Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a J.K Rowling, Scholastic, Warner Bros., etc. Yo no utilizo los personajes para ganar dinero, sino como simple diversión.
Capitulo Uno: Simplemente Diferente
Hace ya dos semanas que había terminado el curso en el colegio Hogwarts de magia y hechicería, todos los alumnos estaban de vacaciones, lo cual era un alivio y una alegría para todos, para todos excepto un alumno, de rebeldes cabellos color azabache, y unos profundos ojos esmeralda que hipnotizaban, un alumno que había pasado a su sexto curso en el nombrado colegio. Todo le parecía, muy irreal y dramáticamente triste.
Harry Potter se encontraba tirado en el césped de un desabitado parque cerca de Privet Drive, parecía estar durmiendo, cualquiera que haya conocido a este peculiar mago antes de ese momento, no lo habría reconocido en lo absoluto de no haber sido por el desordenado pelo y los ojos. Pues Harry Potter distaba mucho de ser el niño-que-vivió, aquel niño que todo el mundo idolatraba, aquel niño del que todo el mundo esperaba las mejores cosas, pero nadie sabia que el no podía más, que la pena, la culpa y la rabia, lo carcomían por dentro, esos sentimientos que no lo habían abandonado desde el momento en que salió del despacho del director, Albus Dumbledore, sentimientos que lo ahogaban, que no lo dejaban vivir, no lo dejan dormir, lo perseguían, sentimientos que habían provocado que su mirada sea fría, calculadora que no dejara pasar ningún sentimiento, además de haber crecido varios centímetros y tener una contextura mucho mas adulta, de no ser por las holgadas ropas que era obligado a usar, con mucha facilidad parecería un hombre de 18 años, no aparentaba los 16 que estaba por cumplir, sus ojos emitían una gran madurez que intimidaba, la mirada de un guerrero que a pesar de haber ganado sus batallas era derrotado por el tiempo y las personas que quedaban atrás y su cuerpo emanaba una cantidad de poder que el no conocía ni creía llegar a poseer.
El parque se encontraba completamente desabitado ya que eran altas horas de la mañana, pero nadie parecía preocuparse o importarle el hecho de que un joven este ahí tirado, sin señal de querer hacer ningún movimiento, solo pensando. Estas dos semanas habían sido un continuo infierno, sus tíos, los Dursley, ya no lo obligaban a hacer tareas caseras ni nada por el estilo, no le hablaban, nadie sabía cuanto añoraba hacer esas insoportables tareas bajo la luz del sol, por lo menos su mente estaría alejada de todos sus demonios. Pero los Dursley se habían tomado muy a pecho lo dicho por los "anormales" amigos de su sobrino a finales del curso pasado, y lo trataban mejor, mucho mejor desde su punto de vista, la comida nunca le faltaba, no lo insultaban, ni trataban como a un sirviente, pero tampoco le hablaban ni le demostraban afecto alguno, Harry no entendía y pasaba horas tratando de entender, como Dumbledore pensaba que el llamaba hogar a ese lugar, como podía creer que Harry los consideraba familia.
Durante esas dos largas semanas Harry se limitaba a estar en su pieza leyendo o salir a pensar al parque, ambas cosas ya eran parte de su monótona vida en Privet Drive, todos los días recibía cartas de sus amigos, cartas que no leía y ni se preocupaba por responder, si había una cosa que el odiara en este mundo era que le tuvieran lastima, era algo que simplemente no soportaba, que le tuvieran pena por ser lo que era, sabiendo que no tenía opción. Abrió los ojos por primera vez desde que había llegado al parque, miro a su alrededor y no vio ni una sola alma, que se preocupara por rescatar la suya, pero no se sorprendió ya que ni el se preocupaba por encontrarla. Se levanto y se dirigió al numero cuatro, a la casa de sus tíos, "su hogar". Eran cerca de las 12 de la noche cuando llego y hacía rato que Dudley había llegado, pero los Dursley tampoco lo retaban y le decían la carga y molestia que era el para ellos. Subió las escaleras con calma sin ningún apuro, llego a su habitación y no se sorprendió de ver una lechuza esperando por el en la ventana, la verdad es que ya ni cerraba la ventana dejaba que las lechuzas entraran dejaran lo que traían y se fueran. Saco de la pata de esta la carta que le traía, se sorprendió al ver que era de Hogwarts, pensando que eran sus resultados de sus TIMOS, la abrió con un poco de miedo, pero sin que este se reflejase en su rostro. Al sacar el contenido del sobre, se sorprendió al ver que era una carta de Dumbledore, no había recibido sino cartas de los Weasly, Hermione y Lupin, nadie más, se enojo porque sabia que si hubiera sabido antes de quien era la carta no la habría abierto, lo cual obviamente también lo sabía el director.
