Disclaimer: nada de lo que reconozcan es mío. Si así fuera, Gaara sería protagonista xD


- Eres molesta…

La chica abrió los ojos y solo pudo observar el techo de la habitación. Perezosamente se levantó y caminó hasta el baño para mojarse un poco la cara. Agotada, vuelve a la comodidad y abrigo de las mantas para quedarse mirando al pequeño bulto que se acurruca a un lado, buscando protección y calor.

- Genial – suspira cansada- Son las 4:30 de la madrugada y he vuelto a soñar con él- Estirando un brazo, atrajo a la pequeña masa que descansaba a un lado de la cama. La abrazó más contra sí y besó cariñosamente su cabeza para volver a los brazos de Morfeo, le esperaba un largo día, si es que no se arrepentía, a última hora, de sus planes.

*o*

7:30 de la mañana y Sakura no entiende como se pudo atrasar de esa forma si cuando apagó el reloj despertador eran apenas las 6:15, cerró sus ojos y a los segundos tenía una masa que saltaba de un lado a otro en la cama, despertándola finalmente de su letargo solo para mirar, horrorizada, que el tiempo había avanzado en cámara rápida y eran las 7:25 de la mañana.
Corriendo de un lado a otro, terminando de arreglarse, de servir el desayuno y arrojar la ropa sucia hecha un ovillo en quien sabe donde, tomó las llaves del apartamento y las del auto y salió del lugar seguida de una pequeña de apenas 5 años que la miraba divertida.

Subieron al auto y una vez se hubo asegurado que la niña estuviera bien segura en la silla para niños en el asiento trasero partió rumbo a su destino, dando gracias a un dios en el que no cree por haberle dado todos los semáforos en verde.

*o*

-8:15, le dije que el horario de entrada era a las 8:15 – hablaba una mujer de busto exuberante y largo cabello rubio a una asistente que por temor a aumentar la ira de su superior solo asentía una y otra vez – son las 8:25, cuando Sakura ponga un pie en esta oficina se las verá conmigo…

- Ya vine, lamento el retraso…- "saludó" con dificultad la muchacha de rosado cabello, poniendo siempre delante de ella a la pequeña niña.

- Como osas llegar a esta…- se cortó la mujer al ver a la niña. Sonriendo abrió sus brazos y esperó a que la pequeña corriera hacia ella para abrazarla- ¿Cómo ha estado esta pequeña, Sakura?

La pelirosa sonrió con suficiencia, siempre había sabido como calmar la ira de su tía, a pesar de que las collejas de Tsunade eran bastante conocidas por mucha gente.

-Bien, ya sabes. Jugueteando por aquí, haciendo maldades por allá y aprendiendo gestos de su tía Ino- suspiró con una sonrisa- estoy nerviosa…-soltó en un susurro. Tsunade simplemente la observó y le envió una mirada tranquilizadora.

- Estará bien, Akari* es una muchachita muy inteligente y por lo que sé, sacó el carácter de su madre, así que no hay que temer porque puedan pasarla a llevar – habló alegremente la rubia, acompañando sus palabras siempre por el lenguaje de señas- Ahora tu ve tranquila a tu trabajo en este hospital y yo me encargo de llevar a Akari al piso donde adaptamos la escuela para los niños.

Sakura agradeció a su tía con un largo abrazo y luego se despidió de su hija, su tesoro, su luz* para dirigirse a su puesto como enfermera en el hospital central. Si bien en un principio había rechazado la oferta de trabajo de su tía, terminó accediendo gracias a la insistencia de esta y a la gran idea de crear, en uno de los pisos, una pequeña escuela para los niños que se atendían en ese recinto, ya que algunos llegaban a pasar toda su vida postrados en las camillas.

*o*

Todo el día, a cada hora llegaban pacientes nuevos y Sakura estuvo, a cada momento, corriendo de un lado a otro revisando distintos traumatismos que no le dio tiempo de ir a visitar a su hija. Pero aun así, estuvo tranquila, sabía que la pequeña estaba en buenas manos. Su mejor amiga era una de las enfermeras encargadas de enseñarles a los niños y Sakura estaba completamente segura de que si surgía algún inconveniente ella no dudaría en dárselo a conocer.

- Que agotado es todo esto.- soltó mientras recuperaba su aliento- ¿todos los días es lo mismo?- le preguntó a una chica que, al igual que ella, intentaba recuperar un poco de oxigeno.

