Verdades Incompletas

Vegeta funcionaba en base a su orgullo.

Goku había aprendido bien esto, y sabía que muy pocas cosas se anteponían para Vegeta a la reverencia a este concepto.

Estaba Trunks, su hijo. Y Bulma.

Vegeta había accedido a fusionarse con él, pese a que lo odiaba, para salvarlos.

Quizás aquello sólo tenía que ver con proteger a su descendencia (él suponía que por muy sanguinarios y crueles que los sayayines fueran, esto no incluía el abandonar a sus familias a la muerte. Aunque luego esto se contradecía con el hecho de que él mismo había sido lanzado al espacio a su suerte con apenas días de vida)

De cualquier manera, el antiguo mercenario de Freezer se había adaptado bastante bien a la vida familiar, una cosa impensable unos cuantos años atrás.

Por supuesto, había aspectos de la vida doméstica que Vegeta y Bulma llevaban que para Goku eran un misterio, pero como todos los demás, había decidido respetar el criterio de Bulma en este aspecto.

Bulma era el ser humano más inteligente que él había conocido, y quizás por eso , el respeto a su amiga, era que la mayoría de los otros había aceptado con tanta tranquilidad la presencia de Vegeta entre ellos, aunque Goku sabía que la mayoría todavía sentía temor y resentimiento hacia él (el recuerdo de lo sucedido en el Tenkaichi Budokai, antes de que Buu apareciera en escena, estaba todavía fresco en la memoria); tampoco y sus amigos parecían valorar la ayuda que Vegeta había prestado para derrotar a Buu.

Todos preferían hablar de "lo que Goku había hecho" o "cómo Goku había conseguido reunir toda esa energía para salvarlos" y cómo él era un héroe otra vez.

Goku no se sentía cómodo con esto, era como si le estuviera robando el crédito por su acciones a Vegeta, como si él fuera Mr. Satan, o algo así.

Y aunque a veces él había tratado de detener esto, diciéndoles cómo Vegeta había participado, y cómo había sido de él la idea de distraer a Buu mientras revivían a todos y él realizaba la Genki Dama, los otros parecían no escuchar o no importarles esto.

Así que, después de un tiempo, el había optado por quedarse callado y dejarlos hacer lo que quisieran. Específicamente, después de una ocasión en durante una barbacoa en la casa del maestro Roshi, él había comenzado a relatarles otra vez su versión de los hechos, él mismísimo Vegeta se había quedado mirándole con ojos asesinos, Goku había optado por cerrar la boca, avergonzado y confundido, dejando la narración a medio comenzar.

Luego, cuando la comida se había terminado, y la reunión se había disuelto en pequeños grupos, que, algo embriagados, cuchicheaban y reían repartidos por los rincones de la casa, Vegeta se le había acercado furioso, y, apenas controlándose (Goku pudo percibir el ligero temblor que recorría el pequeño cuerpo frente a él, aun a la pálida luz de la luna y las antorchas), le había masculló entre dientes:

− La próxima vez que decidas humillarme en público así, payaso, me encargaré de que borrarte esa bocota que tienes, para que así nunca mas vuelvas a tener la tentación de volver a hacerlo. ¿Me oíste, imbecil?

− Pero, Vegeta, yo sólo…

− ¡Yo sólo nada! ¿Crees que me importa la opinión de esos bufones? ¿Qué quiero conseguir su aprobación, o que me sigan arrastrándose sobre sus vientres como gusanos como lo hacen contigo?

− Ellos, no…

− ¡Silencio! Es la última vez que te lo advierto− susurró.

Goku lo observó alejarse, en parte disgustado con Vegeta por la forma en cómo se había vuelto a referir a sus amigos, como "gusanos", y en parte, disgustado con sus mismos amigos; porque él había estado junto con Vegeta ese día y había percibido el brillo de satisfacción que había en sus ojos, por haber logrado salvar la Tierra.

Vegeta no podía haber fingido eso, estaba seguro. No podía considerar humillante ser reconocido por todos como uno de los salvadores del planeta, de lo contrario ¿De dónde venía esa indignación tan profunda que demostraba en presencia de Satan, por haberse arrogado el éxito en destruir a Cell y a Buu?

