Weeeenaaaaaaaaaaaaaas! Bueno, aki Sligerer con un nuevo fic... y es uno que ya había anunciado que publicaría... Uno de mi pareja favorita: RaeXCb, sí!
Bueno, este es un mundo paralelo al de los teen titans, es nuestro mundo, pero en la 2da guerra mundial... si cambian un poco los hechos históricos, este es un fic, y tengo todo el derecho a cambiarlos un poco, no?. Bueno, espero que les guste...Ah! aki no tienen sus poderes, y chico bestia usa su nombre verdadero, Garfield. Y también, no es verde... eso sería extraño. No tiene ni la piel ni el pelo verde (los ojos sí). Tiene el pelo castaño y la piel más bronceada (imagínenselo XD... no se ve tan mal... TAN mal...)
Por cierto, el padre de Raven no es un demonio (lo sería si fuera Hitler, pero no lo es, así que es alguien normal).
Bien, esta historia se desarrolla en Inglaterra, 2da Guerra Mundial. Espero que la disfruten.
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-GAR! GAR! DESPIERTA, GAR! (N/A: Gar es apodo de Garfield, por si las moscas lo recalco.)
-¿Qué... qué pasa...?
-UN BOMBARDEO, LEVÁNTATE!
En ese momento, todo el sueño desapareció del cuerpo del chico... Se levantó de un salto, y junto con su padre, corrieron al refugio, en donde los esperaba su madre.
-Gar! Por un momento creí que no lo lograrías!- le dijo su madre, abrazándolo.
-Hombre, pareciera que cuando duermes te aíslas del mundo¡¡¡mira que no escuchar la sirena de alerta para avisar de los bombardeos! Y eso que ni usas tapones para los oídos... podría llegar el Apocalipsis de noche, y tú no te darías ni cuenta.
-Pero... ¿qué quieres que haga? No me despierto con nada...
-Es el décimo bombardeo... Londres se está tornando una cuidad muy insegura... yo creo que sería mejor que te fueras, Gar...
-¿Qué?... ¿qué quieres decir?
-Tengo un amigo que vive en un pueblito, algo lejos, sí, pero nunca han bombardeado allí, según lo que él me cuenta... como no es muy importante, los dejan en paz...
-Pero... pero...
-Hijo, tu padre tiene razón. Esta ciudad es muy peligrosa como para que te quedes... no queremos que nada te pase.
-Pero... pero yo no...
-Gar, por favor. No queremos que vayas a la fuerza, pero a la fuerza te enviaremos si en necesario... Además, él me ofreció que te quedaras con él hasta que esto pasara. Le escribiré diciendo que te enviaremos con él.
-Pero... ¿qué será se ustedes?
-Estaremos bien, mi cielo. Te echaremos de menos, pero vamos a estar bien.
-¿Prometido?
-Sí.- le dijo su madre con una cálida sonrisa.
-Está bien... iré.- aceptó. Sabía que dijera lo que dijera, lo iban a enviar igual. Era hijo único, y sus padres le querían mucho.
Al día siguiente, poco quedaba de su casa. Salvaron lo que pudieron y lo llevaron al refugio.
Su padre fue al correo a dejar una carta.
Al cabo de cinco días, les llegó una carta de parte de este amigo, llamado Thomas London (N/A: con la "T" de Trigon... XD).
Ese mismo día, Garfield hizo su maleta, y en la tarde, ya se estaba subiendo al tren.
-Adiós, hijo! Cuídate! Escríbenos!- le gritaba su madre, agitando un pañuelo blanco (N/A: eso es clásico, qué mujer en esa época no agita un pañuelo blanco!)
- Adiós, mamá, papá... ¡RECUERDEN QUE ME PROMETIERON QUE ESTARÍAN BIEN¡¡POR FAVOR, NO ROMPAN SU PROMESA!- les gritaba Gar desde la ventilla del tren, el cual comenzó a partir.
-¡NUNCA LO HAREMOS, HIJO!- le gritó su madre.
-¡CUÍDATE MUCHO, GAR!- le gritó su padre.
