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Ante todo quiero advertir que esto es un SLASH, esto significa que habra una relacion de tipo afectivo y sexual entre hombres.
Por lo que los que se sienta ofendido por este tipo de situaciones, les aconsejaria que dejaran de lado este fic.
Todos los personajes de este Fic pertenecen a JK Rowling. Solo hago esto por diversion
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CAPITULO 1
La noche era endiabladamente mas fría de lo que se podía suponer en esta época del año y la tormenta que se había desencadenado era de tal magnitud que hacía temblar los grandes ventanales como si quisiese arrancarlos de los muros mientras el son de las campanas que se alzaba en la torre anunciaron con sus nueve campanadas que la noche se cernía definitivamente sobre Hogwarts .
En medio del parque del colegio, una singular figura se elevaba sosteniendo en su brazos un pequeño cuerpo inerte.
Con paso lento se dirigió hacia la escalinata principal que daba acceso al castillo mientras dejaba atrás muchos heridos y los cuerpos sin vida del los que fueron dos de los mas grandes magos que habían pisado esos terrenos, Albus Dumbledore y el hombre mas temido del mundo mágico, Voldemort.
También sabia que dejaba atrás un reguero de cadáveres y de heridos que habían luchado allí por sus ideales, pero no le importo lo mas mínimo. Sus ojos grises solo observaban la pequeña figura acurrucada entre sus brazos.
Con un suspiro siguió avanzando hacia la escalera apretando suavemente al niño contra su cuerpo mientras recordaba todo lo ocurrido minutos antes. Se sentía muy cansado y preocupado, jamás hubiese imaginado que dos varitas pudiesen estar conectadas... y eso era lo que había pasado. La varita de Voldemort escupió el avada kedavra mientras que de la de Harry salía un hechizo de tiempo. Ambos lucharon por conseguir mantener el control, pero el chico de ojos verde fue perdiendo terreno hasta tal punto que si el no hubiese intervenido el chico hubiese sido alcanzado por el hechizo mortal, y el resultado de todo esto fue una gran explosión donde murió el Lord y donde el gran Harry Potter se había convertido en un chico de unos once años.
No sabia porque había intervenido, ni tampoco porque la balanza había recaído sobre Potter, solo podía recordar la angustia que había sentido al ver como Harry perdía poco a poco terreno frente al Lord y el pánico que lo dominó fue tan intenso que decidió actuar. No quería ni pensar que no volvería a ver esos hermosos ojos verde que tantas veces lo fulminaban al pasar por su lado ni esa sonrisa resplandeciente que aunque nunca era dirigida a el, iluminaba cualquier sala al entrar.
El silencio se fue apoderando del hall repleto de estudiantes cuando hizo su entrada. Todos habían presenciado la batalla final y estaban profundamente asombrados al ver como el heredero Malfoy se interponía entre el señor tenebroso y el chico que sobrevivió salvando a este ultimo de la muerte y aniquilando al hombre que había sembrado el terror en toda la comunidad.
Mc Gonagall se acerco y fijando su mirada en el pequeño cuerpo y pregunto con voz trémula.
- ¿ esta vivo? –
- si – musito Draco Malfoy
En esos momentos aparecieron un numero incalculable de medico magos que se apresuraron a socorrer a los heridos diseminados por todo el parque. Uno de ellos, vestido con su particular bata blanca, se acerco lentamente a el .
-¿me permite? – musito tendiendo sus brazos para acoger el fardo que portaba el Slytherin.
Draco observo por ultima vez el pequeño cuerpo y soltando un profundo suspiro lo deposito con mucho cuidado sobre los brazos que lo esperaban.
- cuídelo bien – murmuro
- no se preocupe señor, estará en buenas manos -
- estoy muy orgullosa de usted Sr. Malfoy, el mundo mágico le estará eternamente agradecido – dijo la profesora Mc Gonagall con una trémula sonrisa – se que el profesor Dumbledore hubiese dicho lo mismo – termino con los ojos llenos de lagrimas.
El chico solo respondió con un ligero movimiento de cabeza antes de marcharse hacia las mazmorras.