Querido Harry:
Se de ante mano que estas enojado ya que te escrito haciéndote pensar que son tus TIMOS, pero me temo que se que es la única manera de que leas alguna carta. Todos están muy preocupados por ti, se que estas bien, pero a tus amigos les podrías escribir para calmarlos, están muy preocupados por tu estado.
También, debo decirte que debido a como están las cosas aquí es preferible que estés con tus tíos el mayor tiempo posible...
Harry no continuo leyendo la carta, bastante enojado la arrugo y la tiro junto con el resto, decidió que les escribiría a sus amigos, ellos no tenían la culpa, ni siquiera sabían porque Harry estaba así. Rápidamente y sin ánimos escribió una carta para la orden en general incluyendo a sus amigos, ya que sabía que estaban juntos en el cuartel, una vez hubo mandado a Hedwig se recostó sobre su cama y se puso a pensar en su vida y lo terrible e injusta que era, pero de repente una profunda ira lo poseyó seguido por una increíble determinación, el era un hombre marcado con un solo destino y nada que hacer para cambiarlo, mataría o moriría, y si había de morir se preocuparía de llevarse a ese ser consigo, pero por encima de todo, haría que su vida valga la pena, bastaba con que su destino sea un solo, no aguantaría que también decidieran por el cada uno de sus pasos, nunca más. Más que mal, pensó el, soy el único que lo puede derrotar, yo debería mandar aquí sin mi están perdidos. Con este pensamiento un tanto egoísta, ególatra pero increíblemente reconfortante cayó en los brazos de Morfeo, y por primera vez no soñó con Sirius.
A la mañana siguiente muy decidido se despertó a las seis de la mañana se ducho, se vistió y dado que los Dursley aun dormían se hizo un desayuno como correspondía, a las siete ya estaba listo, había escrito una nota a los Dursley en la que ponía que saldría por toda la tarde, no es que a ellos o a el les importara, pero mejor prevenir que lamentar. Salio al patio delantero y vio las vacías calles, pero bien sabía el que debería haber algún mago escondido vigilándolo.
-Quien sea que me esta vigilando.- empezó Harry con voz fuerte.- mejor que se muestre tengo algo que decirle.
Cinco segundos después Tonks estaba enfrente de el con la mirada confundida y el pelo de un profundo color rojo.
-Hola Tonks.- prosiguió Harry.- Veras yo voy a salir hoy, voy a salir de Privet Drive, no y no podrás detenerme.- agrego viendo que la aurora iba a negarle eso.- no te estaba pidiendo permiso, mas que mal solo debería pedírselo a mis padres o Sirius y en ambos casos están muertos, ustedes no tienen ninguna autoridad sobre mi. Solo te avisaba para que no me busquen o me digan algo después dado que estoy en todo mi derecho, creo que eso es todo. Ah y no me sigas lo notaria y lo que tengo que hacer es personal, es decir mió de Dumbledore. Adiós.
