Hola somos Amy Cullen, esta es la primera historia que publicamos aquí. Nos ha costado porque el ordenador no colaboraba. Esperemos que les guste y nos dejen reviews.

Estos personajes no nos pertenecen, son todos de la gran escritora Stephenie Meyer. Nosotros solo los cogemos para hacer una historia a nuestra manera.


BELLA POV

-¡BELLA!- me gritó Alice cuando predijo segundos antes mi intención de escapar de la tortura, a la que ella me estaba sometiendo, a pesar de que le había pedido que se encargara de todo. Esta vez se trataba de la elección de la mantelería- Isabella Marie Swan, ni se te ocurra moverte, pues soy 50 veces más rápida que tú- me amenazó Alice-

-Alice no pensaba huir- le dije con cara del gato con botas de Shrek-

-No me mires con esa cara, pues sabes que solo funciona con Edward y Emmett- me dijo mientras me señalaba con un dedo- Además es muy importante que elijas bien la mantelería, ya que será un gran día para ti-

-¿Para mí?- pregunto dudosa- será para Edward, que es lo que él desea, yo quiero lo que ocurrirá después de la boda- le dije cruzando mis brazos-

-Lo que sea, pero elige, porque si no cogeré la más cara, ostentosa y de color rosado, así que no te pases de lista, Bella, que sino puedo pedirle a Emmett que nos acompañe. Y sabes lo que le entusiasma a él- me dijo mientras me recordaba cuando una vez nos acompaño y provocó todo un espectáculo al ver a Rosalie con un conjunto que no dejaba cabida a la imaginación- Además todavía nos queda mucho por hacer y organizar ¡y solo falta un mes para la boda!

-Vale- le respondí mientras un escalofría me recorría la espalda al recordar el poco tiempo que me faltaba para casarme. Esa palabra todavía me producía nauseas. Como podía tener tantas ganas de casarme y a la vez de salir huyendo de allí y todo por Edward-

Pesadamente elegí la mantelería, y a pesar de que yo quería otra Alice me obligó a elegir una de las más caras. Ella y su maldito consumismo. Era sencilla, de color vainilla y con unos pequeños y delicados bordados en el borde.

-Bueno, ahora toca comprobar que han quedado bien los trajes de dama de honor-

-No por favor, Alice estoy muy cansada, soy humana y llevo demasiados días estresada. Además con mi suerte seguro que termino rompiendo algo- estaba rogando, pero mis intensiones eran las de llegar a mi casa, encontrar a mi perfecto prometido, intentar estrangularle, aunque sé que no le mataría, yo me desahogaría lo suficiente-

Alice pareció comprender mis intenciones y puso una sonrisa traviesa, supongo que vería lo que le intentaba hacer a Edward.

-Bueno Bella, antes de irnos que te parece si me acompañas a hacer unas compras más- me dijo, mi cara debía de decirle las ganas que tenía de que me usara como maniquí, así que añadió- tranquila solo será para mí-

-de acuerdo pero te doy media hora- le dije, ella no espero a que cambiara de idea, y me agarró del brazo y comenzó su carrera a por la ropa-

Mientras ''corríamos'', pues solo corría Alice, ella me arrastraba, apareció Jasper de la nada, lo que suponía que Alice le cogería a él por el camino. Pobre vio de la nada a su mujer como un huracán en miniatura. Fue una de las veces que más he visto a Alice comprar a velocidad, humana, pero rápida. Las bolsas iban a parar a Jasper, hasta llegar un momento en el que no veía a través de ellas, menos mal que su fuerza era superior a la de un humana, porque si no haría rato que sus brazos se abrían caído del peso.

Pasamos frente a Victoria Secret, y me pareció ver a una cosa rubia y un ropero empotrado, pero como estaba siendo arrastrada por Alice no estaba segura de lo que mi visión me otorgaba. Pero al parecer Alice si había alcanzador a ver bien, porque retrocedimos hasta la entrada de la tienda en cuestión. Entonces, me di cuenta de que la cosa rubia era Rosalie y el ropero empotrado era Emmett. Mi imaginación, la cual es bastante grande, hizo entender que lo que Rosalie y Emmett hacían en esa tienda no tenía lo que se dice, intenciones castas.

-ROSALIE, ROSALIE- llamaba el leprechauns que estaba a mi lado, mientras daba pequeños saltitos, que me estaban poniendo nerviosa. Rosalie, que de forma misteriosa se dio cuenta de nuestra presencia, al igual que el resto de las personas que se encontraban a 100 metros a la redonda. Al sentir que éramos el centro de atención, mi cara adquirió un tono rojo intenso, pero Jasper se resigno a la situación, me supongo que había venido tantas veces con ella que hasta le parecía natural que armara tales escándalos. Alice, como no, decidió que era oportuno entrar en la tienda, para comprarse un conjunto que le había llamado la atención, y que según ella era de vital importancia-

-Oh, Bella, ¿viniste a comprarte la ropa interior para la noche de bodas?- Pregunto Emmet como si fuera lo más normal del mundo, lo que hizo que mi cara adquiriera un tono superior al que ya de por si tenía-

-¡COMO SE ME PODÍA HABER OLVIDADO LO MÁS IMPORTANTE DE LA BODA!- gritaba Alice, mientras saltaba por toda la tienda, evitando tirar la ropa o chocarse contra algo- Bueno Bella- me dijo cuando ya había regresado a mí- Tiene que ser de color azul, por supuesto, y aprovechando que ya estamos aquí, compramos más cosas para la Luna de Miel, y para sorprender, a Edward siempre que quieras, ya que duerme contigo todas las noches- Yo como era lógico, mire alguno de los vampiros presente para salvarme de la loca, psicótica, endemoniada con un largo etc., Alice. Pero la mirada que ellos me devolvían eran de humor dándome a entender que coincidían con ella, y que s se iban a divertir mucho a mi costa, sobretodo Emmett cuya cara lo decía todo, con su sonrisa traviesa. Estoy segura, completamente segura, de que estaba pensando como conseguir que yo terminara convencida de los modelos más provocativos, y seguro como añadir consejos por el camino-