Situaciones
Era su ultima semana en la escuela, la graduación no tardaría en celebrarse, todos los chicos del último año estaban emocionados por el hecho de que pronto pasarían a una nueva etapa, sin embargo un joven castaño se encontraba con dudas. Su sueño siempre había sido ser un jugador profesional de Quidditch, y participar en el campeonato mundial (o liga profesional) junto con los mejores del mundo, llegar a ser reconocido como el mejor portero que ha jugado en algún equipo y compartir la gloria del triunfo con un equipo profesional, sin embargo ahora su mente estaba en duda¿cómo podría llegar a sus metas si en 7 años de escuela solo pudo dirigir a su equipo una vez a la victoria?; y es más eso solo lo logró gracias a que Potter había ingresado a su equipo.
Harry era su más valioso jugador y al pensar que estuvo a punto de perderlo hizo que apretara las manos contra los libros que sostenía, pues la rabia que sintió en aquel momento cumbre del juego se revivió en todas las fibras de su cuerpo llenándolo de ira, ver a Harry caer por los dementores y saber perdido el juego al ver la snitch en manos del capitán Hufflepuff era algo demasiado humillante, tan cerca estaban…. Y en ese momento todo se vio perdido.
Camino por los pasillos del colegio hacia el campo de juego donde entrenaría por última vez; en su camino se encontró con una chica a la cual reconoció como Katie Bell su compañera de equipo. Esta al verlo tan pensativo se acerco a el, intentando animarlo en lo que ella creía ser un rasgo de tristeza.
-Sigues pensando en eso, cierto?
El chico asintió ante la pregunta de la jugadora mientras ella le tomaba del hombro con familiaridad.
-Pero por que te martirizas?… eres el mejor capitán de todos y eso es conocido en la escuela.
-Si es así por que demonios no salimos invictos? Además todo es gracias a Harry –en las palabras del mayor se podía notar la decepción que sentía, y la humillación que el mismo se estaba inflingiendo.
-Suerte…-dijo sin interés- a veces la suerte mata al resto de los factores en un juego, pero míralo así… pronto te graduaras y dejaras los campeonatos escolares para ir por algo mas grande… además solo fue un partido la copa esta en nuestras manos.
-Sabes que… ya no quiero hablar de eso… suficiente tengo con la graduación y todo.
La chica asintió ante su necio capitán y sin mas se dirigió, junto al castaño, a lo que seria el último entrenamiento oficial de aquel equipo de Quidditch.
La semana trascurrió entre exámenes y preparativos para la graduación, Oliver cada vez tenia mas dudas sobre lo que seria su futuro, confiaba que todo lo que dejaría atrás mejoraría; Angelina ahora seria la capitana y confiaba que haría un mejor papel que el suyo, el cual sentía había sido mediocre; deseaba que ella venciera a todos los contrincantes, ganándoles limpiamente cada copa en los años que le restara, y también deseaba que no sintiera lo que el sintió cuando injustamente, alguien se lo arrebata.
Tan sumido estaba en los exámenes y sus pensamientos, que prácticamente le tomo por sorpresa el hecho de que en dos días seria su graduación y no había visto absolutamente nada; y es que, aunque no le interesaba la fiesta, era un hecho imprescindible su asistencia, pues como capitán del equipo de la casa Gryffindor tendría que hacer acto de presencia.
Oliver caminaba entre los pasillos para ir a su última clase de pociones, cuando escuchó a un grupo de chicos hablando y riendo; al observarlos noto que era un grupo de Hufflepuff entre los que figuraba Cedric, capitán del equipo de Quidditch quien ante los ojos del castaño había destruido la oportunidad de Gryffindor de llevarse la copa invictamente; hecho que lo disgustaba visiblemente. Camino pasando a lado de ellos con un rostro serio intentando disimular su desagrado ante toda la situación, sin embargo Oliver estaba tan decidido a esconder su enojo por aquel chico que no noto como este lo observaba curioso al igual que en otras ocasiones , tratando de descifrar la actitud que tenia.
Llego a prisa a su última clase, la cual compartía con los Slytherins. Se mantuvo en la puerta unos segundos observando donde podría sentarse, sin embargo todos los pupitres estaban ocupados con excepción de uno el cual casualmente era junto de Marcus Flint. Ante eso y con un gesto de desagrado se giro con el propósito de irse de la clase, pues al final de cuentas sabia que era el último día y tomarla o no, no le afectaría en nada.
