Estoy tan al pedo que me dieron ganas de escribir. Es un Oneshot cortito, lo escribí rápido. Espero les agrade, aunque en relidad no dice mucho.

Disclaim: Bleach pertenece a Tite Kubo.


Lo mira y lo mira. Él está de espaldas, pensando en algo, esbozando probablemente un semblante huraño y caminando, hacia algún lugar.

Lo persigue. Lo mira. Lo contempla dándole la espalda. Lógico. Imagina su rostro, imagina sus ojos. Imagina su mirada de chocolate y su boca de miel.

Intenta olerlo. Percibe una ráfaga de perfume que huele a fatiga.

Él camina, va. Ella camina, lo mira.

Extiende su mano; no lo alcanza. Sin embargo, no lo llama. Su corazón se retuerce, sus mejillas se colorean. Lo quiere pero es cobarde. Lo ama pero es estúpida.

Sigue mirándolo. Él se detiene. Da la vuelta y la encuentra: Inoue.

La mira; ella, sonrojada, nerviosa, callada, amándolo compungidamente, alza la mano, lo saluda.

Él le devuelve el saludo, se le arrima. "Hola", "¿qué tal?", "¿qué haces por aquí?", etc.

"Kurosaki-kun", "nada, sólo daba un paseo", "a mí también me gusta caminar", etc.

Él se siente solo. Nadie le llena el alma desde que Rukia se marchó. Orihime lo sabe; no le importa. Rukia se fue, probablemente vuelva dentro de algunos años. Ichigo está triste, nada puede consolarlo. Ni siquiera ella.

Se dirigen la mirada: todo y nada. Amor en los ojos nublados de ella; nada en los ojos café de él. No la ama, sólo la quiere como a una amiga. No obstante ve que ella se preocupa por él, ve que intenta ayudarlo, ve que sabe que él no está bien. Orihime es atractiva, es buena persona. No es lo que espera ni lo que busca. Es una joven, alguien más.

Ella lo sabe pero todavía lo ama. Sabe que él no la mirará de otra manera, sabe que el corazón de él no se detendrá la próxima vez que la vea, sabe que nunca le dirá te quiero. Pero lo ama y no se puede sacar ese amor de encima. La inspira de día, la entretiene de tarde, la mata de noche. Pero le gusta. De eso vive.

Ella sonríe por fuera, por dentro llora. Sonríe; se ha topado con Ichigo y ha compartido un breve momento con él. Llora; se ha topado con Ichigo y no ha compartido nada con él.

Él sonríe. Ella es dulce, le cae bien. Pero no hay más. "Adiós", "nos vemos", "suerte".

"Cuídate, Kurosaki-kun", "te veré mañana" y un te quiero que al final no dice nunca.

Él se va. Camina con las manos en los bolsillos del pantalón, esquivando charcos, dejando atrás a alguien que lo quiere con el rostro sonrojado y las palabras calladas. Piensa en ella; lo siente pero no es su culpa. Algún día Rukia volverá.

Orihime lo ve irse. Sus cabellos anaranjados temblando por la brisa, sus pasos aletargados, su perfume fatigado. Extiende la mano y no lo alcanza. Tampoco lo llama. Lo ama y sonríe.


Ok, me voy a dormir.

Seguidores de Cuidados Sustitutos: el Chapter 4 se retrasará un poco debido a problemas de estudio y otros. La historia no quedará colgada, ¡lo prometo!

Natali.