Sin decir nada más, y sin dejar que Tonks digiera nada tampoco, se fue de allí. Sabia que la joven auror no lo iba a seguir no les convenía, pero sabía que iría donde el director, poco le importaba en realidad. Tenia muy poco dinero muggle y aun le quedaba algo considerable de dinero mágico no lo pensó dos veces y levanto su varita, esperando que apareciera el autobús mágico, inmediatamente apareció, un joven de no mas de veinte años apareció y le dio la bienvenida al autobús diurno, pidió que lo llevaran al callejón Dragón y pago, diez minutos después se encontraba frente a la puerta del caldero chorreante, ahora venia su mayor problema, sabia que estaba mas alto y que no se parecía mucho al que solía ser, pero la cicatriz era la misma y su pelo igual sin pensarlo dos veces vio que en la calle vendían un jockey y lo compro se lo puso, se veía algo raro, pero ni el se reconocería si esa fuera la primera vez que se veía, algo raro a decir verdad. Entro al pub, por suerte no había mucha gente, a decir verdad era muy poca, pero supuso que era por el regreso de Tom, se dirigió sin mirar a nadie hacía la parte trasera saco su varita y hizo los ya muy conocidos movimientos para que se abra la entrada al mágico lugar, una vez dentro de este fue al banco, quería estar lo menos posible ahí, donde todos sabían su nombre y lo conocían. Al llegar al banco le pidió a un gnomo que lo llevara a su cámara una vez allí tuvo que afirmarse de la pared para no caerse de la impresión, tenia el triple como mínimo, y eso era decir poco, de lo que tenía antes de irse, pregunto y le dijeron que eran algunos de los vienes que había heredado de Sirius Black, una pena increíble lo azoto, peor igual una alegría increíble, su padrino se había preocupado de el aunque su futuro fuera sin el. Recogió bastante dinero más del que tena propuesto y salio una vez de vuelta en la planta general del banco cambio mas de la mitad por plata muggle. Apenas termino con esto se fue del callejón directo al Londres muggle, se dirigió a un gran mall que vio, el mas glorioso, en este se dirigió inmediatamente a comprarse ropa, no aguantaría un día más con esa ropa indecente, se compro millones de poleras, pantalones, ropa interior, zapatos, zapatillas y muchas otras cosas que según el necesitaba para su nueva imagen, cuando termino con la ropa se fue inmediatamente a comprarse lentes de contacto y rompió con furia los anticuados lentes que tenía, los rompió como símbolo de que dejaba una forma de vida atrás y que una nueva empezaría ahora mismo solo que el aun no se daba cuanta de la magnitud de las cosas que estaba haciendo.
Termino todas sus compras y volvió al callejón con un atuendo completamente distinto al anterior, tenía puestos unos anchos jeans azul oscuros con una polera manga larga un poco ajustada su cuerpo, sus lentes de contactos, se veía soberbio irradiaba poder, todos lo miraban pero no como el niño-que-vivió, simplemente les llamaba la atención, no reconocían en el al antigua Harry Potter. Fue hasta la librería y compro muchos libros de DCAO, transformaciones, encantamientos, magia blanca, el poder de la mente y unos sobre artes oscuras que encontró en una sección que se notaba no era visitada muy a menudo.
Terminó todas sus compras y se dirigió a la casa de sus tíos, después de un día interesante, el mejor de sus vacaciones, hasta el momento, pero aun no terminaba. Llegó a la casa de sus tíos esta vez en taxi, una vez adentro se sorprendió era obvio que Dudley había aprovechado que Harry no estaba para invitar a su pandilla y sus amigas a la casa, nunca los llevaba por miedo a que Harry dijera algo, este sin inmutarse entro a la casa como si esta fuera suya, saludo a todos con un simple "Hola" y se dirigió a guardar todas su cosas nuevas. El salón quedo en silencio nadie esperaba algo así.
-¿Estas seguro que era tu primo?- pregunto una de las amigas de Dudley, Laura.- Había escuchado que asistía a una escuela para delincuentes, perdóname pero no me lo creo.
-Yo tampoco, es hermoso.- dijo emocionada otra con una tonta risita que sus amigas imitaron.
-Vamos con el a la noche.- volvió a decir Laura.
-¡Si!- dijeron las demás.- los hombres se miraban conmocionados le ponían más atención a el que a ellos.
-No lo creo, es decir, ¿para que?- dijo Dudley intentando controlar la furia que lo invadía
-¿Cómo que para que?- dijo Sofía.- Para divertirnos, es tu primo, no un bicho raro.- agrego con una gran sonrisa a la cual Dudley no se pudo negar.- Bueno, voy a preguntarle.
-No, nosotras vamos, no le dieron tiempo para alegar ya que seis chicas corrían por las escaleras y llegaban al segundo piso, a Dudley no le quedaba más que rezar porque su primo tuviera escondidas sus cosas de su "colegio".
-Hola.- dijo Amy.- Yo soy Amy, ellas son: Laura, Sofía, Emma, Bárbara y Javiera.- agrego con una gran sonrisa a un asombrado Harry que se encontraba guardando sus cosas, menos mal que todo estaba bien disimulado y su lechuza había ido a entregar la carta y aun no volvía.