-¿Llega tarde y ya se retira señor Wood?– la ponzoñosa voz del profesor de pociones se hizo notar con su impecable sardonismo e incisividad- supongo que ha de pensar que como es su última clase puede hacer lo que se le venga en gana o es que acaso cree que ya no les puedo enseñar mas? De ser así, Usted me subestima. 50 puntos menos… por subestimar la importancia de mi clase.
Ante las rastreras palabras de Snape los de la casa de la serpiente comenzaron a reírse sin disimulo alguno, burlándose del joven castaño.
-Siéntese. –ordenó el mayor haciendo que Wood obedeciera al instante y ocupara el pupitre junto a Marcus, el cual aun reía.
-Hey, Wood… perdedor en el Quidditch y no satisfecho con eso, humillado por Snape. Que buena manera de clausurar tu vida de estudiante en Hogwarts.- Marcus era fiel a su casa pues como Slytherin, era rastrero, analizaba cada punto débil de sus víctimas y sabía el momento exacto para atacar, además conocía muy bien el punto débil de su Némesis, sabia que Oliver era el tipo de chico con el que era o todo o nada, por lo que el Slytherin se relamió los labios esperando que sus venenosas palabras enojaran al Gryffindor y este de nuevo perdiera puntos para su casa.
-Al menos no soy tan cobarde como tu que no te atreves a enfrentarme sin que Snape este cerca. O me equivoco Marcus?
Marcus no se esperaba esa reacción, por primera ves el chico impulsivo ahora le había invertido sus palabras haciendo que enrojeciera de ira al escucharlo, este había dado justo en el clavo y cuando Marcus iba a reclamarle al capitán Gryffindor solo pudo escuchar lo que este seguía diciendo.
-Si quieres demostrar que no lo eres… después de Pociones en los salones abandonados .. Podemos poner las cosas en su lugar… si no… simplemente.. Disfruta este momento de victoria por que nunca más se repetirá.
Y tras decir aquello Oliver ignoró por completo a Flint.
Transcurrió la clase y al termino de esta Oliver como valiente Gryffindor se dirigió a las aulas vacías en espera a que Marcus se presentara, pasaron algunos minutos y este no se presentaba, cuando estuvo a punto de salir la puerta se abrió dando lugar al Slytherin, el cual sonreía con malicia.
-Veo que iba en serio Wood.
- Tan en serio como siempre; nunca voy en broma Marcus.
-Me alegra escuchar esas palabras – tras decir aquello, Marcus trono los dedos haciendo que pasaran 2 sujetos mas de su casa.
-Haré que te arrepientas de lo dicho, estúpido.
Oliver se sorprendió al ver a Marcus con dos personas mas con varita en mano, se sintió ingenuo al creer que si quiera por una vez en su vida Flint seria justo.
Oliver reconoció a cada chico que acompañaban a Marcus, estos también pertenecían al último año y eran conocidos como los más fuertes en hechizos de ataques de su casa
Ante aquello Wood vio con odio al otro chico a la vez que su mente planeaba como zafarse de esa situación riesgosa.
-Maldita serpiente- siseo con desprecio el castaño y tras esas ultimas palabras comenzó a ser el blanco de los hechizos de los Slytherins, Oliver trataba de defenderse pero no podía si quiera sacar la varita; Marcus y los demás se ensañaban a cada hechizo que daban, llevando con esto que los labios del castaño se partieran y su nariz comenzara a sangrar además de masacrarle las costillas y el abdomen haciendo que cayera al suelo.
Oliver no supo cuanto tiempo estuvo así, solo sabía que poco a poco cedía ante el dolor inflingido por aquellos chicos dejando que sus fuerzas le dejaran y su cuerpo fuera cada vez mas lastimado.
-Expelliarmus! – tras oír aquello lo siguiente que Flint pudo ver, fue como uno de sus amigos era desarmados y arrojado hacia una de las paredes del aula. Los Slyterins restantes instintivamente voltearon a observar de donde provino aquel hechizo y sujetando sus varitas con fuerza fueron presas de un nuevo ataque.-Petrificus totalis!
-Yo que ustedes lo suelto ahora mismo –se escucho en amenaza- no sea que penosamente esto les cause problemas un día antes de su graduación. Seria tan… Lamentable y … Humillante.- el chico lucia amenazador pero aun así Marcus no vaciló en dar la cara al ser el único con su varita y no petrificado.
