"El amor es una locura que ni el cura lo cura y si el cura lo cura, es una locura del cura"

Steve sonrió a los niños del orfanato que se habían reunido en el patio de la iglesia para despedirse de él después de una larga misa, según le había comentado la directora, aquellos niños de entr años habían dedicado un día entero en la creación de aquel trabalenguas.

-Gracias chicos, que Dios los acompañe de regreso a casa.

Dijo a todos y se acercó al grupo para palmear la espalda de los niños y acariciar la cabeza de las niñas, ganándose tiernas miradas que lo veían con admiración.

-Padre Steve, no encontramos a Peter-anunció una mujer rubia mirando preocupada al hombre enfundado en bata negra mientras los demás niños comenzaban a gritar el nombre del niño antes mencionado.

-Peter!

-Peeet

-Baby Boy

Ese último grito provenía de un pequeño rubio que comenzó a correr en círculos por todos lados desesperado por encontrar a su amigo.

-jajaja Wade tranquilo, debe estar dentro, iré a verlo

La risa del padre, tranquilizó un poco al niño quien asintió con sus ojitos humedecidos.

-Lamento las molestias

-No te preocupes Sharon, así son los niños

El padre se giró y camino a la puerta de la iglesia mientras era fijamente observado por la mujer mientras se mordía el labio inferior admirando su ancha espalda y preguntándose en voz baja-¿por qué se hizo cura?

Sharon Carter, fue una mujer empeñada en su trabajo como cuidadora de infantes en el orfanato ''Little Avengers'', llegó como voluntaria buscando solamente ayudar a los pequeños abandonados por sus propias familias, brindarles el cariño que les hacía falta, y de paso estar en paz consigo misma. Esos fueron sus únicos ideales...hasta que conoció al joven y sumamente apuesto Párroco encargado de la iglesia a la que llevaba a los niños todos los domingos. Evoca claramente cuando lo vio la primera vez, esa sonrisa deslumbrante, su cara tan simétricamente perfecta, piel blanquecina, ojos azules, cabello dorado, cuerpo de Adonis, recuerda que llegó a pensar que en lugar de un sacerdote, se había encontrado con un ángel o algún tipo de ser celestial, lo que trajo como consecuencia ser molestada por los infantes, y si ellos se dieron cuenta no quería ni pensar lo que diría Steve.

Aunque a pesar de todo había intentado conseguir "algo más" del rubio, esperaba que con el trabalenguas que le hizo hacer a los niños él haya entendido su indirecta.

...

Steve caminaba parsimoniosamente por el corredor central que se formaba por entre las bancas de la iglesia, girando la cabeza en distintas direcciones en busca del pequeño perdido.

-¿Entonces que quiera mucho a Wade no es malo?

Esa declaración la escuchó venir de la sacristía que se encontraba a un lado del presbiterio, Steve caminó hasta allá y abrió la puerta preocupado por quien sería con quien hablaba el niño.

-No Peter, claro que no lo es, de hecho te aconsejo que cuando lo veas, y estén totalmente solos, le des un besito en los labios muchas veces y después lo acaricies para demostrar que lo quieres.

El padre quedó paralizado al observar a un niño de la misma edad de Peter diciéndole todo aquello, castaño, piel ligeramente bronceada, carita tierna y unos ojos de muñeca tan intensos que parecían casi irreales, todo esto acompañado de unas magistrales alas negras y cola puntiaguda, roja al igual que su ropa.

-¿T-tu? -realmente no necesitaba preguntar, sabía perfectamente que era ''él'', además la cruz invertida sobre la pared le daba a sobre entender la situación.

Rápido, llegó junto al pequeño castaño que miraba complacido al ser vestido de rojo, como si la respuesta que había obtenido fuese la que había estado esperando desde hace mucho tiempo, se bajó de la silla en la que había estado escuchando a aquel ser y corrió hasta donde el padre pidiéndole la bendición.

Steve miró temeroso al ser recostado de lado sobre su escritorio y alzó su mano para solamente acariciar el cabello de Peter.

