"Te odio, te odio más que a cualquier cosa, te odio porque no eres capaz de verme solo a mí."
El odio que siento por Misaki me está consumiendo, soy consciente de ello, pero ¿A quién le importa? Escogí este camino porque así lo deseo y -es que por más que lo desee- no desistiré hasta dejarle en claro todo el odio que siento.
Todos los días era lo mismo, "Mikoto-san esto" "Mikoto-san lo otro" ¿Qué demonios hacía el Rey Rojo entre nuestros momentos de intimidad? Porque eso era, los momentos en los que estábamos solos eran solo de nosotros, o eso era hasta que él apareció.
Mi odio se hace cada vez más grande hacía todo, hacía todos, hacía Misaki. ¿Por qué tiene que mover el rabo por él? ¿Qué tiene él que no tenga yo? Ese pensamiento es consumista, pero al fin de cuentas es mío.
Decidí dejar a esa bola de delincuentes, había decidido dejar a Misaki. Yo no pertenecía a ese lugar, solo estaba ahí por él, pero, desde que me adentre a ese mundo desaparecí de la vista de mi amado Misaki Yata.
Misaki, Misaki, Misaki. ¿No escuchas que te hablo? No, no lo haces, todos tus sentidos están cegados por él, ese maldito Rey Rojo que te encanto con sus delincuencias.
Te odio, te odio, te odio sobre todas las cosas, quiero que mueras, quiero que lo único que tus ojos vean sea a mí y, aun si es de esta forma seguiré haciéndolo.
De nuevo nos encontramos tu y yo, ahh~ es tan divertido ver cómo me maldices, la forma en la que me ves, es tan satisfactorio escuchar cómo me llamas "traidor". Si, te traicione, te deje, lo hice porque solo así te dignarías a mirarme, me observarías justo como ahora.
Tu mirada esta fija en mí, soy lo único que capta tu atención y aun así, el odio sigue creciendo dentro de mí.
Mi~sa~ki~ -susurro con burla, veo como tu ceño de frunce con facilidad, ese rostro lleno de odio es el que tanto amo, es el que tanto odio. Lo amo tanto como te odio a ti.- Ven por mi~
Esas fueron mis últimas palabras, deje que los recuerdos del ayer se hundieran en ese odio, mi sonrisa sádica aparece y el deseo de que hundas conmigo en las profundidades del odio crecen.
Haré que me odies de la misma forma en que yo te odio. Haré que solo la ira sea lo que una, el odio es lo único que puedo tener de ti y será lo que aproveche hasta que te consumas a mi lado.
