Notas: La idea fue sacada de la película de "Analyse This" ((dije solo la idea, no que estuviera 100% basada en ella)) del mafioso incomodo que consigue *ayuda* de un psicólogo, claro que este último se mete en grandes problemas.
Slash: Vamos, si sabes quien soy probablemente sabrás que parejas vienen aquí. Orgía! El raiting del fic subirá en próximos capítulos a R DD por cierto, esto es AU.
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Pillow of Your Bones
Chapter 1: Problem.
Psicólogo. Todos los varones de su familia se tenían que dedicar a eso. Estar oyendo los problemas de alguien, y tratar de darle una solución a las cosas… eso era lo que Remus Lupin hacia diario.
No es que no le gustara, es solo que las cosas llegan a su límite.
Necesitaba urgentemente unas vacaciones.
MUY urgentes.
- No se que hacer... ya no me habla, llega tarde por las noches… últimamente ni siquiera hemos hecho el amor.
Remus parpadeo un par de veces y miro las notas que estaba tomando. En la esquina de su libreta tenía pequeños monos dibujados, algunos de cómo veía a sus pacientes.
- Calma Sra. Groban. ¿Cuál fue la última vez que lo hicieron? – interrogo Remus, haciendo como si tomaba notas.
La Sra. Groban se sonó la nariz y con los ojos llorosos miro a su Psicólogo. – Hace… 4 meses.
- Uh… - Remus arqueo una ceja. – Ya hablo con él?
- No... hemos estado muy separados.
- Primero, fíjese en que estado llega en las noches. Investigue algo sobre él, cada noche que venga pregúntele que adonde ha ido. Lo ha hecho? – pregunto Remus, subiendo la mirada.
- No. – respondió la Sra. Groban.
- Bien, si tartamudea o se queda pensando por un tiempo: esta mintiendo y si le responde inmediato: le esta siendo sincero. Ah, procure que el la este viendo a los ojos. – finalizo Remus, viendo el reloj de pared. – Ya se acabo esta sesión, lo siento Sra. Groban, pero me iré de vacaciones y la próxima semana no estaré. – le informo a su paciente, levantándose y abriéndole la puerta. - nos vemos luego y cuídese.
- Pe.. pero...
- Le deseo lo mejor. – dijo, sonriendo forzadamente y empujando levemente a la señora para que ya saliera, y al estar el cuerpo entero afuera, cerró la puerta, aliviado.
Suspiro un par de veces y con su mano quito los mechones claros que caían sobre su frente. Se apoyó en la puerta y el único sonido que llenaba la habitación era el reloj marcando sus pasos, y uno que otro grito de la calle.
Poso sus ojos en su libreta y sonrió un poco.
Sus pacientes tendrían que esperar para ser escuchados.
Giro un poco para encarar la puerta y la volvió a abrir. - ¡Patricia! ¡Cancele todas las citas de esta semana!
*+*
La lluvia seguía cayendo a medida que el cura seguía con su oración. Una mujer entre los espectadores lloraba en silencio, a lado de ella se encontraba un joven alto de cabello negro, que no necesitaba la ayuda de un paraguas para protegerse de la lluvia, observaba tras sus gafas negras en como el ataúd era enterrado en su nuevo hogar.
No había muchas mujeres, la mayoría de los que presenciaba la escena eran hombres vistiendo trajes caros y solo pocos mostraban tristeza.
Nuevamente, un Black era enterrado.
El cura, con una última oración, a pasos cansados se alejo de allí justo como el resto de los hombres.
El joven aun tenía posado sus ojos en la lapida, las gotas seguían resbalando por su rostro, pero no le importaba. Sirius Black había obtenido un nuevo poder en el momento en que su padre fue enterrado.
Algunos de los señores se detenían a saludarlo como era común entre ellos, y le daban un fuerte abrazo de consuelo, pero aun así no hizo grandes expresiones.