-Ho-ola Pet, ¿por qué te separaste del grupo? Sharon te está buscando-le regañó tratando, con todas sus fuerzas, de ignorar al ente que comenzaba a reincorporarse.

-Él me llamó-dijo el infante señalando con su pequeña manita al demonio quien sonrió travieso.

-Anda, ve con ella, dile que agradezco su visita como todos los domingos.

-Y dile también que se cuide-los dos regresaron a ver al niño de rojo, que a simple vista hasta se veía tierno-¿Qué? Solo digo.

A Steve le recorrió un mal presentimiento por el cuerpo y se apresuró a despedir al niño con una mal intento de sonrisa, cerrando la puerta y apoyando su cabeza en la, por alguna razón, cálida madera.

-¿Qué le harás? -dijo con tono cansado, aquel ser lo venia molestando desde que tomó la decisión de ser cura, una decisión de la cual no se arrepentiría si no fuese por el detalle de la entidad demoniaca.

-¿Yo? Bueno te seré sincero Stevie, quizá la visiten un par de animales, pero tranquilo, es para que se sienta en su "entorno"-al terminar de decir eso soltó una risa infantil haciendo que Steve girase rápidamente.

Grave error.

Se topó con la figura atractiva de un hombre vestido con un smoking, sus rasgos faciales eran firmes y perfectos al igual que las alas rojas que lo hacían lucir más imponente, y aquellos labios que pecaminosamente le susurraban tantas cosas...como en este instante-además, se supone que tienes buenos modales, anda llámame por mi nombre-a medida que decía esto daba un paso y otro hacia el hombre que comenzaba a respirar pesadamente debido a la cercanía del ente, ambos hombres eran casi del mismo porte, salvo que Steve le sobrepasaba por unos cuantos centímetros y eso porque él así lo había querido.

-Déjame

-Oh Steve creí que ya habías entendido que eso jamás sucederá-el rose de labios embriagaba a Steve de sobremanera, el olor, la sensación, el aura tan potente que desprendía...

-T-tony-el mencionado sonrió complacido, hasta que sintió la presión sobre su cuerpo que le hizo retroceder causando distancia entre ambos.

-Jajaja adoro que seas tan fuerte, es irónico viniendo de alguien que tiene que ser delicado-esta vez volvió a acercarse mientras a Steve lo rodeaban cadenas que se apretaban cada vez más si se movía, lo que le hizo quedarse quieto.

-N ngh-El rubio hizo presión para liberarse y lo único que obtuvo fue un fuerte dolor en todo su cuerpo, de a poco las cadenas se acomodaban de manera tal en la que lo dejarían sentado en el suelo, y una vez ocurrido eso Steve sabía que no podría hacer nada por evitar lo que fuese que el demonio quisiese hacer con él.

-Eso, sigue luchando, tus músculos se tensan de forma exquisita-el aparente hombre enfundado en traje, miraba embelesado como la sotana que usaba el rubio empezaba a rasgarse, permitiéndole ver un poco de la piel blanquecina que poseía.

-Agh-Steve desistió y se dejo llevar hasta el suelo, terminando sentado con las piernas ligeramente abiertas y mirada baja, llevaba un tiempo con una pregunta atorada en la garganta, la cual no había dicho por no querer tener ningún tipo de relación con aquel ser, pero ahora, creía sinceramente que no podría perder nada- ¿P-por qué yo?-estaba seguro de que la entidad sabía perfectamente a que se refería.

Tony lo miró desde arriba, admirando su pecho ahora descubierto y sus brazos apretados a cada lado de su cuerpo- Dime ¿cuántos curas conoces qué estén igual de buenos que tú?

El rubio apretó más los dientes-Tu me sigues desde antes, tú fuiste quien me volvió...-guardó silencio.

