Era una mañana espléndida en Konoha, todo relucía menos, cierto rubio hiperactivo; que caminaba pensativo por las calles de la aldea.
-No sé como decírselo, tal vez… y sino siente lo mismo-se decía a si mismo.- Mejor le pido ayuda a alguien.
El joven portador del Kyubi, sumido en sus pensamientos, se encaminó a la casa de su mejor amiga.
-Tal vez ella sepa como ayudarme. Sí, lo mejor es preguntarle a Sakua-chan, además ella es muy amiga de Hinata; de seguro se le ocurrirá algo.
Con estos pensamientos rondando su cabeza, Naruto, llegó a la casa de su querida amiga casi hermana, Sakura Haruno. Ésta, que estaba descansando, al escuchar que alguien golpeaba sin descanso la puerta – con desgano – se encaminó a abrirla.
-Ya voy, ya voy.-dijo.
-Sakura-chan ábreme; es importante- gritaba desde afuera su amigo.
-Más te vale, Naruto-dijo algo molesta y abriéndole la puerta al chico.
-Te juro que si es importante Sakura-chan.
-Está bien, Naruto; ¿qué es lo que necesitas?-dijo una ya resignada Sakura.
-Bueno lo que sucede es que…-empezó a decir Naruto, ya acomodado un la sala de la casa de la chica.
-Ya, dime que es lo que pasa Naruto-dijo ésta muy impaciente.
-Es que, tenías razón estoy muy enamorado de Hinata…-es interrumpido por su amiga.
-Si yo lo sabía; era obvio-decía la pelirrosa dando saltitos.
-Como decía.
-Ahh sí lo siento, continua.
-Es que, no sé como pedirle que sea mi novia, o como pedirle una cita. Cualquiera de las dos opciones me dejaría conforme.
-Bueno, por alguna razón creo que no te costará mucho, y que ella aceptará.- dijo la chica.
Claro que, todos sabemos, que Sakura lo decía porque ya sabía que Hinata estaba enamorada de Naruto, desde ya hacía varios años; pero el chico-por ser tan distraído- jamás lo había notado.
-No creo que a Hinata le importe donde o como se lo pidas, pero lo que si sé es que de todos modos debes pedírselo de una manera muy especial.-empezó a decir la pelirrosa.
-¿Y eso como lo hago?-preguntó confundido el Uzumaki.
-Bueno podrías hacerlo mañana- comentó la chica.
-¿Y por que mañana?
-Por que hay luna llena.-dijo con una sonrisa en el rostro.
-¿Y eso que?
-¿Qué debo decirte todo?-preguntó molesta la kunoichi.
-Pues por eso estoy aquí.
-Ahh sí claro-comentó divertida.-Bueno esto es lo que haremos.
La joven estuve explicando y dando consejos al chico durante casi 2 horas, hasta que éste por fin comprendió todo y se fue.
-Recuerda contarme todo con lujo de detalles-dijo desde el marco de la puerta.
-De acuerdo.
El joven se fue a su casa, ya más tranquilo y con el plan en mente. No pasó mucho tiempo desde que se acostó y se quedó dormido, pues ya estaba muy cansado para esas horas. La noche era iluminada por una bonita luna que, al parecer de Naruto, de un momento a otro había sido reemplazada por un sol brillante; el cual hizo que el joven shinobi tuviera que levantarse.
-Ummm aún es temprano-dijo en un bostezo.
El rubio se levantó, se vistió, desayunó y fue a buscar a la ojiperla, pero por azares del destino se encontró con menos quería encontrarse ese día.
-Buenos días, Neji-saludó tratando de parecer amable.
-Buenos días-contestó éste secamente.
-Te molestaría avisarle a Hinata que estoy aquí.
-No.
-Gracias.
El primo de la chica fue la fue a buscar y le avisó que Naruto la estaba esperando.
-Ten cuidado con Uzumaki-dijo algo molesto.
-No te preocupes Neji-san, Naruto-kun es inofensivo.
-Eso espero.
La chica bajó las escaleras y se encontró con un par de ojos azules que la miraban fijamente.
-Bue-buenos días Naruto-kun.
-Buenos días Hinata-chan. Venía a invitarte a cenar conmigo esta noche.-dijo algo apenado.
-¿De-de veras Naruto-kun?- pregunto roja como un tomate.
-De veras.-dijo entusiasmado-¿Aceptas mi invitación?
-Cla-claro que sí.-dijo muy convencida.
-Genial.-vendré por ti a la 8 p.m. ¿Bien?
-De acuerdo.
Ambos jóvenes pasaron la tarde entrenando y pensando en como sería esa mágica noche. Ya era la hora de salir, Hinata ya estaba lista, llevaba una blusa celeste y una falda en el mismo tono con pequeñas flores. Apenas unos minutos después de que el joven prodigio del clan Hyuga le diera una serie de recomendaciones a su prima; llegó el rubio.
-Nos vamos, Hinata?
-Sí.-contestó tímidamente.
Los dos ninjas caminaban por Konoha hasta que Naruto condujo a la chica al Ichiraku, le pidió que aguardara unos segundos, y salió con una bolsa en sus manos.
-Na-naruto-kun…
-Sí, Hinata-chan?
-¿Pue-puedo preguntar que es lo que tienes ahí?-dijo señalando tímidamente la bolsa que traía su acompañante.
-Ahh esto pues es ramen.-dijo levantando la bolsa.
-Ya veo.
Llegaron a un bosque donde de podía apreciar la luna llena y había un bonito lago.
-Naruto-kun, este lugar es hermoso.
-Pues me alegra saber que te gusta, porque me costó encontrarlo.-dijo divertido.
-Jamás había estado por aquí.
Mientras la chica se había quedado, embobada, mirando el paisaje Naruto preparó todo como para que cenaran.
-La cena está lista-anunció ansioso.
-Wuau se ve delicioso, Naruto-kun.
Ambos jóvenes se sentaron y comieron al finalizar la cena, el portador del kyubi adoptó un semblante serio, lo cual no pasó desapercibido por la ojiperla.
-Naruto-kun ¿te sucede algo?-preguntó con deje de preocupación
-Es que… hay una chica a la cual amo, pero, no sé si ella sienta lo mismo.
-Na-naruto…-alcanzó a articular con lágrimas en sus ojos.
-Hinata-chan ¿Por qué lloras?
-Es que…
La chica no pudo seguir hablando ya que sus labios fueron silenciados por los del joven.
-Naruto-kun ¿Qué fue eso?-preguntó con asombro.
-Mi forma de preguntarte si quieres ser mi novia.
-Naruto-kun…-
La chica no podía articular palabra alguna.
-No quieres, no te gusto ¿verdad?-preguntó entristecido.
-No, no es eso. Es que aún no puedo creerlo, Naruto-kun... yo también te amo.
