¡Amo los niños! Bueno... solo a los que se quedan callados en una esquina de la casa y no me molestan nwn Esos si son niños encantadores jajajaja.
Bueno es hora de traerles otro hermoso Drable (No es One-shot, o tampoco se si es Drable porque esta un poco largo para serlo) de estas idiotas más disparejas. Hoy no se porque, pero me puse a pensar "¿Y si hubieran abandonado a alguna de las dos en la casa de la otra?" No se porque, pero la idea me pareció meramente encantadora nya.
Niños, a Luka jamas le gustaron ¡Para nada! Ella no quería un niño que dependiera de ella, los detestaba. Pero un día, el destino decidió llevarle la contraria y dejarle un hermoso regalo fuera de su casa.
¿Un bebé?
Siempre se sentaba en ese mismo sillón, todos los días y sin falta. En ese mismo mueble que parecía ser común y corriente para cualquiera, Luka se ponía a reflexionar de lo que ha sido de su vida en estos últimos meses. Desde que había decidido hacerse independiente hasta ahora.
"¡No seas idiota, Luka! No conseguirás nunca ser alguien en la vida siguiendo un estúpido e irreal sueño" Esas eran las palabras que su madre siempre le decía, tratando inútilmente de que su hija menor "recapacitara" y se uniera al negocio de la familia, como su hermano mayor lo había hecho. Ser médico como ese peli-rosa lo era. Pero no, ella jamás quiso ser algo que jamás había pasado por su cabeza. ¿Por qué? Porque el sueño de Luka Megurine era ser artista, de esas personas que se hacen famosas con sus dibujos y pinturas... Sin embargo ese sueño parecía cada vez más lejano con cada día que pasase.
Hubo otro tiempo en el que ella quería ser psicóloga, le era tan fantástica la idea ya que siempre le ha gustado ese tema. Recordaba como jugaba con sus peluches de pequeña a ejercer aquella profesión, acostándolos sobre su cama y ella en una silla enfrente e imagina que tales juguetes le contaban sus problemas ¡Muy bonito la verdad! Era una lástima que después desechara la idea, sus recursos no eran lo suficientes como para poder pagar una buena universidad, muy apenas si podía pagar la renta de la casa en la que vivía con lo que ganaba en su trabajo.
"¿Alguna vez has pensado en formar una familia? O si no, conseguirte una pareja y disfrutar de la vida." Esa era la que más le repetían, no sus padres ni su familia, sino una joven que vivía en la casa de al lado y con la que se llevaba bastante bien. Miku Hatsune era una muy buena persona y a veces trataba de ayudarla en lo que fuera posible, pero la Megurine lo que menos quería era tener una "familia", con cuidarse ella misma tenía más que suficiente, batallaba mucho para subsistir la verdad.
Por esa misma razón, Luka y los niños jamás podrían llevarse para nada bien.
Todavía la peli-rosa recordaba la última vez que cuido de un par de niños, unos gemelos mejor dicho que son hijos de los señores Kagamine, una familia que era muy unida a la suya. Fue por esa razón que el hombre de la casa decidió entonces que Luka haría de buena niñera, por eso los dejó a su cargo mientras él salía de viaje con su esposa en América. La mayor jamás olvidará a esos demonios disfrazados de niños rubios en su vida, aún tiene las pesadillas y alucinaciones de esos pequeños de cinco años llamados Rin y Len haciéndole su existencia imposible durante una semana.
Definitivamente, niños y Luka jamás se llevarían bien.
No quería a un pequeño diablillo revoltoso aferrándose a ella, lloriqueando con su chillona y molesta voz y que le dijera "Mamá" ¡Jamás! Prefería morir solterona a eso... Bueno no quería estar soltera toda su vida realmente, sólo no quería niños y ya.
Aunque el destino tenía otra cosa preparada para ella.
Fue una noche nublada y terriblemente fría en las ahora iluminadas por la luna calles de Tokio, cuando dormía tranquilamente a las tres de la madrugada sobre su cómoda cama. De repente logró escuchar como tocaban a su puerta, de una forma tan desesperada que hasta parecía que le estuvieran rogando para que se parara y abriera.
— ¿Quién diablos es a estas horas? ¡Son las tres de la mañana, por Dios! — Alegó más que molesta, nadie debía de interrumpir su sueño de belleza ¡Nadie! Irritada se quitó las cobijas de encima y se sentó.
Ella se levantó del colchón con algo de esfuerzo y sacó un bate de debajo de su cama, era muy noche y la forma en la que tocaban no le dejaba muy tranquila. Con pasos furiosos llegó a la entrada y abrió la puerta con fuerza para gritarle al que interrumpió su sueño.
