntad que lo caracterizaba podía lograr algo, ni un milímetro se movió, y a eso agregándole el hecho de que no podría abrir los ojos, le sumaba más frustración al asunto, si por lo menos pudiera ver lo que estaba pasando, encontraría alguna manera de salir de la situación, pero no, ahí está sin poder moverse, y con la ignorancia del porqué, de pronto, como si le hubieran leído el pensamiento, pudo mover su cara, que hasta hace un momento, le era imposible, abrió sus ojos lentamente, como preparándose mentalmente para lo que estuviera haciendo que no pudiera moverse, la negrura de la noche domino por un momento, hasta que sus ojos se adaptaron y puedo observar con mayor claridad, lo primero que vio, fue el techo de su habitación, bajo poco apoco la mirada, recorriendo hasta el más mínimo detalle, buscando indicios de "que" o "quien" fuera responsable, hasta que llego al pie de su cama, sintió como la sangre se le helaba al ver esos destellantes ojos rojos.

Deacuerdo, tal vez, aun, le aterraban las historias de fantasmas y maldiciones, y más, si era el responsable de su inmovilidad, por un instante, la voz se negó a aparecer, su garganta se cerró por completo, ¡maldición!. Volvió su mirada hacia la mesita al costado de su cama, pudo ver el filo de su espada, tan cerca pero tan lejos, nuevamente hiso el intento de moverse, pero le fue imposible, si tan solo pudiera tomar su espada, ¡maldición! ¡Maldición! ¡Maldición!, apretó sus dientes y los rechino ante la frustración.

La piel se le erizo cuando escucho que la madera del piso rechinaba, esa cosa se le estaba acercando más, volvió a mirar la intensidad del fulgor de esos ojos teñidos de sangre, solo podía ver una silueta, aunque se esforzó por aclarar su vista, no puedo distinguirla, sin embargo, con el destello de sus rojos ojos, bastaba para que intuyera que no iba precisamente a darle una visita social. ¡Maldición! ¡Maldición! ¡Maldición!, los dientes le comenzaron a doler de tanto rechinarlos, sintió la ira recorrer por todo su cuerpo, él era Finn, el héroe de todo Ooo, no cualquier dulce indefenso, sin duda, saldría de ahí, y en cuanto lo hiciera, lo despedazaría y le daría sus restos a los buitres por atreverse a meterse a su casa y ponerlo en tal situación.

La lluvia comenzó a ser más recia, el rubio fijo su mirada directamente hacia la silueta, el miedo ya había pasado, ahora solo quería poder moverse para matarlo, y, de nuevo, el sonido de las maderas rechinando, observo como la silueta se acercaba mas y más hasta que quedo al borde de su cama, haciéndose más visible, Finn no lo podía creer, de todo lo que había creído fuera el causante, ella ni siquiera había entrado en las opciones, habían pasado años desde que había dejado de esconderse en su casa, y hacia un mes desde la última vez que la vio. -¿¡QUÉ CARAJOS SIGNIFICA ESTO!?-. Grito el rubio, lleno de cólera, pero no recibió respuesta -¡CONTESTAME!-. De nuevo, sin respuesta.

Finn sintió nuevamente la punzada del miedo en su interior, esto no se veía bien, nuevamente, intento con todas sus fuerzas moverse, pero le fue inútil, algo le decía que esto no se trataba de una de sus típicas bromas pesadas, regreso a la realidad, cuando ella se subió a la cama y gateo de manera muy sugestiva sobre él, hasta quedar enfrente, cara con cara, la miro directamente a los ojos y lo que vio, le aterro, no había expresión alguna.

Un estruendo se escuchó a lo lejos y el esplendor del rayo ilumino toda la habitación, por ese breve instante, pudo observar con detenimiento las facciones de la chica, y entonces lo comprendió, fuera cual fuera la causa, ella no estaba consiente. En sus ojos esta por completo ausente el destello que presentaba cada vez que se encontraban, ese que reflejaba cariño y alegría de verlo, ella solo lo miraba detenidamente, con la mirada perdida y baga. De pronto, dibujo una sonrisa macabra en sus labios, Fimm vio el brillo relucir de sus colmillos al asomarse por sus labios.

Dejo de respirar cuando ella subió sus manos por su torso, hasta llegar al cuello, donde iniciaba la camiseta de su piyama, para después tomarla y destrozar la prenda, dejando al rubio desnudo totalmente del torso.

-¡MARCELINE!... ¡MARCELINE!...-. Grito fuertemente, para tratar de despertarla, pero de nuevo, no hubo respuesta, cualquier cosa que estuviera pasando, tenía que hacer algo, y rápido, reconocía perfectamente lo que significaba esa sonrisa.

Marceline volvió su mirada perdida hacia el pecho de chico y bajo sus manos hasta el ombligo, con la llema de sus dedos, comenzó a formar pequeños círculos alrededor de este, en suabes y delicados movimientos, después subió enmarcando cada uno de sus músculos hasta sus pectorales , donde planto de lleno sus pequeñas palmas y acaricio lentamente el bien formado y varonil pecho de Finn, el rubio dejo escapar un suspiro, ante el acto, nuevamente se maldijo, después de todo, era hombre, y Marceline una muy bella y sensual mujer, pero el que ella se encontrara en una especie de trance le daba un aire sombrío al asunto.

La vampira bajo hasta su cuello y lamio su piel, como si de un dulce se tratara, Finn se tensó al instante, sabía lo que venía después, su corazón se aceleró y comenzó a sudar frio cuando sintió el roce de los colmillos contra su piel, Merceline levanto la cabeza nuevamente y observo inexpresiva la cara aterrada del rubio. Finn sintió que todo había llegado a su fin cando Marceline sonrió maliciosamente aun perdida en la inconciencia, y bajo nuevamente a su cuello lista para morderlo.

–Veamos de que estas hecho héroe.

Continuara…

Soy nueva en esta sección, pero me encanta Hora de aventura, y fue entonces que me surgió esta alocada idea y no me ha dejado, está revoloteando en mi cabeza y no me deja terminar mis otros fic, lo sé, ya sé que piensan, el primer cap. y ya hay un poco de Lemon, jajaja pues sí.

En fin si les gusto y quieren que siga avísenme, dependerá de la aceptación de ustedes.

Saludos=)