Bueno, aquí mi primer Fanfic -

Espero que les guste aunque como es el primero supongo que no seré muy buena.

Así que me gustaría que comentasen sobre si les gustó o cosas para mejorar, todo será bienvenido~


1~ La aspiradora

Se veía a Antonio sentado en una silla algo cabizbajo ya que pensaba que su vida era un completo desastre desde que decidió acoger a Lovino en su casa, ya que la de este estaba inhabitable por culpa de un incendio que la destrozó. Y como Antonio lo conocía hace mucho decidió invitarle a vivir con él hasta que arreglaran su casa; pero por lo visto ya se estaba arrepintiendo.

-Flash Back-

Lovino se encontraba parado en medio de la calle algo agotado y con pequeñas quemaduras en la ropa. No pasó mucho tiempo hasta que aparecieron los bomberos y varias personas allí, entre otras Feliciano y ese odioso alemán como él pensaba.

- Hermaniiiito, ¿estás bien?- Se tiró a abrazarlo con una lagrimilla en los ojos. – Podría haberte pasado algo muy malo, ve….-

- No exageres, tonto – Mientras apartaba a su hermano ya que no estaba de humor, aunque casi nunca lo estaba la verdad.

Tras un rato allí apareció Antonio sofocado de haber corrido hasta llegar por aquella mala noticia de la casa de la casa.

- Uff – Soltó el español al ver el aspecto de la casa por fuera. Después se fijó en el pequeño grupo y se acercó. – Que mal quedó la casa… -

- Gracias por el detalle, no me había dado cuenta – Dijo irónicamente Lovino, peor Antonio simplemente sonrió. Después de todo su humor estaba como siempre.

Todos se pusieron a hablar sobre lo que pasaría a partir de ahora con Lovino, ignorando que el que debía elegir era él y no ellos.

- Hermanito, vente a mi casa a vivir ya que dudo que puedas estar allí- Señaló la casa calcinada con una expresión calmada.

- Ni de coña me voy a vivir contigo – Dijo de forma bastante brusca con las cejas fruncidas. Y al ver la reacción triste de su hermano pequeño volvió a hablar. – No es por ti, es por aquel gilipollas de ahí – Refiriéndose claramente al idiota patatas o mejor llamarlo por su nombre, Ludwig.

Ludwig se puso a discutir con él por llamarlo así, aunque en el fondo ya se estaba acostumbrando, pero no le hacía gracia que un mocoso con él le llamase así. Y si no había puesto en su sitio a Lovino era por Feliciano.

Y estuvieron así hasta que Antonio intervino.

- ¿Qué tal si te quedas en mi casa? Como el los viejos tiempos – Dijo con su sonrisa típica. – Solo si tú quieres.

- Mmm supongo que no me queda otra opción mejor – En el fondo lo estaba deseando ya que echaba de menos aquellos tiempos con Antonio. Pero le gustaba hacer parecer que no le interesaba mucho.

- Ok pues entonces vamos, que ya es bastante tarde – Y los emprendieron el camino hacia la casa del español.

-Fin del Flash Back-

Antonio se revolvió el pelo mientras se maldecía por su amabilidad, aunque tampoco quería que se fuese Lovino de su casa, ya que eran buenos amigos.

Alzó la vista y vio a Lovino sentado en la cama de enfrente jugando a la video-consola mientras se comía una porción de pizza.

Y a su alrededor todo estaba muy desordenado, ropas tiradas por el suelo al igual que libros y demás.

Si es que por lugar que Lovino pasase parecía que había pasado un tornado.

-Lovi anda, recoge tu cuarto por lo menos, no te pido nada más – Su tono sonó algo serio ya que estaba harto de tener que recoger todo lo que ÉL desordenaba y que menos que ordenase el cuarto que Antonio le había dado.

-Paso, tengo sueño – Acto seguido apagó la consola y bostezó. – No hagas mucho ruido- Su mirada era de pocos amigos, estaba algo molesto por la orden de Antonio.

El dueño de la casa se quedó petrificado al oír eso. Encima de no hacer absolutamente nada le daba órdenes como si nada.

Pero este suspiró y se fue del cuarto. Ya pensaba que no merecía la pena ni tan siquiera enfadarse con él, ya que por lo que podía observar todo le entraba por un oído y le salía por otro. A demás también que intentaba hacer algo la pifiaba .