Pero también sabía que su antiguo rival moriría, antes de rogar, o permitir que rogaran por él, para que le ofrecieran un reconocimiento sobre esto. Menos si eso significaba tener que hacerlo frente a un grupo de guerreros que él consideraba inferiores. Goku no estaba muy de acuerdo con eso, él tenía un profundo respeto por sus amigos por haber luchado por alcanzar su nivel, y combatir a su lado, aun cuando sus esfuerzos hubieran sido en vano. En lo que si no podía apoyar a sus amigos, era en la clara antipatía que habían decidido demostrarle a Vegeta, y Goku sospechaba que todo esta actitud de "púdranse todos" que Vegeta solía tomar frente a ellos, no era más que una defensa a su rechazo.

Al menos, Goku agradecía que Vegeta tuviera el apoyo de Bulma. Bulma había llegado junto con él más temprano, luciendo, como siempre, satisfecha de la familia que tenía y como la había formado (aun pese a las veladas censuras de Milk, que solía pasarse las reuniones charlando con la peliazul, para que una vez que llegaran a su propio hogar, se dedicase a criticarla incesantemente, sin ningún miramiento)

Ahora mismo, Bulma, tan pendiente de las reacciones de Vegeta como siempre, había partido tras él, al exterior de la casa. Luego había regresado brevemente para recoger a Trunks y despedirse de todos apresuradamente.

Goku se había asomado a una de las pequeñas ventanas de la casa, para verlos partir su pequeño vehículo. Bulma en los controles, Trunks despidiéndose de Goten por uno de los ventanucos laterales de la maquina voladora. Vegeta sentado en el asiento del copiloto, con los brazos cruzados sobre su pecho, y el ceño fruncido.

Un Krillin de mejillas sonrosadas por el licor y la mirada somnolienta, se paro junto a Goku para ver partir la nave de Bulma y murmuró:

− Ese maldito aguafiestas. No sé porqué Bulma insiste en traerlo, siempre arruina su velada y la de los demás…

Luego se había alejado, hipando y tambaleante, hacia la mesa donde 18 y los demás seguían consumiendo todo el alcohol que podía.

Luego había aparecido Milk, tan malhumorada y ceñuda como siempre, y le había exigido que partieran de inmediato hacía la casa, porque estaba cansada de departir con esa tropa de borrachos, etcétera, etcétera, etcétera.

− Como tú quieras, Milk.− murmuró ausente, absorto en la imagen de Bulma, llevándose a Vegeta y los otros burlándose de este, y cuchicheando sobre ambos sin ningún pudor mientras bebían.

Seis semanas después, había ocurrido lo inesperado.

Bulma y Vegeta se habían separado.

Era Goten que había llegado con la noticia, después de pasar un par de días en casa de Trunks, anunciando, con la ligereza de corazón característica de su edad, que los padres de este "no vivirían más juntos".

Goku se había quedado estupefacto por varios minutos, pero Milk había aprovechado para inquirir mas detalles del niño.

Goten no sabía demasiado, pero aparentemente, ambos le había comunicado la noticia a Trunks hacía una semana, y su papá ahora estaba viviendo en la Cámara de gravedad, pero que aquello era algo temporal, y pronto se marcharía del todo de Corporación.

− ¿Qué quieres decir con que se "marchara del todo", Goten? ¿Acaso Vegeta pretende marcharse al espacio otra vez?

Goten se encogió de hombros, pero Milk no tardó en ofrecer su juicio acerca de todo:

−Uff… ¡Eso sería lo mejor! Ese hombre… jamás Bulma debió haberlo aceptado bajo su techo en primer lugar. Por mí, podría marcharse al espacio ahora mismo ¡Así todos estaríamos más tranquilos!

Goku quería decirle que si Bulma no hubiese aceptado a Vegeta bajo su techo, el pequeño Trunks no hubiera nacido y el Trunks del Futuro no hubiera aparecido justo a tiempo para salvarle la vida y advertirles sobre los androides, y ellos no estarían sentados en la mesa tomando desayuno juntos, pero Milk ya había desviado su interés a otro tema, y estaba regañando a Goten por derramar leche sobre su pijama.

Hubiera deseado preguntarle a Goten más cosas, pero sabía que al volver sobre el tema sólo le daría a su esposa mas oportunidades para decir cosas desagradables acerca de Vegeta y de Bulma, así que prefirió guardar silencio.

Iría a Capsule Corp.

Quería saber que era lo que había pasado, si todo aquello era consecuencia de esa noche (y por extensión, su culpa) si Bulma estaba bien.

Y por qué no, quería saber que era lo que pensaba hacer Vegeta ahora.