Declaimer: ni los personajes ni la historia original me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.
Hola, pensaba no hacer más actualizaciones hoy, pero al fin me decidí por subir esta historia.
Es un fanfic que creé hace mucho, cuando Naruto aún no finalizaba, pueden darse una idea de que va a tratar por el resumen, así que deben mantener la mente abierta porque puede que algunos personajes no actúen como se supone deben hacerlo.
Con esto dicho, espero que le den una oportunidad.
Lean, por favor.
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Capítulo 1: El Inicio De Todo I
En el campo de entrenamiento de Konoha se encontraba una silueta descansando a la sombra de un árbol. Era Sasuke, Uchiha Sasuke, un antiguo fugitivo de la ley, un antiguo ninja renegado. Ahora era un shinobi más de la aldea Oculta de la Hoja, un ninja honrado y con un futuro prometedor.
Hacía ya un año que había vuelto a su aldea natal, arrepentido y con remordimientos; librándose de Orochimaru y Kabuto, había decidido dejar atrás la venganza y regresar a su antigua vida. Volvió, pues, a Konoha y pidió perdón. Se disculpó con su sensei, con la Hokage, con los aldeanos, con sus compañeros, con Sakura, pero existía alguien con quien no se pudo disculpar…
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El sol brillaba en lo alto del cielo cuando cuatro siluetas se perfilaron en la entrada principal de Konoha, las siluetas eran extrañas, por lo cual los guardias les salieron al paso.
-¿Quiénes son?- interrogó uno de ellos con desconfianza.
-Tranquilo – esa voz para los cuidadores les era inconfundible, los vieron bien. Sí, era Uchiha Sasuke – venimos en son de paz – alzó las manos.
-¡Uchiha! ¿Qué haces aquí? – le inquirió el segundo personaje.
-Ya les dije que vengo en paz, deseo hablar con la Quinta.
-Ja, ¿nos tomas por idiotas como para dejarte pasar?
-¡Mas te vale que te retires, Uchiha! ¡Los refuerzos ya vienen en camino!
-No me voy a marchar, tengo que hablar con Tsunade.
-Sasuke, ¿quieres que les deje fuera de combate para que puedas pasar? – cuestionó un chico de cabellos naranjas que se veía muy fuerte.
-No, Juugo, recuerda que les dije que no quería problemas, si haces eso, será más difícil que nos crean.
-Pero, Sasukito, te están hablando feo, se merecen un castigo – sugirió con un tono suave y seductor la única chica del grupo: una pelirroja con lentes que ocultaban sus rojizos ojos.
-Karin, he hablado.
-Moo, pero…
-Karin, ¿qué no entiendes lo que quiere Sasuke? pensé que te desvivías por cumplir todos sus caprichos – le dijo en tono burlón el ultimo integrante del grupo, un chico con dientes afilados y cabello azulado – tal como lo hace cualquier zorra.
-¡Cállate Suigetsu! – la joven le golpeó, ante el asombro de los guardias.
-Karin, Suigetsu, compórtense – reprendió Sasuke con un tono frio, para luego mirar a los shinobi – no quiero problemas, solo deseo hablar con Tsunade o con…
-¡Hemos llegado chicos! ¿Cuál es el problema? – un grito familiar resonó en los oídos del Uchiha.
-Tenemos intrusos, Gai-san.
-¿Intrusos? – Gai, el sensei rarito de enormes cejas y corte de lo más extraño miró a los recién llegados, para luego abrir enormemente los ojos – ¡Pero si es…!
-Gai-sensei, deseo hablar con la Hokage. Es importante.
-Sasuke, ¿qué buscas aquí? – queriendo o no, el ninja debía hacer lo mejor para su aldea.
-Por favor, si después de hablar con la Hokage me quieren matar o sacar de esta aldea, podrán hacerlo; solo pido hablar con ella – Maito se sorprendió ante tal actitud, ¿en verdad aquel era el orgulloso Uchiha? No sabía que creer o no.
-De acuerdo, hablaras con la Quinta.