Necesitaba estar solo, la explosión lo había dejado completamente agotado y dolorido. Con paso cansado se dirigió hacia su cuarto y después de quitarse la ropa se dirigió hacia el baño para tomar una ducha y así poder relajar esos músculos tensos por tanto drenaje de magia. Sus ojos se fijaron en el espejo que allí se encontraba, podía notar como su cuerpo asimilaba poco a poco la magia que Voldemort había dejado escapar durante su agonía. Fue muy consciente de ese traspaso de poder y ahora solo le quedaba acostumbrarse a el.
Una hora después salió rumbo a la enfermería. Su sola preocupación por el momento era la salud del que hasta esa misma mañana había sido su eterno rival. Conforme iba cruzando los pasillos tanto los alumnos, aurores y demás personas que habían venido de todas partes al enterarse de la noticia lo miraba con reverencia al pasar y los mas atrevidos le daban la enhorabuena.
Una vez llegado a su destino, entro con paso firme. El panorama era dantesco, las camas se sucedían unas a otras con heridos de diferente gravedad.
- no puede entrar aquí joven – exclamo un medico que se acercaba a el con rapidez.
- vengo a ver a Potter – replico la con seguridad que le proporcionaba el saber que había hecho algo bueno por una vez en su vida.
- lo siento pero las visitas no están autorizadas – replico el hombre de manera prepotente
Draco entrecerró los ojos, no estaba de humor para aguantar a un medicucho del tres al cuarto que se creía el rey del mundo.
- mire, he tenido una noche muy agitada y me da igual que las visitas estén autorizadas o no, pero de aquí no saldré hasta que lo haya visto. Por lo que le sugiero que se quite de mi camino –
El hombre enrojeció de cólera, ¿quién se creía que era aquel chico para entrar allí de esa manera?, iba a responder cuando de pronto salió de detrás de unas cortinas la Sra. Pomfrey.
- señor Malfoy, ¿qué le trae por aquí, esta usted herido? –
- vengo a ver a Potter – fue su escueta respuesta
- claro, venga por aquí – la enfermera le hizo señas para que lo siguiese
- Sra. Pomfrey, le recuerdo que el ministerio me ha puesto al mando de esto y que no puede dejar pasar a nadie – dijo el medico con frialdad
- ¿ni siquiera al hombre que a aniquilado al señor tenebroso?-
El hombre palideció visiblemente y con una excusa se marcho dejando al chico con la enfermera.
Harry se encontraba en una sala adjunta a la enfermería, lo acompañaba la profesora Mc Gonagall, Snape que llevaba el brazo vendado y Ninfadora Tonks.
- ¿cómo esta? – pregunto Draco posando sus ojos sobre el cuerpo que yacía en la cama
- bastante bien, gracias a su intervención las lesiones no han sido muy fuertes – dijo Snape – aunque no puedo decir lo mismo de su magia –
Con el ceño fruncido Draco miro a su profesor en busca de respuestas.
- me temo que el Sr. Potter a perdido toda su magia... en una palabra, es un Muggle -
El rubio volvió a posar sus ojos sobre el chico y pregunto.
- ¿y ahora que pasara? –
- nuestro querido ministro piensa que al ser un Muggle tendrá que abandonar nuestro mundo – replico Mc Gonagall con evidente enfado en su voz – todo lo que ha hecho, todo lo que ha sufrido todos estos años para verse tirado como un vulgar perro a la calle. Si Dumbledore viviese esto no pasaría –
- ¿cuándo creen ustedes que recobrara el sentido? –
- ya lo ha hecho Malfoy, pero hemos tenido que dormirlo ya que se ha asustado al vernos. No recuerda nada, ni siquiera que es un mago, bueno, quiero decir que ha sido un mago. Es solo una criatura de once años amnésica-
Draco no podía apartar sus ojos de esa carita angelical. Había sido toda una sorpresa para el cuando al girarse después de haber matado a Voldemort se encontró con la mirada de un niño mirándolo fijamente antes de desmayarse.
