Esta historia es un pirata espacial!Alfredxhibrido de gato!Arthur (no se asusten, es humano pero con cola y orejas) y por supuesto es clasificado como M!

ADVERTENCIA!

Este fanfic contiene escenas explicitas, violencia gráfica y lenguaje adulto. Quedas advertido.

No soy dueño de Hetalia ni de los personajes.


STARSHIPS

Capítulo 1

De Pixiedust291

Por Iprie-chan

"¡Mira, maldito pedazo de basura! ¡Trato de salvarte! ¡Ahora déjame entrar!" se agarraba la garganta mientras jadeaba por aire. Tenía unos pocos minutos antes de que el oxígeno desapareciera. La toxicidad en el segundo nivel de la sala de máquinas de la nave estaba en un nivel crítico. El humo denso y la combustión del combustible llenaban sus pulmones "Mierda ¡¿me estas escuchando?!" y golpeo la consola de mando con su mano rota, sin importarle el dolor. Como si respondiera al golpe, las luces de la nave se fueron, dejándolo en la oscuridad "¡Mierda!" y rápidamente introdujo el código para arrancar los generadores. La luz de emergencia ilumino todo con un resplandor azulado. "¡¿Me escuchas?!" gritó de vuelta a la consola "¡Es el Capitán Beta Arthur Kirkland del Imperio Británico!"

"Te escucho, Capitán Beta" la voz cansada de una mujer madura surgió, con un toque de enojo, a través del comunicador "No tienes permitido acceder. Solo el Piloto-nav y el Capitán Alfa pueden-"

Calmó su respiración y su corazón palpitante "¡Están muertos! ¡Como los demás en esta puta nave si no me das el control! ¡Van a abordar y te volaran en pedazos!"

"Ya soy… basura" un agónico crujido electrónico de interferencia tiño la voz de la nave.

"¡No! ¡No te rindas! ¡Todavía no te mueres maldita!" Al no tener respuesta, la maldijo y se agarró la cabeza. Aun en este estado alterado notó sus orejas de gato, normalmente estaban bajas, pero por el estrés ahora estaban erguidas. Algo estallo en la nave y derribó a Arthur al suelo con un golpe duro. Su firme determinación y el terror lo forzaron a ponerse de pie, ignorando el rastro de lágrimas en sus mejillas sucias de hollín. No iba a poder salvar ni a la tripulación ni a la nave. Escapó de la sala por las escaleras. No, no podía terminar así. ¿Cómo vencieron los códigos de seguridad esos putos piratas?

Salto de la escalera al nivel principal y corrió por el pasillo. A medio camino de la sala de control, la alarma sonó, un sonido estridente que lo hizo taparse las orejas con las manos. Descalzo y solo con los pantalones de su uniforme, saltó a un lado y se pegó a la pared. Había escuchado pasos y voces, y prestó atención a la conmoción en el final del corredor. Tres hombres entraron, sus ropas diferentes y falta de ornamentos de rango militar le dijeron que eran piratas. Detrás venían otros dos hombres empujando a otro por el corredor.

Solo tuvo un momento para verlo, el Príncipe Francis de Francia, vestido, vendado y con las manos detrás de su espalda, secuestrado por los piratas. Su nave tenía el honor de llevar al Príncipe al Imperio de Britania con la esperanza de que encontrara apropiada a la Princesa con la que iba a casarse. El matrimonio había sido concretado por las tensiones que Francia y Britania habían tenido todo este tiempo. A pesar de haber descubierto el viaje espacial y que cada nación se había adueñado de su propio planeta, las viejas y perdidas costumbres que se habían quedado en la Tierra habían vuelto. Los matrimonios arreglados eran bastante comunes. Apretó los dientes, tenía que salvar al asqueroso francés antes de que le declararan la guerra a su planeta.

Los piratas llevaban visores sobre sus ojos, y solo tuvo un momento para darse cuenta de lo que significaba eso, pero no el suficiente para hacer algo antes de que una pistola cegadora lo dejara ciego.
Las pistolas cegadoras y las bombas eran las armas favoritas de casi todos los piratas, dejando ciegos temporalmente a sus víctimas. Con un laboratorio quirúrgico adecuado recuperarías la vista en minutos, sin tratamiento la ceguera duraría cerca d semanas, así que las victimas no perdían valor en el mercado cuando los vendieran como esclavos.