-Pe-pero, Gai-san – empezó un guardia.
-Sin embargo, iras en condición de arresto, al igual que tus acompañantes – señaló el mayor.
-¡¿Qué?! ¡Estarás loco, viejo! ¡No dejaré que me toques! – gritó la chica.
-De acuerdo – Sasuke extendió sus manos y se puso delante del ninja para que lo arrestara.
-Pero, Sasuke…
-Karin, guarda silencio y hazme caso; también ustedes, Juugo, Suigetsu – les miró fríamente.
-Tsk, esto no me parece bueno, pero ya que, el jefe eres tú – se quejó el peliazul extendiendo sus brazos para el arresto.
La pelirroja hizo una mueca de fastidio, pero le imitó. El peli naranja solo siguió a su líder. Los ninja procedieron con el arresto.
-Todo listo, podemos ir con la Hokage – el pequeño pelotón inició su marcha a través de la aldea.
Los habitantes del lugar les miraban a lo lejos con curiosidad. Pero eso no le llamo la atención al Uchiha, sino el estado de destrucción y tristeza que presentaban algunas partes de la aldea. ¿Qué diablos pasó? Por fin, llegaron ante Tsunade Senju, la temida líder de la Hoja. Cuando la puerta de su despacho se cerró, solo quedaron dentro Sasuke y ella.
-¿A qué has venido, Sasuke? Te recuerdo que eres un ninja renegado, perseguido por los agentes de esta aldea. ¿Te das cuenta de a dónde has venido a parar y lo que te espera? – habló ruda y fríamente la rubia.
-Estoy consciente del daño y los errores que he cometido – la Hokage no podía creer lo que el Uchiha había dicho, y en que tono, sonaba arrepentido – por ello estoy aquí, deseo pedir su perdón.
-¿Quieres mi perdón?
-Sí, deseo no solo el suyo, también el de la aldea y sus habitantes, el de mis compañeros, mis amigos y maestros. Deseo volver a ser un ninja de Konoha, yo… – le miró con sus penetrantes y negros ojos – quiero recuperar mi vida anterior – lo dijo con una pequeña y sincera sonrisa.
-Sasuke, ¿qué pretendes realmente? – amenazó la Quinta.
-Tsunade-sama, no miento en lo absoluto, esto es lo que quiero, ya no me apetece seguir siendo un fugitivo. La soledad no es sana. Solo quiero intentar ver el mundo como "él". Si es tan bueno como lo planteaba, estoy dispuesto a renunciar a mi venganza y odio – esto último lo menciono con tanta sinceridad, que ella le comenzaba a creer, no era algo que un jovencito de 14 años pudiese imitar fácilmente – si no me cree, puede ponerme a prueba, sométame a una vigilancia extrema, a un interrogatorio, pregunten lo que quieran. Desea información sobre Orochimaru, se la daré. Desea saber a quienes, como y cuando maté, se lo confesaré, pero, por favor, acépteme de nuevo como un ninja de la Hoja.
¿Qué eran las palabras que Sasuke pronunciaba? ¿Estaba bien confiar en ellas?
El chico había causado estragos al marcharse, y estaba segura que lo de los asesinatos no era una broma. Sin embargo, ella le conocía, sabía que su falta de orgullo Uchiha al decir tales cosas podía ser prueba de la verdad en sus palabras.
-¿Me aseguras que si confió en ti no me fallaras?
-Se lo garantizo.
-¿Sabes que si lo haces morirás?
-Estoy consciente de que tomará sus precauciones.
-¿Qué hay de tus acompañantes? – Tsunade se había puesto de pie y caminaba hacia él.
-Ellos también desean ser parte de esta aldea.
-¿Quieres que acepte a unos extraños? Lo tuyo es entendible, fuiste uno de nosotros, pero ellos…
-No cometerán una estupidez, si lo hacen asumirán las consecuencias. No tiene otro sitio al cual ir – comentó el azabache.
La Hokage lo pensó por varios minutos. Tenía sus dudas, claro que las tenía, pero ahora Sasuke se presentaba de tal manera, con tal honestidad y arrepentimiento que le era imposible pensar que estuviese fingiendo.