De pronto, dejo de sentir la lluvia caer sobre él. Alzo un poco la cabeza y vio un paraguas impidiendo que la lluvia siguiese tocándolo. Una sonrisa se formo en sus labios y giro un poco su cabeza hacía atrás.
Otro joven de cabello negro sonrió al mismo tiempo que sostenía el paraguas.
- Es hora de irnos. – dijo James, apuntando al auto negro de enfrente. – Tienes que seguir adelante.
Sirius bufó. – ¿No haz visto como me observan todos? Creen que soy demasiado joven como para controlar estas cosas.
- Pero no estas solo, aun tienes a Regulus. – murmuro Potter, empezando a caminar junto con su colega. Sirius apretó los labios y después arqueo una ceja.
- ¿Estas bromeando cierto? No lo se, James. Hay algo muy profundo en mi que me esta afectando demasiado.
James parpadeo. - ¿Cómo qué?
- No lo se. No me siento cómodo conmigo mismo.
- Regresemos al hotel para que descanses. – dijo James, abriendo la puerta trasera del auto.
Sirius miro la puerta y frunció el ceño. - Deja de hacer eso. – mascullo, viendo a su amigo.
- ¿Hacer el qué? – pregunto Prongs, encogiéndose de hombros.
- Esas... esas cosas de abrirme la puerta y estar cuidando mi espalda todo el tiempo, eso lo puedo hacer yo solo. – dijo Sirius, entrando al auto y sentándose. – No necesitas hacerlo, ya te lo he dicho.
James se inclino hacía él, y quitándole las gafas oscuras, junto su frente con la de él. – Si es mi trabajo.
- Si, pero no quiero que te pase algo por estar protegiendo mi espalda, porque escúchame bien: si me entero que te haz herido por mi culpa no te la perdono, ¿entiendes?
- Pero...
- ¿Entiendes?
James rió. – Si mi jefecito ^0^ – dijo, al mismo tiempo que se separaba.
- ¡Ugh!¬¬ Tampoco digas eso porque sino...! – el resto del enunciado de Black no fue oído ya que James cerro la puerta rápidamente.
- ¡Vamos! Este día no tengo muchas ganas de manejar, de acuerdo?- exclamo Pettigrew, sacando la cabeza del lado del conductor.
James entorno los ojos y entro en el lado de copiloto. – Nadie te obliga, si no quieres manejar déjamelo a mí.
- Estas bromeando, ¿cierto? Este carro es una ganga como para permitir que tú lo manejes después de la última vez.
- No fue tan grave. – dijo James, cerrando la puerta.
- No, claro. Hacer que explote delante de la estación de policía no es nada.
- Huy, y tú desde cuando tan responsable? Seguro que le golpiza que te dio Malfoy te remordió la conciencia.
- Corrección, que me iba a dar.
- ¡Mejor maneja ya, para lo que sirves!
Sirius entorno los ojos desde atarás. – ¡Ya cállense los dos! – se escucho un ligero golpe en la cajuela. - ¿Qué es eso?
Peter y James se vieron entre sí.
- Si, claro, ya prendo el carro. – dijo Peter
- Con precaución. – secundo James mirando hacia el frente.
Otro ligero golpe se escucho.
- ¿Qué es eso?
Dos pares de gotas resbalaron por las nucas de los jóvenes de adelante.
Sirius se inclino un poco hacia el frente. - ¿Qué… es… eso? – volvió a preguntar, de manera pausante.
- ¿Qué desayuno hoy, jefecito? – pregunto Peter, sonriendo.
Sirius miro a ambos por un instante. – Abran la cajuela.
Silencio.
- Bien… - el de ojos azules bajo apresuradamente del auto negro.
Los otros dos se volvieron a mirar entre sí, y después de unos segundos reaccionaron y salieron rápidamente.
Sirius se acercó a la parte trasera del auto y acercó su mano para abrir la cajuela, pero James y Peter se apresuraron a sentarse sobre la cajuela para impedir que la abriera.
- ¡Pero que demo…! ¡¡Largo!!
