Disclaimer. Hola soy Meyer y vengo a cagarles la lectura con una saga sin plot, donde solo se salvan los personajes. Menos Bella, que es una puta.
Claim. Isaac/Joshua. Y me declaro fan de ese pairing, es mío mío y solo mío. Por si no lo sabes, Isaac y Joshua Weber, son los hermanos (gemelos) menores de Ángela Weber.
Advertencias. Twincest.
Agregado. Va respondiendo al reto "Palabras para el recuerdo", del foro LOL.
Palabra Clave. Sangre.
More than just Brothers
Tosa su vida, desde el primer momento en que abrió los ojos al nacer, hasta cada noche cuando su madre iba a apagarles la luz de la habitación, lo primero y lo último que Isaac veía era a Joshua; lo primero y último que Joshua veía era a Isaac. Y ninguno podía ser más feliz al respecto. Porque toda su vida habían estado juntos, y estaban seguros de que siempre lo iban a estar. Entre ellos había una unión especial, más allá de tener la unión de hermanos, la unión de gemelos; ellos dos compartían una especie de conexión única. Joshua sabía que pasaba por la cabeza de su hermano cuando sonreía de lado mirando a la nada, Isaac conocía cuando algo lastimaba a su gemelo con solo ver su rostro.
Se conocían perfectamente, más que a la palma de su mano.
Parados uno frente al otro podían verse idénticos ante el mundo, ante cualquier par de ojos ajenos, pero ellos sabían bien lo diferentes que eran. Joshua, calmado y calculador, paciente y siempre dispuesto a ayudar. Todo un niño bueno al cual Isaac encantaba molestar y hacer enojar; a su vez, Isaac era algo escandaloso y distraído, ligeramente perverso a la hora de bromear y altamente orgulloso a la hora de perdonar. Polos totalmente opuestos que se atraían más de lo usual, más de lo que la sangre que corría por sus venas permitía. La misma sangre de hermanos gemelos.
Ni siquiera se tomaban la molestia de fingir que no ocurría algo entre ellos. Lo sabían y punto, ninguno necesitaba más explicación sobre aquello. A Joshua le gustaba sentirse resguardado en los brazos de su hermano, a Isaac le encantaba acorralar y besar furtivamente a su gemelo.
No importaba cuanto tiempo pasase, el gusto por probar a su igual completamente distinto siempre estaba. Así Isaac tuviera muchas novias o Joshua presentara en su casa a esa "amiga especial". No importaba nada, al final del día solo eran ellos dos siendo hermanos, siendo gemelos, siendo un poco más que eso sin que nadie pudiera hacer nada al respecto.
—Ehhhh, Joshuaaaaa —llama, alargando innecesariamente las palabras, tirando una pequeña bola de beisbol al aire y volviéndola a atrapar—. Salgamos a practicar, necesito mejorar a la hora de batear la bola.
—No, estoy estudiando.
—Joooshuuaaaa —insiste, aun más concentrado en tirar y tomar la bola.
—No Isaac.
Al fin, el gemelo deja que la bola caiga en el piso y dirige sus ojos hacia él. Eleva una ceja y lo mira con cierta diversión. Mantiene sus ojos fijos en él, sin siquiera parpadear. Al fin, Joshua parece notarlo.
— ¿Qué me ves? —pregunta frunciendo un poco el entrecejo.
—Nada. Nada —Isaac sonríe y se incorpora de la silla reclinable, acercándose a la cama baja del camarote—. Solo que…
— ¿Qué? —pregunta pacientemente, cerrando el libro.
—Que si no jugamos afuera, podemos hacerlo adentro.
Joshua entrecierra los ojos y lo siguiente que siente son los labios de su gemelo sobre los suyos. Porque lo primero y último que veía era el rostro de Isaac invadiendo su especio personal; mientras que lo primero y lo último que veía su gemelo era los labios apetitosamente entreabiertos de Joshua.
Lo que ambos veían era más que el simple amor fraternal.