Pero...
— ¡Oye!, ¿¡Cómo se te ocurre...!? — Luka se calló al instante y se quedó pasmada en su lugar al ver que no había nadie, que solamente le estaba gritando a la nada —.Idiotas... — Más irritada que antes dejó el bate en el suelo y se dio media vuelta, lista para irse dormir otra vez. Sin embargo, algo la detuvo.
Un leve lloriqueo y una pequeña tos.
La muchacha se dio media vuelta extrañada y volvió a mirar a ambos lados de la calle, confirmando otra vez que no había nadie, por lo menos no a los lados. Entonces por instinto miró a sus pies, encontrando con esto una canasta que era cubierta por una manta de color naranja. Luka notó movimiento bajo esta manta, y algo temerosa se agachó lo suficiente, cogió dicho objeto con una mano y lo levantó para después dejarlo de nuevo en su lugar más que impresionada y helada.
Tragó saliva pesadamente, se puso de pie otra vez y corrió hasta la acera. Difícilmente pudo divisar a alguien caminando cerca.
—Oiga, señorita. Disculpe pero... ¿Usted dejó una canasta fuera de mi puerta? —Le preguntó con cuidado a la figura encapuchada que caminaba en la acera de enfrente.
La mujer se giró con lágrimas en los ojos hacia ella — ¡Perdóneme por favor! —Y sollozando corrió hasta desaparecer.
Ella se quedó ahí, parada y mirando con los ojos bien abiertos por donde aquella mujer había desaparecido. Pronto la lluvia hace presencia y comienza a mojarla, y abatida y desanimada, Luka volvió hasta la puerta de su casa dispuesta a pasar de largo a la niña. La pequeña comenzó a llorar pidiendo la atención de ella. Un poco aturdida e insegura la tomó entre sus brazos, recordando que debía ser cuidadosa con la cabeza del bebé. Se quedó parada en el marco de la puerta mientras cargaba a la pequeña, con la esperanza de la que la madre regresara por su hija.
Nunca lo hizo.
Notando como la niña lloraba y tosía, Luka comenzó a mecerla en sus brazos sin saber por qué un instinto maternal invadió su ser.
—Shh... Ya no llores, todo estará bien— Dijo con ternura mientras le miraba de esa misma forma. Luka volvió a echar otro vistazo a la calle, y sin estar segura de que hacer entró en su casa.
Cerró la puerta tras de ella y se sentó en el sillón. Admiro a la niña por unos minutos, dándose cuenta de que era una bebita muy hermosa; con grandes ojos azules que le miraban directamente a los suyos, de cabellos rubios y con dos adornitos en forma de orejas de gato sobre su pequeña cabeza. Debía admitirlo, en el fondo le parecía una bebita encantadora.
—Me imagino que no tienes nombre ¿O sí amiguita? — Como esperaba, la pequeña sólo balbuceó como cualquier bebé lo haría —. No te preocupes, yo te pongo uno ¿Te gusta el nombre "SeeU"?
La niña sólo empezó a reír con sus ojitos brillosos como una aceptación al nombre, sacando una sonrisa enternecida a la joven de cabellos rosados. De verdad que era encantadora y adorable. Durante un tiempo se quedó sentada ahí con la niña en brazos, cantándole una canción de cuna hasta que la dejó profundamente dormida. La dejó en su canasta de nuevo con cuidado de no despertarla, no estando segura de que hacer con ella.
A Luka jamás llegarían a gustarle los niños, y eso seguía en pie obviamente. Por esa razón decidió buscarle un hogar en la mañana, pero lo más extraño de todo.
Es que jamás lo hizo.
¿Y que les pareció gente? Bueno debo decir que no espero que mucha gente lo haya leído, pero aun así tenia muchas ganas de compartirlo con todos ustedes nwn No se si ya vieron pero tengo planeado un fic de estas dos en modo mejores amigas/hermanas.
Eso lo hago porque me encanta mucho ponerlas en ese tipo de relación, son tan disparejas a la vez lo se, pero no puedo evitarlo simplemente jajaja XD
Bueno me pareció tan tierno y hemosho QwQ Aun tengo que terminar el otro cap de Cat Food y eso haré, procuraré no tardarme lo prometo, pero ahorita tuve un problema con un gran amigo mío que me dejo muy mala uwu Siempre he sido muy propensa a deprimirme por facilidad, siento mucho eso jeje.
¿Review?