- Tranquilo Sirius! Cuenta hasta 10! – exclamo James, mientras que Peter hacia un movimiento muy exagerado de cruz en el aire.
- ¡1-2-3-4-5-6-7-8-9-10! No sirvió! - dijo Black, después de haber contado velozmente.
Peter se encogió de hombros. – Vaya, yo apenas finalice el 3 – giro hacia James. – y tú?
James entorno los ojos.
Otro golpe se escucho.
- ¿Díganme a quien tienen ahí? – pregunto Sirius, suspirando y cruzándose de brazos, y mirando a ambos con el ceño fruncido. – Otra vez haciendo cosas a mis espaldas. – murmuro negando ligeramente con la cabeza.
- Esto… - habló James, pero Sirius lo interrumpió.
- Ábranla. – ordeno, deshaciendo su corbata negra.
Ambos suspiraron y se bajaron de la cajuela. Peter trago saliva y lentamente la abrió con los ojos fuertemente cerrados.
Muy apenas al ver una línea de luz, un hombre se reincorporo rápidamente. Tanto como pies y manos estaban atados y su boca tapada con una gran cinta.
James sonrió inocentemente.
Sirius hizo una mueca, acerco su mano a la boca del hombre y removió sin compasión la cinta de su boca.
- ¡AAHH! ¡ME LAS PAGARAN! ¡ESTO NO SE QUEDARA ASÍ! ¡LUCIUS SE ENTERARA DE ESTO! ¡TODOS USTEDES PAGARAN CON SU SANGRE! ¡SE LES CASTIGARA CON…!
La mano de Sirius se alargo hasta llegar hasta su cuello y lo apretó un instante para que el cuerpo del hombre volviera a caer.
- ¿Lo mataste? – preguntaron al mismo tiempo James y Peter, con brillo en sus ojos.
- No. Esta inconsciente.
James se inclino al cuerpo y volvió a taparle la boca, aun manteniendo su sonrisa, pero al volver a encarar a Sirius, esta se borró bruscamente.
- ¿Qué?
- ¡¿Cómo qué que!? ¡Se puede saber por qué demonios tenían a unos de los aliados de Malfoy ahí!
Peter abrió la boca pero James alzó la mano para impedir que hablara.
- Fueron sus últimas órdenes. – dijo James cruzándose de brazos.
Sirius bufo. – Me pregunto por que nunca me entero lo que pasa a mí alrededor.
- Él sabía que iba a morir, su propia gente la traiciono.
- Un padre dudando de su propio hijo, vaya no se me hace raro. ¿Qué van a hacer con él?
- Al depósito. – dijeron en coro los otros dos.
Sirius opto por asentir con la cabeza. – Déjenme primero en el hotel, después hagan lo que sea. – mascullo, girando sobre sus talones para regresar al auto.
Peter giro hacia James.
- Esta enojado?
- Sí.
- Demonios.
- Regresemos.
- De acuerdo.
*+*
La lluvia seguía cayendo a medida que el día continuaba. Remus era una persona tranquila, pero cuando se trataba de estar en el centro de la ciudad con un gran tráfico, era otra cosa.
- Maldito trafico, por qué tiene que ser igual todos los días! – se dijo a sí mismo Lupin, sobándose la sien. - ¡Que le sucede al conductor de atrás! Muévase por dios! Ya le dije que no es mi problema, deje de tocar su claxon!
Poco a poco los carros comenzaron a moverse, el que se encontraba a lado de él no dejaba de hacerle señas. – Y ahora que quiere? Ya le dije que no estoy trabajando por ahora! Por qué tiene que andar acosándome de esa forma! Llamare a la policía si…!
De.. mo.. nios.
Remus sintió que la parte delantera de su coche chocaba con la trasera de otro…
- No! Ahora esto!! - grito, pero cerro rápidamente la boca al ver que la cajuela del carro de adelante se abría, dejando ver a una persona amarrada que intentaba en vano salir de ahí.