Aun sabiendo que venía, el ardor repentino en sus ojos y la ceguera fueron irremediablemente desorientadoras. Se tambaleó hacia atrás y apoyó contra la pared, patéticamente usándola para levantarse. Parpadeaba, su cerebro demandando que sus ojos funcionaran, pero solo había oscuridad. El sonido de la alarma se detuvo, dejando sus orejas resonando.

"¿Es el último?" sus orejas de gato se levantaron con la voz, un acento denso, pesado y que destilaba dominancia.

"De acuerdo a nuestra información, si" respondió otra voz, igualmente acentuada. Arthur notó que tenía problemas mezclando las "R" y las "L".

¿Habían secuestrado a todos los hombres de la nave o los habían matado sin hacer saltar la alarma hasta este momento? ¡¿Cómo era posible?! Este era momento de mostrar su entrenamiento, se alejó de la pared hacia aproximadamente el medio del pasillo para tener un poco de espacio. Podían haber vencido a los demás, pero iba a demostrarles que un Capitán no se rendiría sin luchar. Como nadie estaba detrás de él le hacía el trabajo más fácil, aunque no esperaba que los piratas pelearan limpio.

Escuchó una risita divertida "Oh, ya veo, él quiere pelear" dijo una voz grave.

"¡Por favor, Ludwig no!" una voz suave dijo casi en susurró "Por favor, no hay razón para pelear" supuso que eso iba dirigido hacía él. Sonrió cuando escucho que alguien caminaba hacia él "Cálmate y-"Que bueno que el chico hablo, así pudo saber dónde dirigir su puño.

Lo golpeó fuerte en la cara, y sintió una nariz romperse bajo sus nudillos. Predeciblemente alguien lo sujetó desde atrás, por la altura donde puso sus brazos supo que era grande y alto. Dado su peso fue fácil lanzarlo sobre su hombro. Golpeó hacia abajo a su atacante, en lugar de la nariz golpeó la sien, pero fue suficiente para hacerlo maldecir en un idioma extranjero que sonaba áspero.

Escuchó pasos detrás de él resonando por el piso de metal, giró y sintió varios cuerpos saltar sobre él. Lucho contra ellos lo mejor que pudo, y se aseguró de meterles varios puñetazos y codazos en la cara. Al menos estaba orgulloso, y haberles hecho todo eso con una mano fracturada lo hacía querer reírse de ellos en sus caras. Al final termino como sabía que terminaría, con el sometido contra el piso.

"Oh Dios ¿por qué?" escuchó una voz susurrar, sonaba como si llorara.

"¡Hijo-de-puta!" dijo una de las voces ásperas, sonaba sofocada, probablemente por tener las manos sobre la boca.

Una risa impetuosa, alegre y algo socarrona resonó por el corredor, a su alrededor podía oír hombres gimiendo y maldiciéndolo. Los piratas sujetaron sus manos en su espalda, y pusieron brazaletes de fuerza alrededor de sus muñecas antes de ponerlo de pie. "¿Terminaste de pelear?" preguntó alegremente una voz americana.

Cualquier sentido de la dirección que tenía después de quedarse ciego lo perdió durante la pelea. No podía ver, su cuerpo estaba adolorido, sus pies y piernas temblaban con el mero esfuerzo de estar de pie, sabía que lo habían derrotado. "Si" respondió, al menos, por ahora.

"Bien" el americano lo sujetó del brazo y lo llevó por el pasillo "Nunca tuve un ciego que nos diera tantos problemas" seguía sonando muy divertido, y Arthur deseo que estuviera enojado. Sentía como si el bastardo estuviera burlándose de él "Supongo que esto nos enseñó a no confiarnos mucho, especialmente a Ludwig"

"No nací para rendirme" sonrió burlonamente "como el francés"

La risa fuerte del americano volvió "Sabes, ninguno de tus hombres peleo"

"¡Estúpidos de mierda!" no estaba seguro de hablaba de los piratas o de su propia tripulación inútil.

El pirata asumió que hablaba de ellos. "Si, supongo que lo somos"

"¿Cómo consiguieron el código de seguridad?" preguntó.

"Tuvimos algo de ayuda con eso"

Desde atrás la voz con problemas para pronunciar las "R" y las "L" habló "Um, ¿no se supone que eso debe ser secreto?"

