N/A: Bueno bienvenidos jaja! Este es mi primer fanfic de Hetalia y de Latin Hetalia XD Porque si, incluye personajes de ambos grupos. Al principio no sabrán bien quién es narrador pero esa es la idea! XD La historia esta como narrada in media res, es decir, que se narran hechos como en medio de su desarrollo... XD En fin, sepan disculpar si hay algún error, ya sea de ortografía o de narración de lugares o algo de ese tipo. Si por alguna casualidad quieren comentarme algún error o darme simplemente una opinión, por favor háganlo dentro del límite del respeto. Creo que esta es una página seria donde hay que respetar el trabajo de todos.

Este fic es de misterio, trata sobre un asesinato, consecuencia de un romance enfermo. Por lo que puede que algunos aspectos en las personalidades de algunos personajes se vean algo modificados, especialmente en el caso de los personajes de Latin Hetalia.

Este fic tiene muchas parejas XD Principalmente ARGxCHI pero van a ir descubriendo otras. Hay de ambos tipos: Yaoi y Hetero XD La edad de la mayoría de los personajes en este fic oscila entre los 20 o 24 años XD Las relaciones entre ellos tambien varían un poco, por ejemplo, en esta historia, Chile (Manuel) y Rapa Nui (Tiare) son HERMANOS, es más, también se suma una supuesta prima de ellos, así como se pueden ir sumando otros personajes creados por mi.

Bueno vale aclarar que todos los personajes que este fic incluya y sean de Hetalia pertenecen a su autor Hidekaz Himaruya. Y todos aquellos que sean del fandom Latin Hetalia pertenecen a sus respectivos autores, quienes se hallan en la comunidad

Ah! Y por favor, lean la nota al final del fic! Quizás les saquen algunas dudas!

Sin mas que decir XD aqui el fic ^^ Espero que les guste!

I

Siempre me había gustado ayudar a los demás. Bueno, más que ayudarlos, defenderlos de otros que se creían superiores. Aunque mis métodos eran algo particulares. Mi ayuda hacia otros no era de forma directa, sino indirecta, de hecho es muy difícil de explicar, pero mi intención era no ser reconocida, ayudar sin el interés de llevarme el crédito de la situación. Muchos me dirían modesta en exceso, otros, una completa idiota. Pero me gusta ser así. Por eso me uní al cuerpo de inteligencia de la Policía. Ayudaría a la gente mediante métodos indirectos.

Obviamente, mis ideales no eran muy bien vistos por algunas personas en la Unidad de Inteligencia de París. De hecho, se que lo que les molestaba mas era mi origen latino, pues era la única sudamericana en la división. Sin embargo, había alguien en quien yo veía algo parecido a tolerancia: Alfred Jones. Un americano que trabajaba en mi misma división, hacía ya 7 años. El tipo era un lambiscón profesional, se ganaba la admiración de todos y mostraba algo así como apatía frente a los problemas de los demás.Él era la contracara de mis ideas, si bien nos habíamos unido a esa carrera con el objeto de ayudar a los demás, él lo hacía con un claro interés: ser reconocido como el héroe. Pero a pesar de sus falencias, veía en él a alguien bueno, alguien que mas o menos me aceptaría como fuese.

El tema es que Alfred fue el encargado de ser mi tutor en mis primeros meses de trabajo. Él se había recibido de psiquiatra y se especializó en criminalística. Admiraba sus métodos de análisis, parecían inútiles pero eran ingeniosos. A veces, cuando trabajaba con él en algún caso, solía ponerme a prueba o simplemente dejarme a un lado a que mirara. Pero por lo general, estos eran casos fáciles, que siempre terminaba resolviendo Alfred. El trabajo me estaba desconcertando un poco, lo había creído más emocionante.

Hasta ese día. El día que Alfred me propuso investigar un caso de suma importancia con él, un caso que la prensa llamó: El caso de la Rapa Nui.

Habían pasado ya tres días del día del juicio. La Rapa Nui había sido enviada a un internado para hacerle un examen psicológico. Vale aclarar que esta fue idea de Alfred, para mi hubiese sido suficiente con hacerle una pericia el mismo día del juicio y allí mismo determinar su estado psicológico. Pero no. Alfred decía que con unos días de aislamiento y charlas oportunas le harían revelar más cosas, quizás más de la cuenta.

