Prólogo.
A veces la vida es demasiado corta, a veces demasiado larga, nunca vas a saber si ese desayuno va a ser tu ultimo de tu vida o si esa discusión con tu mamá será lo que provoque un dolor intenso, nadie sabrá cuando será la última vez que salga de casa y cuando veras por última vez a tu padre dándole un abrazo o un toque en la frente a tu madre. Así somos los humanos, vivimos en un mundo donde jugamos a las traes con la muerte y ella nos sonríe como si fuéramos unos ingenuos, claro eso es porque somos unos ingenuos porque confiamos en que no moriremos.
¿Qué pasaría si tú nunca te das cuenta en esa vida que se pierde lo feliz que eras?, ¿Qué pasa si dejas a personas sufriendo por tu vida?, nadie sabrá si moriste sufriendo o si no fuiste asesinada, si a lo mejor te secuestraron por días y tu vida se terminó al estar en cautiverio como un animal enjaulado, eso da miedo, pero espero que en algún momento encuentren a esa persona y encuentre a sus familiares porque duele las desapariciones. ¿Por qué digo esto con naturalidad? Porque yo lo he vivido y he oído cosas, por eso sé que existe un grupo de personas que ayudaran a encontrar la verdad ante un montón de pruebas y podrán armar todo para esclarecer la verdad, pero por ahora no me quiero centrar en mí, así que dejare que la historia se desarrolle poco a poco hasta que en algún momento lleguen a mí y después yo llegue a ellos.