- Di-digamos que más o …más o menos- contestó sonriendo. Sakura la observó un momento analizando si su dificultad para expresarse era a causa del ajetreo o de un gran problema de personalidad. Optó por lo segundo una vez que terminó su análisis. La chica era guapa, no cabe duda. De hermosos ojos perla y larga cabellera negro azulada que llevaba sujeta en una cola alta, facciones finas y tez pálida adornada con un pequeño rubor en sus mejillas. Era quizá un poco más baja que ella, por cm.

- Soy Sakura Haruno, mucho gusto…

- Hinata Hyuga- completó la muchacha una vez tomo el suficiente aire para no tartamudear- te manejaste bi-bien en todo lo que hicis-te. Si no me informaban que eras nue- nueva, no me lo creo –terminó de hablar sonriendo. Sakura le devolvió el gesto y se quedaron hablando de distintas cosas mientras esperaban a que pasaran los 5 minutos para terminar su turno en el hospital.

*o*

La pelirosa observaba, con una sonrisa en la cara, como su pequeña jugaba con una niña y se veía completamente feliz. Si bien, en un principio le aterraba la idea de dejar a su hija en ese lugar por la tonta razón de que la pequeña nació casi sorda y debían comunicarse con ella a través de leguaje de señas, no estaba segura de si, su pequeña Akari podría adaptarse bien a su entorno. ¡Que tonta fue!. La pequeña, al sentirse observada alzó la vista y, sonriendo, corrió donde su madre que la recibió con los brazos abiertos.

-Te dije que no sería un problema- soltó con burla una chica rubia, vestida con un delantal de enfermara con distintos diseños de animalitos- aquí existen varios niños sordo-mudos con los que Akari puede jugar sin sentirse una completa extraña.

- Gracias, Ino- sonrió a su amiga. A esa rubia cerda la conocía desde que tenía memoria. Fueron juntas al jardín de infante, luego en primaria y secundaria. Ino Yamanaka fue la primera persona en enterarse del nombre del amor de su vida, fue la primera en sermonearla y darle un "te lo dije" cuando el la dejó por una cualquiera, fue la primera en decirle "no vuelvas a caer en su trampa" cuando el muchacho quiso conquistarla de nuevo, también fue la primera en intentar dejar estéril al chico que había echo sufrir a su amiga, su hermana. Y fue la primea en saber que Sakura Haruno estaba embarazada. Fue la primera en darle una cachetada por su estúpido descuido, pero fue la ultima en decirle que se olvidara de su gran amor, Sasuke Uchiha.

- Aun no entiendo porque nunca le dijiste que estabas preñada.

- Embarazada, Cerda. Preñadas quedan los animales. Trabajas en un hospital y no sabes la diferencia – se mofó sin quitar la sonrisa de su cara. La rubia la observó, siempre terminaba saliéndose con la suya y desviaba el tema de Sasuke Uchiha.

- Akari, ¿por qué no le muestras a tu mami lo que te enseño tu querida madrina? – le habló a la pequeña, gesticulando con las manos. La niña rió, miró a su madre y haciendo un perfecto cero con los deditos de una mano, paso por el centro un dedo de la otra mano. Ino estalló en carcajadas mientras Sakura se ponía roja de cólera.

- Cerda, no le enseñes obscenidades a mi hija – amenazó, avivando las risas de su amiga.

- No lo pude evitar jajaja- se excuso tomándose el estómago- es idéntica a ti, tus mismo ojos, tu misma sonrisa, menos el pelo, que lo heredo del padre, claro está y gracias a los dioses que no heredo tu frente- soltó finalmente corriendo por un pasillo mientras era perseguida por una Sakura hecha una furia.

*ooooooooo*
*ooooooooo*

*ooooooooo*

- Ne, Sasuke…dime una vez mas el por qué estamos aquí – preguntó un rubio que apoyaba su cabeza en la mesa y ponía cara somnolienta. Su compañero lo observó con fastidio, cansado de estar en la misma habitación con un inútil como el.

- Porque somos los lideres de la empresa y en pocos minutos comenzará la reunión con los accionistas, Usuratonkachi – luego de mas de 10 años de amistad con ese idiota, Sasuke continuaba preguntándose como es que eran amigos.

- Teme – se enojó el rubio, dispuesto a darle una tunda al moreno justo cuando los accionistas hacían ingreso a la sala de juntas.

*o*

- Teme…

- Hmp…

- ¿Por qué perdiste contracto con Sakura-chan?- cada vez que se presentaba la oportunidad, Naruto preguntaba sobre la pelirosa y como fue que la relación que había tenido con Sasuke se había roto.