-Hola, ¿Cómo están?- dijo sacando una personalidad que no sabía que tuviera, las miro descaradamente a todas, las cuales eran muy lindas y coquetas.
-Bien, oye veníamos a invitarte porque vamos a ir a un club a la noche y pensamos que querías ir.- dijo Laura, la mas linda según Harry.
-Si mi primo no se molesta.- dijo el morocho con una sonrisa traviesa.
A la noche todos estaban listos los hombres en la casa de Dudley y las chicas en la casa de Sofía según pudo entender Harry. La pandilla estaba muy presentable, pero no les ganaban a Harry que estaba con unos jeans negros y una polera verde oscuro que combinaba a la perfección con le color de sus ojos su pelo mas desordenado que de costumbre, pero por voluntad propia, parecía un ángel negro. A las onces fueron a buscar a las chicas, uno de la pandilla al que Harry nunca había visto manejaba iban en una gran camioneta. Las chicas estaban todas hermosas y Harry sintió como sus hormonas empezaban a trabajar para hacer de esta noche una memorable. Llegaron a un gran club de color negro con varios pisos, el entrar Harry quedo maravillado, tanta gente bailando, tomando, simplemente disfrutando.
Inmediatamente se separaron y se pusieron a bailar, el se fue directamente a la barra, sintiendo un poco de vergüenza de bailar, no que no se lo hayan pedido, en la barra se pidió un vodka naranja, que se tomo al seco, al ser la primera vez que tomaba algo mas fuerte que una cerveza de mantequilla, lo asimilo bastante bien, después se tomo otro y otro, quedando bastante más alegre igual que el resto, con un poco mas de confianza en si mismo saco a bailara a Laura la cual bailaba con Dudley pero no se lo negó al morocho de ojos verdes esta de mas decir que la joven de cabellos rubio y ojos azules estaba bastante entonada también, pusieron una canción bastante sensual y la chica empezó a bailarle a Harry, provocándolo, las hormonas del muchacho se pusieron a mil por esto y acerco su cuerpo al de ella, era algo nuevo pero demostró la seguridad de un experto, al acercarla a su cuerpo los movimientos de ella se hicieron mas lentos pero no por eso mas sensuales, la canción termino pero ellos no se separaban, pronto Harry se decidió, la tomo de la cintura y la llevo al ultimo piso, a pesar de ser el VIP, el sabía que lo dejaría pasar, la muchacha estaba sorprendida de que Harry solo mirar intensamente a los guardias y estos los dejaran pasar jamás habían podido entrar ellos, el VIP era simplemente otra cosa, ellos al ser menores de edad se conformaban con entrar al club, pero esto era impresionante mujeres y hombre bailando una sensual música alrededor de unos palos en un escenario, muchos sillones con mesas y gente en ellos besándose y "jugando" entre ellos, una pista de baile con la Mayorga de la gente del VIP bailando ahí, Harry la condujo a unos de los sillones de la esquina y pidieron unos tragos tomaron bastante rato mientras les volvía la borrachera, Harry se paro y la invito a bailar peor ahí mismo al ritmo de una canción lenta, el juego comenzó de nuevo ella lo provocaba con felinos movimientos mientras el la cogia de las caderas, de repente la acerco bruscamente hacia el al tiempo k una canción mas movida comenzaba a sonar ella comenzó a bailar igual que antes pero la extrema proximidad de sus cuerpos las excitaba no sabia que hacer, moría por besar esos sensuales labios. Harry la tomo con una fuerza mayor de las caderas y empezó a sobar su cuerpo con el suyo mientras su excitación aumentaba, no sabía que le pasaba solo sabia que deseaba a esa mujer, pronto comenzó a subir sus manos mientras ella continuaba con el movimiento incitándolo a continuar, metió sus manos dentro de la delgada polera de la chica y sintió como un escalofrió recorría el cuerpo de esta, empezó a besar su cuello lentamente a medida que sus manos subían pronto escucho un gemido de parte de la chica, le encantaba como la dominaba ese poder que ejercía en ella, no había otra palabra para describirlo, se sentía poderoso.