Y allí estaba, sentada en el sofá, cabizbaja. Tiare González Rodríguez. Hija de un rico empresario chileno que residía en París. Una mujer acusada de matar a Martín Hernández, el amor de su vida, o al menos así lo decía ella. Los amores demenciales eran casos típicos, pero había algo en este caso en especial, algo que lo convirtió en el caso más atroz, insensato e interesante que he visto.

Yo la miraba de reojo, tratando de no creer lo que había hecho. Alfred estaba a mi lado, mirando hacia la ventana, pensando en quién sabe qué. El silencio en la habitación era espeluznante, ni siquiera el ruido de la lluvia de afuera podía romperlo. Hasta que Alfred lo hizo.

-Asi que...Te dicen Rapa Nui...¿Puedo saber por qué?- decía mientras caminaba por la habitación.

Parecía que la mujer no iba a dignarse a hablar, así como la primera vez que intentamos hablar con ella y fue inútil. Pero parece que unos días de aislamiento fueron suficientes. Una vez más, Alfred tenía razón.

- Es un dialecto de la Isla de Pascua. Quiere decir isla grande, pero no tiene nada que ver con mi persona. Me dicen así porque mi madre era de allí, y escogió ponerme de nombre Tiare, un nombre también proveniente de esa zona-.

- Pero tú no eres de allí ¿verdad?-

- No, yo soy chilena. Mi padre es de Chile también, conoció a mi madre en uno de sus viajes, y en ese entonces, Manuel ya había nacido-.

-¿Manuel?-.

- Si. Mi hermano mayor, o bueno, mi hermanastro. Mi madre ya lo había anticipado: él te traerá muchas desgracias, me dijo una vez-.

-¿Tu madre te dijo eso? Pero... ¿Por qué?- Le pregunte yo. Luego miré a Alfred, quien aprobó mi repentina intervención.

- Antes de morir, mi madre me reveló que había tenido un sueño. Make Make¹ se le había aparecido y le había dicho que la desgracia llegaría a nuestra generación, y el encargado de concretar eso sería aquel que actuaba en las sombras.- dijo, mientras arreglaba su cabello color café- Era obvio que se refería a Manuel, él siempre estaba abstraído en su mundo, no hablaba con nadie y solo se dedicaba a leer-.

-Pero... ¿Qué tiene eso de malo? Eso no es actuar en las sombras-.

-Tenía costumbres e ideales raros. ¡Era obvio que la llegada de nosotras a su vida lo enfadaba en gran manera!-. Dijo levantando un poco la voz.

-Bueno, y...¿Qué sucedió luego de que tu madre murió?-.

-Nos mudamos aquí a Paris. Yo apenas tenía 14 años, y Manuel, 17. Mi padre ya había concretado un nuevo negocio en el rubro de hortofrutícolas y lácteos con un tal Sigmund Bonnefoy, quien le invertía en el negocio de mi padre y lo ayudaba con la maquinaria y eso-.

Bonnefoy. Ese apellido me sonaba. ¡Claro! Estaba en el informe del caso, un tal Bonnefoy aparecía como involucrado en la causa. Alfred también lo notó.

- ¿Sigmund Bonnefoy? ¿Cómo era tu relación con él?-.

-¿Con él? Nada. Solo hemos hablado un par de veces, quien era mi amigo era su hijo, Francis Bonnefoy-. Al nombrarlo, pude notar como surgía una creciente aflicción en la cara de Tiare.

-¿Francis?-

El día que Tiare tuvo que ser llevada a la fuerza del juzgado hacia el internado, gritaba ¡FRANCIS! ¡FRANCIS! ¡TODO ES TU CULPA! desaforadamente. Ese tipo era clave.

Tiare rompió a llorar. Había visto muchos llantos, pero ese, ese era especial. Alfred me hizo una seña para irnos y dejarla un rato sola. Una vez afuera, Alfred volvió a mirar hacia una ventana, lucía totalmente abstraído. Llovía torrencialmente.

-¿Acaso te gusta lluvia? Digo... En más de una oportunidad te he visto algo... abstraído por ella-.

