DISCLAIMER: Dragon Ball y sus personajes pertenecen a Akira Toriyama
Celos
Él era poderoso. No. Él era el más poderoso de todos. Era el descendiente de un largo linaje de seres tan terribles como omnipotentes que hacían temblar hasta al más valiente.
Era tan poderoso que bastaba un movimiento de su mano para destruir un planeta entero. Bastaba un solo asentimiento suyo para crear un imperio. El suyo sería un imperio glorioso y aterrador, que tendría como eje su temible poder, para desde allí, dominar el universo entero.
En su forma más perfecta era un demonio salido directamente desde las peores profundidades del infierno; la sola visión de sus ojos inyectados en sangre hacían que el miedo corriera, paralizante, por tus venas.
Pero no era solo eso. También era inteligente, brillante. Un estratega de excelencia con un enorme ejército de desalmados asesinos fieles a cada uno de sus pasos: la combinación más peligrosa de todas.
Por todo esto es que no lograba comprender el por qué de su situación.
-Freezer- dijo el Rey Cold en tono tajante- Tu nave está lista para partir, más vale que te des prisa. Cuento contigo para destruir a esos infelices.
ÉL era el más fuerte. El más inteligente. El mayor.
Cooler era todo eso, pero había algo que no era: Cooler no era el favorito de su padre, quien insistía en elegir siempre al inútil de su hermano menor.
