Cap.1: La Noticia

Hermione andaba por los jardines de palacio, todo estaba cubierto por una fina capa de nieve y lo hacía ver precioso.

- ¡Hermione!

La joven princesa giró para encontrarse con su amiga Ginevra, una joven de 17 años pelirroja y de ojos azules.

- Hola Ginny -saludó Hermione.

- Hermione, el rey te busca -dijo preocupada Ginny.

La castaña frunción el ceño, ¿que era lo que tenía ten preocupada a su amiga? decidió averiguarlo ella misma así que dandole las gracias a Ginny por haberle avisado se dirigió hacia la sala principal, donde estaría su padre.

Una vez llegó, el guardia de la puerta le dijo que esperara un momento para que avisara a su padre.

- Mi seño, su hija ya esta aquí -le dijo el guardia a Leonard Granger, el rey.

Un hombre de mediana edad, de pelo castaño un poco canoso.

- Hazle pasar -le contestó él.

El guardia salió.

- Princesa su padre dice que pase.

Hermione asintió y entró en la sala. Lo primero que vió fue a Ronald Weasley,uno de los caballeros más leales que tenía su padre y el hermano mayor de Ginny, por eso no se sorprendío verlo alli.

- ¿Me llamaba, padre? -preguntó haciendo una pequeña reverencia.

El rey sonrió e hizo un movimiento con la mano.

- Dejate de reverencias Hermione, ven, acercate hija mia -dijo el hombre.

Hermione se acercó a su padre y se sentó en una silla que había al lado de la de su padre.

- ¿Qué querias papá? -preguntó la castaña con una sonrisa.

- El joven Weasley me ha pedido una cosa -contestóo Leonard mirando a Ronald.

El pelirrojo sonrió y a Hermione no le gustó nada esa situación.

- ¿Que pasa papá? -preguntó preocupada Hermione.

- Pues veras, Ronald quiere...

- Disculpe majestad, necesito heblar con usted -dijo un caballero que acababa de entrar.

Hermione dirigío la mirada hacia el joven que acavaba de llegar. Tendría más o menos su misma edad, 18 años, era de pelo negro y unos brillantes y bonitos ojos verdes, la castaña sonrió, ese debería de ser Harry Potter del que Ginny tanto le hablaba.

- Yo me retiro padre, hablaremos en otro momento -dijo la princesa.

Leonard asintió y Hermione salió de la sala en dirección a su habitación.

Una vez dentro se quitó la capa que llevaba puesta para protegerse del frio y se miró en un espejo de cuerpo entero.

Hermione tenía un cuerpo de chica de 18 años tapado por un vestido de color lila apretado hasta debajo del pecho y después caía libre hasta los pies en los cuales llevaba unos zapatos planos de color plateado. Su largo pelo lo llevaba recojido en una coleta alta sujeta por un lazo morado que dejaba caer hasta los hombros su pelo lleno de rulos. Un sonido en la puerta la distrajo.

- Adelante -dijo Hermione.

Por la puerta entraba Ginny con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Que le has dicho? -pregunto la pelirroja entusiasmada.

- ¿A quién? -dijo la castaña desconcertada.

- como que a quien, no te hagas la que no sabe

- Ginevra, habla claro -dijo con el ceño fruncido Hermione.

- Hermione ya se que mi hermano te ha pedido matrimonio y por eso te quería ver el rey -contestó Ginny.

Hermione abrió mucho los ojos ¿era eso lo que le quería decir su padre? se tuvo que sentar en la cama para no caer desmayada al suelo ¡eso era inaudito! ¡ella no se iba a desposar con el caballero Weasley por muy apuesto y caballeroso que fuera, ella no lo quería. Hermione empezó a notar como la ira y la indignación la iban inundando por dentro.

Y al parecer Ginny se dio cuenta de su fallo.

- Oh, oh, Hermione, dime que ya te lo habían dicho, dime que ya te habián dicho que la boda iba a ser en tres meses -pero al momento la pelirroja se tapó la boca con las manos, dos fallos en cinco minutos, estaba claro por la cara de la princesa que no le habian dicho nada.

Hermione sin decir palabra se fue a la sala principal a hablar con su padre.