-No te atreverías Diggory.-
-Ya lo hice Flint… y no dudaría en hacerlo nuevamente, así que no me pongas a prueba.
Los chicos observaron a Diggory en busca de un solo rasgo de duda, pero este no lo tenia, con varita en mano se veía que estaba dispuesto a lo que fuese con tal de ponerle fin a esa situación. No podían tomarse a la ligera lo que el Hufflepuff decía pues su rectitud y honestidad era reconocida en cualquiera de las casas de Hogwarts. Ante aquello y por miedo a las represalias, el chico victima del Expelliarmus de Cedric se olvido del castaño en el suelo junto con su propio compañero petrificado y abandonó el salón; Marcus intento ir tras el pero el chico de ojos azules le evito el paso sujetándolo de la camisa.
-Te pareció divertido no? Escucha mis palabras… esto no se queda así
-Tú no puedes hacer nada niño bueno, así que no vengas con amenazas.
-Yo no amenazo Flint- aseguro sin un dejo de duda.
Marcus al ver aquel rostro el cual siempre lucia apacible ahora enojado y tan fuera de carácter se guardo cualquier comentario sobre lo dicho y simplemente dejo el lugar tras haber sido liberado.
Oliver mientras tanto comenzaba a reincorporarse sujetándose el abdomen; se hincó sobre el piso sin notar como aquel joven se acercaba a el.
-¿Estas bien?- pregunto tratando de ayudar al otro a incorporarse
-No debiste meterte.-la voz de Oliver sonaba enojada- Este no era tu asunto.
-Y tu que sabes de mis asuntos. – Intento sujetar al chico para que este se incorporara, pero rápidamente Oliver lo empujo para el mismo ponerse de pie y observarlo- no se te olvide que soy prefecto…
-Y capitán de Quidditch y mejor promedio de tu casa y el chico con un futuro brillante y quien sabe que mas cosas de niño bueno, pero sabes que? … también eres quien se aprovecho de la situación y gano injustamente el juego. Así que guárdate esa actitud de niño bueno y déjame en Paz –Wood vio con resentimiento al chico y sin dejar que este le ayudara se alejo del salón dejándolo solo.
Cedric se puso de pie ante los actos de Oliver y sin ayudarlo lo siguió en el camino hacia su casa por si algo pasaba, el trayecto fue silencioso, Oliver estaba adolorido por los ataques pero trataba de no demostrarlo frente al chico que aunque no lo veía sabía que le estaba siguiendo.
-Deja de seguirme, no necesito a un niñero como tú, puedo llegar solo-
Y aunque las palabras de Oliver eran dichas con un resentimiento notorio Cedric no decía nada, pues sabia que aunque el no había hecho absolutamente nada para que Oliver le odiara este lo hacia o al menos eso aparentaba.
Pronto ambos chicos se vieron frente al acceso de la casa del león y ahí fue cuando por primera vez Oliver se giro a observar al que había sido su sombra en todo el recorrido.
-¿Qué no escuchaste¡Déjame en paz!. –y sin mas recito las palabras claves haciendo que el retrato le diera acceso
Cedric camino hacia el cuadro de acceso por donde el castaño había pasado, poso su mano en el marco y lo acaricio sintiendo el calado que este poseía, aquella caricia parecía una añoranza como si deseara que la testarudez del otro chico cayera ante sus intentos de acercarse. El Hufflepuff se quedo en el acceso parado el suficiente tiempo como para que Oliver llegara a su recámara, y al no haber movimientos extraños supuso que todo estaría bien por lo cual se retiro.
Oliver subió pesadamente las escaleras, se sentía adolorido en cada punto donde los hechizos le habían alcanzado. Al llegar a la recamara y sosteniéndose el costado se recostó en su cama, y sin atenderse las heridas se dispuso a descansar, no quería ir a la enfermería y así ser interrogado por lo sucedido, ya tenia suficiente con que Marcus, los amigos de este y Diggory supieran de su actual estado.
-Estúpido Marcus.. Maldito niño bueno- el chico tomó la almohada que tenía en su cabeza y la coloco a su costado ejerciendo algo de presión, esperando que con eso el dolor mermara, estuvo un rato ejerciendo presión hasta que el cansancio le abatió y cayó dormido.
Poco tiempo pasó cuando sintió como algo lentamente le despertaba, abrió los ojos y se sorprendió al ver que a su lado se encontraba una lechuza de color café claro picoteándole la mano para que se despertara.
