Este fict lo escribí antes de la cuarta temporada, cuando me retaron a hacer un Foreteen.
Nadie se imaginó luego que los guionistas me copiarían la idea shipper ¬¬ xDD
Pasos en la oscuridad
Siempre
se había considerado a sí misma como una transgresora. Estudiando
medicina en una familia de abogados, viviendo libremente su
bisexualidad en vez de ocultarla, e irse de casa cuando su padre
intentó obligarla a casarse con el hijo de uno de sus amigos "para
evitar las habladurías"
En verdad, nunca le habían
importado esas nimiedades, porque una de sus máximas para la vida
era vivir como si cada día fuese el último -lo que en su caso era
mucho más probable- y sin prestar atención a las tonterías que la
gente dice cuando busca ignorar la viga en el ojo propio.
Por
eso, en ese momento, le parecía hasta graciosa la ironía.
La
transgresión era su karma. Sin querer, había quebrantado la única
regla que él le había impuesto para mantener su relación.
No
enamorarse.
"Todo se complica cuando hay amor de por medio" le había dicho Foreman aquella tarde en el campus, sentados sobre el césped al borde del sendero.
Claro que sabía que era una forma cordial de decirle que no le gustaba. Por eso le agradaba Eric, porque era agudo sin llegar a ser cruel como House. Por eso le odiaba también, en una fusión de sentimientos que le oprimían el pecho cada vez que cruzaban la mirada en la sala de diagnósticos.
No podía evitar sentirse como un objeto al cual se usa y luego se deja tirado, pero tampoco podía evitar responder a las caricias con gruñidos bajos y besos húmedos, o dejar de admirar cómo sus cuerpos se amoldaban de la manera más perfecta posible.
¿Y qué iba a decir? Confesarse, además de ser inútil, significaría la pérdida de aquel dios de caoba al que idolatra secretamente en su corazón, y a viva voz con todo su cuerpo; pero el secreto le ahoga los pulmones y enturbia sus sentidos. La dualidad la divide por la mitad, y jadea por el latigazo que recorre todo su interior.
Se levanta con cuidado del lecho, y da unos pasos vacilantes en la oscuridad. Eric duerme profundo, podría explotar una bomba en la calle, y él no la escucharía.
"Y si una bomba explotara aquí y ahora, mientras hago el amor con él... sería la muerte más dichosa" piensa, apartando una lágrima furtiva con su mano cada vez más temblorosa.
Necesita rodear sus rodillas con los brazos y volver a juntar las dos partes divididas por la incertidumbre. Necesita reagrupar fuerzas, para poder seguir junto a él como si no le importara nada más que el sexo.
Y apartando otra lágrima, sale de la habitación calladamente rumbo al comedor, dejando a Foreman dormir tranquilo.
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Foreman
abre totalmente los ojos ni bien Trece se va de la habitación.
Le
molesta un poco que ella no confíe en él para hablar de su
enfermedad.
¿Por qué lloraría luego de hacer el amor,
intentando que él no se entere de su pesar?
Aunque tampoco puede
saberlo con certeza. Las reglas son claras: no enamorarse, sólo
sexo.
Le gustaría haber recordado eso mientras el mundo no desaparecía alrededor de la sonrisa de Trece. Suspira con pesar, escuchando con impotencia cómo llora quedamente en el comedor.
Se levanta de la cama, y va con decisión hacia la puerta.
Sólo lo separan de ella unos cuantos pasos a través de la oscuridad del pasillo. Espera tener el coraje para darlos.
