Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen. Tengo que aceptar la cruda realidad, pertenecen a Masashi Kishimoto.
Aclaración: Cuando este en cursiva, va a ser más o menos mi explicación… el resto será desde la vista de Sakura.
Hola, este es un two shot, verán… la idea se me vino el día de mí cumple pero recién ahora logré terminarla… es un regalo de cumpleaños para mí misma… suena ridículo pero yo quiero que la historia tenga un final feliz, aunque no sea el que yo escribí que sea feliz.
Bueno, intenté convertirlo en one shot pero fue un intento en vano… ya me despido, les estoy fastidiando demasiado las cosas… ustedes vinieron para leer la historia… pues aquí esta:
------------------------------------------------------------------------------------------------
Mi final feliz.
Llevaba más de 5 horas caminando por la orilla del río, haciendo sonar las piedras e intentando asimilar mi cruda realidad.
Era mi cumpleaños, nadie me había dado un regalo, nadie me había dicho felicidades o siquiera me había sonreído pero, la verdad, nada de eso me importaba… yo no tengo razón para celebrar mi cumpleaños, sería celebrar el llevar un año más sin verlo.
Cierro los ojos al recordar como fue nuestro último encuentro.
FLASH BACK.
Konoha era atacado por segunda vez por akatsuki.
Unos ninjas evacuaban a mujeres, niños, ancianos, jóvenes y discapacitados lo más rápido posible. El alboroto era enorme, muchas casas ardían en llamas y otras cuantas estaban casi destruidas.
Yo, al igual que muchos ninjas, defendía la ciudad del enemigo pero mi principal objetivo era encontrar a Naruto.
Lo había perdido de vista al inicio de la pelea y hasta ahora no lo encontraba.
Escucho algo sobre que es imposible vencer al ángel de Dios junto con Dios… yo sé que se refieren a Pein y Konan pero sé que Naruto no dejará que destruyan la aldea y yo tampoco.
-¡¡RASENGAN!!-Ese grito hizo que me volteara. Vi humo y después a mi amigo en el piso, con una gran herida en el abdomen y varias rasguños… pero lo peor no fue eso, lo peor fue ver a quién le provoco esa herida. Ahí, parado un poco más lejos, con la katana desenfundada y sangre en ella estaba nuestro antiguo compañero de equipo como si nada.
Le reste importancia y corrí hacia Naruto, me arrodille junto a él y vi que la herida era mucho peor de lo que creía.
-Sa-Sakura-chan.-se le dificultaba hablar.
-Naruto, tienes que permanecer quieto y no hables.-dije mientras colocaba mis manos sobre la parte herida y empezaba a realizar el jutso de curación. Las lágrimas querían salir al verlo en ese estado y yo, sana… hubiera sido mejor que yo tuviera la herida y él estuviera sano.
-Hay… hay que salvar… la aldea.-intentó pararse pero fue en vano.
-Así no podrás hacer nada.-no pude contenerme más.-Primero hay que curarte.-las lágrimas rodaban por mis mejillas.-Y después seguiremos defendiendo la aldea.-
-No Sakura-chan… cura a los aldeanos.-pidió.
-¿Me quieres dejar sola?-le dije sin dejar de curarlo.-¿Quieres dejar a la aldea sin el próximo Hokage y a mí sin mi mejor amigo?-
-Sakura-chan.-dijo con tono melancólico.-Tienes razón, necesito estar sano para seguir defendiendo la aldea.-
-Y para ser el próximo Hokage.-añadí sonriéndole.
Escuché una explosión y no le hice caso, un kunai rozó mi brazo y yo ni lo sentí… mi objetivo era curar a Naruto.
-Ya está.-le dije mientras lo miraba.-Ahora a continuar en lo que estábamos.-me paré.
-Sakura-chan, yo… lo siento.-dijo tristemente mientras se paraba.-El teme… no pude…-
-No tienes porque disculparte.-le interrumpí.
Miré a mis alrededores y vi que las cosas estaban calmadas, busqué al Uchiha con la mirada y no lo encontré… lo que encontré fue gente herida, la ciudad en pésimo estado y alguno que otro muerto.
-Se han retirado.-dijo Naruto.-Los vencimos.-sonrió.- Sabía que lo lograríamos dattebayo.-
-Entonces… me pongo manos a la obra.-empecé a caminar hacia los ninjas heridos y a curarlos.