Despertó a la mañana siguiente en una camioneta que no reconocía, pronto recordó su ida al club y todos volvió a su memoria, una sonrisa apareció en su cara, había sido una noche increíble, miro a su alrededor y encontró encima suyo el cuerpo de Laura que dormía placidamente sobre el, no Harry era virgen aun solo jugaron un rato. En los asientos de adelante habían cuatro personas más todas durmiendo intento moverse, peor un profundo dolor de cabeza se lo impidió, ¿Dónde estaría Dudley?, sus preguntas encontraron una rápida respuesta, Dudley dos amigos mas aparecieron con tres mujeres que miraron picaramente a Harry y su amiga.
-Despierte.- dijo Dudley con una voz algo enfadada, sus dos amigos que aun dormían y las dos chicas que resultaron ser Sofía y Bárbara abrieron los ojos y los cerraron inmediatamente poniendo una mano en la cabeza.
-No hay motivos para grita Dud.- dijo Sofía enojada.
-Lo siento pero es que uds no durmieron afuera como nosotros, tenemos que irnos son mas de las diez de la mañana.- dijo el primo de Harry.- Y tu, veo que lo pasaste bien.- dijo mirando a su primo.
-Excelente, primo.- dijo Harry con una sonrisa.
-Ya vamos, pero alguien tiene algo para el dolor de cabeza.- dijo Laura despertando pero sin intención de moverse del lugar donde se encontraba tenia una gran sonrisa en la cara.
-La apoyo, me siento a morir.- la apoyo Sebastián que estaba con Bárbara.
-Si, yo tengo, tomen.- dijo Javiera tirando unas pastillas a Laura al tiempo que le pasaba una botella con agua.
-Gracias. Esto tenemos que repetirlo.- dijo mirando descaradamente a Harry el que solo le respondió con una gran sonrisa.
Había pasado una semana desde su primera salida, la cual se había vuelto a repetir al menos tres veces mas, sin contar los innumerables encuentros con Laura, para desgracia de Dudley que se negaba a aceptar que su primo le comenzaba a caer bien. Durante las tardes Harry salía a correr o se ponía a leer sus libros nuevo ya se había terminado mas de la mitad, no podía hacer magia, peor con la teoría memorizada apenas pudiera lo practicaría, había terminado los de artes oscuras, que encontró fascinantes y los de magia blanca, que no se quedaban a tras además de los de DCAO. Ahora estaba tirado en su cama con un libro de Transformaciones encima de el, cuando su primo entro e su habitación.
-Oye, voy a ir al mall, ¿quieres ir?- dijo sin mirarlo a los ojos un poco avergonzado, sin saber muy bien por que.
-Si estaría genial, espera a que recoja un poco de dinero, vamos los dos no más, ¿cierto?- dijo Harry poniéndose de pie.
-Si, no te molesta verdad...- empezó Dud
-Para nada.- dijo Harry, ninguno se daba cuenta de los bien que se llevaban.- Listo, vamos.
Estuvieron toda la tarde vagando y pasándolo bien, al llegar la noche volvieron a Privet Drive, donde una sorpresa no muy agradable los esperaba. Remus Lupin junto con nadie menos que Albus Dumbledore, esperaban al joven mago, sentados tranquilamente en un sillón del living de la casa de los Dursley. Al entrar Harry con su primo se quedo parada frente a la puerta, había pensado muchas veces que esto podía pasar, pero nunca antes de su cumpleaños, siempre era después, peor sabía lo que tenía que hacer, nadie se lo impediría.
-Hola Harry.- dijo el licántropo un poco asombrado por como estaba el hijo de uno de sus mejores amigos, estaba muchísimo más alto, mas fuerte, además de que no llevaba lente y eso permitía ver con mayor facilidad el fuego en sus ojos.
-Hola.- dijo simplemente el morocho.- Dudley, sube por favor quiero hablar con ellos.- dijo a su primo el que subió altiro.
-Bueno Harry hemos venido para llevarte al cuartel general.- dijo el director con tranquilidad pero asombrado de los cambios de su alumno, claro que sin expresarlo.
-No lo creo, hay muchas cosas que aclarar antes de que yo decida irme de aquí.- dijo Harry con más tranquilidad que el director pero con una voz fría, al tiempo que se sentaba frente a ambos magos.
-¿Perdón?, no quieres ir al cuartel con Ron y Hermione.- pregunto Lupin asombrado por la voz de Harry.