Se despabiló un poco y observó al pequeño animal el cual supuso había entrado por la ventana; en su pata tenia atada una nota y a su lado estaba un pequeño paquete.
Observó el paquete y se sorprendió al ver que la caja que contenía tenia grabado el escudo de la casa Hufflepuff, con un gesto de desagrado abrió la caja y al hacerlo observo como había una serie de frascos pulcramente acomodados; sacó uno y observó su contenido, a simple vista parecían pócimas de curación.
La lechuza que aun permanecía a su lado, nuevamente le picoteo el cuerpo intentando llamarle la atención.
-Si hombre, si ya entendí deja te quito eso- asentó la pócima y la caja en el buró alado de su cama y tomando a la lechuza entre sus manos la coloco en sus piernas y le desato con cuidado la nota, luego la acaricio y dejó que se fuera. Desdobló la nota con cuidado y la leyó, al principio de la misiva solo tenia unas cuantas instrucciones de cómo utilizar las pócimas del botiquín. Pero al final de esta hubieron unas cuantas palabras que realmente llamaron la atención del Gryffindor.
Testarudo, usa lo que te envió.
Atte: el niño bueno.
-Tenia que ser el niño bueno – masculló mientras arrugaba la nota con enojo inicial- y me dice a mi testarudo. – al recordar las palabras finales de la nota incluyendo la firma un dejo de sonrisa se asomó en su rostro al mismo tiempo que guardaba la nota arrugada en uno de los cajones de su buró de noche. Tomó de nuevo el botiquín de la casa Hufflepuff y comenzó a untarse los medicamentos según las instrucciones dadas pues sabia que la mejor manera de evitar preguntas de sus heridas era acabando con ellas.
Cedric lejos de saber lo que había pasado con su paquete suponía lo que el chico castaño había hecho con el. Sentado a la orilla del lago negro enumeraba la manera en que su paquete había sido desechado; entre las teorías hipotetisadas estaban que lo arrojo junto con su lechuza o…
-Conociéndolo las pociones terminaron en el drenaje.
Se llevo la mano al rostro y se lo cubrió parcialmente imaginando como Oliver lo trataría después de haberle enviado pócimas curativas, sabia que si de por si Oliver estaba enojado con el tras ese gesto el enojo pasaría a otro plano. Justo meditaba en todo aquello y en como el mismo se comportaría cuando su lechuza planeo sobre él para luego descender a su lado, Cedric al verla la llamo y acariciándola reviso que no estuviera lastimada.
-Vaya, al menos no estas herida, sabia que a ti no te haría nada – Sonrió a la vez que la acariciaba en el pecho emplumado para luego el ponerse de pie- Venga vamos tu regresa a la lechucería, que yo tengo que reponer con trabajo lo que Madame Pomfrey me dio.
En las mazmorras un grupo de arrogantes Slytherin discutían; la discusión era tan acalorada que los menores de la casa no se atrevían si quiera a cruzar su sala común.
-Es un idiota. –dijo Marcus harto de la situación mientras golpeaba con rabia uno de los sofás del lugar- Esto no se queda así es niño nos la pagara.
-Conmigo no cuentes Marcus. Yo voy sobre seguro y quedar petrificado no estaba en mis planes, claramente dijiste… un chico.
-Y claro- Marcus miro enojado al chico de piel negra que le observaba- ¿Se suponía que yo debía saber que ese chico Hufflepuff se metería?
-Pudiste ser mas discreto he ir a lo seguro.-replico el moreno compañero de Marcus.
-¿Como tu huida al final?-replico Flint tomando al chico de la camisa
-¿Y que esperabas que hiciera, no tenia mi varita y Diggory petrificaba a diestra y siniestra. Admítelo Marcus fue tu culpa
-Sea como sea hay que tomar venganza y eso no creo que este en duda- observo a ambos chicos que sentados en el largo sillón asintieron.
-Él tiene un punto a su favor, ya el año escolar finaliza, ya no hay oportunidades. –afirmo el moreno
-¿Es prefecto que no? –ambos chicos asintieron nuevamente- y ellos tiene derecho a ir a la graduación que no?
-¿Pero quien te asegura que ira? Además Flint la graduación estará repleta.
-Haciendo con eso que todo sea perfecto para la venganza.
Ambos chicos se extrañaron ante las palabras de Marcus y presos de la curiosidad se quedaron escuchando sus planes que a su parecer serian fácil de realizar y sin riesgos.
Continuara…