-Mi papi, mi papi.-dijo una niña llorando cerca de un cadáver.-papi… papi.-lo movía, queriendo que este reaccionara. Me acerqué a ella y la niña me abrazó llorando, no sabía quién era esa niña pero no puede evitar sentir pena.
Esto es lo que había provocado Uchiha Sasuke, varios muertos, la ciudad casi destruida y… lazos rotos.
END FLASH BACK.
Abrí los ojos y me senté bajo la sombra de un árbol.
Mucha gente lo odia, muchos quieren verlo muerto, otros quieren venganza y algunos verlo destruido… ¿Por qué yo no puedo pertenecer a estos grupos? ¿Por qué a mí me toca lo peor… amarlo?
Ni yo misma puedo entender porque lo amo… el casi mata a mi mejor amigo, atacó la aldea, atacó a mis compañeros y, sin embargo, lo amo.
¿Quién manda sobre el corazón? Puede que alguien… pero yo no.
Maldición, las lágrimas están por salir… volver a llorar por su culpa.
Me restriego los ojos y miro el cielo; esta por oscurecer, debería regresar a la aldea pero no quiero… no de momento.
Decido adentrarme en el bosque, ¿Qué puedo perder?
Siento como si alguien me observara… debe ser solo mi imaginación; después de todo, desde que él se fue estoy sola.
Los recuerdos me empiezan a bombardear: cuando formamos equipo, las peleas de él con Naruto, la batalla contra Naruto en la terraza del hospital, cuando se fue de la aldea, cuando lo volvimos a ver y el último recuerdo… él con su katana desenfundada y gotas de sangre corriendo por esta… sangre de mi mejor amigo… de su antiguo compañero… de Naruto.
Mis piernas tiemblan y caminó sin rumbo.
Veo una luz… ¿Eso es una cabaña? Pues parece una.
Me acercó a ella, toco la puerta y esta se abre.
Puedo observar una mini sala con un sillón negro largo y cuatro sillones pequeños que a los lados; al frente del sillón largo, pegado en la pared, una chimenea encendida y en el centro una hermosa alfombra. Una puerta abierto deja ver un comedor y ahí mismo una cocina. A mí izquierda, dejando un espacio más o menos grande, hay una librería con un retrato encima de ella y hay un pasillo, al fondo de este hay una puerta cerrada.
-¿Hay… alguien?-preguntó sin moverme de mi sitio.
Espero mas no responden.
Entró lentamente, miro a mis alrededores e, inconscientemente, me dirijo al retrato.
No puedo evitar cogerlo y que las lágrimas se empiecen a desbordar.
-Nada volverá a ser lo mismo.-murmuró entre lágrimas mientras veo la foto.
Ahí estaba Kakashi-sense detrás de nosotros con la mano encima de la cabeza de Sasuke y Naruto, yo en el medio sonriendo.
¡ESPEREN!! ¡¿Qué hacía esa foto ahí?!!
Rápidamente me volteo y, recostado en el marco de la puerta, se encontraba él… mirándome como si nada.
-Sakura.-dijo con un tono suave.
-Sa… Sa.-se me dificultaba terminar su nombre.-Sasuke.-lo logré.
-Hmp.-rodó los ojos.
Como si recién me hubiera dado cuenta de la situación en que estaba dejé el cuadro encima de la librería y saqué un kunai; poniéndome en posición de ataque.
En un abrir y cerrar de ojos sentí una respiración detrás de mí, me giré y me topé con su pecho, tuve que alzar mi rostro para verlo.
-¿A quién planeas atacar?-preguntó con una sonrisa arrogante en dibujada en su cara.
En un rápido movimiento me agarró por la cintura y me atrajo hacia él.
Solté mi kunai. ¿Qué estaba haciendo?
Acercó su cabeza a mi cuello y sentí su cálido aliento, no pude evitar estremecerme.
Poco a poco subió su cabeza hasta quedar frente a mí. Confusión… eso palabra se quedaba corta para describir lo que sentía.
Acercó lentamente su rostro y, antes de que pudiera reaccionar, me beso. Su beso fue delicado, cálido y… ¡FUE MI PRIMER BESO!
Se separó de mí. Tenía una sonrisa de superioridad en su rostro y sus ojos dejaban ver cierto destello de satisfacción.
Creo que era por el hecho de haber sido el primero en besarme.
Reaccioné-Suéltame.-le dije e intenté separarme pero lo único que conseguí fue que él me apretará más contra sí.-Suéltame.-volví a decir.