-No he dicho eso sino que hay muchas cosas que arreglar simplemente.- dijo el chico.
-Te escucho.- dijo Albus.
-Bueno partiendo por el punto que no me han preguntado si quiero irme de aquí, esto el algo que no quiero que suceda nuevamente nunca mas, no tolerare nunca más que se tomen decisiones con respecto a MI vida sin consultarme antes.- empezó Harry sin evitar que un poco de rabia se notara en su voz.- Segundo dado que mi tutor legal, es decir Sirius, ha muerto , no tengo tutor y no quiero que se nombre uno sin mi consentimiento, es lago que yo decidí y no lo podrán eludir. Una vez este delicado punto este arreglado podremos ver si voy al cuartel general.- terminó Harry.
-Te comprendo Harry, pero tengo entendido que estás saliendo mucho a Londres y otros lugares y que vuelves a altas horas de la noche.- empezó Albus.
-Si teme que me convierta en mortifago o algo por el estilo, no se preocupe jamás me podría bajo Voldemort sabiendo que soy su igual.-dijo el morocho.
-No, no Harry no es eso es que nos preocupamos por ti eso es todo.- intento salvar la situación Lupin sabiendo que estaba perdida.
-No lo intenten tanto, entonces, miren respecto a mis salidas, estoy aquí vivito y coleando no se preocupen.- dijo con sarcasmo Harry.
-Ya, respecto al segundo punto, como es eso de tu tutor legal.- pregunto Dumbledore.
-Simple he estado averiguando y tanto entre muggles como entre magos, no tengo padres ni tutor, como se darán cuanta, por ende al ya tener prácticamente dieciséis años puedo decidir quien sea mi tutor, en el caso de querer uno, por eso no he hecho acción legal todavía necesito tener dieciséis. El asunto es quien quiero que sea mi tutor legal, bueno para mi fortuna tengo eso claro: NADIE.- dijo Harry con una pacifica sonrisa pero con algo de superioridad. No es que tenga nada contra ti Remus, pero veras estas demasiado involucrado en la orden como para que seas tu y ni hablar de los Weasly, llegue a la decisión de que se me cuidar solo, y ustedes no pueden hacer nada para impedir que me emancipe.- termino Harry.
Los dos magos se quedaron sin palabras, sobre todo Dumbledore, con mucha tristeza, ya que como bien claro se encargo de insinuar Harry quería estar lo menos relacionado con el.
-Pero Harry entiendes la magnitud de lo que estas diciendo.- dijo Remus muy triste de la desconfianza que demostró.- ¿Y como vas a hacer todos esos tramites?- dijo un poco mas triunfal.
-En el lado muggle, mis tíos me dieron el nombre de un abogado y ya fui a hablar con el en compañía de mi tío, ya que a pesar de poder vivir solo una vez emancipado no lo haré por razones obvias, llegue a un acuerdo con mis tíos. En el mundo mágico no será difícil ya que con mis papeles muggles no tienen otra opción.
-Pero Harry entiende...-empezó Dumbledore
-No discúlpeme director pero ya es hora de que deje de intentar controlar mi vida, mañana al ser el día de mi cumpleaños haré los trámites y les prometo que cuando quiera ir al cuartel les haré saber a través de Hedwig, ahora tengo mucho que hacer y les agradecería que se retirasen por favor.- dijo Harry muy cortésmente pero dándoles a entender que no se vayan porque no conseguirían nada mas de el.-
Sin decir palabra los magos de fueron con sus ojos y expresiones tristes y asombradas, era obvio que Harry había cambiado, no volvería a ser el mismo nunca más.
Hace eso ya habían pasado dos semanas y Harry gozaba de una bienvenida libertas, sus tíos estaban más contentos al saber que no tendrían más magos por ahí ya que Harry les había prometido que cuando se fuera lo haría en Londres para que ellos no los vieran, a lo cual aceptaron dichosos. Harry por su lado ya se había leído todos los libros, estaba un poco aburrido ya que su primo se había ido a comprar las cosas para el colegio y Laura se había ido de vacaciones con su familia, estaba leyendo en el living un libro de pociones del año pasado, cuando sonó el timbre fue a abrir y cual fue su sorpresa al encontrase rodeado fuertemente por unos brazos de mujer sin saber porque respondió al abrazo y aun más extraño reconoció el aroma de esa persona: Hermione.
