Que no sea humillante para ella
Lelouch escucha a Suzaku desvariar en sugerencias para evitar el desenlace que planearon. Al final le pide algo de dignidad para Nunnally, que si llegara a tener la oportunidad, le desgarraría la garganta sin derramar una lágrima hasta que exhalara el último suspiro. Hermosa y letal. Así debió ser, en otro mundo menos cruel, que fuese su festín y Lelouch agradece la calamidad que la hizo frágil e inocente, digna de ser guardada entre sus dedos torpes, maquiavélicos.
-Al menos cuida que no la humille al final.
Pero Suzaku está muy alterado para escucharlo y no cumple con esa petición.