- ¿supongo que volverá con su familia? –
- no, nos hemos puesto en contacto con ellos y se niegan rotundamente por lo que Fudge piensa enviarlo a un orfanato –
- ¿no hay nada que se pueda hacer por el? – pregunto Draco que empezaba a crisparse por la estupidez del dirigente del mundo mágico
- lo hemos intentado todo, pero no ha habido manera de convencerlo – replico Snape
- no pienso dejarlo tirado – gruño el rubio – pediré su tutoría
- no creo que se la concedan Sr. Malfoy –
- eso ya lo veremos -
Dos días después, en una sala del ministerio se encontraban reunidos Fudge con sus asesores jurídicos, la profesora Mc Gonagall, Snape y Malfoy con dos abogados.
- lo siento mucho Sr. Malfoy, pero no podemos acceder a su petición. Le estamos muy agradecidos por habernos librados del señor oscuro pero no podemos hacer excepciones. Usted no puede pedir su tutoría ya que es menor de edad y la ley estipula que hasta que usted no cumpla veintiún años no es apto para hacerlo. Además, El señor Potter, al ser Muggle, deberá vivir en un orfanato hasta que cumpla la mayoría de edad requerida para salir de allí, que será cuando cumpla de dieciocho años –
- ¿ y no podría hacerme cargo yo de el ?, aceptaría gustosa ser su tutora – pregunto la profesora Mc Gonagall
- me temo que no señora. La ley es muy estricta y no admite la tutoría en niños Muggles – dijo uno de los asesores – el hecho de que el señor Malfoy sea el que ha derrotado a quien usted sabe le hace acreedor de esa posibilidad, pero por desgracia es todavía menor y no podemos consentirlo –
- ¿entonces si reclamo ese derecho en cuanto cumpla mi mayoría, la tutoría seria aceptada? –
- por supuesto, nadie se lo impediría –
- bien, en este caso esperare –
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- ¡vamos Harry, date prisa o llegaremos tarde! – grito una chica mientras lo arrastraba por los pasillos del orfanato
Harry gruño, no entendía porque su mejor amiga estaba tan entusiasmada por este acontecimiento, aligero el paso y rápidamente ambos se encontraron en la explanada que servia de patio para el recreo.
No era la primera vez que venia un hombre rico al orfanato para hacer un donativo, pero lo que no entendía era porque tenían que estar todos los chicos para recibirle. Si ese hombre tenia que limpiar su conciencia ofreciendo dinero que lo hiciese en privado y que a ellos los dejaran tranquilos. Solo una cosa buena se sacaba de esto y es que el desayuno que iban a tomar ese día seria mucho mejor que el que habitualmente tomaban.
- vamos Harry, no pongas esa cara. Después de cinco años aquí deberías saber que el director no admite que alguno de nosotros no aparezca a recibir a nuestros Mecenas –
- ya sabes lo que pienso de ese idiota, todos sabemos donde va a ir a parar gran parte del dinero que esa persona va a donar – volvió a gruñir el chico de ojos verde
- lo se, pero todavía te quedan dos años para salir y no es conveniente que te enfrentes a el. Sabes al igual que yo que podría mandarte a un reformatorio hasta los veintiún años y no creo que te agrade demasiado –
El chico soltó un suspiro y con resignación se apoyo en una pared a la espera del benefactor.
Faltaba un mes para Navidad y hacia tanto frío que la ropa que le proporcionaban no era lo suficientemente gruesa para calentarlos por lo que todos los chicos se acurrucaban unos contra otros para combatir el frío.
- espero que este sea mas puntual que el anterior, sino el director tendrá que gastarse todo el dinero que recaude en medicina y no creo que le haga mucho chiste –
La joven iba a replicar cuando en ese momento un coche entro por la valla. El director acudió rápidamente hacia el y cuando este paro abrió la puerta trasera para que la persona que se encontraba dentro pudiese salir.
Un hombre joven de porte aristocrático, de cabellos rubios, alta estatura y belleza sin igual salió de el. El director parecía mas servicial que nunca, con energía estrecho la mano enguantada y le hizo señas con la mano para que lo siguiese al interior.
Conforme iban avanzando los chicos habrían un pasillo para dejarlos pasar, el hombre se mantenía erguido y sus movimientos eran tan suaves que recordaba una pantera al moverse.
Todavía no habían recorrido la mitad del trayecto cuando sus ojos se posaron sobre una figura que se encontraba recostada sobre la pared. Se paro en seco y sus pupilas grises se clavaron en las del muchacho que lo miraba con insolencia.