El demonio enarco una ceja llevando su mano hasta su barbilla y sacando la lengua mientras apretaba los labios, así que lo había notado desde antes- ¿Volverte qué? ¿Gay? ¿Homosexual? ¿Marica?*

Steve cerró fuertemente los ojos mientras un montón de imágenes y recuerdos atravesaban su mente, sintiendo como el ente se arrodillaba frente a él y sujetándolo de la barbilla le decía-No lo negaré, te persigo desde que naciste ¿Por qué? pues en ti se encontraba la reencarnación de un alma noble, una de las que traen problemas a nuestro lado, a mi me encargaron eliminarte pero decidí que haría algo mejor que eso-llevó su mano izquierda hasta la comisura de los labios de Steve y los masajeó suavemente-decidí que aun mejor que desaparecer esa alma unos cuantos años más, sería ponerla de mi parte-la ropa del padre comenzó a incendiarse de a poco al igual que la del demonio, pero extrañamente eso no le producía dolor alguno-seducirte hasta el punto en el que te olvidaras de las reglas y el bien, y que solo te concentraras en mi-el castaño fijó sus ojos en los azules del contrario, notándolos totalmente dilatados-Nosotros podemos transformarnos en quien queramos-de pronto, la figura masculina adoptó una forma más pequeña de cabello largo, era una versión femenina del hombre de antes, y ante aquello Steve espabiló un poco volviendo en sí, el magnetismo que le producía el ser era sumamente poderoso, pero no había duda de que la figura de la mujer le afectaba un poco menos que la del hombre-Sin embargo sé que a ti no te interesa una hembra, mi culpa, pues como dije, tenía que hacer que tu desobedecieras las reglas, que te sintieras sucio, por eso impedí que toda niña se te acercase, y que solamente tuvieses ojos para cierto niño castaño con el que peleabas y jugabas constantemente, que solamente tuvieses ojos para mi, capitán...

Steve volvió a ver como el ente cambiaba su cuerpo al de un niño pequeño, y después pasaba al de un adolecente, hasta llegar a volver a ser el de un inicio.

Aquel niño que se presento al principio, fue con el que jugaba en las tardes cuando sus padres no estaban, solían imaginarse en un campo de batalla y él lo llamaba capitán porque se le hacía divertido.

El adolecente era el chico que le robó un explícito beso en un día de lluvia en el que decidió ayudarlo, y por el cual se había sentido miserable los días siguientes, haciéndole tomar la decisión de formar parte de la iglesia para redimir la culpa, porque aquel beso le había más que fascinado, y eso no era bueno ni para él ni para su familia.

Y finalmente el hombre, aquel que apareció de la nada en su convento, sin ocultar su forma natural, alas, cola y cuernos incluyéndose en su persona, sonriéndole como no había visto sonreír a nadie y atrayéndolo de tal forma que, una vez desaparecida la entidad demoniaca, tuvo que ''desahogarse'' llegando a su casa. Cada cierto tiempo la figura volvía a aparecer, burlándose de sus fallidos intentos por alejarlo, extrañando al pueblo que veía la iglesia aun más adornada de cruces y figuras santas.

Pero nunca se pudo deshacer de él.

Y ahora estaba enfrente suyo, haciéndole entender que nunca tuvo el control de su vida, que siempre fue él y solo él.

-Pero no pongas esa cara Stevie-las cadenas comenzaron a resbalarse por su cuerpo, dándole espacio al castaño para poder sentarse en sus piernas-No todo me salió bien como piensas-Tony rodeó el cuello de Steve con sus brazos, apegando sus pechos y sus intimidades-Me involucré tanto contigo que caí víctima de mi propio juego.

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Hola

No sé si les guste más Steve Top y Tony Bottom o Tony top y Steve bottom, solo diré que el próximo cap tendrá mucha versatilidad 7u7 (y será la primera que escribo así que no sé como lo haga ^^')

*no me gusta referirme así a las personas homosexuales pero era necesario, lo siento si alguien se sintió ofendido, yo los asmo 737.

No sé si les agradó la temática pero lo hice con mucho esfuerzo ^^

Y eso era todo, nos vemos.

Bye (^-^)y