-Oh, Harry me alegro tanto que estés bien, me preocupe cuando no llegaste a el cuartel, no nos quisieron decir que paso.- empezó su mejor amiga.
-Hermione, me ahogas.- dijo Harry con la voz entrecortada.
-Oh lo siento, no fue mi intención Harry.- se disculpo un poco sonrosada.
-No te preocupes, pero ¿Qué haces aquí?- dijo el moreno invitándola a pasar para que el que vigilaba, sabía que era algo que no cambiaría, no los viera.
-Bueno hace dos semanas que estaba en el cuartel, pensé que tu irías.- comenzó, mientras se sentaba en un sillón.- Cuando supe que no irías me quise volver pero el profesor dumbledore no me dejo, dijo que mejor me quedara ahí, segura, mis padres fuero hace dos días a buscarme, estaba deseosos de verme, Dumbledore no les pudo decir que no, además yo estaba aburrida de estar encerrada así que con gusto me fui de allí aunque Ron se enojo un poco pero comprendió que es mi familia, pero tu ¿Por qué no fuiste para allá?.- termino Hermione.
-Haber vinieron a buscarme pero yo no quise ir, Dumbledore no me manejaría de esa manera, les explique las cosas y como serían de ahora en adelante y nos les quedo opción... para hacerla corta me emancipe para evitar que me pusieran un tutor de la orden que me maneje y no he querido ir para allá la estoy pasando bien acá.- dijo Harry con una gran sonrisa.
-Wuau.- dijo simplemente Hermione.- con razón hubo reunión de urgencia ese día. Yo pensé que te habían a tacado o algo por el estilo.
-Jajajaja, para serte sincero este verano Voldemort ha brillado por su ausencia, no es que lo extrañe, peor es raro, veré si pudo hacer algo al respecto estar tan desconectado empieza a preocuparme.
-Si es extraño, pero bueno, es la primera vez que estoy acá, quiero saber que has hecho todo el verano.- dijo Herm (N/A: la llamaremos así me da lata escribir tremendo nombre a cada rato, además es mas... )
Harry le contó todo su verano omitiendo su extraña relación con la rubia, pero diciéndole todos confiando ciegamente en ella, sabía que no le contaría a nadie. Hermione estaba asombrada del "nuevo" Harry, le costaba asimilar lo mucho que había cambiado y mientras este le contaba todo no pudo evitar mirar su cuerpo y lo desarrollado que estaba, se veía mas sano, alto, mas lindo, simplemente mas hombre.
Estuvieron toda la tarde hablando de cualquier cosa, Hermione antes de irse le prometió que lo visitaría con mayor frecuencia y el le prometió que la llevaría a bailar a lo cual ella no estaba muy dispuesta, se fue un poco antes de que oscureciera, decidieron que no se juntarían en la casa de Harry sino que se llamarían por teléfono y se juntarían en Londres, lejos de la orden y sus manipulaciones.
Harry se fue a dormir muy contento de haber visto a su amiga y se propuso averiguar que pasaba con voldemort se acostó y no vació su mente como solía hacer cada noche, esperando que Voldemort lo notara e intentara hacerle una trampa o mejor aun que viera lo que hacía.
Harry era rodeado por una profunda oscuridad que absorbía todo a su alrededor, sintiéndose en el vació mas grande, pero no sintió desesperación en ningún momento, camino sintiendo que no avanzaba nada, pronto un cegadora luz inundo todo y el se sintió caer, con los ojos cerrados fuertemente el cambió había sido muy brusco.
Toco "tierra firme" abrió los ojos lentamente y miro a su alrededor, estaba en una especie de claro en un bosque los árboles eran oscuros y altos, de millones de años. Miro a su alrededor buscando algo que le diera una pista de donde estaba de que debía hacer. Pronto escucho una voz que no provenía de ningún lugar específico, lo rodeaba, venia de todas partes lo escucho claramente:
"Pronto entenderás donde se haya el poder, pronto comprenderás que es el poder, tu poder.
Tienes tiempo todavía no lo desperdicies, tu eres el único que podrá liderarlos, tu deber es liderarlos.
Conocerás el bien y el mal, ambos te tentaran, pronto se acerca tu elección, medita bien tu decisión."
Harry despertó bruscamente...