- ¿quién es ese chico? – pregunto al director
- OH!, se llama Potter, es un gran perturbador sabe usted y no se lo recomiendo – dijo el director sabiendo que hoy, el hombre se iba a llevar a un chico del orfanato con el y de paso dejaria un sustancio donativo como lo solia hacer desde hacia cinco años. Se habia apresurado en tenerle todos los papeles arreglados para su llegada y aunque sabia que era ilegal, le otorgaba el derecho de escoger el mismo a su nuevo protegido. De todas forma daba igual uno que otro y no queria de ningun modo que el hombre no estuviese satisfecho de la elección y retirase el donativo - Había pensado que preferiría adoptar a alguien mas responsable y que jamás le causaría problema. Hay una chica llamada Laura que es un verdadero primor, le puedo asegurar que estará encantado con ella –
Pero el hombre hizo caso omiso y lentamente se acerco al chico que sin apartar su mirada del hombre se enderezo y empezó a fruncir el ceño al darse cuenta de que el extraño se dirigía directamente hacia el.
- tu nombre – pregunto el rubio con voz aterciopelada
- Potter, Harry Potter – contesto el chico alzando su barbilla con orgullo
- discúlpeme Sr. Malfoy, pero le puedo asegurar que ese chico no es la persona que le conviene. No tiene modales y siempre esta metido en peleas – murmuro el director intentando disuadir al hombre.
Harry se tenso al escuchar al director. No sabia de que hablaba pero aun así no pudo evitar responder con sarcasmo
- ¿ah, no. Y se puede saber porque. O es que teme que pueda hacerle algo a su invitado? –
- ¡calla desvergonzado!, debería darte vergüenza. El señor Malfoy es todo un caballero, no como tu -
- no por supuesto que no, jamás podría comportarme de esa manera. Parece que se ha tragado un palo de escoba de lo tieso que va – replico con sarcasmo el chico mirando de reojo al rubio.
- ¿¿¿cómo osas insolente???, debería estarle agradecido por todo lo que ha hecho por vosotros –
- señor Bott – susurro el rubio mientras se acercaba al chico clavando sus ojos grises en Harry .
Después de varios minutos en los que ambos se estudiaron con la mirada, Draco levanto su mano enguantada y la poso debajo el mentón del chico para que mirara hacia arriba.
- hummmm ...... veo que Minerva tenia razón – musito para
Harry aparto la cabeza bruscamente zafándose de la mano que lo sujetaba.
- eres mas rebelde de lo que me había imaginado – dijo Draco esbozando una sonrisa mientras el chico le lanzaba una mirada furiosa.
- por algo lo llaman aquí "rebelde sin causa" – replico en aquel momento Clara, la amiga de Harry
Draco alzo una ceja antes de mirar a la chica.
- ¿y tu, supongo que serás su novia, ¿o me equivoco? –
La chica soltó una carcajada antes de contestar.
- ¿acaso me ha visto cara de loca?, es mi mejor amigo pero no tengo ganas de morir joven. Harry es todo menos sociable, dudo mucho que algún día alguien sea capaz de pararle los pies –
- ¡¡¡ CLARA!!! – protesto el chico de ojos verdes
- vamos Harry, no te enfades. Todas las chicas del centro saben que eres un espíritu libre y rebelde y que jamás te dejaras cazar – termino la acompañante del chico – por eso me agrada estar contigo, así evito los moscones –
Clara era muy bonita, sus ojos azules contrastaban perfectamente con su larga cabellera morena y muchos habían intentado salir con ella, pero el hecho de que siempre estuviese con el muchacho mas problemático del orfanato parecía suficiente motivo para que los chicos se alejasen de ella.
Draco no pudo evitar reírse. Nunca hubiese imaginado que el chico que había conocido en otras circunstancias fuese el que tenia enfrente.
- BASTA – grito Harry furioso – he venido por ti a ver ese espantapájaros, pero estoy dispuesto a volver a mi cuarto ahora mismo y dejarte aquí plantada –
- esta bien Harry, no te enfades – replico la chica alzando sus manos en señal de paz.
