Adiós mi querido pasado.
Capitulo 1; Una decisión nunca es fácil.
Disclaimer; Los persojes así como los lugares son propiedad de su creadora Rumiko Takashi. La historia es propiedad mía.
Akane aun seguía despierta en la habitación que le habían dado.
Las palabras que Kirin le habia dicho hacia un par de horas no la dejaban conciliar el sueño, retumbando en su cabeza 'El volvera por Kirin, pero no por Akane'. Esas ocho palabras la habían echo entrar en conflicto consigo misma.
Sabia que Ranma buscaría a Kirin para pelear y vencerle. Eso estaba mas claro que el agua. Lo que no estaba claro era si Ranma también le buscaría para recuperarla.
Los sentimientos que Ranma pudiera tener hacía ella no le terminaban de quedar claros. Siempre la atacaba, y como no, ella tenia que defenderse.
Además de todo eso estaban Shampoo, Ukyo, Kodachi, y otras mas que no dejaban de acosar a Ranma, pero eso no era lo que realmente la ponía celosa, era el echo de que Ranma no parecía cooperar mucho con la causa de dejarles bien claro que su prometida era ella.
Y ahora, con las palabras de Kirin todo había quedado un poco mas claro.
Ranma peleaba para ganar. No le interesaban mucho las chicas, por eso no le tomaba gran importancia a las que se habían autodenominado como prometidas. Claro que eso no le importaría mucho si Ranma fuera tan considerado con ella como con el resto de las mujeres.
Parecía que Ranma la veía mas como a una hermana menor, que aun seguía siendo una mocosa a la que se debía de cuidar y poner en su lugar para que fuera por el buen camino.
Estaba segura que no la veía como a Shampoo; una mujer en toda la extensión de la palabra. O como a Ukyo; una hermosa mujer que, además era su gran amiga. A Kodachi realmente no la llegaba a considerar como un peligro para su relación, solo se convertía en un peligro para su integridad física. Estaba segura de que a la chica le faltaba mas de un tornillo.
Y ahora estaba Kirin, haciendo que sus sentimientos hacia Ranma se volvieran confusos.
Siempre supo que se casaría con Ranma, o eso era lo que le gustaba pensar. Le quería, claro que lo hacía. Pero aquella extraña rivalidad que tenían hacia que parte de ella le odiara y deseara golpear su cabeza contra alguna enorme roca.
Y Kirin, estaba convencida de que aquel hombre le quería, sabia que no la amaba como el decía, .levaban un par de días de conocerse y ni si quiera habían tenido una verdadera convivencia mas haya de el desayuno, comida, y cena.
Y si ella lograba corresponder sus sentimientos, no estaba muy segura de querer toda la vida encurtidos. Bien podían hacer para ella otra comida, pero estaba segura de que al Señor Kirin no le parecería que su esposa no cumpliera las normas de Nekonron.
En la habitación de Krin no pasaba algo muy diferente.
No había podido dormir. Y no era debido al dolor de estomago que provoco la comida de Akane. Ni el echo de haber caído al mar y tragar grandes cantidades de agua salada.
No. Su insomnio se producía por culpa de Akane y ese tal Ranma.
Le había dolido demasiado la actitud que Akane había tomado cuando trato de besarla. Había sentido el miedo en el cuerpo de la chica. La sintió temblar por la impotencia que le producía no poder defenderse de cualquier cosa que el le pudiera hacer.
Pero lo que mas le había dolido era el echo de que Akane pusiera todas sus esperanzas en aquel hombre al que ya una vez había vencido.
Sabia que ella quería a su prometido. Todo en ella lo gritaba, y el no podía soportarlo.
Ella se había vuelto su prometida y futura esposa en el momento en el que la mitad del royo cayo en sus manos. Era el destino el que la había elegido para ser su futura esposa. La futura gobernante de Nekonro. Y aun mas importante, en la futura madre de su hijo.
Casi podía imaginarlo. Un pequeño niño de grandes ojos como los de su madre, el cabello de su padre, corriendo por todo el palacio, jugando y alegrándoles la vida a todos en el palacio. Akane y el le amarían, y juntos serian una familia feliz.
Todo eso sucedería, así se encargaría el de que fuera. Nadie le quitaría ese bello futuro que ya podía vislumbrar.
Ni Ranma, ni ningún otro ser en la tierra le arrebataría aquello que por derecho era suyo.
Aun así había algo que no lo dejaba dormir, por lo que se levanto de la cama y salio de su cuarto, caminando sin ningún rumbo fijo.
Lo que vio después de unos minutos de caminar le sorprendió bastante. Akane se encontraba recargada en las escasas ventanas que tenia la nave. Podía ver como gruesas lagrimas caían por sus ojos, recorriendo sus pálidas mejillas, para luego caer al vacío y chocar contra el frío piso.
Quiso ir para ofrecerle algo de compañía, pero no pudo. Tendría que ser Akane el que lo buscara, así lo habían acordado.
Akane tendría que ir por voluntad propia. El no la forzaría. No la obligaría a quererle.
A la mañana siguiente llegaron a Nekonron, donde se realizaría la ceremonia que los uniría para siempre. En donde un camino iba a ser trazado, y otro se iba a abandonar.
Kirin bajo con toda la certeza de que Akane seria suya. Y Akane bajo totalmente insegura de cual era la decisión que debía de tomar.
Nota; Este Fic constara únicamente de seis capítulos, no creo alargarla mas de eso. Los demás capítulos serán lo mas largos que me sea posible escribir para que así los capítulos sean menos.
Cualquier duda, o comentario no duden en decirme ;)
Y a todas aquellas personas que gustan de Harry Potter, mas especifico de la pareja Draco y Hermione lean mi otra historia y dejen sus comentarios.
Gracias!