La puerta de la sala principal del palacio fue abierta precipitadamente interrumpiendo a los que había presentes.

- ¿Majestad, le dije que ahora no podía atenderla, pero no me hizo caso! -dijoel guardia de la puerta con tono de voz preocupado.

- Padre, tenemos que hablar -dijo Hermione con voz fria.

- Caballeros, creo que será mejor que se retiren -le dijo el rey a Harry y a Ronald.

Estos asintieron y antes de salir se dirijieron a Hermione.

- Me Lady -dijo Harry haciendo una reverencia y saliendo.

- Un gusto princesa -le dijo Ronald con una sonrisa a la cual Hermione contestó con una mirada que podría haber congelado el desierto.

Ronald se fue con el ceño fruncido ¿qué habría hecho mal para que la princesa le mirara así?

Una vez la puerta se cerró Hermione miró a su padre indignada.

- A que se debe esta interrupción Hermione, estabamos en una reunión muy importante -dijo el rey.

- ¿Cuando me lo pensaba decir padre? ¿un día antes de la boda? -preguntó la castaña.

Leonard miró a su hija preocupado, esa era la peor parte, cuando su hija le reprochaba cosas.

- Hermione, te lo ibamos a decir hoy pero entonces llegó Potter -contestó su padre.

- No me voy a desposar con Weasley -dijo la princesa dando vueltas por la sala.

- Hija, entiende que yo ya me estoy haciendo mayor y tu vas a ser la próxima reina y vas a tener que casarte y Sir Weasley es el más indicado, leal, apuesto, todo un caballero y que te quiere -dijo el rey con una sonrisa.

- Pero yo no padre, yo no le quiero -contestó ella.

Hermione estaba intentando retener las lágrimas, no iba a llorar, iba a salir de ese problema ella sola y sin dejar caer ni una lágrima.

- Hermione, ya has rechazado a dos principes y a un duque, lo siento hija pero no te voy a dejar que también rechaces a este -dijo su padre con mirada triste.

No le gustaba decirle esas cosas a su hija pero no tenía otra alternativa.

Hermione se puso a pensar, no podía dejar que eso acabara así, sabía que si se casaba con el hermano de Ginny no iba a ser feliz.

- Padre, hagamos un tarto, yo busco a la persona con la que me quiero desposar en dos años -dijo Hermione esperanzada.

- Lo siento Hermione, dos años es mucho tiempo, como mucho tres meses

- ¡Tres meses es muy poco tiempo, padre! -se quejó.

¿Cómo pretendía su padre que buscara esposo en tres meses?

- Mira Hermione, hagamos una cosa, voy a convocar a todos los principes y duques casaderos de reinos cercanos y entre todos, se te elegirá a uno mediante pruebas -dijo el rey.

- Pero padre...

- Lo siento hija pero es mi última oferta y esta es la que se va a tomar.

Hermione salió corriendo de la sala sin mirar a nadie sólo oyó los gritos que le daba su ama, una señora mayor que la había cuidado desde que era pequeña, ya que su madre murio cuando ella nació.

- ¡Princesa, princesa, vuelva no salga a fuera! ¡no lleva la capa y esta oscuro! -le gritaba la ama, pero Hermione no hizo caso y salió fuera del castillo corriendo por la fria nieve hasta llegar a las puertas custodiadas que daban al pueblo.

Ronald era uno de los soldados que cudaba la puerta y al ver que la princesa intentaba salir se apresuró a detenerle el paso.

- Princesa, me temo que no podrá salir -le dijo agarrandola del brazo.

Hermione levantó la mirada, de sus castaños ojos salian una perladas lágrimas quu surcaban su rostro.

- ¡Sueltame! -le gritó soltandose y corriendo hacia el pueblo.

- ¡Me Lady, vuelva! -gritó Ronald, estuvo a punto de persegirla pero no podía abandonar su puesto de trabajo.

Hermione andaba por la calles del pueblo, todo era tan distinto a palacio...las calles llenas de mugre y suciedad, mendigos tirados por el suelo algunos durmiendo otros quizá muertos por el frio, y Hermione se asustó, así iba a acabar ella como no encontrara algun lugar en donde resguardarse del frio, hasta que vió una taberna y decidió ir.