Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece, es propiedad de Level-5

Este fic participa en el reto drabble "De la A a la Z" del foro Multifandom is the new Black


Aburrido.

Esa sería la palabra perfecta para describir el evento organizado por el Primer Ministro, donde fueron invitadas las personas de mayor influencia del país prometiendo una cena inolvidable, pero, aun así, él era el único que se encontraba aburriéndose. Yuuto Kidou suspiró, se encontraba sentado frente a una mesa de prolijo mantel blanco y en el centro de este una lámpara en forma de hongo iluminando los platos finos que se encontraban vacíos, al igual que las decenas de mesas en el gran jardín bajo la luna llena.

El Sr. Kidou lo miraba de reojo, finalmente le dio permiso para levantarse y poder pasear un poco el extenso lugar, él asintió, se levantó, dio una pequeña reverencia y se fue a indagar por el jardín.

Aburrido.

Incluso el jardín era así, los rosales y las fuentes no le otorgaban ninguna gracia, las luces brillantes que colgaban por los árboles solo opacaban el pasto verde y cuidado.

El joven de diecisiete años bostezó mientras se dirigía a un pequeño techo de mármol donde alrededor se reunían flores de diferentes colores. Un asiento bajo este, del mismo material, se hallaba con unos insectos, por lo que, con un ademan los ahuyentó para poder sentarse.

Aburrido.

Cuantas ganas tenía el chico de patear un balón de soccer esa noche. Suspiró, definitivamente no era su noche.

Aburrido...

Un ruido se hizo presente irrumpiendo su silencio, eran golpes, golpes conocidos que provenían a sus espaldas. Se giró, vio rodar un solitario balón de soccer por el césped. Se levantó para ir a tomarlo, pero alguien fue más rápido. Una chica de hermoso vestido calipso que contrastaba con su cabello rosa, el cual, estaba medio tomado por un broche de una mariposa. Su rostro no lo pudo ver ya que se encontraba de espalda.

Yuuto se le quedó observando, se le hacía conocida, la chica comenzó a patear el balón con suma destreza, no traía calzado, y por el estado de sus pies al parecer ya había jugado por un buen rato con el balón.

El chico miraba impresionado, aquellos movimientos podían ser comparadas con un profesional. La chica aun no le daba la cara por lo que ella aún no se daba cuenta que estaba acompañada, por así decirlo.

—Increíble...—comentó para sí mismo el antiguo estratega de Raimon.

La chica se detuvo en seco, se giró algo asustada en dirección a Kidou encontrándose cara a cara con el chico. Se miraron por unos segundos que parecieron eternos. La chica le sonrió provocando un leve sonrojo en el estratega, para luego marcharse dejando su balón.

Ojos azules cual cielo, el cual hacía juego con su cabello, el castaño no pudo quedar más hipnotizado.

¿Aburrido?

Con un susurro inaudible dijo el nombre de la chica al recordarla. Una sonrisa se dibujó en sus labios para luego simplemente retirarse, después de todo, seguía siendo una noche aburrida.