Disclaimer:Todos estos personajes les pertenecen a: Hajime Isayama

Disclaimer 2:OoC. Palabras altisonantes. Travestismo. Violencia. Posibles errores ortográficos. También habrá un poco de Erwin x Eren.


Capítulo 1: ¿Ellen Jaeger?

Aspiró el aire fresco que le otorgaban las amplias ventanas con devoción y maravilla. Probablemente muchos dirían que estaba loco, y tal vez estaba cerca a estarlo. Pero no, estaba drogado. Maldita sea la hora en que se rindió a las suplicas de su compañero de celda y le pidió fumar un porro justo en el día de su audiencia.

Maldita, maldita.

Tuvo suerte. Fue una odisea desplazarlo a un lugar a otro, así que eventualmente comenzó a sentir de nuevo los pies sobre la tierra. Las amplias ventanas volvieron a sellarse con indolentes barrotes, en donde el aire entraba mínimamente. Antes, se hallaba en el paraíso, ahora veía la cruel verdad en donde aquel muro era un impedimento para volver con la persona que más amaba y él.

— Reo con escolta. Abran la reja uno.

Era increíble como poco a poco se había vuelto muy consciente de su alrededor. Pero y es que era un requisito hacerlo. Y más cuando la gente con la que "convives" no tiene nada de santo.

— Reo en pasillo. Abran la reja dos.

El sonido de la puerta lo volvió al presente. Había perdido cuatro años de su vida, y tenía la intención de recuperarlos. Un presentimiento lo llenó. Y él nunca fallaba cuando decía que las cosas serían diferentes esta vez.

— Buenos días.

— Buenos días— estaba sentado en una silla de metal, sentado de manera despreocupada y sin una pisca de aquella sustancia digerida. Una mujer se dirigió a él.

— Dígame su nombre para las actas.

— Levi Ackerman.

— Gracias— se acomodó los lentes y lo miró— Señor Ackerman, el propósito de esta audiencia es determinar si se inclinaría de ser liberado, aunque es su primera condena, se le ha implicado aunque jamás sentenciado a 15 cargos de fraude y abuso de confianza. ¿Qué tiene que decir a su favor?

Todo quedó en silencio.

— Como ya lo dijo, jamás me condenaron— se limitó a decir.

— Queremos que nos aclare otra cosa— habló un hombre de edad promedio al costado de la mujer de lentes— ¿Tuvo algún motivo para cometer este crimen o fue que simplemente lo descubrieron esta vez?

— Mi esposo me abandonó— confesó— estaba molesto. Fue un impulso autodestructivo.

Ellen Jaeger, hace un mes le entregó su carta de divorcio.

— ¿Perdón…?— estaba claramente confuso. ¿Quién carajos es Ellen?

— ¿Alguna objeción? — la señora bajo su lentes, examinándolo. Él no se amedrentó.

— …No, prosiga, por favor.

— Muy bien— concluyó— De ser liberado. ¿Cree que se dejaría vencer por un impulso parecido?

— Me abandonó una vez, no lo hará de nuevo.

— Señor Ackerman, ¿A qué se dedicaría si lo liberarán?

Pese a que Levi no respondió de inmediato, una imperceptible sonrisa ya se había colgado en sus finos labios.


Solo habían pasado cuatro años, pero cuando abrieron el portón sintió desolación. La más grande de todas. Porque pese a que no había visto nada aún, solo con mirar el cielo pudo diferenciar el día gris en el que entró a aquel lugar y el cielo despejado de ahora, que le recordaba tanto a los ojos de Eren.

Le habían aceptado su petición de libertad condicional. Salió llevando un sastre negro, el cual fue el más caro hace cuatro años atrás. Actualmente era seguro que hubieran diseñado mejores modelos. Ah, y por supuesto, su anillo de matrimonio en la mano.

Cuanto deseaba tener ese cuerpo bajo suyo. Cuanto lo extrañaba.

Como supuso, nadie fue a recibirlo. La esperanza de que estuviera Eren allí se habían desvanecido un mes atrás cuando firmó el acta de divorcio y fue libre. ¿Por qué lo había hecho?