"Oh mierda, tienes razón" dijo el americano. Cada uno de ellos tenía un acento distinto. Mientras caminaban trató de suponer de qué lugar serían. Así podría hacerse una imagen mental de cada uno en su cabeza. El americano era obvio, así que lo salteó. La voz áspera que sonaba enojada… ¿algún idioma germánico? Trató de recordar los sonidos. Probablemente era alemán. La voz suave… sonaba vagamente americana pero no tan acústica para no ser británica ¿tal vez canadiense? La voz que no podía decir bien las "R" y "L" debía ser oriental, y dado que manejaba bien el inglés debía ser japonés. Se sintió confuso, ¡¿un americano, un alemán, un canadiense y un japonés eran todos piratas?! ¿Qué es esto, la versión pirata de "Es un mundo pequeño, después de todo"?!

A pesar de que el americano se lo dijo, Arthur ya lo sabía. Alguien debió darles los códigos. No había otra forma de que pudiesen entrar a la nave tan rápida y silenciosamente. La pregunta era ¿Quién fue? ¿Cuál de sus hombres los traiciono?

Su nave era pequeña, e incluso ciego podía reconocer por donde iban. Lo llevaron a la escotilla, eso quería decir que lo iría desde su nave a la nave pirata. Deseo poder ver, quería saber si era un crucero espacial clase A o si era una rustica basura. Supuso que sería lo último.

Escuchó la puerta cerrarse detrás de ellos, luego una ola de aire corrió sobre él cuando otra puerta delante de él se abrió. El olor penetrante y pútrido de estiércol golpeó su nariz, haciéndolo retroceder. El americano lo empujó diciendo "Perdón por el olor" mientras lo llevaba por un cuarto grande que hacía eco al caminar. "Nuestro último trabajo fue llevar una carga de conejitos de menta a tu planeta natal. No estoy seguro de si algún día podremos sacar ese olor"

No le respondió.

"Eres el Capitán Beta Kirkland ¿no?" preguntó, era una o dos pulgadas más alto por la dirección de su voz. "Si, lo eres" dijo cuándo no le respondió. "Tu reputación te persigue. Obviamente puedes pelear, ¿es por eso que te ascendieron a Capitán? Solo que escuche que eras un Piloto-nav antes de ser Capitán"

Otra vez decidió quedarse en silencio.

Frenaron, una puerta se abrió frente a ellos y el americano lo metió dentro, dieron dos pasos y volvieron a frenar. Entonces notó que los demás no estaban ¿En qué momento se fueron? No se dio cuenta que estaban en un ascensor hasta que empezaron a moverse. El movimiento repentino hizo que sus rodillas se doblaran y cayera sobre el americano, que lo atrapó con el brazo. "Wow, ¿Estas bien?" Se alejó y se enderezo, avergonzado, haciendo al otro reir "¿Sabías que estas sonrojado?" frunció el ceño y tuvo que morderse la lengua para no contestarle.

Parecía que iban hacia abajo, pero no estaba seguro. Se apoyó contra la pared para que no se notara lo preocupado que estaba. Tiraron de su piel repentinamente y todos los pelos de su nuca se erizaron.

"Eres un Kimonini"

Los Kimonini eran híbridos de humanos y animales. Ocurrió por el año 3015 cuando los viajes espaciales y el poblar otros planetas alcanzó su auge. La industria científica tenía experiencia y muchos deseos de realizar experimentos. Uno de ellos fue ver si era posible combinar el ADN humano y animal, después de muchos experimentos fallidos tuvieron éxito. Así nacieron los Kimonini. Las especies eran casi completamente humanas a excepción de sus orejas, colas y demás.

Originalmente fueron creados como esclavos o mascotas; pero por la gran población que alcanzaron en Japón, Estados Unidos y Alemania, hizo que fuesen aceptados dentro de United Species of Biological Welfare (Especies Unidas de Protección Biológica). Arthur suponía que la USBW no tuvo opción cundo todos empezaron a ver a los Kimonini como compañeros sexuales. Después de todo, la mitad de la población era de criaturas que se consideraban menos inteligentes que un pollo. Hoy en día los científicos seguían confundidos sobre cómo eran capaces de reproducirse, y cómo, aunque el padre fuese de otra especie, solo nacían hijos Kimonini.