-¡ADIÓS!- gritó por última vez Gar, al ver como se alejaba más y más de sus padres, hasta perderlos de vista.- No rompan su promesa...- susurró.
Llegaría al día siguiente, en la tarde a aquel pueblito.
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-A veeeeer... en la carta decía que él me vendría a buscar... pero... ¿cómo rayos sabrá que soy yo, si nunca me ha visto?...
-¿Garfield? Hola, qué tal¿tuviste un buen viaje?- le preguntó un hombre de pelo color negro y ojos castaños.
-¿Se—señor Thomas?
-El mismo.- dijo, tendiéndole la mano. Garfield correspondió el saludo.
-Este... sr. Thomas, un gusto conocerlo...
-Qué dices! Pero si ya nos conocíamos... claro! Tú tenías cuatro años, no me recuerdas.
-Ah...- atinó a decir.
-Sígueme. Te voy a llevar a mi casa.- le dijo. Gar lo siguió.
Avanzaban en una carreta, por un camino pedregoso... El trasero de Garfield comenzó a reclamar por un cojín.
Llegaron a una casa no muy grande, pero tampoco chica. Se veía algo antigua, pero muy bien cuidada.
Al entrar, todo era bastante simple.
- Déjame re-presentarte a mi hija... ya la conociste, pero tú no te acuerdas de ella, ni ella de ti... bueno, ambos eran bastante pequeños... Rae, ven, hija!
-¿Qué quieres, papá?- preguntó una chica, haciendo su aparición desde la puerta de la cocina. Su pelo era color lavanda, era algo paliducha y tenía los ojos azules como su padre... y estaba cubierta de harina.
- Te presento a Garfield, se quedará con nosotros hasta que...
-...acaben los bombardeos. Lo sé, me lo has dicho unas cien mil veces... este, hola, soy Raven.
-Hola- se limitó a decir.
-Bueno, Rae te mostrará tu nueva habitación, y siéntete como en tu casa!
-Eh, claro, sr. Thomas.
-Y no me llames así. Dime sólo Thomas. Si vas a estar aquí por un buen tiempo, tienes que hablar con confianza.
-Eeeh, claro... Thomas.
-Bien! Ahora, Rae, llévalo a su pieza.
-Claro, padre.
Caminaron por unos pasillos, hasta llegar a una pieza. Era espaciosa, y tenía vista al jardín, el cual estaba muy bien cuidado.
-Dormirás aquí... tienes baño propio. Ahora, si me disculpas, debo volver a la cocina.
-Eh, gracias, Raven.
-No hay de que.- respondió, para luego dar media vuelta, y marcharse. Hablaba sin dar muestras de emoción alguna, y no sonreía... y aunque parecía no sentir nada, se la veía muy triste...
Gar sacudió su cabeza. Debía ordenar sus cosas, y luego... no sabía qué hacer. Aunque le gustaría salir al patio... Luego preguntaría si podía salir.
Terminó de guardar sus cosas, ya era de noche. Quizás mañana en la mañana saldría a pasear.
Se iba a poner pijama, cuando lo llamaron a comer.
Al llegar al comedor, se sentó.
-Espero que te sientas cómodo, Garfield.- le dijo Thomas.
-Estoy muy cómodo, gracias. – le respondió.
-Bueno, que bien. Comencemos a comer lo que Rae nos ha preparado.
Una vez terminada la cena, se fue a dormir. Y antes de quedarse profundamente dormido, volvió a susurrar: por favor, no rompan su promesa...
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A la mañana siguiente, se despertó muy tarde. Se vistió, y muerto de hambre, se dirigió a la cocina.
-Veo que te despertaste.- le dijo la chica, a modo de saludo, cuando él entró a la cocina.
-Buenos días.
-Si quieres desayunar, vas a tener que esperar. Quedan muy pocas cosas y mi padre salió a comprar... pero volverá como en una hora, más o menos...
-Ya veo, pero ¿no se puede preparar nada con lo que hay?
-Inténtalo.
