Disclaimer: Todo lo reconocible de Harry Potter es propiedad de J.K Rowling.
Bueno, esto solo fue un fugaz pensamiento que surgió por un Review lindo que me dejaron en otra historia y aunque no es mucho, espero que les guste :3
Dedicado a: RomFrancesca
Raramente lo escribí de una forma que no suelo hacer y sin dialogo en lo absoluto, en fin, disfruten ^^
Lo prohibido sabe mejor
¿Cuantas veces le habían advertido que no se metiera con ella? Quizás más de las que le gustaría recordar en esos momentos.
¿Cuentas veces la hermana mayor de esa niña lo había amenazado con matarlo si la tocaba? Posiblemente después de eso, Daphne cumpliría sus amenazas.
¿Pero es que en que cabeza cabía prohibirle algo a un Malfoy? ¿A caso no sabían todos que a esos rubios de ojos grises no se les prohibía nada?
¡Lo sabían! Sabían que de tanto decirle que no la tocara, él terminaría loco por ella, deseándola más de lo que jamás llegaría a aceptar.
Besó sus labios de melocotón, recordando cuando Pansy le decía que no se metiera con una mocosa.
Acarició sus tersos e inocentes muslos, recordando cuando Blaise le decía que se metería en problemas y no solo con Daphne.
Le sacó la túnica, recordando cuando Theo le decía que no era correcto meterse con una niña dos años menor que él.
Escuchó los dulces suspiro de la niña. De su niña. De Astoria Greengrass. Se embriagó con su pureza.
Enredó sus finos dedos en la melena castaña y miró fijamente sus orbes como un par de esmeraldas.
La besó una y otra vez, olvidándose de todas las advertencias que le pudieron haber dado sus amigos o conocidos.
En ese momento solo importaban ellos dos, tirados en el piso de ese salón.
Él, como siempre, imponiendo su santa voluntad, saboreando aquello que le habían querido negar.
Ella no se resistía ante él, lo quería, lo admiraba y solamente era una chiquilla enamorada.
Ninguno de los dos tomó en consideración las advertencias, ninguno de los dos se puso limite esa noche.
Ni siquiera cuando un punzante dolor entre sus piernas le recordó a Astoria que esa era su primera vez.
Ni siquiera cuando Draco sintió la tibieza de la sangre de la pureza que acaba de arrebatarle a la pequeña.
Ninguno se detuvo a meditar lo que hacían. Solo siguieron sus deseos hasta las últimas consecuencias.
Embestidas firmes y vigorosas, mordidas en el cuello y una que otra palabrota que solo ese rubio podía expresar.
Gemidos tímidos y un fuerte sonrojo, caricias suaves y palabras amorosas como solo una niña se podía mostrar.
El rubio no dudó y se derramó dentro de ella, con un fugaz pensamiento de que ahora Astoria era de su propiedad.
Mientras la castaña, al sentir la calidez de él en su interior, no pudo evitar pensar que había encontrado el verdadero amor.
Draco sonrió y la besó de nuevo, dispuesto a volver repetir lo anterior y es que no negaría que lo prohibido sabía mejor.
Daphne, Pansy, Blaise y Theo le podían decir una y otra vez que no tocara a Astoria, mientras que él haría oídos sordos y la haría suya cuantas veces pudiera.
Lo mejor de todo es que sabía que ella no se negaría a él, sabía que aunque los demás se la prohibiera, ella siempre sería su niña y quizás hasta mujer.
¿Qué tal les pareció? ¿Les gustó? ¿No les gustó? ¿Me dejan review? ¿Me dan galletitas? ¿Ranitas de chocolate? ¿Cruciatus? ¿Avadas? ¿Algo?
Sé que estuvo raro, pero espera que les gustara aunque fuera un poco ^^
¡Un beso enorme y gracias por leer! ¡Nos leemos! :3