- No te importa- terminó tajante el azabache. Hablar sobre la pelirosa para el era un tema tabú. Perdió todo contacto con la muchacha luego de salir de la secundaria, a los 18 y de eso ya van 5 años que ninguno sabe nada de ella. Si bien, en un principio la buscó para explicarle muchas cosas y el también obtener otras explicaciones, es como si a la chica se la tragara la tierra.

- Teme…

- Hmp…

- ¿Por qué la engañaste por esa zanahoria?

Ya harto, se levantó y caminó hacia la salida- Porque estaba caliente- le soltó apretando la mandíbula- apresúrate o no te llevaré- salió de la cafetería, seguido por un rubio que pagó la cuenta y se echó a correr tras su amigo.

- Teme…

- Hmp…

- Le dije a Hinata-chan que pasaríamos por ella.- saltó con su habitual tono chillón y alegre mientras el Uchiha apretaba el manubrio. Quizá por fuera pareciera un ser frio y arrogante, pero en realidad se alegraba porque su amigo tuviera alguien que lo cuidara y lo quisiera. Veinte minutos después llegaron al Hospital Central, lugar donde trabajaba la novia de su amigo y la cual, ya los estaba esperando fuera del lugar. Apenas Sasuke aparcó el coche, la muchacha se arrimó dentro, ya comenzaba el invierno y el frio te calaba hasta lo huesos.

- Hola Na-Naruto- susurró, besando avergonzada a su chico- Hola Sasuke.

- Hola Hinata-chan

-Hmp

*o*

Los tres jóvenes entraron al edificio donde vivían, esperando a que la puerta del ascensor se abriera. Una vez dentro, Sasuke presionó el número 20 para luego ser empujado por Naruto, que presionó todos y cada uno de los 19 botones antes del número 20.

-Maldita la hora en que elegimos el piso 20- soltó con fastidio el Uchiha mientras se detenían en el piso 2. Hinata solo rio, sería un largo viaje en ascensor.

Luego de 10 minutos llegaron por fin al piso correcto. Hinata fue la primera en entrar al apartamento y se dirigió directamente a encender la calefacción, para luego ir a la cocina y preparar la cena.

-Teme…

-Hmp…

-Quiero jugar Killer Instinc- soltó el hiperactivo rubio instalando la consola de videojuegos, cuando se dio cuenta, Sasuke ya tenía el comando para ser el primero en jugar y lo miraba sonriéndole arrogante.

Tras una ardua batalla lograron vencer al último de los contrincantes, celebrando cada uno a su manera. Naruto alegando que Sasuke nunca perdía y el moreno defendiéndose con un simple "perdedor".

-La cena está lista, pa-pasen a comer- habló la dulce voz de la única muchacha de la casa. Cada uno se sentó en su lugar y comieron en silencio hasta que Naruto interrumpió la amena cena.

- Mañana quiero comer ramen, Hinata-chan

- Pues, tendremos que ir a hacer la compra, porque nuestra alacena ya esta casi vacía.

- Ok, iremos mañana los tres y ¿Qué tal tu día de trabajo, Hinata-chan?

- Ehm, pues…pues, bien. Na-Naruto-kun. Bastante ajetreado debo decir, pero llegó una nueva chica- contó la muchacha mientras Naruto tragaba cual marabunta y Sasuke solo escuchaba- por lo que escuché, es la sobrina de mi jefa, Tsunade…

- Hmp…patético. Que te den un trabajo solo por tener contactos- soltó arrogante el Uchiha

- Pues…pues al parecer ella no quería aceptar ese trabajo, pero no se muy bien la razón…la verdad es que Sakura se ve muy buena persona y…

- ¿Qué dijiste?-la cortó nuevamente el Uchiha

- Que Sakura ser ve muy buena persona…

- Teme, hay mil Sakuras en el mundo…-Naruto frenó el hilo de los pensamientos de su amigo, el fue testigo de sus sufrimiento, pero como el mismo Sasuke Uchiha le había dicho, perdió a Sakura –chan por una calentura.

- Tienes razón, Usuratonkachi.

- No tengo idea…de lo que hablan, pero Sakura Haruno es una gran enfermera.

Naruto se atoró con la comida y observó a su amigo. Sasuke simplemente se quedó estático, apretando las manos hasta que sus nudillos se pusieron blancos….Al fin…al fin había encontrado a Sakura Haruno.


Bueno, sería xDDDDD Se me ocurrió viendo la huérfana

Si no les gustas, están autorizados a tirarme tomates en la cara :B