Jamás
había sentido algo similar a lo que sentí ese abril del 2004,
cuando sus ojos se lograron chocar con los míos.
La cosa mas
hermosa del mundo me miraba atentamente en aquella biblioteca,
mientras que hacia intentos vanos por esquivar su mirada. Era como un
cuento de hadas, en el cual él hacia de príncipe, y yo de princesa,
que veía a su futuro amado.
Su anatomía encajaba con el
calificativo: de ojos verdes, alto, con un cabello rubio que le caía
sobre su carita
angelical, que por ella, creería que era un niño perdido en ese
lugar.
Mientras yo seguía tapándome con un ejemplar del libro
"El Retrato de Dorian
Grey", a
quien había leído muchas veces, y su protagonista era lo más
cercano a algo lindo hasta ese momento.
− ¿Que estas leyendo?
–escuche atrás mió.
− Esto- y le señale el libro, sin darme
vuelta.
− ¿Cuántas veces lo leíste? –volvió a preguntar, y
entonces me di vuelta. Grata fue mi sorpresa a ver que ese chico de
sonrisa angelada
me hablaba a mí.
− Unas cuatro veces- respondí.
Entonces,
puso una sonrisa picara en su rostro y contesto:
− Te gane, yo
lo leí seis veces-
No puede evitar sonreír al escucharlo, y peor
era que me mirara. Me perdía en sus bellos ojos verdes.
− ¿Qué
tal si vamos a algún lugar mas tranquilo?- pregunto
− Esta
bien, vamos- y lo seguí por el corredor hasta la puerta de
salida.
Al salir de la biblioteca, fuimos hasta el patio de la
escuela, donde nos sentamos al pie de la escalera. Entonces,
intrigada, empecé a intentar saber algo sobre él:
− ¿Sabes
mucho sobre libros, no?
− Bueno, con padres así…-y me señalo
a su padre, quien para mi sorpresa era uno de los fundadores de la
escuela.
Me reí del comentario y fui a lo directo:
− ¿Cómo
te llamas?-
A lo que él, sin preocuparse, respondió:
− Me
llamo Thomas,
pero todos me dicen Tom.
¿Y tu?, ¿Como te llamas?
− Yo me llamo Crystal
−
Que precioso nombre. Nunca había conocido a alguien con nombre tan
bonito.
− Jajaja.
Gracias. ¿Cuántos años tenes,
cinco?
− No-respondió entre risas-Solo tengo dieciséis años
recién cumplidos.
− ¿Cuándo los cumpliste?- pregunte.
−
Hace poco, el 8 de marzo
"Como dice la canción"Afín a mi
signo del zodiaco"" pensaba
− ¿Y tú? Seguro que por tu
aspecto tenes…cuarenta
años.
− Claro que no- respondí sonriente-También tengo
dieciséis.
Entonces, se escucho una puerta. Un chico caminaba
hacia las escaleras y Tom
lo empezó a seguir con la mirada.
− ¿Qué pasa? ¿Te inquieta
algo?
Se dio vuelta, sonrió y contesto con toda soltura:
−
Si, que vos hablas como mi madre
Nuestras carcajadas se oyeron en
todo el colegio, hasta que toco la campana.
− Nos vemos
luego.-Dijo mientras se alejaba por el pasillo.
La salida de
ese día no era como la de cualquier otro. Me sentía rara, pero
especial;
estúpida,
pero alegre. Hasta que escuche unos pasos y alguien que me decía:
−
Hola querida. ¿Alguien te ha dicho lo linda que sos?
Y cuando me
di vuelta y estaba por mandarlo con su madre, me di cuenta que era
Tom.
−
¿Sos tonto o que?
− Bueno, te quería hacer una broma
inofensiva. ¿Me perdonas, si?
Me reí de su cara de nene con
pucheritos,
algo que me producía ternura y más amor del que nunca imagine
−
Esta bien, te perdono. Aunque nunca más vuelvas a hacer algo así.
−
Si, mamá
Durante el trayecto hasta su casa, me contó sobre su
familia, sus amigos y sus gustos, en los cuales coincidí con la
mayoría de ellos. Al llegar a una plaza, nos despedimos.
−
Bueno, aquí nos separamos. Hasta mañana, Crystal.
−
Hasta mañana, Thomas.
Entonces,
corrí con todas mis fuerzas hasta mi casa, me encerré en mi cuarto,
busque mi diario y escribí, con toda la seguridad del mundo:
"Hoy
me enamore por primera vez"