- - -
- Hacia el frente! Hacia el frente!
- Estoy viendo hacia el frente!
- Pues no lo parece!
- Esta lloviendo! Como quieres que vea bien!?
Sirius por otro lado, se encontraba completamente mareado. Estar en la parte trasera del auto mientras que tus otros dos colegas discuten en medio del tráfico... no tiene precio. - ¡Quieren dejar de discutir de una buena vez! Que acaso quieren que…! – no pudo terminar su enunciado, ya que al sentir un golpe en el carro, su cabeza choco con la parte trasera del asiento de James.
En cambio, los otros voltearon hacia atrás para observarlo.
- ¿Sirius?
James estiro su mano y lo sacudió un poco. – Vamos, no fue un golpe tan fuerte.
- Pero ya venia mareado. – le informo Peter.
- Mmm… se nota que no resiste estar encerrado tanto tiempo.
Peter giro nuevamente hacia el frente y miro por los espejos al carro de atrás. - ¡La cajuela se abrió! Que le ocurre al de atrás! – gruño, y debajo del asiento saco una cinta gris ((disculpen mi ignorancia, pero se me olvido el nombre DDD))
James arqueo una ceja. – Eso no sostendrá la cajuela.
- Te importaría?
- Iré a ver. – dijo James, abriendo la puerta.
- - -
Remus se deshizo de su cinturón de seguridad y salió del carro. – Lo siento tanto. – habló cuando vio que alguien alto y de pelo negro salir.
El otro no dijo nada. Tan solo siguió caminando hacia él, sosteniendo su paraguas con la mano derecha mientras que la otra se encontraba dentro del bolsillo de su pantalón.
- Descuida. – dijo James, deteniéndose frente a él.
Remus arqueo una ceja al ver como una rechoncha persona salía maldiciendo, y la que no se tardo en cerrar apresuradamente la cajuela golpeando la cabeza de su rehén. – Que no sabes manejar! Yo te voy a enseñar! Maldito infeliz! Quien te enseño!? Tu abuela!? – y siguió gritando cosas al momento en que intentaba rodear la cajuela con la cinta adherente.
James se movió un poco para cubrirle la escena.
- Solo dime lo que tengo que pagar. – dijo Remus.
- Dejémoslo así, de acuerdo? Aquí no paso nada.
- Pero, ¿como? ¡Claro que sí, no me sentiría conforme! Tan siquiera podemos llamara la policía para que…
Los labios de James se apretaron y empuño más su paraguas. – Hey! La policía no se va a intrometer en esto. Ya te dije que así esta bien.
- Pero… es que…
James entorno lo ojos, y sacando su mano del bolsillo desacomodo un poco su traje para que Remus pudiera ver lo que traía.
Cosa peligrosa.
La quijada de Remus se abrió de golpe. – Eh bien, que se quede así.
James sonrió. – Nos comprendimos rápido. – murmuro, dando vuelta sobre sus talones.
- ¡Espera!
El otro se detuvo de golpe y volvió a girar. - ¿Ahora qué?
Remus saco algo de su billetera. – Esta es mi tarjeta. Solo te la doy por si se muestra algo. Allí vienen los teléfonos de mi casa y trabajo. – dijo extendiéndole el objeto.
James la tomo entre sus dedos y la observo. - ¿Psicólogo?
- Este.. sí...
- Con más razón te la perdono.
Remus lo miro sin comprender.
- Ah, por cierto, y no viste nada.
Y con eso último, se dirigió nuevamente al auto.
Remus suspiro aliviado y regreso a su propio lugar. – Vaya, que bueno que no paso nada.
Por fin ese momento había pasado, ya no habría más... o eso era lo que pensaba.
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Notas: Muajaja no me resistí o.óUu tenía que hacer algo D! bue… ya les advertí que era slash? Y que el raiting aumenta? Si ve vas a decir que no lo haga slash, ni te molestes n_n
Volkodlak_tot@hotmail.com
Review *-*?