Además a él le hubiese gustado que Sasuke fuese parte de la aldea de nueva cuenta.
Él lo habría apreciado.
-De acuerdo, les aceptaré en mi aldea, pero si cometen un error o veo una actividad sospechosa ordenaré que les arresten, ¿estás de acuerdo con ello?
-Sí – Sasuke sonrió de medio lado.
-Bien, por el momento, se quedarán en un edificio para los cuatro, rodeado de algunos ANBU las 24 horas del día, estarán a prueba; también tengo que hacer cierto papeleo, no podrán desempeñar misiones hasta que este 100% segura de su lealtad. Entrenaran con Kakashi y Sakura a partir de mañana, hoy mismo les notificaré la noticia a los altos mandos y a toda la aldea. Más te vale que no me defrauden, Sasuke, o en serio sabrás que es el dolor.
-Confíe en nosotros.
-Lo estoy intentando. Por mientras, ve con Gai un rato, en lo que hablo con Shizune – el chico iba a marcharse, cuando una pregunta le vino a la mente.
-Disculpe, pero, ¿ha dicho que entrenaremos solo con Sakura y Kakashi?
-Así es, ¿algún problema?
-No exactamente, solo que, ¿Naruto no entrenará con nosotros? Usted lo conoce y sabe que se enfadará si se entera que lo ha dejado fuera de esto – una sonrisa asomó por la curvatura de aquellos juveniles labios. Ese cabeza hueca, ya deseaba ver la cara que pondría.
-Sasuke, no puedes entrenar con Naruto – Tsunade caminó y se colocó frente a la gran ventana de su oficina, observando un punto vano.
-¿Por qué no? – la idea de no hacerlo le fastidiaba un poco, una de las principales razones para volver era el hecho de comprobar la fuerza de su "amigo" y compartir momentos con su equipo al completo – sé que le he causado mucho dolor y problemas a todos los miembro del equipo 7, pero he vuelto con la idea de comprobar si el lazo que me une a ellos es suficiente para dejar de lado todo mi odio – Sasuke vio estremecerse a la mujer delante suyo – quisiera…
-Sasuke, tú y Naruto no pueden entrenar juntos, ni pertenecer al mismo equipo, ni pasar tiempo para reforzar lazos – su voz sonaba triste.
-¿Por qué? – necesitaba saber si de verdad era tan importante esa amistad.
-No es que yo tenga un problema con ello.
-¿Entonces? – un suspiro brotó de los labios de la rubia, para luego cerrar los ojos y girarse hacia el Uchiha.
-Sasuke, esto es difícil de decir pero Naruto, él tomó la decisión de marcharse de la villa – el joven se quedó en shock.
-¿Q-qué?
-Hace cerca de dos semanas se marchó – la mujer abrió los ojos de nueva cuenta, esta vez reflejaban una profunda tristeza.
-¿Se marchó? ¿A dónde ha ido? ¿Se fue con ese tal Jiraiya a entrenar? – sus preguntas solo aumentaban el brillo de tristeza en los ojos de Tsunade.
-No, Sasuke, Naruto no se ha marchado con Jiraiya, de hecho, él se fue hace poco de la aldea frustrado, como todos – el azabache comprendía cada vez menos, los ojos de la Quinta le miraron, tenía que confesar la verdad a aquel jovencito – Naruto, nuestro ninja hiperactivo y desastroso se fue de la peor manera.
-¿A caso él murió?
-No, no ha muerto, o al menos no lo estaba la última vez que le vimos – fue donde su escritorio y tomó asiento, mientras le indicaba a Sasuke que hiciese lo mismo en una silla cercana – creo que mereces saber que aconteció aquí hace dos semanas – comentó con resignación la Hokage.
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Es todo por ahora.
Ojalá les llame la atención continuar leyendo. Publicaré el siguiente capítulo lo más pronto posible.
Ah, una última advertencia, esta historia contendrá OC, les prevengo.
Gracias por leer. Hasta pronto.
