¡Holaaaaa!

Dioses, tengo proyectos en marcha que necesitan de toda mi atención y yo vengo aquí a desviarme por completo. ¿Les digo algo? No me arrepiento... mucho.

Así que aquí me tienen, un pequeño pececito recién sumergiéndose en este fanfom y rogando a los dioses no hacer tonterías con tan hermoso ship.

¡Feliz RinHaru-Week! El primer día lo dedico a Romi Sanz, ya que fue ella quien me habló sobre esto.

Free! y sus personajes NO me pertenecen.


Sweet love of mine.


Día 1: Sakura.

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"Este año te mostraré un paisaje que nunca hayas visto antes. Es una promesa". ¡Mentiroso! Sus palabras expresadas en la última carta eran una completa mentira. Rin había roto su promesa.

Él no estaba esa tarde allí a pesar de que sus infantiles ideas les habían arrastrado hacia la alberca de Samezuka un año después de su graduación. "Deberíamos hacer de esto una tradición, ¿no creen?", había sido la propuesta del Matsuoka contagiando al resto de su emoción con esa infantil y filosa sonrisa que le caracterizaba, logrando que todos estuviesen de acuerdo en volver y que Nitori (el capitán que ahora abandonaba su puesto) les otorgara el permiso de recrear el paisaje de un año atrás.

Haru cerró el puño sobre el agua atrapando los pétalos de flor de cerezo que flotaban sobre el agua. Mentiroso, pensó para sí mismo. ¿De qué servía una tradición si Rin echaría todo por la borda tras una breve disculpa por correo? Ese chico sólo sabía molestarlo.

— Oi, Haru, iremos por comida —escuchó que Makoto le llamaba desde fuera pero no hizo movimiento alguno de querer salir del agua. — ¿Está bien si nos esperas aquí?—Nanase apenas alzó la mirada hacia su amigo sabiendo que éste interpretaría su silencio como era su costumbre. — Bien. Te traeré algo de caballa.

Le dedicó una sonrisa amable y ya vestido con bermudas y una playera blanca, salió de la alberca en compañía de Rei y Nagisa. Lo último que escuchó de ellos fue algo acerca de la teoría de supervivencia para el primer año universitario, un tema que le pareció más atractivo que estar pensando una y otra vez en las razones de Rin para romper su promesa.

No lo admitiría en voz alta (y agradecía que Makoto no fuera un intérprete inoportuno), pero temía que Matsuoka volviera a desaparecer de sus vidas de un momento a otro, temía que se perdiera una vez más, que su ausencia fuera definitiva en esta ocasión. Jamás podría ser completamente libre si Rin decidía abandonarlo sin más.

— Mentiroso —musitó jugando con los pétalos de cerezo sobre su puño para después liberarlos, observando en absoluto silencio su marcha sobre el agua hasta que los perdió de vista.

Toda la superficie clara del agua estaba cubierta por el manto rosáceo de las flores de cerezo, sin embargo, Haru sintió que no era suficiente para llenarla por completo. Algo hacía falta. Cuando era él y el agua, alguien hacía falta.

Soltó un quedo suspiro y flotó sobre la superficie de espalda. Su objetivo no era ver el brillante cielo de esa tarde, simplemente cerró los ojos y con los brazos extendidos acarició los pétalos a su derredor, reconociéndolos como una extremidad del agua viva.

Un chapoteo en algún lugar de la alberca llegó a sus oídos, lo atribuyó a su propia imaginación por lo que no sintió necesidad de abrir los ojos para descubrir la verdadera razón de aquel sonido.

Rin era extraño, desde siempre. Era esa clase de persona a quien fácilmente podía comparar con un huracán, la mayor expresión de vida que el agua podía tener. Era inesperado, tempestuoso y al final del día se transformaba en algo casi necesario. Era extraño. Lo hacía sentirse extraño.

Arrugó el ceño al recordar que estaba molesto con él. Separó los labios dispuesto a dejar escapar un mentiroso más de ellos, pero no tuvo oportunidad alguna. La burbuja en la que se encontraba reventó cuando sus labios fueron sellados por otros cálidos y húmedos. Haru abrió los ojos al instante encontrando frente a él una vista para la que no estaba preparado.

— A que no esperabas este paisaje.

Rin sonrió como sólo él sabía hacerlo. Y Haru sintió que perdía algo más importante que el aliento.

— ¿Qué haces tú aquí?—soltó en un tono más grave de lo que esperaba. Se reacomodó de inmediato apoyando los pies contra el suelo de la alberca y retrocediendo un par de pasos. Giró la cabeza de un lado a otro en busca de que alguien más estuviera presente.

— Oi, Haru, no hay nadie —masculló Matsuoka caminando hacia él los pasos que Haruka había retrocedido— Aunque no importaría si supieran lo nuestro.

— Lo nuestro —Haru rodó los ojos y volteó la cabeza hacia un lado— Suena ridículo.

Rin sólo amplió la sonrisa.

— Dime, ¿te sorprendí, verdad?—Nanase volvió la vista hacia él y con el ceño fruncido le lanzó agua al rostro.

— Mentiroso —recriminó con dureza.

— ¡Agh! ¿Por qué no puedes decir que sí como un novio normal?—se quejó Rin tallándose los ojos, mas al ver que Haru empezaba a nadar hacia la orilla le siguió de inmediato. — ¡Oi, espérame! ¡Sólo quería sorprenderte!

Haru no detuvo su nado y una vez que llegó a la orilla se impulsó para salir, no obstante, Rin –que era tan rápido como él– alcanzó a sostenerlo de los tobillos y zambullirlo de vuelta en el agua. Aprovechando la situación, Haru se hundió por completo para evitar mirarlo.

Cuando el resto de los muchachos volvieron al lugar, se sorprendieron por la presencia de Matsuoka en la alberca, empero la infantil pelea que tenía con Haru resultó absolutamente normal. A ojos de todos era sólo una expresión de su eterna rivalidad. Makoto, sonriendo en silencio, sabía que era más que eso.

— Pst, Haru...—Rin habló bajo mientras el azabache comía la caballa. Aunque no le miró, el antiguo capitán de Samezuka prosiguió— Hagamos una carrera con apuesta. —Tras tales palabras, Haruka le miró de reojo demostrando cierto interés. — Si yo gano, les decimos—propuso con entusiasmo propio de un niño.

Haru no perdió la carrera esa tarde. No obstante, mientras observaba el berrinche de Rin, se preguntó qué tan malo podía ser que el resto lo supiera.

Después de todo, quería ser libre de besarlo en ese momento. Y libre de enojarse si Rin volvía a romper una promesa.


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Estoy tan enamorada de este par. ¿Ayuda, por favor?

Espero les haya gustado.

Como aviso, la historia también estará publicada en Wattpad y Tumblr.

¡Nos leeremos pronto!

Life&Love,

Nina.