Mientras andaba por el pasillo se paró en seco y sonrió con malicia; para después dirigirse a un armario a coger la aspiradora. Una vez localizada fue a la cocina y cogió un paño húmedo.

Llegó hasta el cuarto donde Lovino se echaba plácidamente una siesta. Entró y dejó la aspiradora en el suelo para ir hacia algunos muebles para quitarles el polvo. Mientras tanto silbaba animadamente una canción.

De vez en cuando miraba de reojo por si este despertaba y su rostro mostrase un signo de molestia. Pero así no fue, el italiano seguía durmiendo a pierna suelte como de costumbre.

Antonio no desistió en ningún momento y fue hasta la cama. Empezó a limpiar el cabecero de madera y "sin querer" se le cayó el paño impregnado de polvo en la cara del italiano gruñón.

Este se movió y con las manos algo adormecidas tocó esa extraña cosa húmeda que tenía en el rostro. Se lo quitó de encima y pudo ver a Antonio sonreír.

-Estúpido, por tu culpa no estoy en ese fantástico sueño – Y le lanzó el trapo a Antonio con bastante fuerza mientras lo maldecía por lo bajo.

- Fue sin querer – Aunque se podía apreciar el sarcasmo en esas palabras.

Pero esto no fue lo único que había pensado el español, que siguió ordenando todo lo que había tirado por el suelo pero atento a que Lovino se quedase adormilado de nuevo.

Cuando por fin eso ocurrió, cogió el cable de la aspiradora y la enchufó. Y así

darle a todos los rincones del suelo mientras cantaba una canción felizmente.

El italiano abrió los ojos rápidamente con muy aparente mal humor y miró a Antonio con todo el odio del mundo.

-¿Se puede saber que cojones estás haciendo? – mientras decía eso se levantó de la cama para quedarse mirándolo fijamente a los ojos verdes del español.

- Lo que TÚ deberías esta haciendo – Su tono era animado, para así molestar más a Lovino.

Sin duda fue un golpe bajo para el italiano y este no estaba muy seguro de qué contestar; así que se puso a maldecirlo allí mismo.

- ¿Qué es lo que dijiste? Es que no te escucho bien con la aspiradora. – Mintió para picarle aún más.

- Encima de estúpido sordo, bien vamos – Se llevó las manos a los bolsillos y se dirigió a la puerta, y por el camino se chocó con Antonio a posta y así tirarlo al suelo. Todo eso seguido de un portazo.

Antonio apagó enseguida la aspiradora y fue detrás del italiano. Mientras lo buscaba fue pensado que tal vez se había excedido algo con él. Pero al fin y al cabo no sabía que otra cosa hacer. Pasó de largo la terraza y siguió con su búsqueda.

Por otra parte estaba Lovino en aquella terraza, apoyado en las barras de esta mirando el cielo azul; pero su mirada era distinta a la que tenía cuando salió de esa forma tan brusca del acuarto. Esta era más bien de tristeza.

Él se cuestionaba el porqué que tan arisco con el español cuando en realidad le agradaba bastante, cosa que no podía decir por otras muchas personas. Entre ellas el maldito bastardo del alemán.

De cierta manera Antonio le recordaba a su hermano Feliciano solo que este último le parecía mucho más estúpido, despistado e inocente. Suspiró pesadamente.

Mientras seguía con la búsqueda del italiano, escuchó un suspiro que le pareció provenir de la terraza. Y como se encontraba en el jardín alzó la vista hacía arriba y allí lo vio, mirando el horizonte.

Casi parecía otra persona, ya que la expresión de su cara no era la de siempre cosa que le hizo preocupar más ya que seguramente fuese por su culpa.

Una vez llegó a la terrada posó la mano en el marco de la puerta.

- Yo… - Dijo tímidamente el español mirándolo, aunque el contrario le daba la espalda. Pero al escucharlo este se giró y le miró a los ojos de forma penetrante.


Continuará...

Bueno hasta aquí llega el primer capítulo y tengo pensado subir el segundo mañana p pasado (ya lo tengo escrito en papel).

Pero antes me gustaría leer algún comentario sobre lo que pensáis~ :3