-Mh...- Garfield se puso a revisar en la despensa.- No hay muchas cosas, pero alcanzan bien para hacer un desayuno...
-Un mini desayuno, querrás decir.
-Bueno, sí, pero es algo, no?
-¿Y qué se puede hacer¿Plátanos con papas y tomates?
-No... pero queda un poco de yogurt... si se muele el plátano, tenemos plátano con yogurt... y queda un poco de pan... se puede hacer pan con tomate.
-Igual tenemos encima la hora de la comida... mejor esperemos a que llegue papá con las cosas y preparamos el almuerzo.
-O, podemos preparar uno ahora.
-¿Con qué?
-Podemos poner muchas cosas en una olla y hacer algo como una cazuela.
-¿Has cocinado alguna vez en tu vida?
-No, pero será divertido, vamos.- Dijo, tomando una olla y poniéndola con agua al fuego.
-Inepto.- dijo Raven, tomando papas y tomates, entre otras cosas.
Y así transcurrió una hora. Entre tanto y tanto, había una "cazuela" (hecha con quién sabe qué) esperando por ser digerida.
-¿Seguro de que no nos causará una indigestión, o algo?
-No... pero parece comestible...
-¿Cómo se te pudo ocurrir tirar los tomates ahí dentro? Yo pensaba prepararlos aparte.
-Quizás le de más sabor... no sé...
-Ayayay...- dijo Raven. Estaba algo molesta, pero tenía que admitir que se habían reído bastante mientras "cocinaban".
-¡Ya llegué!- se escuchó gritar a Thomas.
-Hola, papá!- dijo Raven, sonriendo.
-Hola, se... Thomas.
-Hola¿qué tal? Traje cosas para la comida... ¿qué huele tan bien?
-Lo incomestible que ha hecho esta bestia.- dijo la chica, señalando a Garfield.
-Mira que lo has hecho tú también, así que si tenemos problemas gástricos, es culpa de los dos.
Pero, aún así, y corriendo grandes riesgos, se sentaron a comer la "cazuela".
Y así, nerviosos, se llevaron una cucharada a la boca, y luego otra, y otra... ¡Estaba delicioso!
Se la devoraron, para luego abrir los ojos como platos, mirarse unos con otros, y con un nervioso "con permiso" salir corriendo con rumbo a sus respectivos baños.
Y bueno, como todos saben, en un pueblo pequeño, siempre es bueno tener medicamentos para prevenir posibles desgracias. Como por ejemplo, en caso de tener problemas para liberar las necesidades más fuertes del organismo, es bueno tener un frasquito de laxante. Lo malo, es que esté al alcance de un idiota que pone cualquier cosa en una cazuela, incluyendo el líquido de este frasquito, creyendo que era aceite o algo por el estilo...
¿Moraleja? Mantener los medicamentos lejos de los idiotas que nunca en su vida han cocinado y pretenden hacer una "cazuela".
Una vez pasados los momentos de "devolución", Garfield Logan les escribió a sus padres.
-Este... se... Thomas, lamento lo de la cazuela...
-No importa, chico.
-Este... ¿podría decirme dónde está el correo?
-Raven se dirige a buscar algo allí... Rae!
-Mh?
-Garfield irá contigo, tiene algo que dejar.
-Bien... vamos, bestia.
-Oye!
-Hasta luego, chicos- dijo Thomas.
-Mmmh... vamos, chico bestia.
-No soy una bestia!
-Eso díselo al animal que preparó la cazuela.
Y así, salieron de la casa, rumbo al correo.
-Es un bonito lugar.
-Sí... vaya, al parecer la bestia tiene buena apreciación.
-¿Podrías dejar de llamarme así?
-¿Prefieres que te llame por tu nombre?- ¡Y dio en el clavo! Nunca le gustó mucho su nombre.
-¿Qué tal "Gar", solamente?
-Bien, Gar.
-¿Y yo puedo llamarte "Rae"?
-Te mato... no me gusta, sólo se lo tolero a mi padre, pero a nadie más!
-Ya, vale...
-Bien, bestia, ya llegamos.
Garfield dejó su carta, y Rae recogió un paquete.