Levi jamás lo olvidaría, por que olvidar implicaba borrar todo el amor que sintieron, los recuerdos. Él no se calificaba como una persona masoquista. No, claro que no. Pero realmente tampoco se había resignado a perderlo. Él nunca perdía. Porque Eren era suyo, no importa cuán grande sea su odio por él ahora, él lo besaría cuantas veces sean necesarias para que recordara a quien le pertenecía cada latido de su corazón.

— Oh, Darling. Es una alegría verte de nuevo. ¿Mikasa está enterada? — era la dueña del hotel más lujoso del estado. Cuando su estadía comenzó a ser frecuente años atrás, Bertha comenzó a tener afinación con los Ackerman hasta llegar a considerarles sus propios hijos. Con el tiempo, dejo de cobrarles el hospedaje.

— No sé de la mocosa desde que me atraparon— soltó bruscamente.

— ¡Oh! ¡Pero que desagradecida es con su Onee-chan! — se burló. ¿Todavía recordaba ese estúpido título? — ven, te daré la suite presidencial.

— Es demasiado.

— No me contradigas, Levi— reprendió pese a la edad que tenía.

Instalado en esas cuatro lujosas paredes, se permitió echarse a la cama. Tenía algunas ideas para su nuevo atraco, pero Eren no dejaba de rondar su cabeza. Espera, acababa de recordar algo. La señora de lentes dijo: "Ellen" ¿Por qué?

Sonó el teléfono. Descolgó.

— ¿Sí? — habló.

¿Necesitas que te suban algo querido?

— …— dudó en contestar. Hasta que se le ocurrió una idea— Sí. ¿Podrías mandarme una laptop?

¡¿Una laptop?!

— Ajá.

Oh, bueno. — suspiró— solo para mi favorito. Que chico tan raro…— escuchó decir antes de colgar. Rió un poco. ¿Hasta cuándo lo considerará un muchacho?

Minutos después estaba navegando por la basta internet. Buscando en el directorio a Ellen Jeager. Sin embargo, había cientos de ese nombre, así que después de buscar por horas los ojos comenzaron a molestarle. Cerró la laptop y se decidió a dormir, mañana investigaría.

Esa noche no durmió bien.


Las sábanas tocaron el suelo cuando él despertó. Levi sintió las ganas de volver a cerrar los ojos y dormir, pero sus ojos estaban tan caprichosos. Muy despiertos pese al insomnio de anoche.

¿Cuántas veces había deseado esto en la cárcel?

Tanteo la mesita de noche, encontrándose por fin con el control del televisor. Prendió este, todavía con los ojos cerrados y puso el canal de noticias. La voz del interlocutor llenó a sus oídos mientras se cambiaba.

"Después de 25 años, el casino The Golden será demolido en las Vegas. Asimismo, Erwin Smith ha convocado una audiencia en donde hablará sobre sus nuevos planes después de que la demolición sea finalizada. En otras noticias…"

¿Por qué a un nombre de mujer?, se preguntó mientras se ponía la camisa y se la abotonaba. Era tan ilógico. Cuando había visto la orden no se había dado cuenta pero…

Solo tienes que firmar— le dijo el abogado— no creo que sea necesario ver nada. Al final, se casaron por bienes separados ¿no?

¡Claro! Él ni siquiera se había tomado el tiempo de revisarlo. Quiso golpearse pero tampoco es como si hubiera pensado en la posibilidad de que Eren se cambiará de nombre y menos uno de mujer. ¿Por qué hacer tal cosa?

¿A caso lo había dañado tanto que había preferido que no le fuera fácil buscarlo?

El sonido de la puerta lo hizo volver al presente.

— Pase…— concedió. La puerta se abrió descubriendo a la señora Bertha con un porta-traje— tienes a toda una legión de asistentes bajo tu mando. ¿Tenías que venir tú? — la mujer frunció el ceño.

— No seas malagradecido, Levi—contestó cruzando los brazos— quería ver a mi invitado especial, ¿Algún problema?

— Pensé que en una de estas habitaciones se hospedaba el irreverente Mick Jagger. — ella hizo una ademán de despreocupación.

— Tú eres especial para mí— finalizó mientras abría la bolsa en donde aparecía un increíble traje de noche— ¿Qué te parece? — preguntó con una sonrisa. Levi lo miro imperturbable. Chasqueo los dientes.