Habían cinco especies distintas: perro, gato, tigre, lobo y lagarto, y los diferentes nombres de familias para clasificarlos. Arthur era un Nekonomimi, nombre dado por los japoneses, más específicamente era un Scottish Fold nekonomimi.

Apretó sus manos en puños, no era desconocido que los de su raza eran vendidos y comprados en mercados de esclavos en todo el universo "¿Pensando en que conseguirás una linda paga por mí?"

"No" respondió, eso lo atontó."Mi nave no se relaciona con el mercado de esclavos a menos que sea indispensable" Arthur se atraganto ¿SU nave? ¿Así que era el Capitán? "Lo digo porque nunca vi uno como tu antes. Eres muy lindo" sintió como sus mejillas se enrojecían por las palabras ¡Qué carajo! Deseo no estar tan cansado y poder golpear al idiota en la cara. "Otra vez te sonrojaste"

"¡Cállate!"

Escuchó girar al americano y luego reírse "Dime Capitán, ¿De casualidad eres un Uke?"

La pregunta lo agarro desprevenido, primero porque ese término no era muy común en esos días, y segundo porque solo había un motivo de que otro hombre le preguntara sus preferencias sexuales. Su corazón aceleró del temor, su boca se secó. Quería gritar "NO", que "SOLO me gustan las mujeres", pero era tarde. Lo que sea que mostraba su cara respondió la pregunta.

Hizo un sonido grave y suave, como un ronroneo. "Esto debe ser lo mejor que me paso en el día" y sintió una mano posarse en su codo.

"No me toques" dijo entre dientes, ambos sabían que su amenaza era todo menos una amenaza. Tenía las manos atadas, y estaba tan ciego como un murciélago en mediodía. Si el pirata quería hacerle algo, no podría hacer nada para impedírselo.

"Relájate ingles" dijo "No voy a lastimarte" Ser lastimado no era lo que preocupaba a Arthur "Sabes, tu estadía con nosotros no tiene que ser tan horrible"

Giro la cabeza hacia donde creyó que estaba el americano e hizo lo posible para mirarlo "Fapero *" no fue la mejor respuesta que podía darle.

Resonó una risa divertida "No sabes lo tentado que estoy de serlo"

Rodo los ojos "Típico americano" el hombre soltó su brazo, y Arthur saltó cuando sintió un dedo recorrer su clavícula, deslizándose lentamente por su pecho desnudo. Trató de retroceder, pero estaba acorralado contra la pared de un ascensor. Era frustrante, saber que no podía hacer nada contra él, y saber que en algún momento su cuerpo empezaría a responder a las caricias. La carne era débil. Francis se lo había probado varias veces antes. Apretó los dientes, tratando de no recordar sus momentos pasados de desesperación y debilidad.

"Tengo que decírtelo, Capitán Kirkland, te encuentro muy… ¿Qué diría un británico? ¿Intrigante?"

"El interés no es mutuo, mocoso odioso"

Rio otra vez, su dedo llegando al bulto en los pantalones y frenando "Piensa que este pequeño viaje como en unas vacaciones"

"¿Cómo podría hacer eso?" preguntó con un tono aburrido.

"Cielos, los británicos siempre son tan… melancólicos"

"Y los americanos siempre son imbéciles obsesionados con el sexo" respondió.

El ascensor se detuvo y la puerta se abrió. Estaba aliviado de que el Capitán sacara su mano y lo tomara del brazo otra vez. Murmuró "Vas a encajar perfectamente bien "Arthur no sabía que quiso decir, ni tampoco quería saberlo. Frenaron otra vez, y una puerta se abrió deslizándose. Le llegó una corriente de aire frio que olía a desinfectante. "Aquí estas, tu hogar temporario"


A/N: Después de buscar en FF me di cuenta que hay una completa falta de fantasía y sci-fi original en el fandom de Hetalia. Me deprimió bastante, así que me propuse cambiarlo. Espacio, orejas de gato, yaoi erótico, comedia, y las bromas tradicionales de Hetalia, y mucho más que se me ocurra.


* Lo que dice Arthur es "Fuck you" que significa tanto "Vete a la mierda" como "Tener sexo contigo mismo (masturbarse)" por eso use el término "Fapero"

Esta historia pienso sacarla cada 2 semanas, en los próximos capítulos se pone más fuerte el yaoi y tengo que darles tiempo a ustedes (y a mi) de fabricar sangre antes de tener otro derrame nasal ;D