-¿Qué es?
-Es un pastel... me lo envió una amiga.
-¿Seguirá con vida?
-¿Mi amiga o el pastel?
-El pastel.
-Esperemos que sí.
-¿Hoy es tu cumpleaños?
-Sí.
-Pues entonces, feliz cumpleaños, Raven!
-Gracias.
-Y cumples...
-16.
-Ya veo. Yo también tengo 16, pero ya los cumplí.
-¿Ah, sí¿Cuándo?
-Hace dos meses¡así que soy mayor que tú!
-Por dos meses.
-¡Sí!
-Silencio, animal.
-No me llames así.
-Como sea, vamos, Gar.
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Querido papá y querida mamá:
¿Cómo se encuentran? Yo estoy bien. Les escribo de noche, pues no puedo dormir, y he tenido una pesadilla...
Ayer fuimos a un pueblo algo más grande, pues el sr. Thomas estaba buscando una nueva lámpara, y en el pueblo en el que vive, no venden lámparas muy buenas que digamos.
También, comimos en un restaurante de aquel pueblo... la comida erabastantecara, pero lo que yo pienso que hubiera sido mejor comer en la casa.
Los extraño mucho... quiero volver a Londres, con ustedes... pero sé que no me dejarán... Aunque los extraño mucho.
¿Cómo van las cosas allá¿Qué han sabido sobre la guerra? Espero que sean buenas noticias... aquí sólo llega un periódico cada domingo, y es miércoles.
Espero volver a verlos pronto, y espero verlos bien y sanos.
¿Saben¡Sé cocinar cazuela!
Con cariño,
Su hijo, Garfield.
P.D. por favor, recuerden y no rompan su promesa... estoy seguro de que nos volveremos a ver.
Garfield les escribía todos los días. Ya había pasado una semana, y sólo cada dos días le llegaba una carta de parte de sus padres.
Ésta era la más corta, pero no sabía que más escribir... no quería contarles su sueño, pues soñó con su casa, estaba a punto de entrar, pues escuchaba a sus padres hablar animadamente, pero apenas tocó la puerta, la casa explotó, dejando ver los cuerpos quemados de sus padres...
Al despertarse, se había encontrado con Raven, la cual le dijo que lo fue a ver, porque gritaba mucho. Ella le dijo que se tranquilizara, y leyera algo, o... escribiera.
Y escribió una carta.
A la mañana siguiente, volvió a despertarse tarde. Pero esta vez, no se despertó porque quisiera, si no, porque cierta persona le grito en la oreja: A LEVANTARSEEEEEEEEE!
Y, con almohada en mano, se levantó y persiguió por toda a la casa a la chica de pelo lavanda, para darle un almohadazo.
Luego de cumplir su "macabro" cometido, volvió a su pieza, se vistió y fue a tomar desayuno.
-Hola, Thomas.
-Hola, Gar.
-Hola¡demonio!
-¿A quién llamas demonio, bestia?
-A ti, porque eso es lo que eres! Un demonio!
-Ya cállate, animal!
-Hey, chicos... por favor. Cálmense. Voy a leer a mi pieza, así que no destrocen nada.
-Bien, papá.
-Sí, Thomas.- le dijo Gar al hombre que ya estaba saliendo. Dicha advertencia era porque hace unos pocos días, y tras una pequeña discusión por parte de los dos jóvenes, ambos habían iniciado una guerra de cojines, y habían dejado trizado un vaso. No será muy importante, pero quién sabe, si después del vaso, viene algo más importante.
-Voy al living.- dijo la chica, tomando un libro que estaba sobre la mesa.
Gar terminó su desayuno, y se dirigió al living. Como ya llevaba una semana en aquella casa, casi se sentía como en la suya.
Entró sigilosamente al living. Raven leía muy concentrada. Avanzó, y tomando un cojín, se acercó a su víctima. Estaba a un paso de ella, y decidió lanzar su ataque.
-TOMA, MALDITA SEA!- gritó, asustándola, para luego impactar en su cara el cojín.