— Nada mal. — Bertha bufa.

— Bueno, es lo mejor que puedo sacarte.

— Me iré a cambiar.

— Anda, vaya.

Diez minutos después Levi sale del baño.

— Bertha una pregunta — dice mientras se mira en el espejo— ¿Tienes mí…?— calló al ver lo entretenida que se encontraba Bertha con el televisor. Voltea— ¿Me estás escuchando?

— Sí, sí.— se toca el puente de su nariz. Escucha un grito.

— ¿Qué demonios…?

Entonces lo ve. Una hermosa muchacha caminando al lado de Erwin Smith. Lleva una gran cabellera castaña y unas curvas que harían temblar a cualquiera. Pero Levi no le importa nada de eso. Solo le importan aquellos ojos que hace no más de cuatro años habían sido su vida entera.

Y también está lo del brazalete.

— ¿A que no es bellísima? — le comenta Bertha sin tener idea de nada— A veces suelo fantasear en cómo sería vestirla con todo lo que tengo. ¿Sabías que en mis años mozos quería ser diseñadora verdad? Es una pena que Mikasa jamás le hayan gustado estás cosas…— suspira—Bueno, hijo. ¿Acaso no responderás? Te has quedado paralizado. ¿No me digas que te has enamorado? — levanta el ceño sugerente.

— Bertha— la llama aun mirando la televisión—Tienes mi dinero ¿No es cierto?


Atlántida – Nueva Jersey.

— Fichas, por favor— contestó mientras se prendía un cigarro.

— Claro.

Estaba en el Casino Royale. Había asistido solo con un único objetivo. La mujer se dirigió a él.

— Son 150. ¿Quiere fichas de 25? — le preguntó. Él asintió apagando su cigarro en el cenicero— aquí tiene. Suerte.

— Gracias.

— Entonces— contestó mientras ella movía la paleta— Tiene 20. La casa: 19. Buen inicio…— dijo mientras miraba su reloj— Oh, es hora de mi receso.

— Está bien.

— Buena suerte— fue lo único que escuchó cuando vio como ella se retiraba y venía un hombre muy conocido para él. Casi sonrió.

— Hola, Señor— le saludó sin siquiera mirarlo. Levi se apoyó.

— Hola, Auruo— le contestó haciendo que el hombre casi perdiera los nervios. Habló.

— ¿Cómo me llamó…? Yo creo que se está confundiendo de persona, Señor… Me llamo Matt.

Levi lo castigó con su impenetrable mirada. Frunció el ceño.

— Seguro—contestó mientras se levantaba — está mesa está salada…—comentó remarcando la última palabra. El hombre se demoró un poco en contestar.

— ¿Por qué no va al Caesar? — le sugirió con una sonrisa— Tal vez gane suerte allí. La acción, naturalmente comienza a la una.

¿A la una? — dijo.

— Sí, Señor….

— Bien por ti, Auruo— se despidió murmurando lo último.


— Mierda. ¡Casi me das el susto de mi vida! — exclama.

— Tch.

Estaba en un bar. Habían acordado como se solía hacer en un lugar con cámaras: Sutilmente. Auruo casi había llorado en su pecho si no fuera por el aura intimidante del azabache que lo asustó irremediablemente. Terminó por preguntar por Eren, pensando que lo animaría, pero no. Solo hizo que su mal humor se intensificará aún más. Al final, Auruo se ofreció a pagar todo.

— ¿Y bien? — dijo Levi dejando su copa aún lado— ¿Matt? — se burló ocasionando que escupiera este su bebida.

— B-bueno, no podía trabajar como Auruo. ¿O sí?

— ¿Aburrido entonces?

— Como la mierda. No habido mucha acción desde entonces. — el azabache se llevó la copa a los labios. Se detuvo.

— ¿Sabes dónde está? — le preguntó misteriosamente. Auruo volteó.

— ¿Farlan?

— Sí — el hombre suspiró lamentable.

— No me creerías si te lo dijera…

Continuará...


Nota: ¡Hola! Este es el primer cap de una nueva novela que tendrá promedio de 10 a 15 capítulos. Me encantaría que dejaran su lindo review y eso. ¡Me animaría un montón!

Gracias.

G.P