Tenía que alejarme de él, tenía que mostrarme fuerte, tenía que salir de aquel lugar… tenía, tenía y tenía, pero no.
-Por favor.-le pedí con lágrimas en los ojos.
No es justo que después de todo mi sufrimiento caiga a sus pies, aunque lo amé, no es justo para mí.
-No.-dijo con sencillez.
Forcejee un poco pero él, con cada movimiento que yo hacía, me apegaba más a sí. Intenté empujarlo poniendo mis manos en su pecho pero se movió rápidamente y me llevó hasta el espacio que había entre la puerta y la librería.
Cogió mis manos por las muñecas, me apretó contra la pared y me beso… pero esta vez su beso fue violento.
El aire me empezaba a faltar cuando separó sus labios de los míos
Estoy segura que estaba roja, mis labios ligeramente hinchados y respiraba aceleradamente.
Su típica sonrisa de autosuficiencia estaba dibujada en su rostro.
Iba a replicar para que me soltará pero no alcancé a hacerlo… las razones, creo, son obvias.
Mi corazón me pedía a gritos que le correspondiera, mi mente decía que esto acabaría mal si no lo apartaba.
Tal vez me arrepienta por lo que voy a hacer, tal vez mañana maldiga mil veces la decisión que acabo de tomar, quizás jure y perjure que fue el mayor error pero, ahora, no me importaba.
Lentamente, haciendo caso a lo que mi corazón y mi cuerpo pedía, correspondí el beso. Mi subconsciente había perdido.
Sentí como soltaba mis muñecas, cortaba el beso y me veía.
Sonrió con picardía para después agarrarme por la cintura y regresar a lo anterior pero esta vez yo me abracé de su cuello.
No podía aguantar más; lo amaba con toda las fuerzas de mi corazón. Sabía que podía ser un juego, que podía ser cosa de una noche pero… por lo menos esa noche quería ser feliz.
Se dejó llevar por él, no sabía a dónde iba, no sabía que pasaría, solo sabía que estaba besando al chico que amaba mientras este; de una manera sutil, le guiaba hacía algún lugar.
Escuché un sonido sin embargo no le hice caso.
Sentí como Sasuke se separaba lentamente de mí y, recién ahí, caí en cuenta de que me encontraba recostada sobre una cama.
Un nerviosismo entero recorrió mi cuerpo. Creo que el miedo se reflejó en mi mirada porque sentí una mano en mi mejilla, voltee mi rostro para ver a Sasuke que estaba sentado al filo de la cama. Sus labios se posaron en los míos pero el beso volvió a ser cálido… como el primero.
Me di cuenta de algo… esta noche iba a ser larga… quizás eterna.
---------------------------------------------------------------
Desperté enredada en las sábanas, me acomodé mejor en la almohada e intenté en vano huir de los rayos del sol.
Resignada abrí los ojos y me di cuenta de un pequeño detalle… estaba sola en la cama.
Me recosté sobre el espaldar cubriéndome con la cobija. Sentí una fuerte opresión en el pecho al mismo tiempo que los latidos de mi corazón se aceleraban; mi subconsciente repetía un te lo dije y mis ojos se empezaban a llenar de lágrimas.
Antes de que pudiera derramar la primera escuché un leve ruido, giré mi rostro y vi al azabache en el marco de la puerta de lo que parecía ser un baño.
Una toalla le cubría de la cadera hasta las rodillas y dejaba al descubierto su pecho.
Sonreí al verlo.
Él también sonrió e hizo que automáticamente me sonrojara.
No pude evitarlo. Envuelta en la sábana me paré y lo abracé… estaba feliz de que él no me haya dejado.
De una manera dudosa correspondió mi abrazó y después acarició mi cabello.
Mi rostro estaba escondido en su pecho.
-Sakura.-dijo sutilmente.
Me separé de él, sin embargo este me cogió por la cintura y me apretó contra sí.
-¿Aún sigue en pie lo de llevarte conmigo?-me susurró en el oído.
Me miró.
-Siempre.-le dije mientras lo besaba y entrelazaba mis brazos alrededor de su cuello.-Siempre, siempre.-le repetí entre el beso. -Sasuke-kun.-
Se separó lentamente de mí.
-Me estas provocando.-dijo con una ceja alzada.
-No entiendo Sasuke-kun.-era la verdad, no sabía a qué se refería.
No me respondió, solo me volvió a besar… y bueno… una cosa lleva a otra.
--------------------------------------------------------
Bueno, esta es la primera parte… la segunda se las dejo ahora mismo…