-TÚ, MALDITO ANIMAL!- gritó ella, para luego lanzarle otro cojín. Y, así, se armó un campo de batalla, en el cual, las más fieras armas eran... cojines.
Terminaron los dos en el suelo, con un cojín es sus manos, pero estaban tan cansados, que no se lo lanzaron.
-¿Y?
-¿Y qué?
-¿Quién ganó?
-Pues, yo.
-¿Tú?
-Sí.
-No, no, no, no, no... Como es una sociedad machista, gané yo.
-Machista del hoyo!- le gritó la chica, para luego impactar en su cara el cojín.
-Bien, tú has dado el último golpe... ganas tú.
-Veo que no eres tan machista como creí.
-¿Te parezco machista?
-Sí.
-Dale... con esas nos vamos.- Raven río. Por algún extraño motivo, le encantaba hacerla reír o sonreír, pues no lo hacía muy a menudo. Por lo que él siempre lo intentaba.- Oye¿quieres que te cuente un chiste?
-Si va a ser como el último, no gracias.
-Oh, vamos, este es más chistoso.
-Está bien, pero si es malo, te mato.
-Qué drástica! Bien, a veeeeeeeeer, el chiste es así: "El capitán de un barco, antes de zarpar, grita: Suelten amarras! Y marras los mordió a todos."
Raven puso cara de "qué mierda de chiste es eso?", para luego levantarse, tomar dos cojines y comenzar a golpear a Gar con ellos.
-Yo te mato¡te mato!
-¿Quieres iniciar una nueva guerra?- le dijo Gar, levantándose nuevamente, tomando cojines, y golpeando a la chica.- ¡Muere, demonio!
-¡Muere, maldito animal!
Pero detuvieron sus ataques, al escuchar un ruido, como de algo rodando escaleras abajo.
Corrieron hacia las escaleras, y se encontraron con un hombre tirado al pie de éstas, con un libro en la cara.
-¡Papá¿Estás bien?
-Sí... creo...
-¿Qué le pasó?- preguntó Garfield.
-Intenté bajar las escaleras leyendo... Pero no fue una buena idea... Chicos, si me ayudan a subir y recostarme en mi cama, se los agradecería eternamente.
Y así, algo dificultosamente, Raven y Gar lograron subir a Thomas hasta sus aposentos, recostarlo en la cama, traerle un guatero (N/A: en esa época no sé si existían los guateros... pero en mi fic sí!) y pasarle su libro.
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Al cabo de unos días, llegó el periódico. Garfield fue el primero en leerlo, pero lo que leyó no eran buenas noticias: los nazis habían tomado Francia. Esas realmente eran malas noticias para Inglaterra. También, informaba que últimamente los barcos mercantes de Inglaterra habían sido hundidos por una flota de submarinos alemanes que no dejaban que ningún barco entrase o saliese de dicho país. Pero algo que lo dejó más preocupado aún, fue que un bombardeo a Londres había dejado muchos muertos. La incertidumbre de si seguían con vida sus padres comenzó a atormentar al chico, y cierta persona, como leyendo sus pensamientos, se le acercó.
-Deben estar bien.- le dijo Raven.
-Eso espero...- no estaba seguro. Después de todo, hace cuatro días que no le llegaba ni una sola carta de sus padres, y eso que habían sido muy regulares con respecto a los dos días.
-Buenos días, vengo del correo... Garfield, hay una para ti.- dijo Thomas, serio, pasándole un sobre.
Garfield lo tomó con manos temblorosas. Era la carta de un hospital de Londres...
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N/A: Buenas! Espero que les haya gustado este cap… en lo personal, no creo que esté tan mal… Y ya saben, si en algún momento, más adelante, cambio los hechos históricos son a puro beneficio del fic (o a causa de la ignorancia XD).
Bueno, espero con ansias sus reviews. Y cualquier cosa, cualquier detalle, que les haya gustado o disgustado, no duden en escribir. Cualquier error, ruego que me sea recalcado, para no cometerlo a futuro.
Eso es todo, se despide una Sligerer llena de huevitos de chocolate! n.n