Tardó en responderme. De repente, giró su cabeza súbitamente y retomó su actitud americana.

-¡Claro que no!¡Jajajajaj! ¡Prefiero mil veces los días soleados! ¡No seas ridícula Kate!-.

Él solía llamarme Kate, la versión americana de Catalina.

- Claro...- hice una pausa- ¿Qué pasa si la Rapa nui no nos quiere revelar algo sobre Francis?-.

- Si lo hará. Solo demosle un tiempo y se tranquilizará, confía en mí-.

No tenía otra opción que confiar en él, después de todo, él era el héroe, y un héroe siempre sabe qué hacer.

Fuimos a comer algo en una especie de comedor que había en el internado. Nos habíamos tardado más o menos una hora, que me pareció una eternidad. Tenía tanta intriga de saber qué era lo que había pasado en realidad, quería resolver el caso de una vez por todas. La curiosidad me estaba matando, y eso nunca me había pasado. En cambio, no veía la misma reacción en mi tutor. Nuevamente mostraba esa especie de apatía, como si todo se tratara de una obligación, para luego llevarse el honor de todo. Su creciente interés por la comida chatarra también llamaba mi atención.

- Bien, ¿qué te parece si pedimos unas Big Macs de Mc Donalds?-. me preguntó.

- ¿Es que no te cansas de comer esas cosas?-.

- ¿Que no te gustan? Si quieres pedimos unos Cuartos de libra-.

- No me refiero a eso, digo ¿qué no te cansas de pasártela solo con hamburguesas y malteadas?-.

- Pues... no- y en ese momento empezó a reirse. Y, como si yo no hubiese dicho nada, marcó el bendito numero y pidió dos Big Macs con todo incluido.

Una vez de vuelta en la habitación, Tiare estaba sentada en el sofá, mirando hacia el techo. Sus marcadas ojeras demostraban que había estado llorando todo ese tiempo en el que Alfred y yo nos habíamos ausentado. Su expresión era neutra, como si de pronto, hubiese pasado por tantas emociones en un solo segundo, que ya no tenía que expresar. Pareció no notar nuestra entrada, pero el americano se hizo notar.

- Tiare González Rodríguez, ¿Nos vas a contar algo más?-.

De vuelta, tuve la sensación de que ella estaba en otro mundo, inconsciente de lo que sucediera en esa habitación. Pero súbitamente nos miró y respondió.

- Disculpen mi desbarate de hace rato. Sucede que Francis ha sido una persona muy importante para mí. Él era mi amor platónico cuando tenía 16, pues lo conocí en una cena de negocios que había hecho mi padre y bueno, Sigmund estaba invitado y llevó a su hijo. Allí nos conocimos y me enamoré perdidamente de él. Pero un día, me dí cuenta que él no era aquel hombre con el que yo soñaba-.

En ese momento, sacó un hermoso collar, escondido debajo de su blusa. Tenía un dije con la forma de un perfil.

- Ese día fue el mejor día de mi vida. Fue cuando lo conocí a él- dijo con una rara expresión que interpreté como una especie de sonrisa.

Hicimos un silencio. Juraría que la piedra de la que estaba hecho el dije del collar era un ejemplar de rodocrosita².

- ¿Quién es él?- Preguntó Alfred.

-Es a quién me robaron, Martin Hernández-.

N/A: Bueno fin del primer capítulo XD Bueno como habrán visto, hay algunas palabras que enumeré para ponerles mas o menos que son o a qué refieren (así será a lo largo de la historia)

¹ Make Make: es un dios de la religión Rapa Nui, de la isla de Pascua.

² Rodocrosita: es un tipo de piedra, de color rosa. Se encuentra mucho en Argentina (dato importante XD)

Si bien en el fandom original Manuel y Tiare no son hermanos,aquí SI LO SON XD. Sucede que necesitaba a alguien cercano a Manuel que hiciese como una hermana. También en esta historia, le doy un carácter mas fuerte a Tiare, puesto que creo que no lo tiene, pero como dije, hay cosas que modifiqué para adecuarlo más a mi idea.

Bueno en el próximo capítulo XD Tiare va a contarles algo más, nuevos personajes entran y nuevas dudas crecen también XD ^^