- ¿bien y ahora que? – Harry se había vuelto hacia el rubio con los brazos cruzados y el mentón alzado en señal de desafío. Por algún motivo desconocido el chico de ojos verde tenia la necesidad de desafiar al rubio que tenia enfrente.
La verdad es que Draco estaba divertido con el Potter que estaba frente a el. El haber vivido en un orfanato había moldeado su carácter de forma muy diferente a como lo recordaba. El chico era rebelde y la mecha de cabello que le recubría parte de la cara le daban un cierto aire salvaje.
- he tomado mi decisión Sr. Bott –
- no hablara en serio, le puedo asegurar que a los dos días se arrepentiría de haberlo escogido – dijo el director con espanto al pensar que el hombre dejaría de aportar su asignación anual al orfanato cuando viese que clase de chico era ese Potter, y el perdería parte de ese dinero que había destinado para comprarse un coche nuevo.
- mi decisión es irrevocable, ¿espero que tenga usted listo los papeles? Ya que pienso llevármelo hoy mismo –
Los ojos de Harry se agrandaron ante la sorpresa. Por lo que había podido sacar en claro el hombre pensaba adoptarlo y eso no lo podía consentir por lo que soltó rápidamente con brusquedad.
- un momento, yo no pienso moverme de aquí. No necesito una familia y solo me quedan dos años para largarme y vivir fuera de este mugroso orfanato, por lo que deberá elegir a otro que de seguro estará mas que satisfecho de que lo adopten –
- eso no lo decides tu pequeño –
- eso lo veremos estúpido engreído ¿que se cree, que por tener dinero puede comprarme? -
Uno de los maestros se acerco con intención de darle una bofetada pero fue impedido por la mano de Draco que aprisiono la del hombre antes de que llegara a su destino.
- déjelo... esto es un asunto entre el y yo –
- vaya, no me esperaba tanto coraje por su parte, ¿o es que el gran Malfoy se siente tan ofendido que necesita demostrar su hombría por si mismo? – dijo Harry con sorna
Los demás chicos presentes empezaron a escandalizarse por las palabras de Harry, nadie había osado jamás hablar en ese tono a uno de los Mecenas y aun menos delante de el director del orfanato.
Draco esbozo una sonrisa y luego con lentitud se acerco a su cara y mirándolo a los ojos susurro.
- ¿acaso dudas tu de mi hombría Harry, o es el miedo el que te hace reaccionar así conmigo? –
Harry frunció en ceño antes de contestar.
- no le tengo miedo, y a diferencia de usted, yo no necesito dinero ni renombre para hacerme respetar – después bajo el tono de voz y con suavidad, haciendo que al director se le erizaran los vellos de la nuca musito con peligrosidad – esta usted sobre un terreno resbaladizo, yo primero actúo y luego pregunto –
- seria interesante una lucha cuerpo a cuerpo contigo... tu y yo solos – dijo el rubio sin inmutarse por la velada amenaza del joven de emprenderse a golpe con el si hiciese falta.
- ¿y todo esto por su hombría? – dijo alzando una ceja y con cierta burla en su voz el chico de ojos verdes – si he de serle sincero me importa muy poco su hombría y no suelo batirme a menos que sea por algo que valga la pena y no por una idiotez como esa –
- ¿entonces puedo suponer que vendrás conmigo sin armar un escándalo? –
- no – fue la respuesta tajante de Harry
- bien entonces quizás te pueda convencer de otra manera – respondió Draco acercándose a su oído para que nadie oyese lo que tenia que decir – sabes, seria una lastima que el orfanato perdiese a sus Mecenas, la mayoría son muy buenos amigos míos y me deben muchos favores –
Un escalofrió recorrió el cuerpo de Harry, sabia que aunque el director se quedaba con parte de ese dinero, muchas eran las necesidades cubiertas con lo restante. Recordó su primer año allí, el frío era insoportable por las noches ya que no había dinero para calefacción y gracias a esos Mecenas hoy por hoy, podían dormir con una temperatura adecuada y mantas muy mullidas.
El chico de ojos verdes miro al hombre y con la mandíbula apretada dicto su propia sentencia ante el asombro de todos.
- esta bien, me iré con usted -
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